LOS CUATRO (EL GRAN AUSENTE)
Depuesta al fin la lanza, y esparcida
Tras la lucha feroz entre las nubes
Escúchase una Voz, la Voz que sube
Y que baja desde el Alto hasta la liza.
«A ti, que eres azul como los campos
Donde Mi Sér omnímodo inhabita,
Te voy a dar del hombre, mi criatura ,
Custodia, fe, defensa y maravilla
En obras y en trabajos contra aquéllos
A quienes derrotaste en la contienda » .
Doblegóse el guerrero en su coraza ,
Bajando la cabeza que, orgullosa ,
Como en todos los Hijos de Su raza ,
Humillóse no obstante cual la sierva
De la Voz Omnisciente, Voz que abraza
Visibles e invisibles . Y en la hierba
Dejó caer la espada victoriosa ,
Entretanto adoraba la Belleza
Del Que creó su imagen y su hechura
Y la humana progenie. Su proeza
Quedó como aquel sello que detiene
Todo lo que es oscuro, y duele .. .y pesa .
«A Ti, blanco fulgor que vuelas alto "
Prosiguió aquella Voz que jamás cesa ,
«Te daré los mensajes de Esperanza ,
Dama de corte puro y exquisito ;
Te daré la confianza tan buscada
Por el dolor y el miedo de Mis hijos :
Y será Tu misión la más perfecta
Que Yo haya jamás encomendado
A un Siervo puro, pues verás el rostro
De La que vencerá a los vencedores ,
De La que hará justicia a los vencidos . »
Luego volvióse Aquel que nunca duerme
A un garzón recoleto en peplo verde :
«A Ti», prosiguió , " daré aquel arma
Que a los mortales ávidos defiende :
Mi más conspicuo don, la compañía
Que anima las jornadas del doliente .
De sus ojos el velo que lo opaca
Arrancarás, de luz serás munido
Y el guiar de sus pasos será el viaje
Que los lleve de lo humano a lo Divino . »
Dicho esto calló. Y un cuarto Siervo
De rubí cadencioso y recogido ,
En silencio aguardaba por la orden
Que debería cumplir acto seguido .
Más silencio... De pronto , en un suspiro
Osó romper la pausa y los cristales
De su voz , como un hilo de inocencia ,
Dirigieron modestamente el vuelo
A la Divina Voz de la Presencia :
«¿Y yo,Señor? De fuego estoy rodeado
Me quemo en el Amor de Tu Belleza !» .
Otro suspiro , enorme como el Tiempo
Que empezaba a nacer por esos días
Respondió a la pregunta . En un instante
La Voz que Nunca Calla reargüía:
«Tú.... en las sombras serás oculto, raro
Siervo de Mi Poder, Hijo del Fuego :
Del atributo Mío más inefable ,
Uriel, vestirás la descendencia.
De Mi Misericordia, que, Yo mismo ,
Pues si todo lo que tengo lo perdiera
Aún ser Yo ser Quien soy siempre pudiera
Conservando esa joya iridiscente,
Serás enviado a solas y en silencio ...
Pues los hombres ... ay, destino malhadado !
Ignorarán el arma que te he dado
En su ignorancia, miedo o estulticia. »
«¿Qué joya es ésa, Padre ?», dijo el Ángel
Retomando su humilde letanía .
«Una joya que ciega se desprende
De Mi más propio Sér: es la Justicia .»
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