Aquella tarde Yoongi se encontraba con sus amigos por ahí, habían decidido irse a alguna plaza el fin de semana para poder divertirse.

En aquellos momentos habían entrado a una tienda de variedades, había un montón de cosas y bueno, tal vez se encontraba escogiendo algunas cosas que compraría.

Hubo un punto en el cual termino por separarse de sus amigos y ahora se encontraba en la sección de llaveros, habían algunos muy bonitos y no dudo en tomar un para para si mismo.

Mientras miraba, un llavero de fresa llamó su atención y no pudo evitar pensar en el mocoso Park. Suspiro y su pancita se revolvió, pensó un poco antes de tomarlo con la mano temblorosa, sus mejillas se enrojecieron cuando pensó que si llevaba consigo el llavero era como si llevase a todos lados al chiquillo.

No parecía mala idea.

Tomo el llavero de fresa y poco después encontró uno de gato, un gato blanco con mala cara, justo como él.

— ¿Qué estás haciendo aquí, Yoon? — escucho a Namjoon detrás suyo y rápidamente oculto entre las demás cosas el llavero de fresita

— nada... Hay cosas muy simples, deberíamos ir a pagar e irnos — comento antes de alejarse buscando caminar a la caja

Kim le observo ciertamente curioso pero prefirió no decir mucho al respecto y únicamente ir a buscar a su amigo castaño para igualmente poder pagar e irse.

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Tenía alrededor de quince minutos esperando a que Yoongi llegará y comenzaba a creer que no lo haría, también pensaba que era mejor marcharse, se sentía mal estando solito en su mesita sin hacer nada.

Algo particular desde que había comenzado sus tutorías con Yoongi era que ahora difícilmente se le acercaban otros niños, a lo mejor porque no deseaban involucrarse indirectamente con Min.

En fin.

A punto de recoger sus cositas para irse, pudo notar cómo su hyung entraba por la puerta del aula un tanto agitado, parecía que minutos antes había estado haciendo ejercicio y lo confirmo cuando le vio con su uniforme de deportes.

Sonrió  levemente y únicamente pudo tomar asiento nuevamente esperando a que le acompañará. Una vez el muchacho se sentó a su lado le miró curioso, así llevando esa misma mirada a la mochila nueva que su mayor tenía junto con aquel particular llavero.

Era bonito.

— hola hyung — saludo recibiendo un sentimiento como respuesta mientras el mayor sacaba su libreta

— siento llegar tarde... Tenía entrenamiento — comento antes de mirarlo algunos segundos. Odiaba tanto encontrarse con esos bonitos ojos verdes — como sea... Debemos aplicarnos, en unas semanas serán los exámenes y tú no haz mostrado mucho avance — agregó

Jimin simplemente ignoro lo último y se centro en el primer comentario — ¿Entrenamiento? ¿Qué entrenas hyung? — pregunto cómo el curioso niño que era

Yoongi bufo rodando los ojos — básquet, sopenco — respondió brusco — ¿No lo sabes? Soy el mejor, toda la secundaria lo sabe — se quejó — ¿Realmente usas tu cerebro para pensar? ¿Vives debajo de una piedra? — agregó dando un golpecito sobre la frente ajena

Jadeo inconforme y llevo sus manitas a la zona que ahora dolía un poco, formó una mueca y negó — si pienso... Pero no sabía que tú jugaras básquet — se quejó entre pucheros antes de alejarse un poco

— entonces deberías informarte más — soltó antes de bufar — no me digas que vas a llorar como el otro día — se quejó de mala gana

Aunque cuando noto los ojitos llorosos del menor termino por gruñir, ¿Porqué tenía que ser tan chillón?, no quería otra escena vergonzosa.

Así que debía evitar que volviera a llorar.

— ¿Sabes?, te compre algo el otro día pero si serás un mocoso llorón no pienso darte nada — aseguro ganándose su atención — así es, no pienso darte nada si continuas lloriqueando como bebé —

Jimin negó y rápidamente tallo sus ojos buscando deshacerse de cualquier rastro húmedo que estuviera de más. Miró a Yoongi y hasta recorrió la silla para juntarse más — ¿Qué me vas a dar? Yo no estoy llorando —

El pálido chiquillo sonrió satisfecho — que obediente — se burló y mirando un poco a su alrededor termino por sacar de su mochila el llavero de gato que había comprado el fin de semana — yo personalmente me tomé la molestia de comprar esto para ti — agregó orgulloso

Los ojitos verdes del más pequeño brillaron como un par de estrellas y contento tomó el bonito llavero, lo miro con detalle y pronto carcajeó un poco.

— ¡Hyung se parece a ti! — exclamó divertido antes de ponérselo en frente — es un gato malhumorado — agregó

Yoongi frunció el ceño ante su tonto comentario — ¿¡Te doy un regalo y lo primero que haces es atreverte a compararme!? — reclamo enfadado

Estaba enfadado por el hecho de que lo compararán con un gato, claro que si, su sonrojo no se debía a lo bonita que se había escuchado la risita del menor.

No.