43.-Final
-¿Que- has- hecho?
-Jjajajaaja - Erah aún en el suelo reía - ¿De verdad creíste que lo que hice en el pasado era todo? ¿Por que razón crees tú que busqué unirme con la guardiana de éste mundo? Además del poder, obvio.
-No.. - Uller apenas pudo hablar al darse cuenta de las intenciones de aquella mujer.
Russell estaba ahora en el suelo de rodillas, le dolía la cabeza a tal grado que hubiera querido arrancársela con la espada y lo hubiera hecho de no ser por que Uller se la había quitado. Muchos pensamientos y recuerdos giraban en su mente, tanta información, tantas imágenes de un solo golpe lo abrumaban, no podía procesar todo al mismo tiempo.
-Lo siento cielo, pero ya no hay lugar al que volver. Tus inútiles amigos están perdidos- La mujer habló con evidente sarcasmo al verlo sufrir mientras los efectos de su magia desaparecían en él.
-¡¿Que les hiciste?!
-¿Yo? Si no mal recuerdo tu estuviste de acuerdo con que se marcharan, ni siquiera querías verlos.
-¡Eso no es justo! Yo no recordaba quienes eran... ¡Pasaron por mucho para venir por mi! ¡Me quieren! Y yo..
-Tu los mandaste a su fin- una sonrisa diabólica se extendió por su rostro.
Uller cansado de ella, la tomó poniéndole un brazo en su espalda al tiempo que con su espada amenazaba su garganta.
-Ahora déjate de estupideces y habla ¿que hiciste?
-Bien.... ya que lo pides tan amablemente y dado que no importa lo que hagas, lo diré: el tiempo del fin se ha acercado gracias a .... Akos Maxon. - Al ver la cara de sorpresa en Russell se regocijó- Te suena el nombre ¿verdad?
>>Solo tuve que concederle su sueño sin atraparlo... Libre me era más útil. Me personifiqué como la dulce esposa de Akos. Lo manipulé para encaminar sus inventos en mi beneficio. Ese hombre ya hacía mucho tiempo que experimentaba para fabricar armas químicas con ácidos y compuestos explosivos que fueran inofensivos a primera vista. Jjajaja me encantó su alma, está tan podrido que incluso quiso matar a su propio hijo con un potente compuesto ácido haciéndolo pasar por crema para bebés y así inculpar al auxiliar de su laboratorio por cambiar los componentes, en serio que su posesividad hacia su esposa llegaba al extremo de estar celoso de su hijo, es hilarante . Te lo digo, ese hombre es un genio... Lástima que no contara con la metiche de su mujer y todo se viniera abajo por unos años.
Russ estaba mareado por escuchar tanta atrocidad pero trató de mantener la concentración.
>>Ahora, gracias a mi guía, terminará el trabajo. Ha contaminado el agua que abastece la ciudad y a algunas personitas ya les ha enviado sus regalos, mismos que contienen un potente veneno. La ciudad entera es un caldo de cultivo de químicos altamente nocivos, reina el caos y pronto, no quedará nada ni nadie en ese horrible lugar, incluyéndolo. Tus amigos en las cloacas vieron una pequeña parte de lo que se avecinaba para toda la ciudad, no habrá sobrevivientes y todas esas suculentas almas estarán a mi plena disposición.
El pelinegro se dio cuenta de que sus amigos habían pasado peligro y ni siquiera lo sabía, los había enviado de vuelta sin saberlo y si les pasaba algo, no se lo podría perdonar.
-Estás totalmente enferma - Uller estaba en shock
-No cariño, solo yo puedo ver que en ese mundo de porquería no hay más que basura. No hay ni una sola persona que valga la pena, que mejor que sean útiles aunque sea para ser alimento y Russ me servirá para poder tomar las semillas... para siempre. Tu y los otros siempre pensando que hay algo rescatable en ellos, me dan lástima. -culminó con desprecio.
El hombre robusto le dio un puñetazo para callarla pero ésta solo se rió.
-¿Que haremos?
-Primero, deshacernos de este adefecio- dijo Uller mirando a la mujer
Ambos callaron por unos segundos tratando de encontrar alguna salida.
-¡Espera! Tu no estás muerto- Uller negó- Tengo un plan.
Russ sostuvo con su mano los restos de la espiga de Erah y con la otra tomó del brazo libre a Uller. Concentrándose y haciendo uso de las facultades que su mentora le había enseñado. La oscuridad los engulló y pronto estuvieron dentro del cuarto olvidado. Habían regresado a Etérea.
-Necesito saber ¿cómo detengo el desastre?- Inquirió Russ mas la mujer solo sonrió
-¿Y crees que voy a decírtelo? Que iluso...
-Si no lo haces, muy bien sé, lo que puede pasarte sin ésto - mostrándole frente a sus ojos las semillas decaídas de su espiga
-¡Renacuajo infeliz! - Erah quiso retractarse, pero ya era tarde, Russ había escuchado y con ésto, se dio cuenta, algo tarde de lo que había pasado.
-Tu... fuiste tú todo ese tiempo ¿no?
-¿Que sucede chico?- El hombre estaba realmente confundido.
-Además de transformarte en el fantasma de la mamá de Oker, también tomaste otra forma
-Oh querido, he tomado tantas formas en mi vida- dijo haciéndose la inocente.
-No me mientas, tu eres Joel ¿no es así?
En ese momento, todos los engaños, las tretas, las humillaciones y la cizaña entre Rex y Russ tomaron sentido. Ella se había encargado de hacerlo sufrir para que al aparecer como Erah, la viera como su salvadora, como alguien que no lo lastimaría... Pero todo era un engaño, manipulación pura para controlarlo y hacerlo sentir rechazo de sus amigos.
Se puso de acuerdo con Uller y éste se encargó de seguir al chico e inmovilizar a Erah en una habitación alejada de él, necesitaba concentrarse.
El pelinegro, como tantas otras veces había hecho, se sentó en un banco frente al caballete de su mentora mas ésta ocasión fue diferente, el lienzo era enorme, y él se sentía fuerte, seguro, convencido de lo que debía hacer. Recordó todos sus paseos por la Galería, todos los sueños que había visitado y los rostros felices de cada uno de los dueños de esos maravillosos escenarios que aquella mujer había robado para devorarlos lentamente, pero sobre todo, recordó la sensación que cada uno le transmitía.
Desde la pasión que desprendía el violín del granjero, pasando por la calidez de la familia de una mujer que no pudo tener hijos hasta la ternura de Fem, la niña de ojos color miel que jugaba con su hermano mayor. Ahora bien sabía que ese chico era Rex pero debía enfocarse, por él, por todos.
Cerró los ojos y tomó con decisión aquel pincel. Su mano inmóvil comenzó a dar una pincelada aquí y allá, cambiaba los tonos, poco a poco iba fundiendo los movimientos hasta crear imágenes hermosas, rostros que aunque nunca conoció realmente, conocía a fondo el interior de sus almas mejor que ellos mismos. Horas después, la perspectiva, el color, las personas y el contenido del cuadro estaban terminados. Era el momento de saber si podría cumplir su plan, si habría algo por hacer después de todo. Tomó valor y de un momento a otro, tocando el cuadro, entró en el.
*** ***
El grupo de amigos estaban reunidos en la casa de Russ, el abuelo seguía con vida, aún insconsciente pero respirando. Ésto fue un alivio para Ana cuando llegó alarmada pensando en lo que acababa de suceder con su padre.
Oker y Rex habían ido a cumplir el encargo del hombre de las cloacas pero al regresar ya no solo eran ellos, una mujer y 3 niños los acompañaban. Oker se apenó un poco con sus amigos por llenar de más aquel lugar tan pequeño pero es que simplemente después de ver lo enloquecida que estaba la gente, la tristeza en aquella mujer y el miedo reflejado en las caritas de los pequeños, no pudo dejarlos solos. Perla, Lisa y Coloso llegaron también. Los escorpiones aguardaban fuera, cuidando que ningún loco en plena psicosis entrara a lastimar a nadie.
Todos esperaban ansiosos. Solo había una oportunidad de escape pero no podían levantar sospechas...
-No debimos dejar que fuera sola
-Es lo mejor, así nadie sospechará y como trabaja con papá, le darán libre acceso al lugar
-Tu padre no es ningún tonto Ok, sospechará si la ve.
-Lo sé, pero Martha es muy inteligente, si en alguien podemos confiar, es en ella.
Martha debía ir a la fábrica y robar el antiguo camión para transportar a los trabajadores, rogando que aún funcionara y tuviera suficiente combustible para cruzar la frontera. Una vez lo consiguiera, debían encontrarse en la avenida principal por lo que necesitaban de todos para llevar al abuelo de Russ y protegerse entre ellos con toda la locura que ocurría a su alrededor.
*** ***
-Ya está listo
El hombre llevo a rastras hasta la Galería a la morena, donde un gran espacio había sido despejado y los cuadros que lo adornaban habían sido reemplazados con un enorme paisaje lleno de personas que a primera vista simulaba una especie de carnaval, pero más de cerca, podía verse reflejada una situación un tanto extraña.
-Espera... ¿En verdad piensas que puedes aprisionarme en un cuadro a Mí?- recalcó con burla ésto último - No sabes sellar un cuadro, no puedes encerrarme como lo hice con este esperpento.- culminó mirando a Uller
-No busco sellarlo - Russell, con una sonrisa enigmática, digna de la mona lisa, cedió el paso y Uller la acercó al lienzo. Erah se resistió con fiereza, empujó y golpeo a su captor sin resultados. Ahora sin su fuerza animal y sin la magia del ser etéreo, necesitaba de pócimas, conjuros y encantamientos para usar magia. Sin más remedio mordió al hombre justo cuando éste la empujó al cuadro y al verse desesperada intentó sujetarse de lo primero que encontraron sus manos: Russ.
Ambos cayeron a un suelo demasiado caliente para su gusto, su rostro, que había impactado contra la firmeza de éste, le ardía y se había raspado. Un poco aturdida aún y maldiciendo para sus adentros, veía al chico aún con ojos cerrados, boca abajo a un lado de ella. ¡Era un maldito traidor! De la peor calaña, sin embargo era su pase a las espigas... debía lastimarlo, quería vengarse pero lo dejaría vivo, le borraría de nuevo los recuerdos y listo, ¡mayordomo de por vida!
Se levantó tambaleándose, la sensación del lugar era extraña, ¡claro que sí! ¿que esperaba?El chico lo había pintado, claro que no podía hacer bien las cosas aún, para su suerte. El aire pesado la mareaba y a lo lejos podía ver como la multitud de personas que había observado se acercaba ¡Este chico ni siquiera pudo pintar bien los rostros! ¡Se ven deformes!
Definitivamente destruiría esa abominación apenas saliera de ahí. Tomó una mano de Russ sin alzarlo del suelo e intentó salir mas no pudo. Desconcertada, intentó de nuevo pero no tuvo éxito, varios intentos frustrados dieron paso a la ira y la confusión ¡¿por qué rayos no podía salir?! Intentó despertar al pelinegro ¡Bien!, pues si ella no podía salir tampoco él y claro que eso no era lo que el chico estaba buscando, ¡Russ le daría la salida quisiera o no!
Las personas se acercaban cada vez más y con cada paso, el paisaje se iba modificando poco a poco ¡Eso era imposible! No se suponía que el paisaje pudiera cambiar en un sueño, es una escena que si bien puede ir variando, el contexto era el mismo, un teatro, una casa, una granja, siempre igual ¿por qué este cielo estaba oscureciendo? ¿por que el viento solano arreciaba quemando la piel y los árboles se iban desnudando de sus hojas en un segundo? ¿que estaba ocurriendo?
La multitud se arremolinaba en torno a ellos con sonrisas tétricas estampadas en lo que parecían sus rostros deformes pero uno a uno, fueron quitándose esas caras. Unas máscaras habían estado ahí todo este tiempo, sin embargo lo que había debajo de ellas era aún más aterrador. Pieles perfectas, rostros sonrientes y dientes perlados que muy bien conocía Erah, pues ella misma los había pintado. Eran los residentes de cada cuadro en la galería ¿por qué estaban reunidos ahí?
-Un vez estuvo listo el cuadro, me adentré a él.-Russ había despertado- Todos estaban confundidos de estar de repente en un paisaje tan ajeno a su sueño, pero me tomé el tiempo de explicarles que realmente su "sueño" no era más que una ilusión creada para distraerlos hasta su muerte.
Erah quedó congelada ante tales palabras ¡así que eso era lo que tramaba el bribón!
>>Todos están muy felices de conocer al fin a la mujer que estaba devorando sus almas y sueños. - Estaban totalmente rodeados.
-¡No pueden creerle! Les mintió...-Gritaba a todo pulmón - Este chico me quiere matar ¡Ayúdenme por favor!
-Ahórrate el teatro Erah, pude enseñarles lo que tu semilla reflejaba y no necesitaron más pruebas.
Ante tales palabras, la mujer entró en pánico y quiso correr pero fue acorralada, quiso tomar a Russ como rehén haciéndole una llave al cuello pero por detrás de ella, algunos de los presentes la jalaron hasta que soltó al pelinegro, perdiéndose en un mar de rostros y cuerpos sedientos de justicia.
-Uller.... Sé que me escuchas.- Se oía gritar- Si muero aquí, jamás sabrás lo que realmente ocurrió con tu hijo ¡Bastardo de mierda! ¿Me escuchas? -¡Vaya! ¿Hasta donde podía llegar con tal de salir? Pero ya nada le sorprendía a Russ viniendo de esa mujer.
Hubo silencio desde afuera. El rostro de la morena se perdió después de unos segundos entre la masa de gente que la aplastaba, la golpeaba y destrozaba cada parte de su cuerpo. Russ no resistió verlo y salió del cuadro.
-¿Estás bien?- Alternando la mirada con el cuadro
-Tranquilo, jamás podrá salir. Además, no falta mucho para que muera.
-¿Como lo hiciste?
-Lo pinte con sus semillas pero mi intención no era recrear su sueño, simplemente plasmar un sentido de pertenencia, así cree un vínculo con el cual el cuadro no la dejará salir por que es parte de ella. Así no necesitaba sellarlo.
Hubo silencio por unos segundos.
>>Lamento lo de tu hijo...- Comento Russ con verdadero pesar.
-No te preocupes, estoy seguro de que nuestro rey nos ayudará a encontrarlo, si es que vive.
Ante éstas palabras Russ se estremeció y un segundo después ambos pegaron un brinco al escuchar un ruido detrás de ellos. Poco a poco los personajes plasmados en el cuadro iban saliendo de la pintura. Contentos y un poco desorientados pero con aquella sensación de libertad que no podría compararse a nada. Russ pudo sentir el agradecimiento y la felicidad que todos transmitían. Gritaban, lloraban y daban vítores agradeciéndole por haberlos sacado. Tomaban los cuadros de la galería aventándolos al suelo o atravesándolos con un puño, los rompían.
Sus cuerpos, ahora en el mundo de Etérea, se estaban volviendo efímeros pero aún visibles ante los ojos de Uller y el pelinegro, todas las almas ahí empezaron a elevarse saliendo por el techo. Russ corrió hacia la ventana y pudo ver como hacia el horizonte se desvanecían con una sonrisa en los labios, al fin podrían cruzar al mundo de las almas, al descanso. Seguramente ahí estaría también su abuela ¿Estaría orgullosa de él? Puede que sí.
Una vez que todo hubo pasado, Russ soltó un suspiro y se giró, encontrándose con un alma solitaria que había quedado atrás.
-Hola..- la niña con ojos como la miel lo dejó sin palabras- ¿podrías darle un mensaje a mi hermano?- Russ solo asintió- Dile que no fue su culpa. Que soy feliz y lo estaré esperando y que siempre... será mi héroe. -El pelinegro asintió de nuevo. Fem partió junto a los otros perdiéndose en el atardecer.
Uller debía quedarse a poner todo en orden, contactar con su gente, ver que harían a partir de ahora con ese lugar y con el cuadro, pero Russ debía ir a ayudar a sus amigos.
-Antes de irte... ¿No tienes curiosidad de ver tu espiga? Te lo has ganado ¿ no crees?
*** ***
A través de un portal que Uller había hecho para él, pudo llegar a Zambe pero en cuanto parpadeó, supuso que algo había salido mal. Ese lugar de caos, destrucción y fuego no parecía su hogar. Avanzó con duda pero una vez divisó el letrero ya destartalado e incompleto de "Bienvenidos a la Ciudad de Zambe" supo que en efecto, estaba en el lugar correcto.
Con cautela, intentaba esquivar a los locos que andaban por todos lados. Se estremecía por las continuas explosiones que se escuchaban alrededor y que cada vez sonaban más intensas ¡¿que rayos había pasado?!
Como si fuera una respuesta divina, en la acera de enfrente logró ver una cabellera castaña que corría para dar la vuelta a la calle. Sin dudar, corrió para tratar de alcanzarla. ¿Sería aquella niña con el universo en los ojos? aquel rostro que tantos sueños le había inspirado mientras dormía, aquella chica que por estúpido había hecho llorar hacía tan poco...
Corrió lo más que pudo, pero en una vuelta a un callejón la perdió. Desesperado y sin aliento, miró hacia todos lados pero no la encontró. Alguien por detrás lo envolvió en una llave, inmovilizándolo. A pesar de saber como defenderse, no se movió en cuanto escucho la voz de quien lo aprisionaba.
-¿Que quieres y por qué me sigues?- la oscuridad se estaba abriendo paso ya que el atardecer había culminado pero aún así, la voz de Ana era inconfundible para él.
-Hola Ana
-¿Russ?- rápidamente lo soltó y lo miró de frente- ¿que- que haces aquí? Tu no...- no podía pensar, estaba nerviosa de haberlo tenido entre sus brazos tan solo unos segundos pero en un segundo recordó lo que había hecho con ella y los chicos. Eso le fue suficiente para recomponerse y mostrarse firme. No importaba que no recordara bien quienes eran, no debía haberse comportado así.
>>Vete, no es seguro. Esta ciudad está por destruirse y no tenemos tiempo. Vé y regresa con Erah antes de que mueras - se giró dispuesta a salir corriendo pero Russell la tomó del brazo.
-No me iré... Yo... Mira, lo siento, en verdad lo lamento. Fui un idiota
-Ajá...
-Pero de verdad me di cuenta de que ustedes son mis amigos, no Erah... Esa mujer solo me estaba utilizando, me engañó y de verdad... Perdón.
-¿Por qué? ¿Por habernos lanzado a este infierno?, ¿por dejar a tu abuelo solo? Por odiarnos sin razón o por darnos la espalda confiando más en esa bruja?
-Por haberme olvidado de ustedes... De todos. Yo, no sé de que manera enmendarlo- Una explosión que sacudió el suelo lo interrumpió.
-Debo irme- susurró Ana justo cuando se recompuso
-Ana no... Por favor. Lo siento.. no sé que más decir o hacer, no sabes cuanto lamento haber desconfiado de ti pero por favor, déjame ayudarlos, sé a donde podemos ir para salvarnos a todos...
-Lo siento pero no
-¿Estás enfadada por lo que dijo Erah de tu trabajo?
-Estoy dolida por lo que vi en tus ojos por ello. No creí que fueras así. No me enorgullezco de lo que he hecho, pero hice lo que tenía que hacer para sobrevivir.
-Pero volví por ti...- Las lágrimas en el rostro del chico no paraban de caer.
-Ya es demasiado tarde. Lo siento- Tenía roto el corazón.
-Lo lamento en verdad. Ahora lo he recordado todo y sé qué clase de persona eres. Vales mucho Ana, más de lo que mereciera haber conocido. Jamás verías eso en mis ojos de nuevo. ¿Puedes darme una oportunidad?
Ana, desconfiada pensaba que era una treta más de aquella mujer en la mente del pelinegro y que pronto le daría otra estocada por la espalda haciendo aún más profunda la herida. Encontró su mirada y en sus ojos buscó la respuesta pues algo en su interior rogaba por que fuera verdad.
Dos iris castaños, con una chispa de inocencia ahí, justo frente a ella. La tristeza y el arrepentimiento estaban a flor de piel en él. Las conocía y podría reconocerlas en cualquier lado, en verdad se lamentaba por lo ocurrido, la tristeza que pudo encontrar en él fue tanta que le partió el corazón.
>>Por favor Ana... Perdóname.- Russ tomaba ambas manos de la chica frente a él.
Ante éstas palabras Ana no pudo contestar nada, simplemente en un movimiento rápido se le colgó al cuello y lo abrazó. Ese simple gesto, ahí en una burbuja de felicidad rodeada de locura, Ana encontró la calma y Russell, la redención.
-Vamos, tenemos que irnos ya.
Ambos chicos corrieron pues Russ no había tenido oportunidad de contarles el plan pero en cuanto llegaron a la avenida y vieron el camión lleno con la gente que amaban, dejó de pensar. Todos lo recibieron con algarabía, algunos con lágrimas, con abrazos y sonrisas... Otros más como Oker, con una mezcla de todo, no se le soltaba del cuello en cuanto lo vio y no podía parar de llorar, las mejillas regordetas parecían apunto de estallar de lo rojas que estaban. Solo lo soltó cuando el pelirrojo hizo su aparición.
-Hey...
-Rex... yo- No dejó que terminara de hablar cuando ya lo había envuelto en un abrazo.
-¡Hey tórtolos! Odio interrumpir pero la destrucción no espera- gritó Coloso mientras jalaba a Rex dela playera para que lo soltara.
-Chicos, sé donde podemos ir pero necesitamos llegar a la frontera...-Comentó Russ e indicó el plan.
El camión empezó su marcha, bastante ruidosa por cierto pero no por ello menos esperanzadora. Faltaba cerca de un kilómetro para la frontera cuando tres explosiones seguidas hicieron que el asfalto se levantara y el camión tuvo que sortear los obstáculos de las construcciones derrumbadas para tratar de seguir avanzando, los vidrios de las ventanillas se habían roto y la puerta trasera se zafó con lo que pudieron ver que cientos de personas corrían siguiéndolos.
Un estruendo más y el camión perdió una llanta, ahora irían más lento y la gente cada vez estaba más cerca.
-¡Si nos alcanzan, no nos dejarán ir!
Martha pisó el acelerador a fondo y cual si lo hubiese hecho toda la vida, dio una vuelta rápida con el volante, un rechinido se escuchó y siguió avanzando. Solo quedaban 500 metros. Otra explosión aún más fuerte levantó la carretera como una rampa hacia arriba y a Martha no le dio tiempo de maniobrar por lo que al caer el camión al otro lado, rebotó causando golpes en los ocupantes.
-¡Russ!
Uno de los niños que Oker había llevado estaba colgado de la barandilla trasera del camión con medio cuerpo pendiendo al aire como banderín y Russell intentaba traerlo de regreso por completo al camión, los perseguidores ya estaban justo detrás del camión rozando con los dedos al pobre niño que gritaba de miedo. En una maniobr, Coloso que había llegado a ayudarlo, jaló al niño al tiempo en que otra explosión se hizo presente. El gigantón y el niño, cayeron dentro del camión pero Russell había terminado en el suelo junto con unos cuantos de los que los perseguían.
-¡No! Debemos volver...- Estaban solo a 10 metros de la línea y dos explosiones junto con un zumbido se hicieron presentes. Martha vió por el retrovisor, lo que los chicos que estaban atentos desde la puerta de atrás veían.
Una llamarada verde azul. Fuego en color neón estaba consumiendo todo a su paso: Edificios, puentes, casas, personas y Russ...
Martha dio todo su empeño y en el último segundo, justo cuando el camión cruzó la línea, la llamarada regresó de golpe hacia Zambe, causando una implosión tan grande que el camión salió disparado con la onda expansiva y con ésta, dio el último empujón que necesitaban para llegar al portal que Uller les había preparado como escape.
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CHAN CHAN CHAN!!!! para los que se preguntan ¿este es el final?
(Por favor no me maten? si lo es....
(pone sus manos frente a la cara) ¡Pero falta el epílogo!! ¡Falta el epílogo! tranquilos... XD
;) también lo publiqué jejeje
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