La segunda y última rosa , la definitiva , vino a clavarse en mi pecho y la sangre se agolpó en mi ombligo.

Tibio y pastoso cántaro derramado en mi piel ... Desazón de mi alma , cada vez que el torturador aroma de las palabras cesaba , y mi cuerpo drenaba , entre espasmos , para apaciguar su sed infinita e insaciable , gota a gota , del licor de su médula.

No sé cuánto duró el martirio , y me juré a mí mismo que de veras lo merecía.

Nunca supe cuándo fue interrumpido , ni cómo , pero un golpe seco , que mis oídos percibieron como en la lejanía de otro universo distante , detuvo la masacre.

_ ¿ Quién tiene el derecho de llevar el nombre del último paladín en pie , sino yo?

La voz sonó cercana ; era como una trompeta de bronce al fuego , pero, al mismo tiempo , helada , inmisericorde.

_ Entre cientos de gargantas que Balmung ha cercenado sin remordimientos , ésta es la que menos significa ... porque es la última.

¡ Balmung!

El nombre por el que tiemblan los cimientos del Walhalla , el Sol en movimiento , fuerza a la vez levógira y dextrógira que lo transmuta todo sin tocar ni un palmo de las cosas !

Recordé a un guerrero rubio de complexión robusta , riendo , jugueteando con las plumas de mi infortunado Cisne , ahora ya muerto ,y llamándole "Lohengrin" con voz sonora.

Recordé , en un mar de hielo , la mirada cerúlea y voraz , pero mesurada , y el rictus amargo de su boca cada vez que la risa (producto del dolor) la abandonaba.

_ La última pluma del Lohengrin caído se plantará en tu pecho , Dragón. Si fui grato a Fafnir , seré grato a tus ojos ciegos , y te llevaré conmigo más allá de estas nubes de plomo.

_ ¿Sieg...fried? _ llamé , con un postrer hilo de voz que resonaba en mi garganta reseca.

La respuesta fue un sorbo agridulce de hidromiel celeste.

_Bebe , Dragón.

Hubo una pausa.

_Se ha deshecho Wotan ,y los rayos de Donner ya no iluminan el universo . Ni aquí , ni más allá. .Todo está perdido.

_ ¿Q ... quiénes quedan aún en pie ?

_ Solamente tú y yo.

Suspiró , alzándome por las axilas , y pegándome a su pecho desnudo.

_ Ya no quedan dioses , ni gigantes , ni dragones . Sólo tú y yo , heraldo ciego de las tierras de Oriente . Quizás un mundo nuevo se abra como estéril abanico , sujeto al vano capricho de los hombres . Ellos cerraron los ojos de los héroes.

_ ¿ Los...hombres ?

_ Los que no los merecen . Por ello es que morimos ; por ello es que nos vamos , dioses , héroes , gigantes y dragones . Por la estulticia de los hombres . A causa de su pertinaz negativa a seguir siendo niños.

Sentí un calor insólito traspasar sus hielos , y una mano acarició mi espalda.

_ Ascenderá de nuevo la serpiente herida , en otros cielos ... Será otra vez tu médula y tu espina.

Buscó mi boca . Se la ofrecí porque era todo cuanto yo tenía.

Y éramos uno , Oriente y Norte , en un blindaje extraño e inexpugnable , en una nueva raza inexistente , en un culto heroico destinado a perderse entre las nubes.

Alzamos vuelo en un esfuerzo final , entretanto el Santuario ardía con los fuegos de la miseria : vano fulgor , castigo justo a su inverecunda realidad forzada , purificación inevitable de su existencia contaminada por la infamia y la mentira.

_ ¿ Adónde me llevas, Siegfried del Walhalla , si en tu universo tampoco hay un respiro?

_ Te llevo por los tiempos y los siglos . A buscar un lugar más allá del horizonte que ha estallado .Te llevo a proclamar que aún existimos . A decirles a los hombres que , en tanto el pensamiento y el recuerdo estén consigo , no moriremos ni seremos extinguidos.

Fin