Ana intentaba con todos los recursos que había aprendido, a darle primeros auxilios a Rex... Masajeaba su pecho, le llenaba los pulmones con aire y seguía el masajeo. No podía morir. No así.

Se sentía tan culpable, había sido su idea ir a aquel lugar, había sido su decisión el separarse y si el pelirrojo moría, jamás se lo podría perdonar.

Tos y un poco de borboteo de agua desde la boca de Rex, le causaron tal alivio que pudo recobrar el color, Ana se liberaba de un gran peso al ver como volvía a reaccionar. Lo ayudó a ponerse de costado y sacar el agua que restaba. El chico vomitó pero dejando de lado un olor desagradable, la chica estaba feliz.

-¿Cómo?..

Ana no sabía qué responder, la luz que la había guiado, desapareció en cuanto salió del agua con Rex.

-Ahh... No lo sé. En realidad aún no estoy segura de qué pasó.

Ana le contó a grandes rasgos lo que le había sucedido.

-Entonces ¿el mapa no está bien?

-Puede ser que los planos no estén completos o que hayan hecho una modificación años después y por eso no se encuentren en el que tiene Oker. Pero será mejor que nos reunamos con los demás, este lugar no es lo que pensábamos.

-¿Alcanzaste tus mil?

-No. Cuando corría, tomé la desviación a los 800 pasos

Internamente agradecía que la mirada de Rex no la acusara, no la viera de modo distinto, con lástima o asco. Era lo que menos deseaba ahora.

Ahora contaban con la linterna de Rex que recuperó desde el fondo. Ambos caminaron el túnel de regreso, avanzaron el tramo que le faltaba a Ana y antes de volver, algo llamó su atención.

-¿Eso es...

Rex estaba un poco débil aún, así que Ana se agachó. Ahí, entre deshechos de rata y polvo, un mechón de cabello negro algo húmedo, descansaba.

Ana lo tomo y lo alumbró.

-¿Crees que?

-No lo sé pero espero que no, tiene sangre, eso no es buena señal para la cabeza propietaria.

Al regresar al círculo de reunión, solo estaba Coloso.

-¿Y Oker?

-No lo sé, solo ustedes han llegado. Esperemos un momento más y si no llega, lo buscamos

-No. Este lugar es peligroso, no podemos esperar mientras él podría estar siendo atacado.

-¿Atacado? – Coloso se sorprendió

-Si... A nosotros nos pasaron cosas raras que por poco y ... bueno.- Culminó Rex subiendo los hombros para restarle importancia.

-Entonces no fui el único.

-¡Andando urracas!, en el camino nos cuentas- Ana ya había tomado la delantera en el túnel de Oker.

Caminaron algún tiempo, contaron los pasos y verificaron entre ellos la cantidad, no podía ser cierto ¡Ya llevaban más de 1200 pasos y ni rastro de Oker! La preocupación por el chico consumía a sus amigos y la inminente amenaza de un ataque se abría paso en la mente de Coloso.

***   ***

-Erah. ¡Me encantan tus comidas! ¿Cómo le haces para que te salgan tan ricas?

-Jijiji... recetas secretas Russ. – La mujer le guiñó un ojo.- Aunque sé, que lo dices por que ya tienes hambre ¿cierto?

Un gruñido proveniente del estómago del pelinegro contestó por él.

>>Ya veo. Tranquilo, sigue practicando, en un rato vuelvo con la comida.

En el regazo de Russ, descansaba un cuaderno de dibujo. Tenía varios días queriendo dibujar algo en específico: Un rostro.

Ya hacía varias semanas que estaba practicando con figuras humanas y le empezaban a gustar sus dibujos pero por alguna razón no podía sacar de su cabeza ese rostro. No sabía si lo había visto alguna vez o en donde ¿quizá en un sueño? Tal vez. Pero de día y noche tenía esos ojos oscuros en su mente. Una mata de cabello castaño y lacio enmarcaban la cara de aquella chica. ¿Quién era?

-¿Russ? – El pelinegro salió de sus pensamientos, al parecer se quedó mirando a la nada por más tiempo del que pensó. El boceto estaba incompleto, no tenía nariz ni detalles pero era ella. - ¿Puedes traerme esto de la huerta?

Erah le tendió un papel con una pequeña lista de ingredientes faltantes para la cena.

-Oh... claro. – Russ extendió una sonrisa y se marchó. La mujer tomó la libreta y observó detenidamente el avance de su pupilo.

"Haz aprendido mucho Russ... pero aún te falta y creo que debemos apresurar las cosas un poco."

Durante la cena, el chico estuvo especialmente callado.

-Russ... Mañana no pintarás.

-¿Hice algo malo?

-Jajaja no. Solo creo que te hará bien despejarte, siempre te ha gustado andar de un lado a otro y quizá el estar encerrado pintando mucho tiempo te está afectando ¿por qué no trabajas en el campo mañana? Te servirá para recargarte de energías y seguirás con tu búsqueda de las semillas.

Russ no estuvo muy de acuerdo pero no discutiría con ella. Siempre había sido buena con él y sabía lo que era mejor.

Al día siguiente se encargó de la mala hierba, de abonar las plantas y cosechar las semillas maduras. Pasando así una semana entera, hasta que en una de sus inspecciones, encontró un brote, apenas pequeño que le llamó la atención.

No esperaba encontrar alguna semilla madura ahí, estaba muy joven la planta pero no podía despegar sus ojos de ella. La luz del sol resplandeció sobre la pequeña semilla que apenas si sobresalía de la espiga. Russ la observó atento, un chico algo regordete y rubio, estaba jugando con una mujer muy cariñosa. Ella lo abrazaba y le hacía cosquillas, mientras él intentaba zafarse y esconderse. Ambos corrían de un lado a otro intentando alcanzarse y otra mujer, una un poco más grande, de cabellos castaños y sonrisa maternal llegaba para ofrecerles galletas. Era una escena muy linda.

¡Galletas! Algo en Russ se sentía extraño. Tenía mucho tiempo que no comía galletas y eso le recordaba a alguien. Un amigo, sí, eso. Recordaba algunos pucheros en un rostro al cual no alcanzaba a verle los ojos. Unas mejillas regordetas, rojas de tanto reír. Galletas compartidas y una especie de película controlada por mandos. No, ¡un videojuego! Si, era eso. ¿Onix? ¿Aser? ¿Cómo era?

Un revoloteo llamó su atención, en el bosque, muchos de los animales estaban alterados. No sabía por qué pero rápidamente corrió hacia la mata de árboles. Los conejos corrían a sus madrigueras, los ciervos se aglomeraban en manada y corrían de un lado a otro, las aves despegaban de sus nidos hacia el cielo en formación y revoloteaban por encima de todo, trinando en alerta. Algo no andaba bien.

Los corderos y otros animales se agrupaban enfilados y se dirigían a hacia la fuente ¿Erah? ¿y si algo había pasado? Russ corrió lo más rápido que le dieron las piernas.

Al llegar al terreno cercano a la mansión no podía ver nada, el cielo se había oscurecido. Esa situación, era por demás extraña, ya que en todo el tiempo que llevaba ahí, nunca había habido alguna tormenta eclipse ni nada parecido, siempre estaba soleado con brisa fresca. Como si el tiempo se hubiese detenido en una primavera eterna.

Los nubarrones negros, desfilaban a gran velocidad en el cielo y Russ observaba atento ésto mientras las ráfagas de aire le removían la melena ahora larga hasta los hombros. Con cautela, se acercó más hasta dar con una escena extraña. Todos los animales se habían reunido alrededor de la fuente. Dio solo unos pasos más allá pero las criaturas antes pacíficas, tenían una mirada extraña, como si de un momento a otro fueran a lanzarsele encima por lo que procuró no hacer movimientos bruscos, solo quería ver que ocurría.

Un cuervo graznó y esa fue la señal de huida por que los animales le gruñeron y en un segundo se lanzaron a él. Solo por el rabillo del ojo pudo observar que el agua, antes cristalina, ahora estaba oscura, como un aceite negro que inundaba la fuente.

Russ corrió mansión adentro y cerró las puertas llamando a Erah para saber si estaba bien y contarle lo acontecido.

***   ***

Los pasos del chico regordete eran temblorosos, miraba hacia toda direcciones sin poder observar bien nada, la oscuridad era espesa y la débil luz de la linterna no ayudaba mucho. Había dado ya 800 pasos. "No pasa nada, ya casi llego" se repetía una y otra vez en su mente. 

Un sonido extraño llamó su atención "pluc".... "pluc"

Eso podía ser algún monstruo... Una bomba o incluso alguna máquina destroza niños ¡Eso era terrible! ¿Y si Russ estaba en problemas cuando lo encontrara y no podía dar aviso a sus compañeros? Debía hacer algo

"Pluc....Pluc"

Reunió todo el valor que pudo y afirmó sus pasos. "900, 901, 902..."

"Arghhhh"

Escuchó un quejido... ¿o sera un alma en pena? ¡Dios! ¿Y si se tenía que enfrentar con fantasmas? ¿como se lucha con eso? Ana no dijo nada de fantasmas.

"Arrghhh... shhh" "A-Ay -uu..."

¿Hombres lobo? 

Un sonido extraño empezó a acompañar aquellos quejidos ¿cuantos pasos llevaba?, ¿900? Algo se arrastraba, luego jadeos y golpes.... Ya no quería seguir pero su determinación por encontrar a su amigo era mayor "901, 902..."

En un punto, topó con pared "¡No es posible!" No se supondría que hubiera pared, si no un pasillo continuo... a ambos lados de él, se extendían túneles en ambas direcciones ¿y si mejor regresaba y les contaba lo que encontró? ¡No! Eso sería de cobardes....huir cuando las cosas no salen conforme lo planeado y esperar a que otro lo resuelva ¡Eso había hecho toda su vida y no lo volvería a hacer! ¡Ya no !

Iba a tomar el pasillo a su derecha cuando justo en el momento en el que giró, frente a él se encontró con un rostro humano, demacrado, sucio y con los ojos casi saliendose de sus órbitas. Sangre y suciedad, surcaban la piel del hombre que echando los ojos hacia atrás, cayó de rodillas y su rostro hacia abajo, colgaba de su cuello. Oker, aterrado no podía moverse. Internamente se obligó a dar un paso tras otro hasta quedar frente al hombre

Con cautela lo alumbró con la linterna y de un brinco aquel personaje puso sus manos sobre los hombros del rubio arrebatándole un grito de terror.

*******************************************************************************************Holisss!!! Nuevo capitulo!

Por poco y no podía actualizar hoy.... estoy en medio de un bloqueo descomunal peeero Oker me inspira jajaja, así que pude terminar el capitulo y tatarara! Aquí está

Espero lo disfruten , no se olviden de dejarme sus comentarios, votos y recomendarla si les está gustando.

Les dejo como siempre un mega empalagoso abrazo y me despido ...maw!