Los Jensen
Narra Alexandra//
Algunas veces el corazón puede contradecir a la razón, en algunas ocasiones la razón dice que no cuando el corazón grita que si y entonces tú no sabes a quien hacerle caso pues sabes que si ti corazon y tú mente no saben que hacer, entonces debe ser por que pase lo que pase algo saldrá mal.
No voy a ir a esa fiesta, Charlotte -dijo la castaña con molestia-
Eres la única que me importa que vaya a esa fiesta ¿Y no piensas ir? -la mire herida-
No voy a ver cómo todos te cortejan, no soy tan masoquista -respondió-
¡Ah! Cómo yo estoy muy feliz por qué me obsequien al mejor postor -dije enojada- ¿Sabes que? Haz lo que te plazca, igual no quiero que me estorbes -me di la vuelta y empece a caminar con rumbo a mi casa hasta que ella me tomo de el brazo-
¡No te comportes como una niña! -grito-
No me grites por qué la que se comporta como una niña eres tú, te comportas como si esto fuera mi culpa cuando soy la primera en odiar que me comprometan con un tipo rico -dije con los ojos cristalinos- ¿No crees que desearía poder quedarme contigo?
Lo lamento... -susurro entristecida- es solo que detesto la idea de visualizarte casada con alguien más
A mí también me duele... -acaricie su mejilla con una de mis manos- pero debemos ser fuertes, amor mío
Es difícil ser fuerte, Lottie... -puso su mano sobre la mía buscando más de mi inocente caricia-
Sentí una vez más la punzada en el pecho que siento siempre que deseo decirle la verdad sobre nuestras vidas y no puedo hacerlo... De verdad desearía que ella supiera para quita la tristeza de sus ojos, para hacerla pensar en que nuestro futuro será diferente a este que parece que insiste en llevarnos por caminos diferentes.
Tengo que irme o me meteré en problemas -dije sería-
De acuerdo -me regalo una sonrisa bastante falsa y se alejó de mi- ¿Te veré mañana?
No lo sé, Gia... estaré ocupada con los preparativos de la fiesta -suspire- buscaré una forma ¿Si? -asintió-
Me di la vuelta y empecé a caminar dejándola atrás, me sentí realmente mal por tener que irme a esa casa donde no puedo ser yo misma, donde mi amor por Gianna es mal visto y me llevaría no solo a perder a mi familia sino también a la muerte o a un manicomio y que a mi amada la llevaría al mismo sitio; me frustra tener que hacer esto, pero sea como sea todo es parte de mis memorias perdidas y para recuperarlas debo pasar por eso nuevamente. Entre a la propiedad que abarca mi casa, pude ver a un par de hombres acompañados de una mujer en la puerta y mi curiosidad me hizo caminar más rápido hasta que llegue a dónde se encuentran ellos a la espera de que alguien atienda la puerta.
Pero que grosería, dejar afuera los invitados no es cortés -dijo la mujer con un tono de voz algo gracioso-
Buenas tardes, señores -salude ganandome su mirada-
Señorita Abott... -el hombre más viejo tomo mi mano y depósito un beso sobre el guante blanco que estoy usando-
Que gusto verte, Charlotte -dijo la mujer-
El matrimonio Jensen, gente poderosa sin duda, pero mal recibida por la mayor parte de la sociedad debido a los malos modales que posee la "gran" señora Verónica, ella que gusta de meterse en asuntos privados, que hace escándalos por cosas insignificantes y crítica hasta la forma en la que la gente corta el césped, es extraño que Rogelio Jensen este casado con ella.
Señorita, le presento a nuestro hijo Nicholas... -indico el señor Jensen-
Es un placer conocerla, señorita Charlotte... me han hablado mucho de usted -admitió con una sonrisa el joven chico-
Pues temo decir que a mí no me habían hablado de usted, señor -dije con un atisbo de sonrisa al comprender que hacen ellos aquí... con su hijo, en la víspera de mis diecisiete años- entremos...
Gire el picaporte y entre a la casa para después dejar entrar a los invitados, en seguida apareció mi madre con gesto de vergüenza por dejar a nuestra criticona visita afuera. Mi madre saludo a los Jensen mientras yo permanecía en silencio a su lado, luego los saludos pasamos a el salón, las señoras empezaron a hablar entre ellas sobre lo grandes que son somos Nicholas y yo mientras el señor Jensen permanecía en silencio al igual que yo y el otro joven de la habitación.
Buenas noches -dijo mi padre al entrar a el salón-
Enrique -saludo el señor Jensen- que gusto verte, amigo
Si me disculpan, iré a ver si está lista la cena -indico mi madre- ven conmigo, Charlotte
Con permiso -les sonreí a los presentes antes de ir detrás de mí madre- ¿Por qué están aquí los Jensen?
El señor Jensen es un buen amigo de tu padre -afirmo-
Si, pero a nadie le agrada Verónica, ni siquiera a ti, madre -dije insistente en sacar la verdad del asunto-
No digas eso en voz alta -me miró efímeramente mientras revisaba los platillos de la cena-
Vinieron por mi ¿Cierto? -sus movimientos se detuvieron-
¿A qué te refieres? -dijo sin mirarme-
Voy a cumplir diecisiete mañana, madre... no trates de esconderme que quien que despose a Nicholas Jensen -ahora si me miró-
Pues si, tu padre y Rogelio piensan unir sus imperios por medio de ti y Nicholas -sonrió ligeramente- ¿No es fantástico?
Apenas lo conozco, madre -dije desinteresada-
Pues deberías tratar de conocerlo más por qué el será tu esposo, hija mía -afirmo antes de volver a su comida-
Con que Nicholas Jensen ¿Eh? La verdad es que no me importa si me voy a comprometer por qué se que mi vida humana terminará antes de casarme con ese sujeto.
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