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El primer año de secundaria de Jimin había terminado bastante bien, sus notas habían subido significativamente y su rendimiento académico también había mejorado. Jimin creía que se debía a los días de estudio que compartió con su hyung gruñón.
Aunque Yoongi pensaba que se debía a que el cachorro pelirrojo simplemente era listo, pero aprendía a un ritmo más lento.
Yoongi sabía de lo capaz que era su pequeño amigo aún si seguido le llamaba cabeza hueca.
Y sí, para estas alturas, el cachorro alfa aceptaba totalmente que había encontrado un amigo en el pelirrojo adorable. Incluso lo había invitado especialmente a acompañarlo en su graduación de secundaria y así fue. Aún recuerda como Jimin festejo y aplaudió emocionado cuando le dieron su reconocimiento de mejor promedio de la generación.
Aquello le había inflado el pecho de orgullo aún si no lo admitía en voz alta.
Ver sus hermosos ojos esmeraldas brillar con tanta alegría y anhelo realmente había sido lo mejor. Luego, también recordaba perfectamente como el chiquillo había salido de su lugar solamente para correr a abrazarlo cuando bajó del escenario.
"— ¡Yoongi hyung eres el mejor! — exclamó Jimin contento mientras abrazaba fuertemente al alfita orgulloso
Yoongi aunque se encontraban rodeados de gente, decidió corresponder al abrazo, mostrando una sonrisa ladina — lo soy, nunca lo dudes... Mocoso — le soltó un gruñido juguetón que le saco una risita al menor
Risueño Jimin disfruto de aquello. Pese a que Yoongi ya solía corresponder más seguido sus muestras de afecto, en aquellos momentos se sintió un poquito más feliz. Ya que usualmente el alfita solía avergonzarse mucho si sucedía en público.
— gracias por estar aquí, Jiminnie — murmuró Yoongi."
Aquel día también había sido la primera vez en la que usaba un apodo más dulce con el menor, Jimin había estado muriendo de la felicidad desde entonces.
Aunque el pequeño alfita (ya no tan pequeño), suele reservar los apodos lindos para ocasiones especiales, momentos donde solo estaban ellos dos y nada más.
Y bueno, como era de esperarse, Yoongi paso a la preparatoria, "abandonando" a Jimin en la secundaria. Pero de una u otra forma se las había arreglado para que le concedieran permiso de continuar asistiendo al aula de estudio asignada al grado de Jimin.
Porque si bien podía seguir dando tutorías y cumpliendo servicio social en el ala de bachillerato, prefería siempre irse con su buen amigo pelirrojo.
Las costumbres no se perdieron tampoco, y cada cuando, se saltaban las dos horas de estudio para poder ir por un helado y caminar por ahí, para que después James los llevará a casa.
Incluso cuando no iban al colegio, Yoongi siempre encontraba la manera de que salieran a verse. Algunas veces (por no decir que muchas) con la excusa de mantener su repaso de estudios presente durante las vacaciones, pero al final, ambos terminaban jugando o en alguna guerra de cosquillas en la habitación espaciosa del alfita.
Los años pasaron.
Yoongi ahora tenía diecisiete años, estaba por cursar el cuarto semestre de preparatoria, Jimin por otro lado, recién cumplió quince años.
Era el último año de secundaria de Jimin.
Pero a pesar de eso, el cachorro aún no se presentaba. Eso de vez en cuando lo acomplejaba y lo hacía sentir mal, pues a pesar de que ya no le molestaban mucho por el color llamativo de su cabello, si que solían burlarse de él o marginarlo de vez en cuando, diciéndole que se quedaría como un simple beta.
Aunque bueno, lo molestaban siempre y cuando Min Yoongi, uno de los estudiantes virtuosos del prestigioso colegio Génesis e hijo del presidente de estado no se enterará.
Quizá había corrido el rumor de que Jimin era su protegido a partir de lo que pasó con Baek.
En fin.
Volviendo al tema de la casta, Jimin no tenía prejuicios, no le importaba personalmente si se presentaba como un beta e incluso como un alfa. Pero en el fondo de su corazón, él deseaba obtener toda una casta de omega.
Pues pensaba que si se presentaba de otra forma, Yoongi no lo vería de la misma forma.
Pero estaba equivocado. Yoongi no era ese tipo de alfa, no con él.
Aunque tal vez la suerte le sonreiría.
⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆
Aquel día Yoongi estaba algo aburrido, no había visto al mocoso pelirrojo en la entrada del colegio como de costumbre, eso había desanimado a su lobito, pero nada mejor que distraerse con sus amigos para arreglarlo.
O al menos intentarlo.
Sabiendo que Jimin siempre le avisaba si pensaba faltar, o incluso le explicaba la razón del porqué y le contaba alguna anécdota familiar simplemente durante su jornada escolar espero pacientemente a que llegará a mandarle algún mensaje. Se la pasó revisando seguido su teléfono, pero nada.
No fue hasta que un mensaje llegó a la barra de notificaciones que terminó abriendo sus ojos gatunos y taciturnos en grande.
"Hoy me presenté, pero hasta la siguiente semana te diré lo que soy 😆"
Yoongi reprimió una sonrisa y solo pudo soltar una suave risita, con una sonrisa decidió responder al instante con alguna broma de mal gusto. Como siempre, muy propio de él.
— ¿Ahora de que te ríes? La ausencia de tu Fresita comienza a afectarte — se burló Hoseok, aunque el Omega fue totalmente ignorado por el pálido
El alfita en cambio no le prestó atención, no hasta que el Omega le jalo la oreja, bufando le miró mal — no me afecta en lo absoluto su ausencia, es solo que estoy feliz por él...— mencionó gruñendole y mostrándole los colmillos
Hoseok acostumbrado a ello solo le saco la lengua en respuesta. Recibiendo un "estúpido omega infantil" de parte del alfita.
— ¿Porqué? — Namjoon se sumo a la conversación y el más pálido reprimió la sonrisa ladina que amenazó en formarse en sus labios
Soltó algo de aire y se encogió de hombros mientras miraba al alfita ajeno — se presentó... Aunque el muy tonto no quiso revelar su casta, dijo que esperaría hasta la siguiente semana — comentó y sus amigos se mostraron emocionados
Después de todo, Jimin había terminado siendo también amigo suyo. No solo porque siempre parecían querer mimarlo cuando Yoongi no miraba, sino que también por el hecho de que el chiquillo pasaba mucho tiempo junto con ellos.
[...]
Había pensado aquella semana que Yoongi tuvo que esperar para volver a ver en el colegio a su amigo. El hecho de dejar pasar tantos días por su presentación le daba dos posibles opciones, se trataba de un alfa o de un omega y cualquiera de las posibilidades le tenía sumamente lleno de incertidumbre. Todo el fin de semana había estado atormentando con lo mismo a su pequeña hermanita, quien algo confundida solo lo escuchaba mientras se reía. Hasta su madre terminó involucrada y fue cuando le planteo una gran duda.
¿Si Jimin se presentaba como un alfa... Realmente continuarían comportándose como siempre?
Los abrazos... Los apodos cariñosos y las sonrisas llenas de felicidad que se daban, la extraña pero linda química que compartían... ¿Todo eso se quedaría?
Yoongi no sabía si el cachorro contrario estaría dispuesto a seguir...
Y le aterraba pensar en eso, porque él personalmente, no le veía el problema, tal vez simplemente le daba igual la casta de Jimin. Su lobo y él siempre iban a desear estar cerca suyo y protegerlo.
En fin.
En aquellos momentos Yoongi se encontraba plantado en la entrada del elegante colegio, con aquel rostro neutro que con el tiempo se había vuelto parte de su personalidad, sus dos amigos inseparables habían llegado pero sabiendo que deseaba verse un rato con Jimin, le dejaron ser.
No fue hasta que una brisa fresca de la mañana golpeó su rostro pálido que decidió apartar la mirada, ahí finalmente sus azabeches ojos se encontraron con los orbes esmeraldas que Jimin tenía.
En aquellos momentos, por tonto que pareciera, a Yoongi se le detuvo el mundo y quizá fue lo mismo para Jimin, pues tras bajar del auto de su padre se quedó a mitad de la acera mirando al alfita, apretando la correa de su mochila con una sonrisa apenas leve.
Aunque su sonrisa fue aumentando su tamaño apenas sus pies le hicieron caminar donde el mayor. Llego a sonreír hasta el punto en el cual sus ojos se transformaban en medias lunas, sus mejillas se encontraban sonrojadas por el fresco de la mañana y sus pecas por alguna razón que Yoongi desconocía, destacaban más aquel día.
No fue capaz de notar en qué momento Jimin había terminado de acercarse a él, pero cuando eso sucedió, la realidad lo golpeó, todo le cayó como un balde de agua helada.
Un escalofrío recorrió toda su espina dorsal y miro anonadado al menor, sus ojos taciturnos se abrieron de más e incluso boqueo tal como un pez cuando pudo reconocer sus aromas.
Mandarina, limón y fresa.
Su lobo aulló de regocijo.
— y bien... ¿Qué opinas? — la sonrisa juguetona que Jimin le regalaba terminó de hacer que el calor subiera a sus mejillas
Apartando la mirada se encogió de hombros, tratando de restarle importancia aún si ya había dejado en claro su total encanto — supongo que... Que está bien, hueles... tienes una fragancia particularmente agradable — murmuró — totalmente digno de un omega — aseguro aún sin poder mirarlo
Entonces Jimin sonrió pero ahora enternecido por su actitud. Para otros Yoongi pudiera haberse visto algo hostil o desinteresado, pero él sabía perfectamente que su actitud era una máscara para disfrazar su timidez.
— gracias — respondió sonriente antes de darle una palmadita en el hombro — hyung, ahora... Creo que no estabas loquito cuando decías que yo apestaba a mandarina con limón — mencionó divertido
Al recordar aquello, el alfita bufó rodando los ojos — yo siempre tuve razón... Parece ser que sigues siendo un cabeza hueca — se burló antes de volver a mirarle, ahora con una sonrisa ladina
Jimin se contagió y también se soltó a reír — perdona por dudar de tu extraña habilidad para descifrar los aromas ajenos, es que no es normal — comentó antes de tomarlo por la muñeca para arrastrarlo consigo al interior del colegio
— en realidad solo ha sucedido contigo — aclaró dejándose llevar antes de gruñirle — ¿Porqué vas tan rápido?, ¿Tanta prisa tienes de deshacerte de mi? — recriminó y pronto lo escucho reír
Terminó por soltarlo, así mientras le miraba algo curioso — no quiero deshacerme de ti, hyung pero a veces eres algo extraño — insistió y el alfa le gruñó
En respuesta nuevamente, solo pudo regalarle una risita.
Después de aquello, ambos caminaron a la par por los pasillos, subieron juntos las escaleras y Yoongi como de costumbre acompaño al omega hasta su salón de clases, se despidieron y quedaron para verse en las aulas de estudio.
Una vez hecho eso, Yoongi abandono el edificio de secundaria para volver al de bachillerato, sin poder ignorar como su lobo se encontraba chillando y ladrando emocionado, totalmente alegre por la casta del pelirrojo.
Aunque ciertamente también estaban algo sorprendidos. Habían atinado con los aromas del Omega... ¿Jimin también podrá diferenciar sus tres aromas?
Quien sabe.
Quizá podría preguntarles después.
⋆⁺₊⋆ ☾⋆⁺₊⋆
HOLAAAAA
Soy Sofi jeje
Ahora pasaremos a este punto en la historia donde Jimin ya es un poquito más grande, también donde ambos se tienen más confianza jajwnw
Y esto será un poquito lento, al final de cuentas son chiquitos todavía u.u
Bueno
Tmb estoy aquí porque me gustaría mencionar ciertas cosas que debí haber hecho en los primeros capítulos, perdónenme 😭😭
1. Para que entiendan un poquito mejor la dinámica del colegio, si alguna vez han visto Spy x family entonces ya van comprendiendo mi punto jsjwk. El colegio donde Yoongi y Jimin estudian, está fuertemente inspirado en el "colegio Edén" del anime que anteriormente mencioné. Así que por lo tanto, solo asisten hijos de familias en la esfera de gente poderosa o de familias adineradas. En resumen, Yoongi y Jimin son un par de privilegiados jeje
2. Nuevamente, volviendo al anime, si lo han visto, sabrán perfectamente la dinámica amistosa/odiosa entre Damian y Anya. Quiero que sepan que el yoonmin de este fic esta fuertemente inspirado en ellos, por eso el hecho de Jimin pelirrojo de ojos verdes y un Yoongi gruñón jskwnw, me gusta mucho el damanya así que quise jubtarlo con otra cosa que también me encanta: el yoonmin
Bno
Creo que eso era todo de mi parte jaja
Bye
Gracias por estar aquí <33
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