Después de llorar durante varios minutos mientras sentía la mano reconfortante de Peter en mi espalda, que se había agachado a mi lado, de reír como una desquiciada al final y de conseguir volver a respirar con normalidad me sentí mucho mejor que todos estos días de atrás.

—Anna, ¿te sientes preparada para escuchar la historia? —preguntó el profesor Sanderson—. Si lo prefieres podemos descansar unos minutos o quedar esta tarde. Pero cuanto antes lo sepas creo que será mejor. 

—Estoy bien —respondí con una sonrisa entre nerviosa y triste—. No lo pospondremos más. 

—De acuerdo. Espero explicarme lo mejor que pueda y si no entiendes algo, cuando acabemos, intentaré aclarártelo. —Asentí con la cabeza mientras Peter volvía a su asiento.

¿Por donde empezar? Tampoco quiero aturullarte el primer día con toda nuestra historia, pero hay cosas básicas que deber entender para que sepas por qué no sabíamos como abordar este tema contigo y nos hemos comportado de esta manera. Yo les pedí a los chicos que te evitasen y vigilasen hasta estar seguro de ciertos aspectos, pero parece que las cosas se han escapado a mi control antes de tiempo.

Hace unos mil años, nuestros antepasados recibieron los Dones de la Luz. Eran cinco hombres y cinco mujeres que consiguieron dominar un color cada uno. La historia de como los obtuvieron varía bastante según que hechicero te cuente los eventos por algo que entenderás más adelante. 

Los Dones son hereditarios, en eso estamos la gran mayoría de nosotros de acuerdo. Todos somos descendientes de los fundadores. Si alguno de nosotros tuviese hijos con un humano su descendencia no tendría ese poder. El color que se hereda es indistinto, puede ser el del padre o la madre. E incluso puede pasar como en el caso de Lily, que el suyo es un verde más claro que el mío aunque su madre fuese naranja. 

Somos un porcentaje muy pequeño de la población, nuestra historia no es tan larga como la del resto de la humanidad y prácticamente nos conocemos entre todos. Y, si no, hay registros de todos en el consejo. Además, cada vez hay más gente que no tiene descendencia con otros hechiceros o directamente decide no tenerla, así es que el número no va aumentando.

Esos Dones de la Luz es lo que has estado viendo estos días: Peter tiene el don fucsia, Kevin el amarillo y el morado que vistes en la hoguera es el de otro de mis alumnos, Oscar. Los dones pueden usarse para diversas cosas: explosiones, movimientos, hechizos diversos... podemos controlar la cantidad y el tamaño. Esto es lo que enseñamos en el club de magia de la Universidad Lawliet, a controlarlos y mejorar las habilidades.

Te parecerá una tontería usar un club de magia de una prestigiosa Universidad como tapadera, pero nuestra gente ha utilizado esta artimaña desde hace muchos años. La mayoría de los magos e ilusionistas más famosos que se conocen (Houdinni, Copperfield...) son hechiceros. Ellos decidieron ganar dinero con sus Dones, nosotros lo utilizamos para poder practicar, reunir a hechiceros en distintas universidades para que se conozcan entre ellos y lo más importante: en caso de que alguien pueda sospechar algo extraño tener una excusa, pues los magos nunca revelan sus trucos.

Porque, y esto es importante, Anna, los humanos no pueden ver las luces. Nunca han podido verlas, para ellos no existen. Podríamos hacer un festival delante de ellos y solo veían a un montón de idiotas moviendo las manos. Cuando pasan cosas como lo que provocó Kevin en el comedor, el cerebro humano tiende a buscar la solución más probable, aunque fuese casi imposible, para rellenar los huecos que la escena deja en su mente. En este caso, pensaron que todos tuvieron un momento de torpeza a la vez. Incluso ellos mismos lo creerán, porque no hay otra explicación real.

Quiero que entiendas esto muy bien y no sé si he sabido explicarme porque, como ya te he comentado, nunca he tenido que enseñarle esto a nadie. Nosotros nacemos con nuestros Dones, vivimos con ellos y nuestros padres solo tienen que contarnos las cosas con naturalidad. Es como si te pidiese que me explicases como funciona tu teléfono por dentro: no sabrías hacerlo, a no ser que estudies eso, pero aún así lo utilizas y aprovechas perfectamente. Eso hace que tú seas una rareza de la que nunca hemos tenido constancia.

Sinceramente, no he tenido tiempo de indagar mucho, pero estoy seguro de que ningún humano ha visto los dones en nuestra historia. El consejo recoge información de todas las generaciones y herederos de los colores y no se conoce que esto haya pasado. Solo he hablado con una compañera de confianza, tampoco quiero airear esto. No sé cómo podrán reaccionar los demás y, bueno, prefiero que quede entre nosotros hasta que tengamos más datos.

Sé que es mucha información que procesar y responderé a todas tus preguntas. Si no es ahora, más adelante cuando descubra la mejor manera de que lo entiendas. Pero quiero pedirte un par de favores muy importantes. El primero es que no hables esto con nadie. Imagino que entenderás la razón, estos días habrás comprendido que parece una locura y no queremos que te internen. 

El segundo es que quiero que conozcas a todos lo miembros del club y sus colores. Ahora mismo tienen prohibido utilizarlos fuera del aula, pero en la fiesta también y ya viste lo que pasó. Esto es para que no te asustes ni entres en pánico si los ves por la facultad. Creo que te ayudará a familiarizarte un poco con el tema. 

Bueno, creo que ya he hablado suficiente. ¿Alguna pregunta?