7- Mentiras
Los Dragons se iban haciendo de reputación y escalando prioridad en las peleas gracias a La Máquina. Algunos contrincantes aceptaban los encuentros por mero orgullo para no verse cobardes delante de sus camaradas o por que estaban confiados de más en sus habilidades aunque todos terminaban con el mismo resultado. Por esa razón, Rex, seguía negándose a pelear aún sabiendo que en algún punto tendría que hacerlo si querían seguir generando dinero para sus familias.
Russ, como todos los días, estaba inmerso en sus actividades esperando a uno de los críos ricos. Una pared humana lo hizo tropezar al meterse en su camino de repente.
-¿Que tenemos aquí?- Russell gruñó tratando de esquivarlo- ¿No eres tú la mascota del cerillo?
-No es ningún cerillo- Joel le impedía el paso con burla- y no soy su mascota, es mi amigo.
-Mira chico- pasando su brazo por encima de los hombros de Russ- ambos sabemos que Rex solo te usa, te ve como su perrito faldero que va detrás de él a todas partes. Haces muchas cosas por ellos y
-¡Deja de hablar de ellos!- comentó furioso
-Tranquis... bájale dos rayitas. Solo digo que haces mucho por ellos y no te valoran.
-Claro que si. ¡Son mis amigos, mi familia!
-Que lindo que los veas así- agachándose hasta su altura,poniendo un puchero inocente en su rostro ahora que lo había soltado- lamento en verdad que ellos no te vean de esa manera.
-¡Mentira!
-Ya lo verás.... y cuando lo hagas, te estaré esperando. Te puedo ofrecer un lugar con los ganadores, los Dragons.
-¡Nunca! No soy un traidor.
-Ya veremos.... Pero recuerda, no te ofrezco una familia. Somos una banda de chicos y te daremos un mejor lugar, ser parte de nosotros, no solo la mascota y habrá mejor paga, una mucho mejor. Solo tendrás que hacer lo mismo que haces para ellos... ¿No suena al paraíso?
-¡Estas loco si piensas que te haré caso! ¡Déjame en paz!
-No lo olvides ratita. Soy tu única opción, te ofrezco la realidad, nada de cuentos baratos , tú lo verás.
Russell le escupió en la cara y salió corriendo.
Horas después se encontró con Ana y le contó lo sucedido. Ella, aunque estaba frente a él, parecía no estar escuchando, como si su mente estuviera muy lejos de ahí. Ana, que normalmente hablaba sin parar, estaba callada, no hacía preguntas y sus ojos estaban llenos de lágrimas que no salían de su lugar. El chico, temiendo que él fuera la causa de la tristeza de su amiga concluyó.
-Pero le escupí y salí corriendo. Jamás le daría la espalda a mis amigos
-Lo sé...- Después de eso quedó en silencio. Definitivamente algo estaba pasando. Normalmente ella habría dicho algo así como "le apagaste el fuego al dragonzete" o "se merecía eso y más" o quizá un "Cuando lo vea le daré una paliza por ti".
-¿Estás bien?
-Si...-hizo una pausa muy larga para el gusto de Russ- Mi papá... - suspiró- Él está enfermo ¿sabes? No ha ido a trabajar en algunos días, necesita medicamento y mi madre cree que lo despedirán.
Ambos callaron. Sabían como acababan esas historias. En jabones Maxon no existía razón que justificara una falta, ni siquiera el parto de un bebé. Por ello, la gran mayoría de los trabajadores eran hombres de mediana edad. Ni mujeres ni ancianos.
Solo era cuestión de tiempo para que no pudieran seguir cobrando la nómina.
>>Mamá ha empezado a vender nuestras pertenencias y está molesta todo el tiempo.
El pelinegro puso su mano en la espalda de su amiga, sobándola para tratar de transmitirle algún consuelo pues las palabras no le alcanzaban. Mientras en su cabeza, trazaba un plan para ayudar a su amiga
***
-¡Mamá!- Chilló Ana con emoción.
-¡Cállate y déjame en paz!
-Pero mamá, alguien ha dejado dinero en la puerta
-¡¿Que?!- la señora Vélez corrió hasta su hija tomando de sus manos una bolsa de papel y abriéndola, sacó un fajin con billetes de varias denominaciones- Esto no puede ser, ¿que tal si alguien lo ha dejado para inculparnos de robo?
-No, mira el fondo, hay una nota
"Espero este dinero les sirva. Es un regalo, así que tómenlo y úsenlo por favor."
Así, en medio de la oscuridad de aquella hora, parecía que podía haber un rayo de esperanza.
***
En otro lugar y quizá otro tiempo, delante de aquella mujer, un campo extenso lleno de delicadas plantas con algunas hojas verdes y semillas doradas se bañaba de la luz del amanecer, haciéndolo ver a sus ojos, como un mar ondeante a causa del viente de olas doradas y refulgentes. Apacibles y hermosas.
-Ya es tiempo. No puedo atrasarme más - esbozó una sonrisa y acarició las pequeñas semillas con ternura.
***************************************************************************************Hola! Nuevo capitulo lleno de Joel :p (me dan arcadas ) pero bueno, debe de salir.
Espero este capitulo los deje intrigados para llegar a saber sobre aquel enigma del dinero, de la mujer misteriosa y dela situación con todos los personajes. Los quiero y les dejo un super mega abrazo...Mwa!
pd. NO SE OLVIDEN DE COMENTAR, VOTAR Y RECOMENDAR ;)
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