Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

11- Dilema

En un abrir y cerrar de ojos, varios hombres en traje de policía entraron a la oficina.

-Sáquenlas de mi vista- Ellos obedecieron jalando a ambas mujeres a pesar de la resistencia de la señora y las quejas de Ana, quien daba patadas y arañones a quienes la tocaban.

>>Y chicos...- Dijo el empresario antes de que salieran por completo de aquel lugar- No sean lindos con ellas.

Dejando detrás de ellas la fábrica con sus  ruidos y escalofriantes tubos por los que salía humo espeso, ambas mujeres estaban en el suelo de la acera siendo empujadas por aquellos hombres que las sacaron, recibiendo alguno que otro golpe también. Incluso Ana que ya tenía experiencia en ello, sentía entumida la mitad de su cara después de eso.

Lo inevitable llegó más pronto de lo que pensaron, esa misma semana el ultimo sueldo que cobrarían por el trabajo en la fábrica de jabones no llegó. Las deudas y los gastos estaban ahogando a los Vélez y ni qué decir sobre las medicinas para el padre e familia, que si bien eran escasas en la ciudad, debía considerarse que los precios eran elevadísimos por lo que solo la gente de economía holgada podía comprarlas.

La madre de Ana estaba cada vez peor, ahora que ya no tenían nada que vender, estaba dispuesta a todo por salir a delante. Su humor se volvió errático y se iba todo el día de casa. Sin mencionar que la noche se había vuelto un infierno en casa para la castaña. 

En el día, su madre llegaba a ratos con algunos víveres y pronto empezó a ver su hija un cambio extraño en ella. Ropa nueva, zapatos y cosméticos la adornaban, haciéndola lucir 10 años más joven aunque por la poca experiencia que tenía en usarlos pasaba por una mujer vulgar, rara y sin recato.

Un día, simplemente ya no volvió. Ana esperaba su regreso pues ella siempre traía la comida, pero al ver que pasaban los días y la alacena se vaciaba entendió que no volvería a verla. Su padre, muy enfermo, pasaba sus días en cama luchando contra la fiebre y el dolor que no se iba por completo y menos ahora que las pocas medicinas que conseguía su esposa ya no llegarían.

Una nota apareció en la puerta unos días después.

"Ana.

Conocí a un hombre de verdad, que se encarga de mi, alguien sano y que me puede consentir, no como el inútil de tu padre. Te dejo esto por que sé que podrás leerlo. Solo para que no me busquen, no me esperen, no volveré. Adiós."

Y con esas cortas y frías palabras Ana comprendió que el peso del hogar había caído sobre ella. No lloró, no estaba dolida por ella, al contrario; estaba herida por su padre. Ese hombre que hasta antes de enfermar, había trabajado a veces hasta 16 horas al día para darles de comer y vestir. Aquel que había soportado los malos tratos de su esposa con una sonrisa y paciencia. Su padre que ahora luchaba contra una enfermedad y en ese oscuro momento su mujer, la madre de su hija y la que pensó que era su alma gemela, lo había abandonado. Quizá su madre tenía razón todas aquellas veces que la había visto leer alguna novela.

" El amor no existe Ana, grábatelo bien. Sólo búscate un marido que te mantenga y te sepa complacer. Eso es todo lo que necesitas"


Pasaron los días, los más largos para Ana desde la última vez que había probado bocado. Hurgaba en la basura esperando encontrar restos de comida, desperdicio en la zona residencial pero siempre evitaba una casa en específico. No podía ir allí, no después de aquel momento incómodo con Russ, no después de haber abofeteado al padre de Oker, ni después de la mirada de lástima de Martha mientras se le llenaban los ojos de lágrimas.

Una sombra oscura se apoderó de su vista por lo que cerró los ojos aunque siguió moviéndose, debía hacerlo. Tambaleándose y sosteniéndose de las paredes, avanzaba Ana. Hasta que sin previo aviso no sintió sus piernas, ni su cuerpo entero cayendo en la sucia calle.

***

-¿Te encuentras mejor?- Una mujer rubia con piel de porcelana y bien vestida estaba de pie frente a la castaña que trataba de enfocar mejor.

Había poca luz pero se sentía mejor, el fuego en su garganta por la sed se había mitigado un poco pero su estómago no se cansaba de protestar.

>>Te he traído agua y algo de comer. Recupérate, debo irme pero volveré pronto. No salgas de aquí por favor, por tu bien- Dicho ésto, salió de la habitación dejando a la chica con muchas preguntas que pronto fueron silenciadas en su mente al ver una bandeja donde reposaba un caldo humeante, pan y un vaso con agua fresca encima de una mesita de noche.

Desconfiaba al principio pero el hambre es traicionera y su instinto de supervivencia fue más fuerte, se comió aquel manjar degustando cada sorbo y mordida. Una punzada de culpa atravesó por su mente al recordar a su padre solo, enfermo y hambriento en casa. La chica que le había dado el alimento debía ser buena persona ¿no? le diría lo de su padre, quizá le regalara otro pan.

El sueño la venció de nuevo mientras esperaba a la rubia quien horas más tarde regresó y al cerrar la puerta, despertó a su invitada.

-Lo lamento, hubo mucho trabajo. Es viernes y los fines de semana aquí son la locura- al ver la cara de confusión de Ana, continuó- ¡oh que torpe soy! Hola, soy Perla

-Yo me llamo Ana 

-Que lindo. 

-Disculpa, no es que sea malagradecida ni nada, es solo curiosidad..¿por que me has ayudado?

Perla sonrió con ternura.

-Me has recordado a alguien a quien conocí hace mucho tiempo, que como tú, buscaba solo un techo y algo de comida. -Algunas lágrimas que no salieron se formaron en los ojos de la chica- Pero dime ¿tus padres?

-Mi madre...murió y mi padre está enfermo.

-Así que estás sola- hubo silencio- Me gustaría ayudarte... con la oportunidad que una vez me dieron a mi- alentó con una amplia y hermosa sonrisa.

***

Ana regresaba a casa con una bolsa de pan, algunas verduras y carne, ¡Carne!  Por primera vez en años habría un filete frente a ellos a la hora de la cena. Pero algo ensombrecía esa felicidad. Un dilema que rondaba su cabeza. No estaba segura de lo que haría  a partir de ese momento, había una propuesta muy buena ante ella y sin la obligación de aceptar por lo que había recibido.

Perla había llegado como un ángel salvador pero ¿y si solo era para llevarla al infierno? Eso no lo sabía. Así como tampoco sabía que justo en el momento en que tomó su decisión, un nuevo retoño dorado, en algún lugar y tiempo diferente estaba naciendo.


**********************************************************************************

Hey renacuajitos!! como están? les gustó?

Que piensan sobre esta nueva etapa en la vida de Ana? Volverá a ver a Oker y Russ algún día?

Este capítulo decidí subirlo desde hoy ya que mañana tengo un día muy atareado y no quería dejarlos sin actualización.

Cuentenme sus teorías, comenten, voten y recomienden, los quiero y me despido como siempre con un super empalagosísimo abrazo. Maw!


Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro