27
Habían pasado algunos días más desde que Yoongi había comenzado a tratar de volverse cercano con la chiquilla bonita, pero tristemente se había dado cuenta que poco a poco Jimin se había distanciado de él, ya no lo buscaba, no le enviaba mensajes contándole sobre su día y mucho menos solía saludarlo por las mañanas.
Aquello sin duda tenía un tanto mal a Yoongi.
Y sus amigos fueron los primeros en notarlo. Ya habían visto como Yoongi se había decaído, no solía hacer comentarios imprudentes o fuera de lugar, es más, casi no hablaba ni daba su para nada humilde opinión, tampoco les gruñía cuando hacían algo de mal gusto. Nada.
Solo se la pasaba suspirando decaído.
— comienzo a creer que Jimin realmente es su fuente de energía — le comentó Hoseok a Namjoon mientras miraban a su amigo jugar baloncesto
Pero a diferencia de otros días, Yoongi se mostraba torpe y distraído. Ya había fallado tres canastas seguidas y no era normal.
El alfa moreno negó para si mismo — todo inició desde que trato de acercarse a la chica... Pero pienso que no es solo cosa de Yoongi, Jimin también lo ha estado evitando — mencionó y se ganó una mala mirada
— ¿Cómo quieres que no lo evite? ¡Está en su derecho! Yo también lo habría hecho — refunfuñó Hoseok antes de suspirar — aunque pienso que deberían hablarlo... Siento feo ver así a Yoongi, no parece él mismo —
Ambos suspiraron rendidos y cuando menos lo esperaron, visualizaron a Yoongi tendido en el piso con la nariz sangrando.
Definitivamente estaba deprimido.
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Mientras caminaba por el pasillo no pudo evitar gruñir a la hora de presionar la bolsa de hielos contra su mejilla. Además del balonazo en la nariz también se había ganado uno en el pómulo izquierdo, pero no le había tomado la debida importancia.
Al menos no hasta que comenzó a resentir el dolor.
Y pronto pensó que quizá una caricia delicada de parte de Jimin sería mágica para ayudarlo a sobrellevar el dolor.
Hablando de Jimin.
Sus ojitos hasta brillaron cuando le vio salir de la sala de cómputo, sus demás compañeros parecían haberse adelantado dejándolo atrás. Quizá podría aprovechar para acorralarlo y evitar que escapará de él, tal como veces anteriores.
Así que rápidamente decidió acercarse, cuidando que el Omega no logrará percatarse.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca, decidió tomar su antebrazo y jalarlo consigo, sonriendo triunfante pues tal parecía que estaba en lo correcto, ya no había nadie en el aula de cómputo.
— ¿Qué te pasa?— escucho al pelirrojo quejarse, por su tono sabía que no estaba muy feliz
Rodó los ojos y decidió arrastrarlo al escritorio — ¿Qué te pasa a tí?, todos estos días no haces más que evitarme — respondió con un gruñido
Entonces Jimin se percató que el alfita tenía la nariz roja y que aquella bolsa de hielos cubría su mejilla, igualmente rojiza.
— ¿Qué... Te paso? — preguntó preocupándose un poco, aunque pronto recordó la razón de su enfado y sin dudar le regreso el gruñido — ¡No te evito! Solamente... Ya entendí que ahora te gusta juntarte con ella en lugar de hacerlo conmigo, está bien, no me importa para nada — refunfuñó frunciendo el entrecejo mientras buscaba soltarse del agarre del alfa
Min negó inconforme con su respuesta — ¿De qué hablas, cabeza hueca? ¡Claro que me gusta estar contigo! ¿De quién hablas? — y cuando el Omega le miró con obviedad entendió, resopló y se alejó un poco — eso... No es nada especial, problema mío si decido soportarla — comentó apartando la mirada
— entonces también es mi problema si ya no quiero hablarte — escupió Jimin tomándolo por sorpresa
Por primera vez en lo que llevaban de conocerse, Yoongi se mostró petrificado por sus palabras, como si realmente no supiera que hacer o que decir.
— ¿Qué? — se quejó — no puedes decirlo enserio, tonto — gruñó antes de acercarse otra vez, empujándolo contra el escritorio tras lanzar por ahí la bolsa de hielos
Gruñendo el Omega le miró mal y le tomo las manos con tal de apartarlas de sus hombros — lo digo muy enserio, Min — respondió — no me gusta esto, es algo molesto verte con ella todo el día y que luego sin decirme nada quieras venir conmigo — se quejó — sé que probablemente ella te gusta pero... Pero eso me lástima, no me agrada que ella te guste — continuó y mientras hablaba sus ojos pasaron de mostrar enfado a reflejar algo de tristeza
Desilusión pensó Yoongi.
Una mueca se formó en su rostro al escucharlo ¿Realmente creía eso? — eres un idiota si de verdad crees que ella me gusta — Yoongi habló algo ofendido — no me gusta, en lo absoluto. ¿Pero sabes?, resulta que su padre es dueño de los malditos chocolates que tanto te gustan, de esos que son tus favoritos y que solo comes cuando tienes algún logro porque sabes que son exclusivos y difíciles de conseguir — comentó bufando antes de llevar una mano a su nuca para rascarla — creí que si me lograba acercar a ella resultaría menos difícil obtener los chocolates... Porque ya sabes, te gustan y... Y a mí me gusta obsequiarte cosas — agregó finalmente perdiendo valentía y apartando la mirada
Al menos había logrado hablar lo más que pudo.
Jimin frunció el ceño y pronto busco rastro de mentira en sus palabras, pero no logro encontrarlo, conocía a Yoongi y sabía que no le estaba mintiendo — pero... Pero le sonríes mucho... Y te la pasas con ella todo el día, también le peinas el flequillo — susurró
No quería que el alfa lo escuchará, porque pensaba que sonaría como un reclamo.
Aunque claramente lo era.
— ¿Crees que le sonrió de verdad? — preguntó y el Omega aunque lo dudo negó — ¿Crees que me agrada lo suficiente como para pasar tiempo con ella de a gratis? — volvió a preguntar y cuando Jimin asintió no pudo evitar gruñirle en desacuerdo — si le peino el flequillo es porque pienso que se ve fea como ella se lo arregla — aclaró
Y Jimin frunció el ceño, Yoongi era extraño. Cualquiera pensaría que la susodicha omega era preciosa, incluso él lo aceptaba.
Suspirando para si mismo solo pudo negar.
— ¿No me crees? ¿Qué tengo que hacer para que me creas? ¡Te estoy diciendo la verdad! — Yoongi se quejó un tanto frustrado — ella no me gusta, tú sabes cómo están las cosas entre tú y yo, es imposible que ella me guste y lo sabes, si paso tiempo con ella es porque quisiera regalarte más seguido los chocolates que te encantan, no por otra cosa — recalcó nuevamente
Una mueca se formó en su rostro y aparto la mirada con un puchero — pero... Pero no es necesario, no importa si me los regalas de vez en cuando, me gusta más cuando estamos juntos en nuestros ratitos libres... No me gusta que estés con ella, hyung... Ya ni siquiera nos íbamos juntos —
Yoongi frunció el ceño y gruñó — no nos vamos juntos porque ese cara de culo se la pasa pegado a tí, no sé quien se cree — reclamó indignado — ¡Desde el otro día tú mismo me dijiste que se irían juntos! — se quejó
— ¡Pero esperaba que fueras por mi! — respondió Jimin gruñendole de regreso
Resoplando el alfita negó para si mismo y luego tallo un poco el puente de su nariz antes de acercarse un tantito más al menor — ya... Ya dejemos de discutir, no me gusta...— murmuró cediendo
Y era la primera vez que Yoongi cedía.
Casi siempre cuando tenían pequeños desacuerdos, Jimin era el más paciente y quien solía cederle la razón.
Pero está ocasión fue diferente.
Jimin parpadeó algo sorprendido, pero aún así no negaba que había sido un gran paso. Suspirando dejó caer sus hombros antes de decidir empujarlo para alejarse, camino un poco hasta que pudo agacharse a tomar la bolsa con hielos.
— ¿Ahora sí me dirás que te paso? — susurró antes de decidir acercarse
Yoongi bufó bajamente y decidió sentarse en el escritorio — básquet — se encogió de hombros — no he... Estado jugando bien, me descuide dos veces y cuando menos me lo esperaba ya tenía un golpe en la mejilla y me estaba sangrando la nariz — murmuró observando como el menor se acercaba con la intención de volver a pegar la bolsa de hielo a su cara
Simplemente se dejó hacer, ya más tranquilo y ciertamente contento, su lobito estaba que chillaba y rodaba en el piso por estar cerca nuevamente del Omega pelirrojo. Sus mejillas terminaron de sonrojarse y solo pudo apartar la mirada.
— deberías cuidarte más ¿Porqué estabas distraído? — se quejó tratando de ser cuidadoso
Yoongi cerró el ojo izquierdo y no pudo evitar suspirar — supongo que solo pensaba en qué te extrañaba — murmuró muy bajito, como si no quisiera realmente ser escuchado — pensaba en qué estarías haciendo ahora mismo... Como ya no me contabas nada — agregó
Una sonrisa suave se formó en los labios del pelirrojo, quien no pudo evitar terminar por abrazar al alfita tras dejar la bolsita helada de lado.
— también te extrañe, hyung — susurró soltando una suave risita — hyung tonto, ¿Porqué me cambias por otro omega? — se quejó — yo no te cambio por otros alfas — recriminó
Yoongi rodó los ojos — lo sé, pero... Pero no estaba cambiándote, solo... Quería darte regalos — susurró
Aquello le hizo reír. Le parecía tierno que cada que Yoongi se abría sentimentalmente, siempre susurraba, siempre trataba de hablarlo y restarle importancia al mismo tiempo.
— está bien, te perdono pero no quiero que pase de nuevo o definitivamente me cambiaré de escuela — bromeó y entonces mientras negaba el alfa correspondió al abrazo
Sonriente, Jimin se limitó a acariciarle la espalda, mostrándose contento de haber aclarado todo con el mayor. De saber que de cualquier forma, ellos dos seguían igual que siempre.
Así como Yoongi era especial para él, él era especial para su Yoongi hyung.
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