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Capítulo 28: El paradero de Powel

A medida que nuestros pasos avanzaban a través del oscuro bosque, el gélido ambiente se convertía en hielo. El aire que entraba por mis pulmones era como agujas contra mi pecho de lo frío que estaba. El lugar de la casa de Verdon estaba bien alejado de lo que era la Plaza Central, el Castillo Real y toda la civilización de Das Dunkel.

No era necesario que ninguno de los dos dijera nada, pero la atmósfera que se respiraba era demasiado oscura. El Bosque se sentía distinto, y por alguna extraña razón, peligroso. Es cierto que siempre lo fue, pero había algo más en el entorno que lo volvía diferente.

No pude evitar pensar en el ataque de aquellas sombras cuando el séquito de Petra rescató a Calandra de Mundú. ¿Y si aparecían en la negrura y nos lastimaban?

—¿Le tienes miedo a Verdon?— preguntó muy perceptivo mi Demonio, él sintió el temor en mi interior,

—Le tengo miedo al Bosque, está distinto— le respondí tiritando,

—Está apoyando a Petra— respondió al aire, como si no estuviera hablándome a mí,

—¿Por qué es una ventaja para Verdon que nadie conozca a su familia?— le pregunté para quitar de mi mente esos pensamientos terroríficos,

—Porque nadie sabe si alguien más que él posee la información con la que él cuenta. No sería conveniente eliminarlo—,

—¿Tan serio peligro corre?—,

—No te das una idea de todo lo que sabe. Verdon conoce la historia completa de nuestra aldea, dicen que incluso desde antes que apareciera King Shadow por estos lugares. Todas las criaturas lo respetan mucho—,

—Perdón, Demetrius, pero sigo sin entender. Verdon conoce toda pero toda la historia de los Demonios de la Noche, incluso cómo nacieron; es una criatura respetada por tu comunidad pero sin embargo corre peligro de muerte, que se protege al no tener familiares conocidos. Trato de comprenderlo pero sigo sin poder...— y no pude terminar la frase.

La casa de Verdon se presentó ante mis ojos: oscura, paredes rugosas, techo cubierto de puntiagudas terminaciones, ventanas blancas con vidrios opacos y una enorme puerta gris enrejada.

¿Puerta?

—¿Verdon no es...?— y mi pregunta fue respondida sola.

Una criatura medianamente alta apareció por el umbral de la puerta vestida con un traje blanco y una camisa gris. Sus ojos azules irradiaban en la temible oscuridad y su pelo color ceniza armonizaba con todo su aspecto. Comprendí que la criatura que tenía enfrente no se trataba de un Demonio y se asemejaba mucho a un Humano, aunque mi ojo lograba captar un aura distinta.

—Los estaba esperando— nos dijo con una increíble sonrisa.

Para ser una criatura ermitaña era demasiado simpática. Nos hizo pasar a su casa y nos invitó a sentar en unos enormes sillones color marfil que adornaban la sala de estar. Frente a nosotros había una pequeña mesa de cristal con símbolos en forma de cruz.

—¿Les tomó mucho tiempo encontrar mi lugar?— preguntó con cálida voz,

—No, conocía el camino perfectamente— contestó Demetrius,

—Discúlpeme, Verdon... Pero, ¿qué es usted exactamente?— le pregunté sin dudar,

—Soy una criatura extraña y única en todo este planeta. Soy la encargada de mantener el equilibrio entre todas las especies, un equilibrio sano entre el bien y el mal— me contestó sereno y fluido,

—¿Única en su especie?— pregunté asombrada.

Por eso nadie conocía a sus familiares.

¿Por qué de repente, una criatura ermitaña y extraña, decidía contarnos la verdad a dos criaturas que ni siquiera conocía?

—Así es, Shilana, único en mi especie. Mi misión es mantener este equilibrio y sólo intervenir activamente en el caso de que éste peligre, y ese momento es ahora. Por eso necesitaba que ustedes dos estuvieran presentes. Ustedes dos son muy importantes en este proceso—,

—Supongo que lo dirá porque dimos a luz un Híbrido— le contesté,

—Efectivamente. Ustedes son los nuevos elegidos de la Profecía del Equilibrio— pronunció con su voz calma.

El rostro de Demetrius se llenó de intriga, el mío, en cambio, de sorpresa. Otra vez esa profecía que me unía a él llegaba a mis oídos. Tenía que creer en ella...

—¿Cómo dijo?— preguntó Demetrius,

—Veo que Shilana ya estaba al tanto de la misma— dijo Verdon.

Mi Demonio me miró y en sus ojos pude vislumbrar algo cercano a la sorpresa pero también a la decepción. No pude evitar pensar el motivo por el cual había optado por guardarme esa información, y básicamente era para no seguirle dando poder a Demetrius. Suficiente el que él ya tenía sobre mí como para decirle que nuestra unión estaba predestinada...

—Me lo mencionó alguna vez mi hermano— comenté como quitándole importancia,

—¿Y qué es lo que dice?— le preguntó Demetrius a Verdon, su mirada me abandonó con dolor,

—La Profecía del Equilibrio une a la especie de los Ángeles con la de los Demonios de la Noche. Y es posible porque incluso dentro de esta misma especie, existe la Conexión Especial, esa que puede darse entre dos criaturas. Es tan clara como ambigua. Pasa desapercibida muchas veces porque muchos entienden que sólo puede referirse a Demonios de la Noche, cuando en realidad la palabra es clara: criaturas. Puede ser cualquiera, pero el fundamento se encuentra en un libro de los Ángeles Supremos.

>> Esta profecía elige a dos criaturas cuando la paz y la justicia peligran. Los tiempos que estamos viviendo actualmente piden a gritos que se restaure el equilibrio. Así es como ella aparece, y que, de la mano del destino, une a dos criatura por el amor.

>> Esto se debe a que la profecía afecta algunas características de las especies que elige. En el caso de los Demonios de la Noche, les permite experimentar el amor con alguien que excede su grupo familiar. No es el mismo amor que conocen los Ángeles, es un amor distinto. En el caso de los Ángeles exacerba las sensaciones de afecto o adoración, similares a los que produce el sentimiento de la Eterna Debilidad.

>> El Amo del Mal está organizando nuevamente una rebelión con su especie predilecta y, de la mano de su hija, podrá controlar mejor la situación. A King Shadow nunca le agradó la idea de mantenerse oculto en su Averno, siempre quiso el poder y tener súbditos por doquier. Sus planes están interfiriendo con este equilibrio que la profecía protege y que yo ayudo a mantener, por eso he decidido ayudarlos—,

—¿Sabe la locación del Averno?— pregunté esperanzada, mi corazón latía fuertemente ante la posibilidad de encontrar la respuesta que tanto anhelaba,

—No, hay situaciones que se encuentran fuera de mi alcance. Sin embargo, hay otras fácilmente alcanzables. Bien saben que la locación justa sólo la conocen sus Herederos y yo conozco a uno que estaría dispuesto a ayudarlos en su búsqueda—,

—Powel— contestó Demetrius y una expresión inundada de desconfianza apareció en su rostro,

—Exactamente, yo sé dónde está Powel—.

Esas últimas palabras terminaron por explotar mi mente. Estaba tan feliz que no recordaba cuándo fue la última vez que me sentí de esa manera. Mi cara de felicidad se vio opacada por la expresión de Demetrius, sombría y recelo acaparaban su rostro.

—¿Qué es lo que sucede?— le pregunté de mala manera, no podía entender cómo no comprendía aquello que Verdon nos estaba diciendo,

—No puedo confiar en una criatura que traicionó a su misma especie. —Explicó sin quitarle la mirada a Verdon. —Lo único que sabemos de Powel es que desapareció un día del lado de su padre—,

—¡Desapareció para proteger a su hijo, abandonando a la criatura que amaba!— le dije indignada,

—No te olvides quien es Powel, es hijo del Amo del Mal, ¿qué pasaría si todo esto fuera un plan para llevarnos a él y así hacernos entrar al Averno para no salir jamás? Es un riesgo que no estoy dispuesto a correr—.

Y esas palabras hirieron a mi corazón profundamente. Su hijo podía estar en ese lugar y le importaba más su existencia que la de él. Esa criatura no podía ser el padre de mi hijo. Creo que hasta Embrace sería capaz de sacrificarse con tal de salvarlo, sin ser él el padre.

—¿Qué estás diciendo, Demetrius?— le pregunté asombrada y dolida,

—No me malinterpretes, Shilana. Quiero encontrar a nuestro hijo pero no quiero sacrificarnos, al menos sin saber que eso pueda realmente salvarlo—,

—¿Entiendes que nuestro hijo puede estar en ese horrible lugar?— le volví a preguntar más enojada,

—Lo sé, Shilana, y me estás malinterpretando. Yo estoy dispuesto a sacrificarme por la vida de mi hijo pero sólo si eso me asegura rescatarlo— me contestó,

—¡Pero si fuiste tú quien insistió en buscar a Powel!—,

—¡No quiero correr riesgos!—.

Tenía razón en algún punto, por lo menos no me estaba diciendo que prefería su existencia antes que la de su hijo, él estaba siendo más racional y estratega, yo por mi parte, quería rescatarlo sin pensar en las consecuencias y en las posibles trampas que nos esperaban en el camino.

—Para tu seguridad, Demetrius, —intervino Verdon —conozco a Powel y no es la criatura que crees que es. Desde que se separó de su padre quiso encontrar el liderazgo en otras criaturas, formar su propio imperio del mal, pero todo aquello sucumbió el día que se enamoró—.

Y el nombre apareció en mi cabeza al recordar el libro que encontré en la biblioteca de mis padres.

—Ámbar Fallen— dije en voz alta y sorprendida por el hecho de que esa autora estaba en lo cierto.

Demetrius me miró sorprendido, al igual que Verdon. Las dos criaturas que tenía en frente no podían creer que fuera poseedora de esa información, tenía que ser cierta.

—¿Conoces la historia?— me preguntó asombrado Verdon,

—No completa, algo leí en un libro sobre la posible historia de amor entre Powel y esa chica, una Humana— le contesté,

—¿Una Humana?— preguntó asombrado Demetrius,

—No sé qué tanto te asombra. —Le contesté mirándolo a los ojos. —Por si aún no te diste cuenta, tú encontraste a tu pareja en una criatura diametralmente opuesta a la tuya. Así que Powel pudo haberse enamorado de una Humana tranquilamente—,

—¿Pero enamorado?— preguntó pero esta vez dirigiéndose a Verdon,

—Debes recordar que Powel no es un Demonio, es un ser Oscuro que no eligió ninguna especie porque es una divinidad del mal. King Shadow temió que su imperio cayera con la historia de amor entre su hijo y Luz Drake, y tras el nacimiento de Daskan, supo que tenía que tomar una decisión. Para ello iba a necesitar de su fiel hija para completar la tarea. En ese entonces apareció una familia en el Bosque Oscuro y el Amo del Mal decidió adoptarla como fundadora de Das Dunkel, su propio sueño. La unión entre Lucybel y Leviatán dio a luz a la especie de los Demonios, seres sin corazón para evitar la debilidad que este sentimiento causaba— nos explicó,

—Por eso nuestro hijo puede debilitar a King Shadow, —expresé mi pensamiento en voz alta —porque es la expresión de amor que siempre quiso evitar al crear la especie de los Demonios—,

—Exactamente, esto vuelve a ocurrir luego de muchos años y no podemos dejar pasar esta oportunidad. —Nos dijo Verdon. —King Shadow está queriendo tomar el poder otra vez y tenemos que detenerlo—,

—Muy bien. —Intervino Demetrius. —¿Dónde está Powel?—.

Verdon se levantó del sillón y fue hasta una alacena para sacar copas de ella. Mientras caminaba hasta su heladera nos empezó a contar la historia de Powel.

—Cuando decidió irse para proteger a su hijo, como bien dijiste Shilana, Powel se vio en la encrucijada de encontrar el lugar correcto para él. Sabía que había cometido la peor de las traiciones tanto contra su especie como contra su mismísimo padre, así que sabía que jamás iba a poder volver al lugar que le dio origen. Tenía que encontrar un lugar que pudiera hacer propio—.

Verdon nos trajo las copas redondas llenas de vino y las apoyó sobre la mesa de cristal que teníamos enfrente. Acto seguido se sentó en uno de los sillones, y con una copa en su mano, continuó el relato.

—Atravesó el Bosque Oscuro con una terrible pena por haber tenido que dejar a los dos seres que más amaba pero estaba decidido a comenzar de nuevo. Das Dunkel ni el Averno volverían a recibirlo jamás y decidió hacer de su hogar un pueblo Humano llamado Hollow Stone. Adoptó la forma Humana para pasar desapercibido y creó una secta a través de la cual conquistaba a personas para unírseles bajo el lema "yo puedo hacer de este mundo algo mejor". Muchas de las personas que formaron parte de esta secta eran criaturas perdidas, vacías de amor, y creían que su líder, Powel, iba a llenarles ese vacío. La secta recibió el nombre de "Nightomen". —Dio un sorbo largo a su copa de vino y continuó. —Allí encontró a fieles seguidores y de la mano de ellos pensó que podía hacer su sueño realidad: hacer de Hollow Stone su lugar y someter a esas criaturas débiles a su mano. Claro que no contó con la llegada de Ámbar Fallen a su vida. Ella había sido elegida para portar a uno de sus hijos, él necesitaba tener Herederos a su trono como todo rey, pero terminó enamorándose de ella perdidamente—,

—¿La manipulaba?— le pregunté al recordar las líneas del libro, esa chica no recordaba episodios que otros juraban haberla visto realizar,

—Es curioso que lo preguntes. —Me contestó Verdon, seguramente lo decía porque no pensaba que yo contaba con cierta información. —Pero sí, Powel le hablaba a través de sueños, le inducía a ellos. Ámbar no recordaba determinados episodios porque ella los vivenciaba como sueños, aunque en realidad los estaba realizando en ese momento—,

—¿Pero Ámbar se enamoró realmente de Powel?— volví a preguntar.

Era imposible no asemejar la historia de Ámbar con la mía. Ella se había encontrado con Powel, una criatura oscura y peligrosa, alguien que supo manipularla para conseguir lo que quería... Yo, por mi parte, me encontré con nuestro enemigo y me enamoré perdidamente de él.

Siempre pensé que Demetrius me amaba a su manera, pero a medida que pasaba el tiempo, me daba cuenta que eso no era amar. A él sólo le importa que esté con él y nadie más, no le importa mi felicidad ni mi bienestar...

—No tenemos tiempo para historias de amor, Verdon. —Le dijo descortésmente Demetrius. —Necesitamos saber el paradero de Powel, no toda su vida ni sus amores—,

—No seas así, Demetrius. —Le reprendí, me sentí como si yo fuera madre y él mi hijo. —Yo creo que es importante saber la historia de Powel, después de todo, él es quien nos va a ayudar a rescatar a nuestro hijo. Lo mejor que podemos hacer es conocer más cosas de él—,

—Verdon nos dijo que Powel no es la criatura que podríamos imaginarnos por ser el hijo del Amo del Mal, que podemos confiar en él. Yo no necesito saber más nada— contestó,

—¿Por qué te molesta que pregunte?— pregunté enojada,

—¿Podemos no discutir ahora? —Me miró un rato a los ojos y luego desvió su mirada hacia Verdon. —Díganos lo que necesitamos saber para encontrarlo, nada más—,

—Muy bien. Powel es una simple presencia, que para dar con ella, deben encontrar a Ámbar Fallen. Ella habita en Hollow Stone, el pueblo de Humanos cruzando el lado oeste del Bosque Oscuro. Este es un mapa del lugar. —Verdon abrió un pedazo de papel, que sacó de un estante, ocupando toda la mesa de cristal y agarró una fibra que se encontraba en uno de los cajones que tenía detrás. —Tienen que tener algunos puntos de referencia para poder dar con la casa correcta. —Empezó a trazar toda una línea desde lo que parecía ser el Bosque Oscuro y un lugar especial en el mapa. —Ésta de aquí, —dijo dibujando un círculo sobre el mapa —es la Iglesia Van Caster, aquí van a hablar con Lara Luna, trabaja allí. Ella sabrá indicarles cómo llegar a la casa de Ámbar. Y a través de ella darán con el paradero de Powel—.

Demetrius y yo nos miramos fijamente. Su cara reflejaba, tanto como la mía, paz y tranquilidad. Por fin teníamos algo útil en nuestras manos, finalmente íbamos a ponernos en marcha para encontrar a nuestro hijo.

Verdon se levantó de su sillón rápidamente, como si de repente se acordara de algo. Se puso a buscar entre todos sus cajones algo que parecía no encontrar. No pronunció palabra hasta que vimos en sus manos un pequeño artefacto redondo.

—¡Aquí está!— exclamó feliz,

—¿Y eso qué es?— le pregunté curiosa,

—Esto se llama brújula pero no es una común y corriente. Ésta pequeña amiga los traerá de vuelta a casa. Sólo apunta al sur. Cuando hayan encontrado la información necesaria, sólo tendrán que caminar hacia el sur y se encontrarán con el Bosque Oscuro— explicó Verdon.

Demetrius alzó su mano y Verdon le colocó el artefacto sobre su mano.

—Le agradezco sinceramente este gesto, Verdon. Para nosotros es muy importante contar con esta información— le dijo Demetrius,

—Es importante que ustedes guarden este secreto. Nadie puede saber que fue a través de mí que supieron de esto y mucho menos revelen el porqué de mi soledad. Es mejor que me siga manteniendo lejos de todo y de todos— dijo Verdon,

—Por supuesto, guardaremos su secreto— le dije.

Los dos saludamos a Verdon y nos fuimos de la casa.

A medida que nos fuimos alejando, las ganas de saber por qué Demetrius no quería que indagara mucho sobre la vida personal de Powel se estaban incrementando. Sabía que de sacar nuevamente el tema iba a implicar comenzar, o retomar, la pelea, pero no podía quedarme con la duda. Así que le pregunté. Demetrius ni se atrevió a mirarme, continuó caminando delante de mí concentrado en el camino.

—Parecería que lo único que te gusta hacer cuando estás conmigo es pelear— me contestó con voz fría,

—No es que quiera pelear pero quiero saber. ¿Por qué te molestaba que preguntara sobre la historia de amor entre Powel y Ámbar?—.

Demetrius se detuvo en seco y giró sobre sí para poder mirarme a los ojos. Se acercó los pocos pasos que nos distanciaban y con sus manos tomó las mías.

—No sé qué es lo que está pasando pero siento que nos estamos separando cada día más. No hay momento en el cual no empecemos una pelea o no haya un malentendido. Ya no es lo mismo. Siento que te estoy perdiendo—.

Compartía el sentimiento de mi Demonio: cada día nos estábamos separando más. Ya no había momentos de paz, antes por lo menos los había, aunque en una mínima proporción. Ahora, en cambio, todo el tiempo eran peleas, miradas enojadas, malos entendidos, celos... Lo negativo predominaba, lo cual me hacía sentir rechazo.

No quería estar cerca de Demetrius.

¿Cómo tenía que interpretar eso? ¿No lo amaba más, entonces?

—Estamos pasando por un momento horrible, la situación caótica de Mundú y de Das Dunkel tampoco ayudan. No es fácil— le respondí.

Me resultaba muy difícil decirle la verdad porque hasta a mí me costaba aceptarla. Nuestra realidad estaba cambiando y los dos nos estábamos alejando.

—Sabes que no es eso. Estoy seguro que si... Que si ese Ángel estuviera a tu lado, te sentirías mejor—.

Pude ver en su rostro y sentir escasamente en mi cuerpo aquella sensación. Le costaba horrores reconocer que me sentiría mejor si estuviera al lado de Embrace que al lado suyo. Y era cierto.

—No me gusta pelear, Demetrius, no lo quiero hacer más— le contesté.

En ese momento, soltó mis manos y tomó suavemente mi cara. Sus labios rozaron los míos dulcemente y el mundo entero colapsó a mis pies.

¿Cómo era posible que me pasara eso?

Yo estaba sintiendo que la relación con Demetrius estaba llegando a su fin, sentía cómo mi corazón sufría en silencio por ese final anunciado. Pero aun así, bastaba un simple beso de mi Eterna Debilidad para olvidarme de cuanta cosa había sido capaz de pensar.

Un beso era suficiente para que me olvidara de todo.

Cuando llegamos al Castillo Real vimos estacionado un carruaje blanco ovalado. No recordaba nunca haber visto alguna vez ese vehículo hasta que reconocí la insignia de mi aldea... o la que solía serlo: el ave blanca, con sus alas abiertas en su esplendor, colgaba en su cuello un collar hecho de flores rojas, amarillas y verdes. Mi corazón comenzó a vibrar por la posibilidad de encontrarme con Embrace dentro del Palacio. No me di cuenta que esa misma sensación fue captada por Demetrius, quien me soltó la manó delicadamente.

—Lo siento— fue lo único que fui capaz de decir,

—No puedes controlarlo— me contestó y abrió sus alas, alejándose del predio real.

Cuando me quedé en soledad, salí corriendo hacia las puertas del Palacio. Las abrí de par en par y me encontré con Zenón y Kairos hablando en el comedor. Los dos me miraron fijamente pero no lograron esbozar ninguna palabra, incluso parecían molestos. ¿Era posible que ellos hayan presenciado de alguna manera mi pelea con Demetrius?

—¿Mi padre?— pregunté en voz alta sin separarme de la puerta,

—Está en reunión en su Despacho con el mandatario de Mundú— contestó Kairos de forma monótona,

—Gracias— contesté, aunque sentí que era lo mismo si no decía nada.

Subí las escaleras de a dos para llegar más rápidamente al Despacho Principal. Iba a entrar de la misma manera que ingresé en el Palacio pero recordé que estaban en reunión y sería inapropiado ese comportamiento. Ahora era ajena a la realeza, no podía comportarme como antes. Golpee dos veces y luego sentí la voz de mi padre que me invitaba a pasar.

Mi corazón volvió a vibrar cuando me encontré con la mirada de Embrace. Él estaba sentado sobre el sillón opuesto al de mi padre. Vestía un hermoso traje azul marino con una corbata dorada, sus ojos verdes resplandecían en la habitación y su boca carnosa esbozaba una grata sonrisa.

—Hola Embrace— le dije con voz temblorosa, los nervios me estaban delatando,

—Hola Shilana— me contestó con su tierna voz,

—¿Cómo te fue con el Historiador de nuestra aldea?— preguntó mi padre,

—Bien, nos recibió muy amablemente y nos dijo el paradero de Powel. En realidad nos dijo una manera de llegar a él. Tenemos que cruzar el Bosque Oscuro y llegar a un pueblo Humano que se llama Hollow Stone— le contesté,

—¿Piensas ir a ese pueblo Humano?— me preguntó Embrace preocupado,

—Powel puede ser nuestra llave al Averno. Si damos con él, podrá indicarnos dónde queda y tal vez, llevarnos hasta el corazón del mismo. Estoy segura que mi hijo se encuentra allí, no hay mejor lugar para ocultarlo— contesté,

—¿Y si todo esto es una trampa para que tú vayas allí?— me preguntó nuevamente con tono preocupado.

Lo único que atravesaba mi cabeza en ese momento era rescatarlo, sin importarme las consecuencias.

—No creo que sea una trampa. King Shadow no quiere que mi hijo sea la prueba de que haya una manera de detenerlo. Ésa es la única razón por la cual lo tienen secuestrado— le contesté,

—Yo no la daría por descartada— me dijo con pesar,

—¿Entonces, hija, cuál es su próximo paso?—,

—Me voy a Hollow Stone— contesté.

Alguien tocó la puerta del despacho y esperó a la señal de mi padre para entrar en la habitación. Para mi sorpresa, era Demetrius.

Nuevamente, ni mi corazón ni mi cuerpo lo habían sentido.

¿Qué me estaba ocurriendo?

—Disculpen la interrupción, sólo vine para avisarte que estoy listo cuando tú desees. —Me dijo mi Demonio mirándome a los ojos. —Fui a buscar algunos instrumentos a mi casa que creo que podrán sernos de utilidad en el trayecto—,

—¿Van a ir los dos juntos?— preguntó sorprendido Embrace,

—Por supuesto, ¿qué esperabas?— le contestó fríamente Demetrius,

—¿Tú piensas entrar con tu aspecto a un pueblo de Humanos?— y en ese momento comprendí el asombro de Embrace.

Era cierto y yo no me había percatado de ello. Un Ángel podía pasar desapercibido entre Humanos, ¿pero un Demonio? Demetrius llamaría la atención enseguida y eso nos jugaría en contra. No sólo yo me había dado cuenta de ese detalle, Demetrius también, porque a juzgar por su rostro, vi la ira producto de la derrota.

—Eso es verdad, hija. Demetrius no puede entrar a Hollow Stone, podrá acompañarte el trayecto a través del Bosque Oscuro pero nada más— dijo mi padre,

—No lo había pensado— contesté,

—¡De ninguna manera pienso dejarte ir sola a ese pueblo desconocido!— exclamó enojado Demetrius,

—Puedo acompañarte—.

Esas dulces palabras salieron de la boca de Embrace y mi corazón vibró aún más fuerte. Cuando me percaté de la sensación que experimentó mi cuerpo busqué con la mirada a Demetrius. Sus ojos estaban clavados en el suelo y no pude leer ninguna expresión en él.

—¿Y Mundú?— pregunté,

—El General Marcus puede encargarse de ella mientras me encuentre fuera— me contestó.

Si bien su rostro no demostraba ninguna expresión de felicidad, había algo en su mirada que me llamaba la atención. Un brillo especial.

—¿Por qué no viene Logan con nosotros?— preguntó la voz fría de Demetrius,

—Porque Logan puede ser un excelente soldado, —intervino Embrace mirándolo fijamente a los ojos —pero es una criatura que no ve el peligro. Piensa que todo es un juego o una aventura. Jamás cruzamos ese límite, nunca antes llegamos a una aldea de Humanos. Lo más cercano que tenemos es la aldea Jenko, y que rara vez frecuentamos. Tenemos que tomarnos las cosas con seriedad y respeto. Lo ideal es que vaya yo—.

Demetrius se limitó a mirarlo a los ojos pero no pudo contestarle nada.

—Me voy a sentir más tranquilo si vas con Embrace también— dijo mi padre.

Las tres criaturas de la habitación me miraron a los ojos esperando una respuesta.

—Sí, claro. Los tres juntos iremos a Hollow Stone— contesté.

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