19- La Galería
-¡Que bien que hayas despertado!
Russ se espabilaba encontrándose mejor que nunca. Hasta su corazón se sentía con nuevas fuerzas.
>>¡Ven! Quiero enseñarte el lugar
Russell la siguió mientras Erah lo guiaba hacia los estantes de libros. Terminando aquellos, una escalera que daba un giro mientras subía, los esperaba. "Son muchos escalones" se dijo el chico, pero en silencio la siguió.
>>No tengas miedo niño. Curiosea, pregunta, toca y mira lo quieras... no te morderé.
-El animal que vi ...
-¡Ah! si, supongo que no me viste cambiar de forma. Era yo. Pero hay ciertas circunstancias en las que debo tomar aquella imagen. - al llegar al final de la escalera, caminaron por un pasillo largo lleno de decoraciones exquisitas y candelabros colgantes. En el suelo, una alfombra color rojo, al igual que las cortinas, amortiguaba sus pasos.- Tranquilo, no importa que tenga forma de pantera, nunca he sido un animal, solo es una interpretación externa.
-¿Inter qué?
-Llegamos- dijo aplaudiendo delicadamente- Este es un lugar especial Russ. Se llama galería, en este lugar puedes ver todo lo que quieras pero no debes tocar, no aún ¿entiendes?- el asintió.
La chica de cabello negro y curvas pronunciadas abrió la puerta de par en par, dejando las dos hojas de madera hacia afuera. Un salón inmenso se desplegó ante su vista. Techos altísimos y paredes casi interminables, estaban llenos de cuadros enmarcados. Algunos más grandes que otros. Había cuadrados, ovalados. De marco plateado, dorado, de madera; en fin, eran muchísimos y diversos como para ver a detalle todos. Miró fascinado a todos lados pero antes de abalanzarse a correr por el lugar miró de reojo a Erah. Ella le ofreció una tierna sonrisa y asintió, por lo que se sintió libre de curiosear.
Russell se acercó al primer cuadro que llamó su atención. Era uno enorme rectangular en posición horizontal. Había un hombre con ropas extrañas y oscuras, con un sombrero de hebilla y un violín en sus manos. Lo ponía en su hombro y comenzaba a tocar. Frente a él, varios niños sentados, parados y otros amontonados con los demás, lo miraban maravillados. No se escuchaba el sonido , debía ser precioso. ¡Espera! Ese cuadro se estaba moviendo, pero ¿Como?
-¡Se mueven!
-Así es
-¿Como?
-Verás Russ, estos no son cuadros comunes. No son imágenes en sí. Son sueños
-¿Sueños? ¿como cuando dormimos? Entonces ¿esto no es real?
-Jajaja no lindura, todo esto es completamente real. Son sueños de otro tipo. Cada persona en el mundo que ha existido y existirá, tiene un sueño. Una meta que puede o no, llegar a cumplir. Algunos sueñan encontrar a su príncipe azul, otros con ser ricos y famosos, algunos más con cosas más elevadas como la libertad y la filantropía.
El pelinegro estaba un poco confundido con algunas de las palabras de la mujer pero entendía lo que le trataba de decir.
>>Este de aquí por ejemplo...-Dijo acercándose también al mismo cuadro- Él era un granjero en una comunidad muy pobre en el siglo XIX. Había muchos niños huérfanos y él soñaba con hacerlos bailar, reír y soñar a través de la música. Darles esperanza.- suspiró- Un sueño noble. Pero él era muy pobre y no podía comprar un violín, ni siquiera sabía tocarlo ¿algo absurdo no? Pero aquí, él no solamente posee un instrumento, tiene el talento y la capacidad de hacer felices a todos esos niños.
-¿Y por que no se escucha?
-¡Ah! Eso será después cariño. Para oír el interior de cada sueño, debes tocar la pintura pero por ahora es muy pronto para que tu puedas hacerlo. Más adelante, tranquilo, tendrás tiempo.
Las palabras de Erah le hacían crear miles de preguntas en su pequeña cabeza, eran tantas que no podía organizar sus pensamientos para sacar de una en una.
Caminaron por aquel gran salón que parecía no tener fin, pero de nuevo la curiosidad de Russ se vio despertada al observar algunos cuadros que tenían un punto en común.
-¿Por que hay cuadros en negro?... es decir, no es que tenga nada en contra, pero ¿no son sueños muy tristes? ¿O es como cuando no soñamos si no que solo vemos el interior de nuestros ojos?
-Esos cuadros están en negro por que están vacíos, en espera de alguien que los llene de color con sus sueños. ¿Cual es tu sueño pequeño?- al decir esto, Erah se volvió hacia el chico quien lo miraba espectante. Se arrodilló frente a él y lo abrazó. Acto que sorprendió al pelinegro pero que pronto sintió tan confortable que se dejó hacer pues la calidez que sentía y el consuelo en su interior era el único recuerdo de la amarga experiencia que había dejado atrás.
Este pensamiento lo sobresaltó de golpe, recordándole a sus amigos, su abuelo e incluso a sus enemigos.
-Señorita Erah... debo regresar pronto a mi casa. No quiero sonar malagradecido, pues mi abuelito...si, él dice que siempre debemos ser agradecidos y más con quienes nos ayudan. Pero él está enfermo y debo ir a verlo
-Llámame solo Erah y tranquilo Russ, yo sé eso y no tienes de qué preocuparte... ¡ven, te mostraré!
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Holisssss OoO!!! Segundo capitulo de la semana mis peques!
Espero les esté gustando la historia, esta parte fue muy emocionante para mi al escribirla, espero les haya causado alguna impresión.
No se olviden de recomendarla si les está gustando, de comentar pues siempre me alegra leer sus lindos y curiosos comentarios, así como de votar para que también vaya siendo más conocida la historia. Los quiero y les dejo un mega abrazo empalagoso ;)mwa!
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