Cuando Russell despertó se encontró con el rostro preocupado de Ana. Una punzada de dolor lo paralizó impidiéndole incorporarse.

-No... espera, no te muevas. Te traje aquí por que no quería que tus abuelos se preocuparan.... y por que estás muy pesado jeje.

-Gracias- Intentó sonreír pero hasta eso le dolía. Ambos quedaron en silencio hasta que a Ana le ganó la curiosidad

-¿Por que lo hiciste? Debiste dejarlos, solo hubiera sido un golpe y tu no estarías en esa condición.

-Es que... no es correcto, solo por que querían abusar de tu falta de fuerza. Si lo hubiera dejado, sería en parte su cómplice.

-Gracias, pero ahora harán de tu vida un infierno. Te has ganado su odio.

Ambos se entretuvieron un rato, hasta que no pudieron retrasar más su partida. Ana lo ayudó a encaminarse a casa después de limpiarle la mayor cantidad de sangre con el agua de una llave con fuga cercana. Una anciana salió de su casa a recibirlo con angustia.

Al paso de los días, Ana después de sus excursiones a la escuela, pasaba a ver a Russ; hasta que un día ya no lo encontró.

-Salió a la zona residencial a hacer un encargo ¿quieres dejarle un recado o volver después? o ¿tus padres necesitan algo?

La niña negó y se fue.

Regresando el pelinegro de la mansión Maxon, donde hacía los trabajos mejor pagados. En una de las calles que debía atravesar para ir a su siguiente parada, estaban Los Escorpiones platicando a grande voz entre ellos. Rex se veía serio y pensativo mientras los otros se divertían.

Russell se detuvo y trató de esquivarlos sin ser visto. No pudo ni bien dar 2 pasos cuando escuchó una voz

-¡Hey! Tú... ¡espera!

Russell corrió con todas sus fuerzas pero los escorpiones fueron más rápidos y lo atraparon. Lo levantaron inmovilizándole los brazos a pesar de sus resistencias.

El pelirrojo estaba recargado en una barda con una pierna en el suelo y la otra sobre la misma pared. Se incorporó y en forma amenazante se acercó al chico que empezó a temer que lo golpearía de nuevo. En un impulso, el joven sacó el brazo en un puño hacia él, pero Russell no cerró los ojos. Con semblante firme se puso tenso y esperó el golpe que no llegó. Una mano extendida se puso frente, los demás lo soltaron ; así que con cautela devolvió el gesto.

-Te debo una disculpa, perdóname por favor. 

-Esta... bien- Un Russ temeroso respondió aún con desconfianza pero siempre le había dicho su abuela que si alguien le pedía perdón, no debía hacerlo sentir mal pues reconcían sus errores y eso requería de valor para olvidar el orgullo.

-Yo estaba mal. Me hiciste verlo. Tienes valor y por eso... Te ganaste mi respeto-El pelirrojo inspiró profundo. 

Todos se cuadraron en posición de firmes, sacaron un gran eructo poniendo una mano sobre el corazón en modo solemne.

Ana, que había visto todo a lo lejos vigilando por si algo malo ocurría, esbozaba una sonrisa; orgullosa de su amigo.

>>A partir de ahora, serás miembro honorario de la pandilla, un "Escorpión". Te lo has ganado.

Ana salió disparada de su escondite y se interpuso entre ellos. Era su momento de ayudar a Russ.

-¡Por ningún motivo!- exclamó- él es un buen chico y ustedes, unos delincuentes. No lo meterán en líos.

Las carcajadas se empezaron a escuchar entre los chicos. Una conversación anterior entre los chicos había resuelto que empezarían ciertos negocios, ya no fastidiarían al gente inocente si no que los protegerían y ayudarían con lo que pudieran. Si un niño de 9 años pudo poner su vida por una chiquilla que apenas conocía, ellos podían hacer también su parte para hacer de aquel lugar horrible, algo mejor.

***

-Enana, deja de seguirnos.

-No soy enana, estoy en crecimiento

-Jajaja de las orejas solamente- se burlaba Rex de ella en broma.

-Y no los estoy siguiendo, para tu información voy a acompañar a Russ  a uno de sus mandados

-¿Y para que? Eres muy enclenque para cargar algo

-Pero tengo algo que a ti te falta y por mucho

-Ajá...¿y que sería eso?

-Cerebro

-Uuuuuu... -gritaron todos los escorpiones detrás de ellos mientras Russ se ahogaba de la risa.

Había pasado algún tiempo y de vez en cuando se juntaban los Escorpiones e invitaban a Russ a platicar con ellos para que los ayudara a encausar sus planes en beneficio de la comunidad que una vez habían azotado con delincuencia. Limpiaban calles, arreglaban fugas, componían los columpios del parque, en fin; era una pandilla de bienhechores.

-No sabes lo que a mi me sobra niñita- poniendo cara pícara haciendo sonrojar a Ana pero se recompuso enseguida tratando de que no se notara.

-Dime de lo que presumes y te diré lo que careces..

-Booom!!- gritaron de nuevo los chicos

-Ana dos , Rex cero- acotó Russ guiñándole el ojo a su amiga

Rex solo hizo un mohín pero se quedo refunfuñando en silencio mientras seguían reparando una avería en la calle.

***************************************************************************************Hola! Les dejo la segunda parte del capitulo ....

Ese Rex es todo un loquillo jajaja ¿no les parece?

Vote, comenten y recomienden si les gustó, estaré ansiosa de responder a sus comentarios, teorías y demás, muchas gracias por leer y les dejo como siempre un mega hiper empalagoso abrazo. Mwa!