30.- Miel
-Cariño, no te preocupes por eso, te recuerdo que el tiempo es muy diferente en este lugar
-Aún así...
-No puedo decírtelo con exactitud pero unos.... 3 años en el tipo de tiempo que conoces... Aunque en tu realidad solo son unos días.
El alivio de Russ lo dejó escapar en un suspiro.
>>Jajaja, tranquilo... si algo malo pasara ¿no crees que te lo diría pequeño?
-Jajaja.... Claro. Perdona
-Mira. Hoy es un día especial, ¿por qué no te preparas y me encuentras en la Galería?. Quiero mostrarte algo más.
Russ, ya aseado y habiendo terminado con sus labores en la casa subió a la Galería.
-Bien... Veo que te apresuraste
-Quiero saber que me mostrarás- la emoción era palpable.
-Bien... quiero que elijas una pintura... la que tú quieras. Tómate tu tiempo.
Russ caminó por la Galería, mirando a ambos lados de la larga habitación, dando vistazos al techo, de arriba abajo rebuscaba aquel que le llamara más la atención. Todos eran hermosos sin duda pero había uno en especial que parecía llamarlo desde dentro de su cabeza. Uno que muchas veces había visto y que lo atrapaba por horas.
Finalmente, en un rincón de la pared, casi a la altura de su cabeza, se encontraba el cuadro con marco de madera. Aquel que tantas veces lo había cautivado por el tono cálido de los ojos de la niña. La felicidad que emanaba de su sonrisa y la ternura en sus ojos miel lo hipnotizaban como si el mismo fuera una abeja atraída por el olor dulzón.
-Buena elección. – Erah estaba detrás de él – Ahora, tócala.
-Pero... Me dijiste
-Sé lo que dije, pero creo que ya estás listo. Tócala.... Sobre la pintura y guarda silencio.
Russ obedeció con cierto nerviosismo. Su mano se posó sobre la pintura y de inmediato sintió su cuerpo más liviano al igual que su mente, como si estuviera en el punto entre estar dormido y despierto, cuando comienzas a percatarte de entrar en el mundo de los sueños.
Frente a él, la niña de hermosos ojos y largos cabellos, vestida con una camisola larga y blanca, reía. Tenía una risa hermosa, más de lo que Russ se hubiera imaginado.
La niña, a la que de apodo el pelinegro había decidido ponerle "Miel", corría por el cuartucho. Uno muy parecido al que lo albergó durante toda su vida... o eso creía. Suponía que encontraba mucha similitud por que en aquel lugar todo estaba raído y destruido.
Miel corría, reía y daba giros contando cuantos podía hacer sin caerse por el mareo. Un chico pelirrojo, más alto que la niña...el que le recordaba siempre a su amigo... Bueno, ese chico, entra a la habitación.
-¡Hey florcita!... ¿cómo estás?
-Mejor que tú, mi dinosaurio favorito. ¿Ya has visto a mamá?
-Si Fem, está bien. Ha preparado una deliciosa cena. Tu favorito
¡¿Fem?! Ese nombre... le sonaba de algún lado. Sabía que alguna vez lo había escuchado
-¡¿Macarrones?!
-Si florcita. Lávate que ya está por llamarnos
-¿Estás bien?- el semblante del pelirrojo estaba un poco apagado
-Es solo que...me preguntaba... ¿las cosas pudieran ser diferentes?- era una pregunta extraña y no comprendía el sentido
-No lo sé dino... pero es bueno que no lo sean – el chico la miró sorprendido
>>Si las cosas hubieran sido diferentes, esta familia no sería lo grandiosa que es. Nuestra mamá es la mejor del mundo y tú eres mi hermano favorito.
-Tonta, soy el único que tienes.
-Jejeje si, pero aún así, te amo y sé que tú a mí también. No quisiera que fuera de otra forma
-Florcitaaaa...- abrazándola- ¿por que eres más inteligente que tu hermano mayor?
-Por que aunque seas mi hermano favorito, eres muy tontito.
-¿ah si?- con un brillo especial en los ojos, el mayor comenzó a hacerle cosquillas, mientras la chiquilla de cabellos castaños y ojos miel soltaba risas y carcajadas.
La felicidad que Rus podía sentir emanando de aquella escena, lo envolvía. Lo llenaba como si ese sentimiento sugiera desde dentro de él y no fuera un mero observador, la habitación era cálida. La madre y los dos hijos se sentaban a la mesa a comer, se tomaban de las manos para dar gracias y conversaban amenamente.
El cariño entre ellos y el amor, se podía palpar. Russell ni siquiera se había dado cuenta que estaba sonriendo de lado a lado hasta que comenzó a entumírsele la cara.
Un tirón desde su espalda lo hizo caer hacia atrás y en un abrir y cerrar de ojos estaba acostado en el suelo de la Galería con Erah frente a él mirándolo divertida desde arriba.
*** ***
-Creo que no es buena idea- comentó Oker muy nervioso
-Yo tampoco creo que la mejor manera de lograrlo sea apartandonos pero. Russ no tiene mucho tiempo, han pasado varios días y podría estar muriendo. Sería mejor que nos separáramos. Ya que son 4 túneles, cada quien puede abarcar uno. Contamos mil pasos y si a esa altura no encontramos ningún indicio, regresamos aquí y nos reunimos. Y si encontramos algo antes, también regresamos, esperamos por los demás y vamos todos, no queremos que nadie más corra peligro ¿les parece?- Los ojos de Ana estaban llenos de la luz de la esperanza y determinación.
-Bien, yo voy por la derecha – Comentó Rex
-Yo a la izquierda- Dijo Oker algo titubeante
-Yo tomo el centro – Ana siguió – y Coloso que vaya al sur. Si encuentras a nuestro amigo o algún indicio más te vale no arruinarlo. Se opondrá a ti de primera mano.
Todos se prepararon para su viaje y partieron.
Coloso estaba caminando en la oscuridad, acompañado solo por el sonido de las ratas y la luz de la linterna. Sus pasos, estaban enmarcados por el chapoteo del agua mugrienta entre sus pies, eso no le molestaba, hubo una época en que había vivido entre la basura; esto no era nada para él.
Ahora que quería reivindicarse, ser una mejor persona para Lisa, estaba determinado en no dejar que nada ni nadie se interpusiera en ello. A pesar de ser una chica hermosa y algo pretenciosa, había hallado en su corazón algo más bello aún como para darle una oportunidad a él. Ella merecía algo más que un matón. El recuerdo de ella cuando aceptó una segunda cita, consiguió sacarle una sonrisa.
Los chillidos de las ratas lo alertaron, no eran normales, estaban chillando en alerta, luego de dolor. Él conocía esas señales. Un depredador los estaba atacando, el caso era, averiguar si ese enemigo sería mutuo o si solo era problema de los roedores.
************************************************************************************************ chan chan chan!!! Jeje, ah que los sorprendí no?
Dos capitulos en un día para Etérea. yay!!!
Espero haya sido una agradable sorpresa y lo disfruten, el jueves nos volveremos a leer ;)
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