-Deidara, llevas horas encerrado ahí... me vas a abrir o piensas morir de hambre en ese lugar?

-Prefiero morirme...- fue su simple respuesta cargada de sentimientos encontrados.

-Se que te sientes dolido por lo que paso, de verdad siento lo que te dije en el auto... no te merecías que te tratara así.

-La verdad... siento que me lo merezco, nunca hice algo por Naruto aun después de ver como estaba cuando salio del secuestro y justo ahora tampoco lo entiendo...

-No te preocupes por ello, Naruto no te odia... solo le falta confianza, Sasuke esta con él, deberías confiar en esos dos.

-En quien no confio... es en mi.

-De que hablas?

-No crees que soy el problema aquí? Recuerdas lo que te conté de mi familia hace un tiempo?

-Si...

-Mi padre me ignoro desde el momento en que nací, pero aun así de vez en cuando salíamos en familia, pero... cuando nacieron los gemelos, pase a segundo plano completamente.

-Mamá se había envuelto en el trabajo para poder ayudar en los gastos y papá solo nos visitaba para poder ver a Menma... al final me quede solo, Naruto era muy parecido a nuestra madre y por tanto, termino pasando mucho tiempo con ella...

>>Al final, yo fui el único error en la familia, no tenia en donde encajar y el arte fue mi escondite de todo lo que pasaba, pensé que de esa manera estaba bien pero fue cuando nos conocimos.

-Me odiabas?...-susurre.

-Claro que te odiaba, tu eras mi total opuesto! Tu familia te amaba, eras el genio de la familia... el consentido...

-Pero bien sabes lo que eso provocó!- me altere.

-Claro que lo se idiota!- abrió la puerta de golpe- te he seguido desde el día que nos conocimos... quería ser tu igual, quería tener a alguien que me reconociera pero tu odiabas lo que yo anhelaba... pensé que de alguna manera nos complementabamos.

-Dei...- me acerque hacia el pero se alejo.

Aun así tome mi oportunidad y entre en la habitación encerrandonos ahí, de esa manera ninguno podría huir.

-No empieces Itachi, aunque lo nuestro funcionaba... me abandonaste.

-Te explique el porque me fui.

-Me importa un bledo, yo te hubiera seguido a cualquier lado, o si no me querías junto a ti... te hubiera entendido. Pero no! Decidiste que abandonarme sin decir nada fue la mejor opción... Que crees que pensé en ese momento?

-Que no me importabas...

-Bingo... eres un genio.- guardo silencio unos segundos y después oculto su mirada- de verdad eras mi todo Itachi... y que te comportaras como mis padres me dolió... y desde entonces me aparte de todo y de todos... no quería que me volviera a dañar, y ahora estas de nuevo aquí como si nada hubiera pasado... como si todo lo que sentí fuera en vano... Que mas quieres de mi? Quieres volver a enamorarme y dejarme? Quieres terminar de romperme? Ya no podría soportarlo de nuevo Itachi...- se le quebró la voz y empezó a llorar.

Se veía tan indefenso y parecía que en cualquier momento se rompería; me acerque con cuidado y lo abrace, por primera vez en mucho tiempo no se negó a mi y esta vez se aferró a mi ropa y lloro con mas desesperación que antes.

-Lo siento Dei... de veras lo siento...

-Lo peor de todo... es que nunca pude odiarte- eso no me lo esperaba.

Me exalte un poco por el como coloco su rostro en mi cuello, sentía como trataba de buscar mi aroma con tanta urgencia y no sabia se dejarme hacer o separarme, no quería aprovecharme de este momento.

-Dei...- acaricie su cabello que traía suelto y lo cargue en brazos para llevarlo a mi departamento, en cualquier momento colapsaría.

Se dejo hacer y no reclamo, ocultaba su rostro en mi cuello y aproveche ese momento para tratarlo de ocultarlo lo mejor que podía para salir de ahí sin armar un escándalo.

-Tu aroma a jazmín es tan nostálgico~- me susurro al oído poniéndome demasiado tenso.

Eso era jugar sucio, tener a Deidara de esa manera estaba rompiendome los nervios, he estado conteniendo mi celo y definitivamente mi lado alpha al no sentirme a gusto con ningún omega después de dejar a Deidara... si esto seguía así, no creo poder contenerme.

-Y yo nunca olvide tu aroma a claveles- le escuche ronronear cuando le confesé eso.

Su aroma se estaba haciendo mas notable y empezamos a llamar la atención de mucha gente en la empresa, acelere el paso y llegue corriendo al auto, metiendolo en la parte trasera y poniéndome enseguida en el lado del conductor, de esta manera por lo menos era seguro que Dei no llamaría la atención, lo único preocupante soy yo.

-Sabes Itachi... siempre te espere...- le costaba hablar, pero eso me sorprendió tanto que pare de golpe.

-Que?- me temblo la voz.

-Idiota... si vas a frenar de esa manera avisame, casi me caigo y...

-Deidara!- me altere- que dijiste?- lo vi por el retrovisor.

Evadio mi mirada y se sonrojo un poco, su cuerpo estaba un poco tenso pero no se movió.

-Dije... que te espere. El primer año... no me moví de mi casa por esperarte y por buscar a mi hermano... pero cuando paso medio año mas, cambie mi número y me fui, tu nunca me contactaste...

-Yo...

-Lo se, querías escapar...

-No es eso, yo siempre creí que me dejarías de lado desde el momento en que te deje, era algo que dí por sentado desde el inicio, por eso... nunca te busque...- me di la vuelta para verlo de frente.

-Lo pensé... y quise hacerlo pero no podía, porque de verdad te amaba...- dejo caer unas cuantas lagrimas.

-Y ahora? Que sientes por mi?

-...- no quiso contestar.

-Yo... aun te amo- tenía que apostarlo todo... no quería volverlo a perder.

Eso lo estremeció pero no volteo a verme, con eso pensé que era su forma de rechazarme, así que me voltee de nuevo pero sentí sus manos sobre mi rostro y segundos después tenia sus labios sobre los mios.

Su beso fue suave pero demandante, me obligaba a seguirle el ritmo y como inicio el beso, lo termino.

-También te amo...