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34.- Circo

"Ay-uuu- daaaa..."

Oker sentía que sus piernas flaqueaban pero aún así lo alumbró con su hilillo de luz, ya el grito había pasado y desde entonces un mutismo ocupó su lugar. La cara de aquel ser se levantó y miró al rubio a los ojos. Era un hombre de edad madura, con cabellos largos hasta los hombros, bastante mojado, sucio y lleno de alguna otra sustancia viscosa que le daban el aspecto de un vagabundo de las cloacas "si ese concepto llegara a existir" , Oker no lo sabía.

Lo que había percibido antes como un aullido o un lamento de alma en pena, era una simple petición de ayuda. Oker se avergonzó un poco de su miedo infundado y suspiró. Le ofreció un poco de agua al hombre y éste aceptó. Después de haber saciado su sed, aquel hizo una mueca de dolor y volvió a aullar.

-Niño... Ayúdame ¡Ayúdame por favor! ¡Te lo suplico! - Las suplicas dolorosas y extrañamente apresuradas del hombre pusieron a Oker nervioso. Pero trató de asentir. ¿Como ayudar aquel hombre?, ¿cual era su problema?

>>La fábrica... Es una trampa. Debemos salir de aquí.

***   ***

-¡Erah! ¿Donde estás?

Russ corría de un lado a otro de la mansión, su corazón bombeaba como si fuera a explotar. La sensación de peligro y miedo a que algo malo hubiera pasado, lo invadía. Pasó por la estancia, la terraza, el dormitorio, el comedor, la escalera y finalmente, llegó a la galería. No estaba en ninguna parte ¿Estaría dentro de algún cuadro? Y de ser así... ¿en cual? ¿Podría entrar en el mismo que ella? Nunca había pensado en la posibilidad de entrar en un cuadro estando alguien más aparte del dueño del sueño en el.

Camino rápido pero sin perder detalle de cada cuadro, algo muy difícil considerando la cantidad de éstos que había.  Poco a poco, la desesperación se iba abriendo paso en él y empezó a llamarla a gritos sin obtener respuesta. Los cuadros comenzaron a moverse delante de él ¡No, no se movían! Russ estaba hiperventilando y se quedaba sin oxígeno, pronto se desmayaría. La cosas parecían moverse y la habitación daba vueltas a los ojos del pelinegro. 

Algo, como un rayo de esperanza le hizo enfocar su atención de repente, un cuadro totalmente negro, uno que no había notado hasta el momento por ser tan pequeño y poco llamativo. La curiosidad le ayudó a sobreponerse y calmarse un poco. A paso decidido pero lento, avanzó hasta el objeto. La oscuridad parecía que lo llamaba, que lo atraía y eso le daba un poco de miedo, sin embargo su preocupación por su amiga, era mayor.

Tocó el marco de cristal de aquel cuadro y cerró los ojos. En un segundo estaba dentro de la pieza. Un murmullo se extendía a su alrededor pero él no podía ver nada. Cientos y cientos de voces se agolpaban en susurros para que alguno sobre saliera del resto sin resultado alguno. Russell no estaba para ese tipo de situaciones por lo que empezó a llamar el nombre de Erah...

Al pronunciar apenas aquella palabra, se oyeron gritos, gemidos y llantos. Escalofríos recorrieron al joven de pies a cabeza sin importar cuanto se sacudiera para disiparlos, la piel  se le había erizado pero no podía quedarse así. Llamó a Erah una segunda vez y el resultado fue el mismo.

-¿Hay alguien ahí? -Escuchó algunos murmullos acercarse pero la oscuridad ocultaba a los dueños de aquellas voces. 

Tal y como había pasado anteriormente, Russ podía sentir el ambiente de aquel sueño... o más bien pesadilla que había a su alrededor. El frío y el dolor, pero sobre todo un sobrecogimiento de soledad y frustración, hacían eco en su ser sin saber el por qué y de repente, empezó a llorar. 

Una melodía extraña pero festiva empezó a oírse a lo lejos pero iba aumentando en volumen. Frente a él, una luz proveniente del cielo o del techo en lo alto, no lo alcanzaba a ver,  se reflejaba sobre el suelo. Parecía la imagen de una pista de circo iluminada por un reflector principal. En aquel circulo rodeado de una vaya colorida había decenas de niños que esperaban en fila. Sus caritas encendidas por la emoción y la felicidad, dibujaban sonrisas tan genuinas que no podía negarse que estaban alegres ¿por qué entonces Russ se sentía así?

Frente a los niños, apareció una mujer de espaldas, vestida de leotardo negro y tutú azul, casi blanquecino. Ésta llevaba una máscara antigua de porcelana que mostraba la figura de una cara sonriente. La mujer, entre pasos de baile alegres, guiaba a los niños a rodear la pista, a bailar y saltar aplaudiendo. Todos los movimientos que hacía la mujer, ellos los hacían después. Pronto no había solo niños, si no también adultos... ¡Espera! No eran más personas, los mismos niños se iban convirtiendo en adultos poco a poco ¡Frente a sus ojos!

Una segunda pista apareció, alumbrada igualmente. Una figura esbelta y elegante se movía entre las sombras saltando de aquí a allá. Humos llenaban el lugar, materializandose después en ciertas construcciones de madera y cuerdas, la figura saltó sobre una de las estructuras y fue cuando Russ pudo ver que se trataba de un felino grande y majestuoso con una joya dorada entre ambos ojos ¡Una pantera! El animal rugía con furia mientras realizaba su acto sin un domador que lo guiara.

En la tercer pista, cuando ésta apareció había un hombre. Parecía haber sido sacado de la hierba pues su ropa y todo su ser era semejante al bosque, si lo pusieran  entre el jardín de Erah, se perdería con facilidad solo quedándose quieto. Pronto aquel hombre se vio rodeado de otros igualmente vestidos, juntos reían y se tomaban de las manos bailando en círculos. Aparecían junto a ellos, escenarios fantásticos, llenos de árboles, cascadas y animales de todo tipo, todo lleno de vida.

Sin embargo, en un momento la música festiva cambió a una muy diferente, estridente pero algo había en aquella melodía que le ponía de los nervios. Algo macabro y extraño se extendía por el lugar, sobresaltos en los patrones musicales, lo exaltaban, tambores y explosiones periódicas formaban parte de todo ello. El hombre del bosque, como Russ le había puesto, junto con los demás seres se veían asustados, corrían desesperados de un lado a otro sin salirse de la pista. Un mujer de entre los paisajes, salía y los enfrentaba uno a uno. Con un solo movimiento de sus manos, cada personaje bosque se transformaba en humo, hasta quedar sol ella frente al hombre principal de aquel grupo. 

Se enfrascaron en una batalla, ambos luchaban en medio de un baile agresivo que denotaba la naturaleza de sus movimientos. La mujer en un punto, cayó al suelo herida... el hombre tuvo compasión de ella y trató de ayudarla a levantarse sin embargo, solo era una trampa pues al tomarlo de la mano para erguirse, ella lo jaló y terminó por destruirlo. La escena terminó en una imagen llena de caos y destrucción alrededor de ella, los paisajes fantásticos a su alrededor se iban consumiendo entre llamas de fuego que devoraban todo a su paso y ella, paseándose entre toda la destrucción, sonreía satisfactoriamente. Apagándose la luz sobre ese lugar.

En la segunda pista mientras tanto, una de las estructuras, una que sostenía un aro gigante, comenzó a bajar. Russ supuso que el felino pasaría por el aro, como en cualquier espectáculo, pero estaba equivocado. El aro se prendió en llamas y el felino solo lo rodeaba ronroneando de aquí para allá.

En la primer pista, los niños y los adultos, entregaban cierto objeto a la mujer del tutú, que por la distancia, Russ no alcanzaba a distinguir que era. La mujer los ponía en un cuenco y sin esperar más, los molía y se los llevaba a la boca sin ningún tipo de ceremonia o modales. Los jugos de aquello, escurrían por las comisuras de su boca, con sus  manos se atiborraba su cavidad bucal de aquellos objetos y sus movimientos eran los de un animal frenético, como si no hubiera comido en varios meses y no pudiera esperar para devorar un delicioso manjar. Sentada en flor de loto, la mujer sonreía satisfecha mientras las personas frente a ella se notaban confundidos, no sabían que hacer y miraban en toda direcciones. Se interrogaban entre ellos sin obtener respuestas.

Uno osó acercarse a la mujer, quien con la misma máscara sonriente de antes, inclinó un poco la cabeza con movimientos delicados nuevamente solo para de un tirón, matar al hombre. Después siguió con los demás que sin poder escapar, sucumbieron ante ella... Los niños por su parte estaban aterrados pero de nuevo, la mujer danzaba con gracia y casi como por magia, estaban sonriendo felices y la seguían hipnotizados, subieron a la vaya y brincando, se acercaron hasta la pinta numero dos, donde el aro en llamas ya estaba en el suelo. 

La bailarina se detuvo junto al aro y con gracia indico al primer niño que lo cruzara "¡No! Se puede lastimar" Gritó Russ sin poder evitar que se le escapara de los labios, después recordó que nadie podía verlo ni oírlo. Guardó silencio ante el horror de ver como el primer niño cruzaba el aro solo para terminar en las fauces de la pantera que, moviendo la cola, mantenía su mandíbula tan abierta del otro lado del aro, que fácilmente, el niño podía entrar a su boca caminando. Así los niños uno a uno fueron entrando al hocico del animal y cuando el último entró, la pantera cerró su mandíbula, lengüeteandose los bigotes y moviendo la cola. La mujer bailarina se acercó con parsimonia y la pantera la reconoció. Posicionándose uno frente a otro, la mujer tocó la frente de la pantera justo donde se ubicaba la joya y un resplandor los envolvió para revelar ante el pelinegro la figura de la bailarina, ahora con la cola del felino y un destello azul eléctrico que refulgía desde sus ojos. Todas las luces de apagaron.

Russ sintió un tirón desde un brazo, cayó de espaldas y viendo hacia arriba solo encontró el techo de la galería

*** ***

-¿La fábrica de jabones?- el hombre asintió

-La usan para experimentos. Además de producir los jabones, los cosméticos y ¡quien sabe que más porquerías! La utilizan como fachada para experimentar con seres humanos.  - Oker abrió los ojos de sorpresa-  Yo era uno de ellos y escapé. Temo que me estén siguiendo en este momento y me maten. Tu también corres peligro ¿Hay alguien más contigo?

Oker se quedó de piedra, no sabía si contarle o no sobre sus amigos y tampoco es que le agradara mucho mentir.

-No. Estoy solo - no estaba mintiendo después de todo, en es momento sí que estaba solo, por eso tenia tanto miedo cuando encontró a aquel hombre.

-Muy bien, no necesitamos que más personas se vean involucradas, solo te cuento esto por que si me atrapan, debe haber alguien que sepa la verdad. Soy Marcus, vivía en las favelas hasta hace unos meses pero no teníamos mucho dinero, lo típico, nació mi cuarto hijo y al haber mas bocas que alimentar... - soltó un suspiro- recurrí a la fábrica. Siempre están solicitando personal y me aceptaron de inmediato. Estuve trabajando cerca de 2 semanas como guardia nocturno cuando empecé a darme cuenta de las cosas extrañas que sucedían. Muchas veces se escuchaban gritos de dolor que venían del laboratorio, claro que esa área se me estaba vetada. 

>>A veces el personal desaparecía a mitad de turno y ya no volvía a a ir nunca a trabajar o entraban personas al área de reclutamiento y nunca salían. Era muy raro y empecé a meter la pata. Hice preguntas, preguntas que jamás debí hacer. Sospechando, una noche haciendo mi ronda, me topé con una puerta entre abierta del área de experimentos. En lugar de cerrarla y seguir mi camino, entré. Se escuchaban ruidos extraños por lo que encendí la luz. 

>>Puedo decir que fue la escena más perturbadora hasta ese momento que había visto. Mujeres y hombres, todos deformes y con alguna parte de sus cuerpos ensangrentados o simplemente que les faltaba algún miembro; todos ellos en pequeñas jaulas. Grilletes en las manos y pies que no los dejaban moverse. Amordazados, intentaban gritar o decir algo pero no podían.... Rápidamente una mujer llamó mi atención golpeando los grilletes contra la jaula y me acerqué.

>>Como intentaba hablar y no podía, acercó su cara a la jaula y le quité la mordaza. Me pidió ayuda, que la sacara de ahí, de pronto se sorprendió y gritó en advertencia pero fue demasiado tarde. Me golpearon la cabeza muy fuerte y quedé inconsciente. Cuando desperté, estaba en una de esas jaulas. Lo que conseguí investigar en ese tiempo fue que nos utilizaban para probar productos que iban a sacar a la venta pues desde que murió la doctora y en parte antigua dueña de la fábrica que se encargaba de las investigaciones, ningún producto nuevo había salido por que tendían a causar problemas en la salud, malformaciones o la muerte. La mujer a cargo de eso, murió hace muchos años y por lo que sé, ella no experimentaba con personas y era muy buena sacando productos no  dañinos.

Oker estaba sorprendido de todo lo que oía, su padre estaba metido en toda esa tortura ¡¿el sabría lo que estaba pasando?! Debía ser, ya no podía pensar nada bueno de él.

-¿Como escapaste?

-No lo hice... Al menos no como hubiera querido - El hombre se dio la vuelta dejando ver al rubio una espalda mal formada, llena de costras que parecían moverse

-Si se mueve...¿no le duele más?

-No me estoy moviendo - Lo que se movía eran efectivamente esas marcas y costras. Oker ahogó un grito en cuanto entendió que se formaba un rostro en toda aquella maraña. Uno que abría la boca siseando, chasqueando y emitiendo sonidos extraños. Debajo de ésto, en el trasero del hombre, o donde debía estar, estaba dos pelotas amarillentas. Eran pústulas rellenas de pus a punto de explotar del tamaño de una cabeza humana cada una.

Todo era simplemente grotesco.

>>Ahora debo salir de aquí ¿Me ayudarás verdad?

-Creo que puedo ayudarlo... solo un poco por que ¿sabe? Estoy buscando a mi amigo que se perdió por acá.

-¿Enserio? No es lugar para nadie este sitio.- Ambos caminaban hacia el lugar donde de nuevo Oker se reuniría con sus amigos.

Un olor fétido inundó sus fosas nasales, algo nauseabundo que era cada vez más intenso estaba ahogándolos. Detrás de ellos escucharon un sonido y Oker intentó alumbrar la parte del túnel que dejaban detrás. 

Un pequeño tsunami se aproximaba a ellos y no era de agua, la sustancia parecía viscosa y verde... muy brillante para ser natural. El hombre alarmado grito:

-¡Corre! Nos encontraron... ¡Es un tóxico!

Ambos corrieron como desesperados por el camino de regreso cuando en un segundo Oker y Marcus se toparon con una sorpresa.

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Chan chan chan! Nuevo capítulo de Etérea... ¿Que tal, les gustó? 

Este hombre misterioso, la verdad sobre jabones Maxon, la sustancia extraña, el circo que Russ vio...todo ello espero que les haya agradado y dejado en intriga mwahahah

En fin, espero leerlos en el próximo capitulo. No se olviden de comentar, votar y recomendar si les está gustando....me ayudarían muchísimo

Les dejo como siempre un mega hiper empalagoso abrazo, los quiero, maw!

PD. Ya estamos entrando  en la recta final ;)

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