Esᴛᴀʀ Jᴜɴᴛᴏ ᴀ ᴛɪ
Aclaración. Los nombres aquí dichos no son de mi propiedad. Las imágenes presentadas tampoco me pertenecen, créditos a sus respectivos creadores.
Advertencia. Cursi, poquito OCC y tantito sufrimiento.
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Para la linda , DomisTraumada espero te guste bella damita y que tú animo mejore ♥
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Te quiero mucho, no lo olvides nunca...
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Capítulo Único
"Esᴛᴀʀ Jᴜɴᴛᴏ ᴀ ᴛɪ"
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"Quiero estar contigo, es tan simple y complicado como eso..." Charles Bukowski.
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Había despertado muy temprano por la mañana mientras dejaba que las ansias y la adrenalina llenasen cada parte de su ser.
Hoy sería el día.
Tomó una gran bocanada de aire y se dispuso a tomar un baño rápido para terminar de espabilarse.
Hoy por fin lo haría.
El agua fría se llevaba la pereza y traía consigo las ansias, la incertidumbre y sobre todas las cosas el miedo.
El miedo a lo desconocido, la negación.
El rechazo.
Cerró la llave y salió del cuarto de baño tan rápido como sus pies se lo permitieron; tomó aquel traje elegante perfectamente planchado y se lo puso, sintiendo como este se adhería a su esencia y se hacía parte de su ser.
Hoy sería el día...
Calzó sus zapatos y escaleras abajo se despidió de su madre que le observaba entre triste y preocupada mientras salía sin mediar palabra.
No importaba lo que ella dijera, iba a hacerlo.
Afuera, sentados en la acera Knuckles y Silver le esperan impacientes. Se acerca a paso lento sin saber a ciencia cierta que decir.
La preocupación en los ojos de sus amigos es evidente, puede sentirlo. Quieren que desista, que dé marcha atrás y regrese a casa.
Pero a este punto y a estas alturas ya tomó una decisión que no le permite volver.
Knuckles se queja, alegando que las cosas no deben ser así, que hay maneras y momentos para lo que desea con todo su ser.
No le escucha, no se quiere acobardar.
Silver solo suspira, sabe que diga lo que diga no le harán ceder. Palmea su hombro, condescendiente y una especie de sonrisa se forma en su rostro.
Sabe que no puede hacerlo cambiar de opinión, por ello sonríe y le dice que él le ayudará.
Que Silver le apoye le brinda un poco más de valor; valor que necesitaba en ese momento para cometer el acto más arriesgado e importante de su vida.
Knuckles vocifera cosas en su contra intentando hacerle entrar en razón, pero es inútil, sus pies ya le llevan camino a ese lugar.
Silver le sigue; mientras a Knuckles no le queda más remedio que hacerlo igual.
Caminan silenciosos, con ansias por llegar.
Toma aire un par de veces, jamás había sentido tanto estrés en toda su vida, pero eso da igual.
Solo caminan en silencio con rumbo a ese destino. Knuckles insiste en decirle que lo que hace está mal, Silver le frena, están a unos pasos de llegar.
Ambos se observan; no saben que decir.
Parado frente aquel portal se queda estático sin poderse controlar. Le tiemblan las piernas, las manos y hasta el labio siente bailar.
Sus manos sudan, su boca se seca. Quiere hablar pero no puede, sin querer intenta regresar.
Silver le frena, alega que ya llegó a tal lugar. Lo mira comprensivo y le da ánimos de continuar.
Toma aire, a tal punto que siente que se ahogará. No hay marcha atrás, sabe que es ahora o nunca, que debe continuar.
Da un paso y luego otro, su vista se posa en sus amigos que le observan en la distancia, expectantes. Silver le da ánimos entre señas mientras en el rostro de Knuckles puede leerse que le pide dar marcha atrás.
Lo entiende y no le va juzgar, Knuckles se preocupa por su integridad.
Debía, debía seguir. Sus pies continúan caminando y ahora frente aquella puerta de madera siente que las fuerzas se le van.
Las manos le hormiguean, siente que se va desmayar. Apenas y con esfuerzo logra golpear el objeto y la puerta se abre sin más.
Desde dentro sale un sujeto alto, fornido y que está seguro lo odia con todo su ser.
Lo mira con asco, alegando que hable rápido, que el tiempo se va.
Murmulla y tartamudea cosas que son imposibles de entender; el sujeto le observa hastiado y cierra la puerta de un portazo en su rostro.
Suspira, avergonzando al sentirse un completo cobarde y nuevamente llama a la puerta; aquella mirada poco compasiva se detiene nuevamente frente a él y cuestiona con fastidio que rayos quiere ahí.
Toma aire y sin rodeos logra exclamar "¿Está Amy Rose en casa?". Molesto, le observa y niega sin dudarlo. "¿Para qué quieres tu a mi hija?" Pronuncia tan tosco que hasta los oídos duelen de solo escucharlo.
Inhala y exhala y el instinto de retroceder le invade; sabe que Silver y Knuckles le observan y que no se puede acobardar. Toma fuerzas de quién sabe dónde y suelta sin más.
"Quisiera pedirle la mano de Amy, deseo casarme con ella" pronuncia tan débilmente que siente que tal vez no le escucho.
El silencio entre ambos le incómoda, la mirada inexpresiva de ese sujeto poco a poco le da paso a carcajada burlesca que le hiere en lo más profundo de su alma, se burla y le denigra, siente su dedo acusador sobre su cara y la negativa le acompaña.
"No eres digno de ella" le dice entre carcajadas y sin más cierra la puerta sin dejar de reír.
Se queda en silencio, sin poderse mover; ¿Qué ha pasado? Se cuestiona, mientras una mano palmea su hombro. Silver llega y le murmura que es mejor regresar, que ya no haga más espectáculos, nada cambiará.
Se lamenta, no lo niega; pero no se rendirá. El la ama con locura y la va a desposar. Toma valor y llama una tercera vez, esta vez está molesto y no lo va a ocultar.
El padre de Amy abre la puerta, aún parece reír, desde lejos visualiza a la fémina en cuestión.
"¿Qué carajo quieres?" va directo y sin rodeos, jamás ha pretendido que le agrada ni una sola vez "No es no" intenta cerrar la puerta pero el pie de Sonic es mucho más rápido y le impide el hacerlo.
Se miran retadores, Amy observa expectante. Se acerca lentamente hasta la puerta, intenta salir y darle la mano, su padre se interpone y niega frenéticamente. "Aléjate de mi hija" exige, sacándolo a empujones. Pero no se mueve, no hay poder que logre hacerle cambiar de opinión.
La ama y la amaría y cueste lo que cueste la hará su esposa.
"¿Por qué?" Cuestiona, entre ofendido y valeroso mientras hace el intento de tomar la mano de su amada. "¿Por qué no puedo amarla?" Pregunta otra vez y recibe un puñetazo que le hace caer.
"¡POR QUE ERES BASURA!" le grita y recibe una patada directamente en la mandíbula que le impide levantarse. Amy llora intentando detener a su padre, cosa inútil pues la empuja y cae al suelo mientras llora todavía más.
Intenta pararse pero en su lugar recibe todavía más maltratado, ese tipo le magulla y no tiene oportunidad de defenderse.
Golpe a golpe la nariz le sangra, el enorme sujeto no tiene intenciones de parar, le insulta y dice no. Amy grita y llora, se viene lo peor. Entra a casa y toma un bat de solo Dios sabe dónde y está dispuesto a seguir golpeando.
Knuckles llega y le detiene y Silver le ayuda de levantarse; el hombre grita y retrocede "Tres contra uno no es justo" les grita y amenaza con llamar a la policía. Le duele el alma y caminar, pero aún insiste en la dama sin igual.
Silver le hala y le obliga a caminar; Knuckles maldice y los tres se alejan del lugar. "Te han machacado" Silver menciona y su humillación crece exponencialmente. Cae al suelo, presa de una vergüenza que no puede controlar. Sus amigos le salvan el trasero, pierde a la chica y su suegro le odia. ¿Qué podría ser peor? Ahora lo piense y siente que la cabeza le va estallar.
Uno.
Dos.
Tres.
Cae rendido en suelo; ¿todo terminó?
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Despierta de golpe y el dolor le llega otra vez; la blanca pared le asquea y la voz de su madre le hace girar su vista hasta ella; está molesta y preocupada al verle ahí. "¡PUDISTE HABER MUERTO!" Chilla y le abraza, dándole dolor involuntario. "¡Mira nada más cómo te dejo ese bestia! No quiero que vayas a ver a su muchachita otra vez" Finaliza y sale de la habitación dejándole a solas con ideas que no le van a gustar.
¿Rendirse? No es posibilidad.
La ama, la ama tanto que el pecho le duele más que los golpes que trae a cuestas. Le duele, le duele tanto la verdad de no poder amarla con libertad. Su padre le odia, le odia por el único hecho de ser él; por ser pobre y no poder brindarle ese estatus que tanto ansia remembrar.
Amy, la dulce, tierna y amorosa Amy que siempre le dio su amor incondicional ¿Cómo estaría ahora?.
Se tensa ante la idea, la pequeña y remota posibilidad de que ese monstruo se atreviese a tocar a la bella y dulce flor que tan desesperadamente desea proteger.
Le duele el cuerpo, lo siente cubierto de venas y cables que no entiende para que son. Toma aire, sabe que debe salir de ahí lo más rápido que le sea posible. Suspira y de un tirón se arranca aquellos cables que conectan su mano con esas máquinas extrañas.
Arde como el infierno, lo sabe bien. Respira hondo, se sienta en la orilla de la incómoda cama y le toma dos minutos poderse levantar; da un paso y luego otro. Lentos pero seguidos, sale de la habitación.
Con mucha suerte y más esfuerzo logra caminar por los pasillos del hospital; esquiva algunas enfermeras y a duras penas llega a la calle.
"Mierda" masculla para sus adentros y camina por las calles a esa hora desiertas. No sabe cuánto tiempo pasa, no sabe ni qué hora es; le duele todo y apenas puede mantenerse en pie.
Llega a duras penas hasta dónde se encuentra el amor de su vida; sabe y es consciente que no puede dejarse ver por el padre de Amy. Toma fuerzas de sabe Dios dónde y entre jadeos y quejidos logra trepar el árbol que conecta la ventana de la habitación de su amada.
Se aguanta el dolor, las fuerzas le faltan; pero a este punto solo mirarle le basta. Toca la ventana, con un golpe muy ligero. Llama una, tal vez dos veces y asombrada ella se asoma y le ayuda a entrar.
"¿Sonic?" Murmulla suavemente, tiene los ojos hinchados de tanto llorar. "¡Lo siento tanto!" se aferra a su cuello y vuelve a llorar. Le duele su estado, le duele su dolor.
Le sonríe débilmente, le resta importancia a la situación.
"Estoy bien Ames" sonríe y acaricia su mejilla "No importa ya...".
Ella niega, no puede dejar de llorar. "Pero estás herido y todo es culpa mía" se queja y trata de dejar de llorar.
La frena de golpe, no le gusta verla así; la toma por los hombros y pronuncia dulcemente "Amy..." se miran a los ojos, es un momento surreal "Casémonos" le propone y ella no sale de su asombro.
Tiene miedo y él lo sabe; su padre es un ser aterrador. "Papá... él no... él no..." la frena en seco, no hace falta decir más. "Huye conmigo..." le dice galán.
No le importa el dolor, ni siquiera las costillas rotas, solo quiere que esa dulce mujer sea su esposa.
Ella observa incrédula la situación; ¿Qué sucede? ¿lo rechazará? El silencio los invade, está comenzando a desesperar su corazón.
"Me casaré contigo Sonikku" ella sonríe y toma su mochila poniendo cosas que considera necesarias.
Iban a huir; iba a casarse con ella.
Sería su familia...
Su vida entera...
Su mujer...
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Escaleras abajo, se encuentran al causante de todos sus males; los observa cabreado, está a punto de gritar.
"¿A dónde carajos crees que vas, Amelia?" le grita con furia, está ebrio y pretende retenerla. Ella le observa y logra decir "Voy a ser su esposa..." cosa que lo hace reír.
"No digas estupideces" se burla "Y tú, largo de mi puta casa" le señala con el dedo y trata de sacarlo de su hogar. Amy niega y se interpone, lo puede permitir "Yo lo amo, padre... ¿por qué es tan difícil de creer?" le pregunta mientras el hombre vocifera dispuesto a golpearla.
Dicho golpe no llega; con dificultad le frena y se observan retadores.
"No te atrevas a ponerle tus jodidas manos encima" le aleja y la pareja camina hasta la salida. "Seremos familia, lo quieras o no..." le dice y camina con dificultad. "Voy a casarme con ella, será mi mujer..." finaliza y la puerta se cierra, ambos caminan sin un rumbo en particular.
Amy será suya...
Y él será de ella...
Ya no importa lo que digan... juntos lo lograrán.
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FIN
Espero te haya gustado...
Te quiero mucho ♥
Atte.
Gri.
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