35.- Avalancha
-¡Corran!
Ana, Rex y Coloso, con el cual Oker y Marcus se habían topado, sorprendidos por el hombre tardaron solo un segundo en reaccionar pues detrás de su amigo vieron la avalancha verde que se les aproximaba. Dieron la vuelta en un abrir y cerrar de ojos para correr lo más rápido que le dieron las piernas. El hombre desgarbado se quedaba atrás y Oker lo vio. Un segundo bastó para decidirse y regreso sobre sus pasos por el. Pasó el brazo del hombre sobre sus hombros y aquella cosa viscosa se acercaba más.
-¡Oker! ¡No! - Ana gritó desesperada sin querer seguir avanzando.
Rex hizo el amago de volver por el rubio pero se detuvo cuando Oker empezó a correr hacia ellos. Coloso había tomado en brazos a Marcus y lo cargaba mientras corría hacia los demás. Todos eran seguidos de cerca por aquella cosa. Habían olvidado por donde ir, pero Ana no perdía de vista el frente
-¡Ahí! Rápido.- Encontraron una compuerta como la que antes Ana había atravesado para llegar al área donde halló a Rex. Coloso los ayudó a llegar a la rendija de arriba y el último en subir fue Marcus. Rex se subió a los hombros del rubio y desde dentro jaló a Coloso. La avalancha estaba ya junto al gigante acompañante, Rex jalaba pero era mucho peso. El mastodonte solo estaba a pocos centímetros del suelo y la sustancia estaba a dos metros de él.
Poco a poco lograron levantarlo y llevarlo hasta la abertura. Coloso terminó con medio cuerpo a fuera y medio adentro pero a salvo. A rastras terminó de adentrarse en la compuerta y cayó al suelo. Oker estaba exhausto en el suelo respirando trabajosamente. Rex junto al chico gigante estaban levantándose. Rex miró a aquel mastodonte y le tendió la mano. Ese apretón dijo más de lo que hubiera podido expresar en palabras.
Coloso no tenía ninguna obligación con ellos que no fuera ayudarlos a buscar a Russ, sin embargo había vuelto por Oker a pesar del inminente peligro. Un "Gracias " no bastaba.
Un aullido junto con un olor muy desagradable sacaron a los chicos del segundo de calma que disfrutaban. Oker corrió hacia Marcus. Éste estaba en el suelo con la cara fruncida por el dolor.
-¿Que le sucede?- Preguntó Ana - ¿Y quién es él?
Oker explicaba lo sucedido mientras con ayuda de su amiga intentaban darle vuelta. El olor provenía de él. Una de las pústulas que había observado entre el jaleo de la huída le había reventado, dejando salir de su cuerpo algunos litros de pus posteriormente, sangre. El rubio estaba mucho más pálido que de costumbre pero el asco no era mayor a su preocupación por aquel hombre, víctima de su padre, tal como él mismo.
Ana sacó algunas cosas de la única mochila que les quedaba. Con un poco de agua y vendas, intentó ayudar al hombre. Pero en cuanto acabó escucharon un siseo extraño. Ana levantó un poco la camisa raída sobre la espalda del hombre y con horror constató lo que su amigo le había contado. Sus marcas se movían.
-No creo que vaya a sobrevivir chicos. Pero les agradezco mucho su ayuda. De verdad... Si logran salir de aquí ¿podría pedirles que le digan a mi familia que los amo y que no se culpen por nada? La culpa la tiene ese Maxon y su maldita fábrica.
Todos se sorprendieron ante las palabras del hombre, comprendiendo el peso de ellas para Oker, mas no dijeron nada.
>>La contaminación del agua no es casual. El plan es contaminar todo con los tóxicos... pero no sé por qué. Toda la ciudad terminará llena de esas sustancias y terminaremos así - haciendo un gesto hacia sí mismo- Siendo unos monstruos o muriendo. Deben hacer lo que han venido a hacer y salir rápido de aquí, alertar a todos y huír
Un quejido lo interrumpió. La venda que Ana había colocado ya estaba empapada en sangre y seguía chorreando, pronto empezó a formarse un charco.
>>Por favor niño... Si puedes, avisa a mi familia. Mi esposa se llama Laurel, ¡Ahh! - De nuevo el hombre se retorcía. Oker tomo su mano mientras sufría y no la soltó hasta que dejó de respirar.
-Lo lamento... -Rex posó su mano en el hombro del chico que con la cabeza gacha había quedado envuelto en el luto.
-No pude ayudarlo... Soy un inútil.
-Hey... tranquilo- Ana se arrodilló frente a él- No lo eres, estás aquí ¿no? Estás ayudándonos a encontrar a Russ, ayudaste a este hombre, no lo dejaste solo a pesar de que estabas en peligro. Irás a su casa y le darás el mensaje su familia. Le darás a este hombre lo que necesitaba. Su alma podrá descansar gracias a ti Ok.
Ambos chicos se abrazaron y Rex a ellos, mientras el rubio sorbía por la nariz. Cuando se separaron Oker sonreía entre lágrimas.
-No sé que haría sin ustedes. - Los miró - Ahora debemos encontrar a Russ.
Todos se dispusieron a partir, Coloso ayudó a Oker subiendolo a sus hombros para que se asomara por la rendija.
-Aún hay bastante líquido... Si salimos nos llenaremos de eso.
-¡Muchachos! ¿Ya vieron esto?- Ana alumbraba las paredes detrás del grupo
Estaba estupefacta. Al alumbrar las paredes se veían doradas. Casi refulgían como el oro ante la luz.
-Creo que estos túneles no son para nada como en el mapa- Comentó Rex.
-¿Que te hizo pensar eso genio?- Comentó Ana entre risas.
*** ***
-¿Estas bien pequeño?
-¡Erah!- Russ se levantó rápidamente. Tuvo el impulso de abrazarla al saberla fuera de peligro pero se detuvo. Recordando lo que había visto, se abstrajo en sí mismo tratando de darle sentido.
-¿Que pasa? ¿Por qué entraste ahí?- El semblante normalmente cálido y cariñoso de Erah no estaba, en su lugar un gesto severo estaba en su rostro tan poco acostumbrado a el.
-Te estaba buscando...¡Algo grave pasa!- Dijo recordando de repente -¡Ven! ¡Los animales!
-Los animales están bien ahora. Ya lo arreglé.
Russ sin hacer caso a sus palabras salió al pasillo asomándose por una de las ventanas que daba al bosque. El sol brillaba, las aves silbaban y los animales, cada uno en sus asuntos, convivían tranquilamente, como siempre.
-¿Que fue todo eso? El cielo estaba oscuro, el viento, el miedo en cada uno de los animales... Fue raro. Te busqué y no estabas por ningún lado
-Russ... Tengo que hablar contigo. No quería que fuera así pero no hay opción, ya has visto lo que pasa.
Erah caminó por el pasillo hasta una habitación al fondo, una que nunca había abierto ante el pelinegro y éste la siguió, tan acostumbrado como estaba a seguirla cuando querían charlar. El espacio no era nada parecido al resto de la mansión. El interior, aunque conservaba los pisos de mármol blanco, carecía de la alfombra y cortinajes rojos. No tenía ventanas y lo único que había en las paredes sucias, gastadas y oscuras; eran cuadros negros. Tal como el último en el cual había entrado. Marcos de madera al parecer podrida, adornaban lienzos negros, vacíos a los ojos del chico.
Los únicos muebles en el lugar eran una mesa de madera demasiado larga como para la única silla que había. Encima de la mesa un par de cuencos con restos, descansaban.
-Siéntate por favor, creo... Que te debo una explicación.
Russ obedeció un poco confuso. Algo no andaba bien y cierta vocecilla dentro de él le decía que tenía que ir con mucho cuidado de ese momento en adelante.
>>Primero, me gustaría saber ¿que fue lo que viste dentro de ese cuadro? Por favor Russ...
Erah dejo espacio para que el chico le contara.
-No pude ver demasiado. - Russ no entendía por qué había algo en su interior que se negaba a contarle todo con detalle, siempre lo había hecho. Jamás le había ocultado nada. - Había un escenario, era un circo y varios números se proyectaban.
-¿Que más?
-Se sentía extraño... No era un sentir propio de un circo siendo que los niños parecían felices pero...
Erah esperó a que prosiguiera, al ver que no lo haría interrumpió.
-¿Viste algo más? ¿Que pasa? ¿Hay algo que me estés ocultando? Tranquilo... sabes que siempre he sido tu amiga, puedes confiar en mi
-Si, lo sé. Es solo... - Russ debía tomar la decisión entre confiar en ella o en aquel sentir que lo inquietaba dentro de él- No entiendo por qué la pantera no tenía domador - el rostro de Erah se suavizó y tomó su calidez habitual.
¡Russ le había mentido! ¿Por qué? El chico tenía una sensación en el estómago que no le sentaba bien, no estaba cómodo con mentirle ¿Por qué le había hecho caso a ese instinto?
-Verás querido... Hay una cláusula en los sueños. Yo he pintado miles de ellos pero no todos sobreviven al día de hoy tal y cual nacieron. ¿Recuerdas que te comenté que estamos en un espacio entre tu mundo y el de los espíritus? - El joven asintió
>>Bien. Lamentablemente la maldad de tu mundo llega a abrirse paso entre estas paredes de vez en cuando. Yo... - Erah, normalmente animosa, estaba al punto del llanto, al voz se le quebraba - He intentado proteger este mundo de todo pero no es suficiente Russ.
Russell estaba confundido y se sentía mal por ella pero no podía hacer nada sin entender.
>>Cuando eso pasa, algunos de mis cuadros se corrompen, los más vulnerables son los más antiguos. Muestran una visión distorsionada del sueño, algo que nunca fue en realidad lo que pasó por la mente del dueño y sin embargo se transmite aún con más fuerza. Son algo extraños y dañinos
-¿Como las pesadillas?
-Si Russ... Algo así. Solo que en estos casos, si un sueño llega a contaminarse, el tal empieza a morir. El soñador se funde en su pesadilla, se pierde su alma pura y se destruye con castigos que en sí mismo se forma. Por ello los sentimientos que transmite el cuadro son malévolos. - Lágrimas van surcando las mejillas de la mujer frente al pelinegro e intenta disimularlas.
>>No quería que vieras nada de eso, por lo menos no aún. Eres especial y no quiero que nada te haga daño.
-¿Como podría dañarme?- Russ se incorpora y la abraza.
-Si te adentras en uno de ellos y eres detectado...Todos los demonios del soñador te atraparán y nunca podrás salir. Al no ser un lugar o tiempo, se formará un bucle que destruirá tu existencia en meros retazos de tiempo y materia.
-Pero... tu dijiste que no pueden verme ni oirme
-Y es verdad, en los sueños normales. Estos, son otra cosa... sienten, ven y dañan, la bondad es como su alimento.
Russell comprendí la importancia de aquello, la preocupación de Erah y el por qué de su rostro molesto cuando lo vio. Era natural que siendo ella su amiga desde siempre, se sintiera tan preocupada por su bienestar. Entonces ¿Por que tenía un hilillo de duda? ¿Por que se sentía extraño ante ella? Y más importante ¿Por que no podía verla como siempre, como su mejor amiga?
>>Uno de los estragos que tu mundo causa aquí es el cambio en el ambiente y eso asusta a las criaturas pero es mi aviso para buscar el sueño en destrucción. Una vez que detecto el cuadro contaminado, lo retiro de la Galería y lo pongo en esta habitación. Grabo el nombre del soñador en el marco y cierro la puerta. No soporto verlos morir.
-¿Y no hay nada que se pueda hacer?
-No... Mientras tu mundo exista, siempre habrá influencia ya sea buena o mala para con éste lugar.
-¿Que de bueno puede tener un lugar tan lleno de maldad como para invadir otros mundos?
-Tú - fue la única palabra que salió de ella.
Russ se giró para observar las paredes repletas de sueños muertos. Tanta maldad, tanta oscuridad era simplemente .... demasiado.
-¡Yo te ayudaré! Si puedo hacer algo para que este mundo se mantenga lejos de esa maldad, lo haré. Solo dime lo que tengo que hacer.
-¡No Russ! Tu deber es ser el cuidador, yo debo encargarme de lo demás.
Russell no quitó el dedo del renglón, estaba determinado a hacer algo por su hogar y por su amiga. No la dejaría sola.
Caminaron hasta la fuente del jardín, Erah se sentó en el borde invitando a Russ a sentarse junto a ella. La mujer acariciaba el agua cristalina que dibujaba ondas a cada movimiento de la corriente que tenía, éstas se encontraban con las ondas de ella. Russ la observaba atento en completo silencio. Se fijo en los movimientos de su mano pues no obtenía alguna respuesta y no quería presionar.
Después de algunos segundos, pensó que algo le había pasado en los ojos, quizá alguna ilusión que el agua jugaba a su vista. Ahí, en el fondo de la fuente, unos pequeños bordes se levaban por encima del suelo de la fuente, apenas unos pocos centímetros. Cuando esta actividad paró, pudo ver que en todo el fondo, se habían dibujado ciertos bordes formando líneas rectas y curvas, algunas interrumpidas en algunos puntos. Se levantó para mirarlo mejor y la fuente le devolvió la imagen de un laberinto en su base por debajo del agua.
Todo era tan mágico que Russ se determinó más que nunca en detener lo que fuera que estaba causando aquel mal para con su hogar.
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CHAN CHAN CHAN!!!! Nuevo capitulo mis peques consentidos!
Aquí el término d la historia de Marcus ... Y el descubrimiento del mal que aqueja Etérea... ¿Que harán nuestros amigos?
Espero que lo estén disfrutando y no se olviden como siempre de dejarme sus comentarios, votos y recomendarla si les está gustando... Un mega empalagoso abrazo como siempre y un beso... maw!
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