14- Basura
Corría sin encontrar refugio. Huía sin tener perseguidor, sentía miedo sin haber algún monstruo pero había algo mucho peor que lo hacía correr de esa manera frenética. Todo su mundo se estaba desmoronando, solo quería llegar a casa, abrazar a su abuelo y dormir. Dormir y olvidar a todos, olvidar todo aquello que le estaba destrozando por dentro.
No dejaban de resonar las palabras de Oker en su cabeza "Basura" No podía ser, no creía que pudiera verlo así. Pero últimamente todos se enojaban con él por ser lo que él era, un niño. Gumpha no había querido creerlo y él también, en el fondo de su corazón anhelaba que no fuera así pero no había tenido noticias de Ana, la había buscado por todos lados y parecía estar evitándolo. Rex lo había dejado huérfano de hermano si es que eso existía, ni siquiera le podía preguntar a Ana y ahora Oker... era simplemente demasiado.
Estaba a unas calles de su casa, no había notado que sus piernas habían bajado la velocidad y ahora estaba caminando. Tampoco había reparado en las múltiples señoras y algunos chiquillos afuera de sus casas que se le quedaban mirando de una manera muy particular que no lograba identificar. Poco a poco, el dolor fue siendo reemplazado por incertidumbre y por alerta en cuanto llegó a la calle donde vivía y dobló la esquina encontrando varias mujeres y uno que otro anciano reunidos en la entrada de su casa. Confundido y con algunas lágrimas todavía secándose en sus mejillas emprendió carrera hasta ahí. Le impedían el paso sin darle alguna explicación pero los rostros de los vecinos no era de confusión o irá, era simple y puro pesar. Eso lo comprendió bien.
-Russ- le dijo una amable señora que siempre le pedía ayuda con sus víveres- no debes pasar ahí dentro.
-¿Por que? Vivo aquí y mi abuelo me está esperando- la cara de la señora se frunció en una mueca mirando al hombre que tenía a un lado.
-Mira Russ- el hombre habló ahora con él- Debes ser fuerte y valiente ¿ok? ¿Puedes hacerlo?
Le habían dicho que era valiente y los chicos debían ser fuertes o por lo menos eso le decía su abuelo, así que simplemente asintió con la cabeza.
>>Tu abuelo se puso enfermo hace un rato, no sabemos que ocurrió pero se desmayó y al caer se golpeo la cabeza.Lo pusimos en su cama pero aún no despierta. Ya hicimos varias cosas y nada funciona, simplemente no reacciona pero aún respira hijo, tu abuelo ya es una persona muy mayor y.... bueno, puede morir.
Russell no soportó más. La cascada de emocione no habían dejado de llegar y luego ésto. No pudo hacer nada, no supo como reaccionar y escapó de ahí. Solo corrió y no supo donde acabó. Unas horas después, debajo de un bulto de chatarra y ramas secas se despertó. No sabía como se había metido en aquel agujero o cuando se quedó dormido. Pero en aquel instante un hormigueo de ansiedad le recordó el estado de su abuelo, debía ir a verlo.
Intentaba salir de entre los triques cuando una conversación entre dos mujeres cerca de ahí, llamó su atención.
-Pobre Matt. -hablaban de su abuelo- Después de perder a su esposa debió arrepentirse de cuidar al chiquillo.
-Ese hombre es un pan de Dios, mira que a su edad seguir alimentando otra boca más. Si solo fuera él, los vecinos lo ayudaríamos con comida y no tendría de que preocuparse a sus años.
-Todo por su gran corazón. No debió sacar al niño de la basura, lo hubiera dejado donde lo encontró y no estaría así ahora.
-Pero el chico se acomide, eso si.
-Es útil en cierto modo pero ya es para que se partiera el lomo en algún oficio o que pidiera trabajo en la fábrica, quizá como experimento lo aceptarían.
-¡María! ¡Que horror! sabes que esa gente nunca regresa.
-Mejor así, le darían el dinero al anciano y sería una carga menos jajaja
-¿Si verdad? ajajajaja
Russell terminó de salir de entre los escombros con tanta pesadez que todo se movió y terminó haciendo un barullo. Las mujeres voltearon y lograron verlo, indignadas ante su descubrimiento y algo abochornadas, se dispersaron sin dejar de dirigirle una mirada de asco al chico. ¡Basura! Sus abuelos lo habían encontrado en la basura. Con razón todos lo estaban tratando como tal, ni siquiera su propia madre o padre lo habían querido ¡Nadie! y el único que parecía que sentía un afecto genuino por él, estaba muriendo por su culpa ¡No! no, no, no. Repetía en su cabeza, el no era una mala persona, no quería serlo. Él no podía causarle ese dolor a su abuelo, no a él. Lo amaba y estaba a punto de morir.
Tan rápido como le dieron los pies, corrió a través de las favelas, conocía a un doctor a la entrada de la zona residencial, le caía bien y siempre le daba alguna pastillita de colores de sabor agridulce que decía que eran vitaminas, aunque en el fondo Russ creía que solo era una excusa para darle algún dulce. Ese buen hombre lograría ayudar a su abuelito ¿cierto?
La desesperación lo llevó en un tiempo demasiado lento para él. Tocó el timbre con premura y una amable señora regordeta que siempre lo recibía le abrió. Era la asistente y ama de llaves del doctor. Russ intentaba hablar sobre la situación de Matt pero se trababa al querer hablar más rápido de lo que le daba su boca y un temblor empezó a apoderarse de sus manos, sudaba frío y su semblante palideció
-Pequeño, estás muy alterado, te enfermarás...El doctor no está ahora, no me hagas meterme en problemas- la señora toda roja como un tomate intentaba ayudar al pequeño con algunos fomentos de agua tibia y masajes en las manos. Al notar que el color volvía al niño, la señora intentó conocer la causa de su estado.
Russ le explicó un poco más tranquilo lo sucedido a su abuelo.
-Bien, primeramente habrá que revisarlo... En cuanto el doctor llegue le haré saber que tu necesitas su ayuda, irá sin problemas,no te preocupes y ve a casa. Alguien debe checar que esté hidratado y mantenga pulso. Eso sí, no puedo asegurarte que no te cobrará aunque sea por la medicamento.
Después de mostrarle a Russ un truquito para verificar el pulso, lo despacho con la promesa de la visita de su jefe. De nuevo el chico emprendió carrera ahora con un poco de esperanza y ganas enormes de poseer alas para llegar cuanto antes a casa pero unas manos lo atraparon al salir de la zona residencial.
*** ***
-Llegó la hora. ¡Vamos!
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Holisss!!! Nuevo capítulo para todos ustedes mis peques consentidos! Como lo dije, este es el segundo de esta semana mañana subiré el último de la misma.
Debo decir que está semana termina la primer etapa de la historia que aún no no sé si serán 3 o 4 pero no se preocupen. La próxima semana seguiremos con el rol de actualizaciones como hasta ahora.
En mi país a partir del lunes va a ser más estricta la indicación de no salir de casa por la contingencia así que le veo el lado bueno. Tendré más tiempo para escribir jejejeje
No sé olviden de comentar, votar y recomendar la historia si les está gustando,los quiero y les dejo un súper mega abrazo
Dios me los guarde y bendiga .. maw!
PD. a partir de ahora, cuando vean *** *** dividirá dos planos de la historia ;)
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