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Capítulo 55: Perdida de la cordura.

Tyler POV




—Entonces, como Stefan es estéril, que por cierto, insisto en que confirmes eso, porque viniendo de él no creo nada...

—Y eso haré, hermanito —me interrumpe.

—Bien —continuo— Eso significa que Ashton sería hijo de Luke y eso nos llevaría a confirmar que Brandy cambió los resultados. El de Brooke te lo entrego a ti y ella se quedó con el positivo.

—Justamente eso.

—Mierda.

La conocemos desde que éramos niños ya que su madre trabajaba en nuestra casa. Fue un trabajo de tiempo completo entonces les dimos hospedaje en nuestro hogar e inclusive papá se ofreció a pagar los estudios de Brandy en nuestro instituto, ya que no podía permitírselos. Era como de nuestra familia, la queríamos un montón. Por eso me cuesta demasiado creer todo lo que está pasando en estos momentos —y lo que pasó—, siento que no conozco a esta persona. Es como si me hablaran de otra Brandy Lee.

—Por eso quiero hablar con Luke. Necesita saberlo —dice jugando con su cabello y observando sus puntas— ¿Crees que haya pasado algo? —eleva la mirada hacía mí.

—Quizás solo está ocupado. Los divorcios llegan tiempo, sabes eso —asiente con la cabeza, comprensiva— Y tal vez Brandy lo esté atrasando más. Ya sabes, lo ama.

Emily ríe.

—Su amor me suena a una enfermiza posesividad —suspira— Siento que en realidad Brandy jamás amó a Luke.

—Yo creo que sí, pero ahora solo confunde amor con costumbre.

—También creo que jamás me quiso a mí —dice y ríe amargamente— Quizás tengo un concepto erróneo de la amistad, pero si sabes que tu amiga sigue sintiendo algo por alguien no vas y te casas con él. Repito, quizás estoy equivocada, pero es lo que pienso.

Puedo notar que Emily tiene los ojos cristalizados y eso me hace ir a abrazarla. Pasaron años, demasiados, pero este tema sigue tocando algo en mi hermana. Después de todo es entendible, eran mejores amigas y desde un principio la amistad se terminó por un chico, pero siguieron poniendo falsas sonrisas durante años, manteniendo las apariencias, tirando y tirando de los hilos que las seguían uniendo hasta que lo rompieron, y ahora las cosas están así.

—Daniela me hizo entender que no era necesario que se lo dijera, Tyler. —sorbe su nariz— Ella era mi mejor amiga, me conocía. También era notorio con nuestras miradas y... diablos, me maquille justamente para tener una excusa para no llorar —se ríe.

—Al diablo el maquillaje —limpio una de sus lágrimas— Es importante que te desahogues. No es bueno guardarte las cosas y lo sabes.

—Yo... solo —seca sus lágrimas con la palma de su mano— Solo creo que jamás superaré este tema.

—¿Sigues amando a Luke? —pregunto.

—Sí... pero también amo a Derek.

Suspiro.

—Puedes amar a muchas personas, Em —me aclaro la garganta— Lo pondré así: ¿Sigues enamorada de Luke?

Se queda en silencio. Sus ojos rojos y cristalizados recorren toda la habitación hasta detenerse nuevamente en los míos.

—No lo sé.

—¿Lo estás de Derek? —pregunto arqueando una ceja.

—Claro que sí.

Coloco mi mano en su hombro y aprieto mis labios.

—Solo se puede estar enamorada de una sola persona, Emily.

—Es que... pasaron los años y él me lastimo, ambos lo hicimos. Yo pensé primero en una cara bonita y me olvidé de que estuvo siempre —hace una pausa— Y bueno, él se fue con mi mejor amiga. No sé. Es algo que tengo que pensar.

Creo que si tienes que pensar si estas enamorada de esa persona, no lo estás en lo absoluto. Pero me guardo mis palabras. Me recuesto en mi cama mientras Emily se adentra en el baño para limpiarse el rímel corrido y dejar de parecer un mapache.

Suspiro y cierro los ojos. ¿Cómo estará Sam? Pasaron solo dos horas, pero ya siento la necesidad de preguntarle como está y como llegó. Pero, me guardo esas ganas. Me dijo que no la llamara y sea lo que sea por lo que esté pasando conmigo, no la molestaré y le daré su espacio. Quizás este pequeño viaje ayude a "acomodar" nuevamente su opinión sobre mí, porque estos dos días me trato como si no me soportara.

—Tyler... —la voz de mi hermana me saca de mis pensamientos.

—¿Mjm? —pregunto sin abrir los ojos.

—¿Dónde dijiste que se había ido Sam?

Frunzo el ceño, pero mantengo mi postura.

—A Malibú. Tenía que hablar con Skyler.

—¿Sola? —pregunta nuevamente y por tantas preguntas, abro los ojos confundido y la encuentro con un papel en sus manos.

—Sí, sola —contesto— ¿Qué es eso?

Me entrega el papel, preocupada y saca el celular de su bolsillo trasero.

—Llamaré a Derek —me avisa saliendo de la habitación.

Bueno, primero que nada hable muy en serio cuando dije no me llames, así que luego de leer esto, no se te ocurra hacerlo. Fui a entregar el rescate para nuestros hijos. Loren, Gabriel y Joe saben de esto. Me están ayudando. Así que sólo necesito que mantengas la calma (no será fácil, pero deberás hacerlo) y pronto volveré con nuestros hijos. Repito, no me llames.

Sam

Aprieto mis labios con fuerza al no creer lo que estoy leyendo. Hago bolita la carta de Sam y lo arrojo en algún rincón de la habitación. Es Samantha Donnet, ¿por qué no vi venir algo así y mucho más conociendo lo loca que está? La entiendo, quiere proteger a nuestros hijos, yo también quiero. Pero por Dios, está embarazada y podría suceder algo en ese "intercambio" que van hacer. Podría haber ido yo, después de todo, soy el menos importante. Pero Sam... Demonios.

Tomo mi celular y marco el número de Joe. Estoy enojado, por supuesto que lo estoy, ¿Cómo no me lo dijeron ellos? No hay que pensar mucho al darte cuenta de que dejarás que una mujer embarazada de seis meses que siempre actúa por impulso, como si no tuviera nada que perder, ni hubiera personas que la pudieran perder. Cualquiera con neuronas se daría cuenta de la pésima idea.

—Señor Harrison.

—¿Dónde diablos tengo que ir?

Joe algo incómodo y nervioso, pero sin perder el toque firme de su voz, me indica la dirección, que es en Malibú. Acordamos que durante el viaje me indicaría que hacer cuando esté allá. Cuelgo aun sintiendo como mi corazón golpea fuertemente contra mi pecho. Emily vuelve a adentrarse en mi habitación.

—A Malibú —digo pasando por su lado.

Sophie POV

—Entonces, dime que sabes —digo mientras recorro toda la sala mostrándome indiferente y portando unos gafas de sol negras.

—Tu color favorito es el salmón. Tu fruta favorita es la frutilla. Prefieres el chocolate blanco al negro. Te gusta solo la manzana verde, detestas la roja. Odias la mostaza. Te gusta leer en los días lluviosos y sacar fotos de cualquier cosa que se vea estéticamente bonita. Las tormentas te gustan, solo si estas acompañada. Siempre quisiste tener un elefante como mascota. Detestas el sushi. Estudiaras algo relacionado con la moda... —le interrumpo.

—¿He dicho eso último? —pregunto desconcertada.

—Me arriesgue — Derek se encoje de hombros.

—No acertaste, pero tampoco te equivocaste —contesto— Hay otra carrera que me llama la atención.

—¿Ah sí? ¿Cuál?

—Secreto —me río— Continuamos, ¿dónde tengo una cicatriz?

—Debajo de tu labio superior.

—¿Por...?

—Te la hiciste cuando tenías tres y porque te caíste de la bañera, fue justamente con Emily.

Aprieto mis labios para no sonreír.

—Cinco, sacaste cinco —digo— Hay muchas cosas que no sabes sobre mí.

—Tengo mucho tiempo —se encoje de hombros— Pero tengo hambre, ¿quieres algo? —se pone de pie para ir a la cocina.

Niego con la cabeza en respuesta y me siento en el sofá, observándolo hasta que abandona la habitación. Me permito sonreír abiertamente al ver cómo ha prestado atención a todas las cosas que le estuve contando, que por cierto, estuve más de cuarenta y cinco minutos hablando. Cada rato cambiaba de tema para hacerle más difícil aprender sobre mí y al parecer fue excelente. Me hace feliz saber que quiere saber sobre mí, hasta el momento, no es sólo palabras.

Pienso en Stefan y en lo mal que se encontraba hoy. En mis dieciséis años, jamás lo había visto de esta forma. Tan enfermo, descuidado y triste. Si bien mi padre siempre fue una persona bastante inexpresiva, me daba cuenta cuando las cosas con él no estaban bien. Después de todo, es una persona triste y creo que no puedo culparlo por haber sido como fue. Nunca tuvo una familia. Sus padres no lo quisieron entonces lo dejaron con su tío paterno, quién era un adicto a la cocina y violento, porque lo golpeaba por cualquier cosa que hacía. El modelaje lo salvó de ese lugar, bueno, sólo físicamente porque siento que emocionalmente murió ahí, tras los maltratos y decepciones de su tío. Siento que Stefan sigue siendo un niño, carente de afecto y asustado por la soledad del gran mundo, y recién acaba de despertar, tras enterarse de que es estéril, chocó con la realidad. Se dio cuenta de que lo que lo salvó de morir en ese triste callejón, es lo mismo que lo hundió en una realidad inexistente. Lo tenía todo y a la vez nada.

El celular de Derek vibra sobre la mesa de centro y mi mirada se posa sobre el. El nombre de mi madre ilumina la pantalla y mis ojos van nuevamente por donde él se fue. En ese momento, viene sosteniendo una botella de agua y una manzana verde. Al ver la llamada, deja la botella sobre la mesa y contesta.

—Emily —dice como saludo y me abstengo a reír. Se me hace muy extraño imaginármelo siendo cariñoso con mamá. Por momentos se me olvida que están saliendo o algo así, no se muy bien que son— ¿Qué? No hace falta. Seguramente. ¿Con Tyler? Bien, nos vemos allá.

En cuanto cuelga puedo notar que no es el Derek emocionado y divertido que intentaba conocer a su única hija, más bien se encuentra preocupado y tenso.

—¿Qué pasó? —pregunto arqueando una ceja.

—Ashton, Skyler, todos... —dice y ya me preocupo— Están secuestrados.

—Bien, lo principal es no entrar en crisis —me digo más para mí misma, que para él— ¿Qué vamos a hacer?

Derek me sonríe con ternura.

—Tú te quedas, Soph. Lo siento.

—¿Bromeas? Esto es como una tradición familiar. Tengo que hacer algo —me quejo.

—Mira, Emily me dijo que no te cuente que están secuestrados. Sin embargo lo hice porque eres mi hija y quiero que seamos lo más sinceros posibles el uno con el otro —me dice elevando las cejas— Será difícil quedarte aquí y más con todo lo que está pasando, pero es por tu bien.

Suspiro, fingiendo aceptación.

—Está bien —asiento mirando el suelo— ¿Y ustedes como saben eso?

—Sam se está yendo para entregar el rescate. Pero lo más probable es que la secuestren también y pidan más recompensa, por eso ella se aseguro de hacerle saber a Loren, Gabriel y Joe.

Asiento con la cabeza. Me acerco y envuelvo mis brazos alrededor de su cuerpo, dándole un abrazo corto y seco, porque en realidad es raro abrazarlo. Es decir, siempre fue mi guardaespaldas. No le doy tiempo de responderme, porque cuando quiso ya me aleje.

—Espero que les vaya super —me río— Bueno, no sé qué decir en estos casos. Usualmente estoy secuestrada, así que no puedo decir nada —bromeo y lo hago reír.

—Gracias, Soph —dice y abre la boca para decir algo más, pero finalmente prefiere no hacerlo. Se voltea y se va.

Me quedo sentada en el sofá, esperando a que se vaya para no levantar sospechas. Cuando escucho la puerta principal cerrarse, corro hasta una de las ventanas para observar sigilosamente a través de una de las cortinas cómo arranca el auto y se va.

Retrocedo y voy hasta el teléfono, hago memoria y marco su número. Mientras suena el pitido, espero haber marcado bien. Contesta casi al instante.

—¿Sophie?

—Voy a necesitar tu ayuda.

Skyler POV

La mujer tira de mi brazo al ver que no doy ningún paso, ni pronuncio ninguna palabra.

—Muchachos —dice levantando la voz— Encárguense de las demás.

—¿Cómo que encárguense? ¡De mí nadie se va a encargar! —exclama Olivia intentando escapar, a la manera que puede porque tiene los tobillos muy bien amarrados.

Entran cinco hombres a la habitación donde a nadie dejaron tiempo de hacer algo. Jazmín intenta golpear a uno cuando se acerca a ella, pero él esquiva muy bien sus golpes, finalmente tomando una de sus muñecas y doblando su brazo hacía atrás, haciendo a mi prima chillar del dolor. Heather y Brooke no ponen resistencia alguna. Olivia, por su parte, al ser tomada fuertemente del brazo por uno de estos hombres comienza a moverse intentando zafarse de su agarre, este al cansarse de su comportamiento choca su cabeza contra la de ella, dejándola inconsciente.

—¿Acaso quieres terminar así? —me pregunta la mujer. Niego con la cabeza— Buena chica. Entonces, andando.

Me encuentro nerviosa porque, por más que mi madre haya llegado como supuestamente dijo la mujer, me parecería ilógico y gracioso que nos dejaran libres así como así, si bien pagarán por nuestro rescate, rechazar al pez más gordo, que sería mi madre, sería estúpido. Así que, espero con todas mis fuerzas, que sean estúpidos o mejor, super estúpidos. Porque estoy segurísima de que no entregaran el dinero sin tener personas que los respalden y con ello me refiero a Loren, Gabriel y Joe.

Nos llevan a una habitación en el segundo piso. Los chicos se encuentran ahí con las bocas cubiertas por cinta adhesiva, todos con diferentes expresiones faciales, pero por dentro el mismo sentimiento de miedo y preocupación debe invadirlos. Eithan está completamente sudado y tiene el ojo derecho semi-cerrado y enrojecido, así que supongo que lo habrán golpeado. Ashton también esta sudado y a diferencia de mi novio, a él unos pocos cabellos se le pegan a la frente. Tiene el labio partido y una cortada en uno de sus brazos con sangre seca en él. Liam, bueno, por alguna razón esta con el torso desnudo donde puedo notar que, como mi primo, tiene una cortada pero es en su abdomen, parece más profunda y aún sigue sangrando. Me doy cuenta de que tiene su playera, anteriormente blanca, pero por la sangre absorbida es color rojo carmesí, un poco más oscuro en algunas partes.

—¿Qué les hicieron? —pregunto totalmente preocupada, intentando escapar del agarre de la mujer, pero esta me tira y sostiene con fuerza. Me detengo— ¿Dónde está Thomas?

Miro por todo el salón buscando la mirada de mi mejor amigo, pero no consigo resultados. Liam y Ashton miran el suelo, evitándome, mientras que en Eithan solo puedo detectar la preocupación que me regalan sus ojos verdes. Me estremezco al ver, detrás de esos pasamontañas, como relucen los dientes de algunos de ellos y las miradas divertidas que comparten entre sí.

—¿Desde cuándo hay que dar explicaciones a personas como tú? —pregunta la mujer con tono enojado y subiendo la voz— ¡Atenlas a las sillas!

En las sillas restantes, cada uno va a sentar a cada una. A Olivia la atan por completo porque sigue inconsciente, entonces no puede mantenerse firme en ella. Mientras amarran las cuerdas a mis manos detrás del respaldar de las sillas, me muevo para que sea más imposible que me aten. La mujer con el pasamontañas se acerca, totalmente fastidiada con mi comportamiento, recarga el arma y me apunta.

—¡No nos molestara asesinar a una más así que quédate quiera, maldición! —exclama histérica y entonces me quedo quita, pero no por lo que me hará sino dejo de moverme, sino por lo que dijo.

Thomas está muerto.

Mataron a mi mejor amigo.

Los bellos de mi cuerpo se erizan y me estremezco al pronunciar esas palabras en mi mente. No escucharía nunca más su sarcasmo o lo escucharía hablar pervertidamente de Justin Bieber. Mi mejor amigo se fue y no me despedí. No pude decirle cuanto lo amaba y tampoco podré hacerlo. Al pensar eso parpadeo dejando salir las lágrimas que se estaban acumulando en mis ojos.

—¡¿Por qué lo hicieron?! ¡Son unos animales! ¡Estúpidos! ¡Imbéciles! ¡Los asesinaré con mis propias manos! —exclamo moviéndome hacía todos lados.

—Lo mismo dijeron y mira como terminaron —responde uno de los hombres desde la puerta señalando a los chicos— Solo mira a tu hermano. No quiero asustarte pero podría morir. La hemorragia no se detiene... —canturrea divertido acercándose a mí. Con su mano eleva mi mentón de forma brusca— Pero no te preocupes, pequeña. Tus ojos no tendrán que derramar más lágrimas.

Quito mi rostro mirando hacía un lado. Me producen asco, repulsión, tanto rechazo. Mataron a una persona inocente que jamás podría dañar a nadie, ni siquiera si se lo propusiera. Con las manos amarradas y los pies también, siento tanta impotencia, tanto enojo, tantas ganas de despertar y que todo sea una pesadilla, contarle a Thomas lo que soñé y que me diga que a él no muere, que las personas se mueren por él. Tantas ganas y nada que pueda hacer. Porque esta es la realidad. Mi mejor amigo está muerto.

—Vayan por los fósforos —le indica la mujer al hombre que se acercó a tocarme y a otro más— Iré a avisar que todo salió como se planeaba. Los demás, encárguense de las armas.

Uno de los hombres —y el único que quedó— se adentra en la habitación y está tirando lo que parece combustible a nuestro alrededor, casi formando un círculo. Me siento tan triste que me da casi igual que vayan a prendernos fuego en este momento. No quiero estar sin Thomas, yo...

—Esperen, ¿Dónde está Brooke? —pregunta Jazmín, haciéndome elevar la mirada y mirar nuevamente a mi alrededor. Con todo lo de Thomas, me olvidé de que faltaba una de nosotras y no habría recordado hasta que ella no lo mencionará— ¡Hey, tú! ¿Acaso eres sordo?

—Ignoro voces que no me interesan. Como la tuya. En este momento —responde saliendo de la habitación tras finalizar su orden.

—¡Brooke! —comienza a gritar Jazmín— ¡¿Alguno de ustedes, imbéciles, podría responderme?! —pregunta enojada.

Cierro mis ojos, sin dudas esperando que a ella tampoco le hayan hecho daño. Cuando los vuelvo a abrir puedo encontrarme con la mujer, nuevamente, recostada en la puerta de brazos cruzados y escucho como ríe al ver a Ashton intentando moverse.

—Tranquilo, Romeo —dice divertida— A Julieta no la dañamos. Jamás desobedeceríamos órdenes.

—¿Ordenes de quién? —pregunta débilmente Olivia, quien ha despertado, supongo por el olor del combustible— ¿No eran solamente ustedes?

Uno de los hombres trae la caja de fósforos, entonces la mujer los toma y se acerca a mí.

—Grita, patalea, intenta escapar, pero nadie va a escucharte —me dice disfrutando cada palabra— Quizás, si tienes suerte, podrás encontrarte con tu madre y mejor amigo, lo que sea que haya cuando mueres.

Prende el fosforo y lo lanza detrás de nosotras, para que la espera de nuestra muerte sea más lenta, para esperar que la habitación se consuma por completo. Cierra la puerta tras esas palabras y oímos como utiliza la llave.

Entonces, solo me largo a llorar. Mi madre y mi mejor amigo están muertos. Liam y yo moriremos aquí. Papá y Austin tendrán que seguir adelante sin nosotros, y me pone muy triste porque sé cuanta falta les haremos. Solo espero que logren conseguir la felicidad que merecen después de toda esta mierda.

Fui tan estúpida al creer, por un momento, que podríamos escapar de aquí. Porque jamás podríamos, jamás podría hacer algo así. Solo soy una inútil que ni siquiera serví para proteger a mi mejor amigo de esto. Una vez, cuando idiotas del instituto en New York lo molestaban, le prometí que siempre lo protegería y nadie más podría dañarlo. Y no lo hice, lo mataron y no estuve ahí para evitarlo.

Ya no tengo ganas de nada. Solo quiero que el fuego se aproxime lo más rápido que pueda y me encienda para así después de dejar de sentir, porque no quiero hacerlo.

—Eh... ¿Qué hacemos? —pregunta Jazmín con un tono nervioso.

—Skyler, tu eres la única que no tiene los pies amarrados, acércate al fuego y quema la soga. Como en las películas.

—¿A quién le importa salvarme? Yo no quiero hacerlo —digo sin levantar la mirada.

—No quiero sonar mala pero... ¡¿Puedes ver más allá de ti misma?! ¡Somos siete en esta habitación y no todos tenemos los mismos pensamientos que tú! —exclama enojada.

—¡Olivia! —exclama Jazmín, reprochándole— Sky, sé que este es un momento horrible para ti. Pero piensa un segundo en lo que la tía Sam y Thomas hubieran pensando si te vieran así en este momento.

Me río con lágrimas en los ojos.

—Thomas posiblemente me diría que levante el trasero, que tiene una cita con Justin y no faltara por nada del mundo —digo recordando con tristeza y dolor como él siempre bromeaba con su ídolo.

—Y sé que la tía Sam diría, ¿En serio eres una Donnet? ¡Por todo el helado del mundo! ¡Levántate! —exclama haciéndome sonreír y haciéndome entrar en razón.

A ellos no les gustaría verme rendirme tan fácil, no después de todo lo que hemos pasado. Mamá querría que siga con mi padre, que haga lo posible para volver a estar con Tyler Harrison y salvar la vida de Liam también. Redecirse no es una palabra que utilicen los Donnet.

Me pongo de pie, cargando con la silla detrás de mí y camino hasta el fuego que está formándose a unos metros de nosotros. Al acercar la soga al fuego, cierro los ojos con fuerza sintiendo como mi piel arde con total brutalidad. Si bien es doloroso, sigo manteniéndolo allí para que se queme y espero que sea antes de mis manos o la propia silla porque me quemaría el maldito trasero. Tras unos minutos esperando, la soga por fin cede justo cuando la silla está a escasos segundos de ser absorbida por el fuego.

—¿Skyler? —pregunta Jazmín con cautela.

—Aquí estoy —murmuro sin ganas acercándome a desamarrar la soga.

En cuanto lo hago y se pone de pie, va a ayudar a Olivia, entonces voy por Heather quién se mantuvo en silencio todo este tiempo. Desamarro la soga recordando que hace solo horas nuestra amistad se vio afectada por algo tan tonto como su relación o lo que sea que tenga con mi hermano. Cosa que no permitiré otra vez. Pueden tener lo que quieran, como desde un principio. No perderé mi amistad con Heather.

Cuando termino me alejo para desamarrar a alguno de los chicos, pero Heather me detiene tirando de mi mano. Puedo escuchar como Jazmín le quita la cinta adhesiva a alguien.

—Lo siento. En serio —me dice con genuino arrepentimiento.

—No pidas disculpas. No deberías. Además, ya no importa.

—Sí que debo. Era tu mejor amiga, debía contártelo. Por respeto.

—Sigues siendo mi mejor amiga —aclaro elevando las cejas y recibiendo una sonrisa tímida por su parte.

—Eh, que bonito todo esto de la amistad pero, ¿alguien podría soltarme? Soy muy lindo para terminar hecho cenizas —puedo escuchar decir a Ashton y entonces me volteo para desamarrarlo.

Mientras ayudo a mi primo con las sogas, los demás discuten como salir de aquí.

—Creo que podemos hacer una cuerda con las cortinas o las sogas que utilizaron en cada uno de nosotros, con lo que utilizaron en Olivia podríamos —dice Heather.

—Podríamos, pero el fuego no nos esperará —responde Jazmín— Podríamos saltar de la ventana. No está tan alto. Nos romperíamos un hueso o dos, pero es mejor que morir quemados.

—La única ventana que queda libre del fuego, que tampoco es por mucho, es esa —Liam señala la ventana que tenemos a nuestra derecha— Así que, andando.

Termino con Ashton y me pongo de pie. Olivia abre la gran ventana apresuradamente que nos lleva al balcón, sería buena idea quedarnos allí pero el fuego no piensa detenerse ningún segundo y arrasará con todo en cualquier momento. Me giro para observar y nos queda poco tiempo, estamos muy cerca de tenerlo a dos centímetros. Así que todos seguimos a la rubia.

—¡La piscina! —exclama Olivia con emoción— Es una muy buena idea.

—Si quieres partirte el cráneo, entonces si es una buena idea —dice Jazmín mirando con desaprobación.

—¿Acaso prefieres ser cenizas? Porque yo no —contesta molesta Olivia.

—No prefiero ser cenizas, solo digo que tampoco prefiero morir por partirme el cráneo.

—¡Pues entonces llama un avión privado que venga a recogerte, porque no tenemos tiempo de pensar en posibilidades, solo tenemos tiempo de actuar!

—¡No porque tengas poco tiempo significa que debas hacer actos suicidas, Olivia!

—Bien, bien, bien —interviene Ashton poniéndose en medio de ambas— Lo que no necesitamos en este momento es una pelea de rubias que no tienen miedo de sacar las garras en cualquier momento. Así que cálmense y después les invito un té.

—Hay una escalera. Cerca del jardín de Orquídeas. La vi cuando... —Liam se detiene dándome una rápida mirada y continúa— No importa cuando. Solo sé que la hay y uno de nosotros debe bajar por ella.

—Pues que lo haga la señorita actos suicidas —dice Jazmín con falsa amabilidad.

—Claro que tendría que hacerlo yo porque tú eres una cobarde —contrataca Olivia.

—Y aquí vamos otra vez —dice Ashton entornando los ojos.

—Yo lo haré.

Todos volteamos para ver a la pelirroja que miraba el suelo con determinación. Liam se acerca con dificultad hacía ella y pone la mano sobre su hombro.

—¿Estás segura de que quieres hacerlo? No tienes que hacerlo si no estás segura. Yo podría saltar y... —le interrumpe.

—No podrías, Liam. Solo mira tú herida —dice mirando con dolor. Cada vez sangra más y por poco lo olvido— Yo quiero hacerlo. Soy nadadora, supongo que saltar hacía la piscina para mí no será difícil. Pensaré que es una competencia —sonríe intentando calmar a mi hermano.

—Confío en ti —dice Liam sonriéndole un poco.

Miro inconscientemente a Olivia y ella está contemplando todo con mirada triste. Baja la mirada por unos segundos y cuando la vuelve a levantar cualquier rastro de tristeza se borra.

—El tiempo corre y el fuego también —dice interrumpiendo el momento que se había creado entre Liam y Heather— Si vas a saltar, salta.

Entonces Heather con ayuda de Jazmín se pone de pie en el barandal, estirando sus brazos así manteniéndose en equilibrio. Puedo ver como su respiración se vuelve más agitada, inhala y exhala, buscando tranquilidad aunque es imposible en este punto.

—Afloja las piernas por si no llegas, así no te las romperás —dice Olivia cruzándose de brazos. Todos le dedicamos una mala mirada. Creo que no era el momento— ¿Qué? Lo vi en una película, por Dios —agrega entornando los ojos.

Heather salta, impulsándose hacía adelante y entonces, por lógica, no llega a la piscina. Cae fuertemente en el suelo que desde arriba escuchamos el sonido de su cuerpo impactándose contra el césped bien podado. Casi todos, a excepción de Olivia, murmurando uh cuando esto pasó.

Me preocupo al ver que no se levanta, que sigue en el césped como si fuera una tortilla.

—Yo le dije que aflojara las piernas... —dice Olivia elevando las manos, viéndola desde arriba, negando con la cabeza.

—Bien, entonces ahora saltaré yo —dice Eithan con la intención de subirse al barandal pero Ashton lo detiene.

—No necesitamos que alguien más se rompa las piernas, Eithan —dice Ashton negando con la cabeza— Lo que necesitamos es pensar algo porque siento que me quemo y el fuego ni siquiera llegó a la puerta aun.

—Es psicológico —dice Jazmín.

—No, es porque soy un bombón y el fuego me derretirá —contesta Ashton.

—Miren.

Heather se está levantando, muy lentamente, como si algo le doliera. Bueno, acaba de saltar de un segundo piso, tampoco la culpo por sentir que un camión la arrolló o algo así. Logra ponerse de pie y arrastra una de sus piernas, se mueve con pesadez. El Jardín de orquídeas no está muy lejos de la piscina pero a la velocidad que va la pelirroja, tardará un poco, la verdad.

—¡Agh! —exclama Liam con dolor y se desploma en el suelo. Se sienta y aprieta su playera sobre su herida, con fuerza, apretando los labios con la misma intención. Entonces entiendo.

Le duele. La puñalada, disparo o lo que sea que haya recibido está cobrando en él, posiblemente lo último. Otra razón más para apresurarnos.

Olivia se acerca a Liam y se pone de cuclillas, frente a él. La preocupación invade el rostro de la rubia, mientras que el de mi hermano lo invade el dolor.

—¿Qué te hicieron? ¿Disparo o puñalada? —pregunta preocupada, pasando una de sus manos por su frente sudada, quitando algunos cabellos que se le pegan a la frente.

—Puñalada —contesta mi hermano apenas, con una mueca de dolor.

—Bien, hagamos esto. Dame tu mano.

Liam extiende su mano libre, la que no está sosteniendo la playera llena de sangre, aunque también se encuentra un poco manchada. Olivia la coloca sobre su pecho con delicadeza.

—Siente mi respiración —dice respirando pausadamente— Inhala y exhala conmigo.

—Hasta vivir me duele, Olivia —responde Liam haciendo una mueca de dolor, cerrando los ojos y echando la cabeza hacía atrás.

Olivia sostiene la cabeza de Liam con cuidado y la echa hacia adelante, obligándola a mirarla.

—Mírame a los ojos y respira conmigo. Te hará sentir mejor. Lo primero.

Y así comenzaron. Olivia respiraba pausadamente, entonces la respiración de Liam imitó la suya. Sus pechos bajaban y subían con extrema delicadeza, totalmente sincronizados y sobre todo, calmados. Eso era lo que él necesitaba; estar en calma. De lo contrario la histeria haría que más sangre fluyera, por ende, habría riesgo de que se quedé inconsistente en cualquier momento. Es decir, todavía los hay por lo pálido que está, asumo que no queda mucho tiempo y debemos salir.

Miro nuevamente hacía abajo donde Heather ya está volviendo con la escalera. Le aviso a los demás y en cuanto, la echa hacía nosotros, la tranquilidad llega a mí. Por fin podremos salir.

—Skyler, baja primero —dice Liam con voz serena y firme.

Para no hacerlo enojar y que se altere, hago lo que me ordena, pero sólo porque no quiero que muera desangrado. Al poner mis pies sobre el primer escalón —gracias a que Eithan me ayudó— miro a Liam sentado en el suelo, pálido y con gotas de sudor en todo su cuerpo. Me dedica una sonrisa débil e intento devolvérsela, pero lo que me sale es una mueca espantosa. Bajo los escalones con rapidez para darle lugar a la persona que sigue que es Jazmín.

—¿Qué te rompiste? —le pregunto a Heather mirándola de pies a cabeza.

—Sorprendentemente, nada —contesta asombrada— O quizás todo. ¡Me duele todo! Pero puedo mover todo a la perfección, bueno, casi todo, mi pierna al pisar me duele. Seguí el consejo de Olivia —admite.

Oh, al final era verdad eso de aflojar las piernas.

En cuanto Jazzy baja nos indica que tenemos que seguir caminado y buscar la salida. Pero antes tenemos que saber que ocurrió con Brooke, ¿Dónde demonios está? O mejor dicho, ¿Dónde la tienen?

—¿Y Brooke?

—Liam cree que podrían habérsela llevado ya, de lo contrario, no podrían esconderla en ningún lugar. La casa se está quemando.

Ashton, después Eithan llegan al piso. Miró hacía arriba esperando ver señales de Olivia y Liam, pero nada, lo cual me hace sospechar.

—Bien, andando. Hay que buscar a Brooke —dice Ashton comenzando a caminar en dirección a la entrada.

—Espera —lo detengo— Todavía faltan Olivia y Liam.

—Sí, eh, ellos nos alcanzarán enseguida.

Eithan toma mi mano y lo veo desconfiada. Finalmente accedo, después de todo, es mejor hacer las cosas rápido. Caminamos en dirección a la entrada. Sin que los demás se den cuenta, tomo una pala que estaba junto a las cosas de jardinería que estaban cerca de la piscina. Es mejor ir armados por las dudas. Apresuramos el paso, pero nos detenemos en el momento que escuchamos una voz. Nos escondemos detrás de unos arbustos.

—¡¿Cómo que no está?! —puedo reconocer al instante que es la voz de la mujer que nos secuestró.

—No está. Jason la libero unos segundos porque le dolían las muñecas y entonces escapó. Será mejor que nos vayamos.

—¡No podemos irnos sin ella! ¡Debemos cumplir el plan! ¡Rodeen la casa! ¡No nos iremos sin ella!

Frunzo el ceño. ¿Plan? ¿Hay un plan además de quemarnos vivos y luego largarse? ¿Y por qué quieren a Brooke?

Se dispersan. Bien, ahora toda la casa está rodeada. Aprieto más la pala hacía mi cuerpo. Eithan, que viene caminando a mi lado, despeina su cabello incomodo, como si se encontrara nervioso. No presto mucha atención y solo mantengo la mirada en el camino, sintiendo que en cualquier momento alguien podría venir y tomarnos por sorpresa. No quiero más heridos.

—Vamos a separarnos —dice Eithan en un momento, deteniendo nuestro paso— Un grupo que vaya por la salida a buscar ayuda y otro que busque a Brooke.

—Brooke debe haber escapado. ¿Si no dónde estaría? —dice Heather negando con la cabeza— Vayamos todos a la salida.

—Yo no me iré de aquí sin Brooke, Heather —contesta con tono duro Ashton, entonces la pelirroja no piensa llevarle la contra y se calla— Jazmín y tú vayan a la salida.

—No pienso irme sin Brooke y Liam —dice Jazmín— Somos familia, ¿recuerdan? No debemos abandonarnos.

—Entonces sigamos caminando.

Seguimos caminando bajo la luz de la luna por el enorme patio de la mansión. Elevo mi mirada, encontrándome con las ventanas de la casa, fuego se ve desde adentro como poco a poco, todo va siendo absorbido. Un poco lento porque la mayoría es mármol y es difícil incendiarlo, además creo que gastaron todo el combustible en la habitación donde nos encontrábamos, que era lo principal incendiar.

—¿Estas bien? —me pregunta Eithan en un susurro que solamente yo puedo escuchar.

—No.

—Oh, claro. Yo... que estúpido.

Niego con la cabeza restándole importancia. La verdad lo menos que quiero es hablar de cómo me encuentro yo. Lo principal en este momento es salir todos sanos y salvos, luego habrá tiempo para sentirse mal. Miro hacia atrás pensando en Liam y Olivia, que se quedaron atrás. El estallido de las ventanas nos sobresalta y Eithan me pega a su pecho, aferrándome a él como si fuera lo más preciado que tiene. Pero eso solo dura un momento, porque tan pronto como me asusto, pasa y me alejo, dándole una mirada penosa.

—¿Podrían apurarse? —pregunta Ashton, caminando a unos metros de nosotros.

—Discúlpame, solo tengo una pierna rota —dice Heather sin ánimos de conversar.

Seguimos caminando hasta que Ashton se detiene porque uno de los hombres se acerca a él para pelear. Me detengo sin saber qué hacer y recuerdo la pala que tengo en manos. Exclamo:

—¡Ashton, toma! —le digo arrojándole la pala, que logra tomar con facilidad.

El hombre aprovecha que se distrajo dos segundos para tomar la pala y entonces le propicia un golpe en la mejilla izquierda, haciéndolo tambalear y caer al suelo. Entonces Jazmín suelta un gruñido.

—Te haré ver estrellas —dice acercándose enojada.

El hombre se ríe e intenta golpearle en el rostro a mi prima, pero ella lo esquiva y su puño termina en su hombro. Suelta un quejido pero al instante patea su estómago haciendo que este se incline, entonces Ashton re reincorpora y coloca el largo de la pala sobre su cuello.

Bien, al parecer que la única que no sabe pelear en mi familia soy yo.

—¿Dónde está Brooke? —pregunta Ashton.

—No sé.

—¿Dónde diablos esta Brooke? —pregunta apretando más la pala a su cuello, haciendo que el hombre habrá la boca para respirar. Jazmín le quita el pasamontañas dejando ver su rostro. Sus ojos azules como el mar lo observan aterrorizado, intentando inspirar lastima, pero lo único que me causa es asco al saber que él participo en el asesinato de Thomas— ¡¿Dónde está?!

—Se nos escapó. Queríamos... llevarla —contesta como puede, debido a que se está quedando sin respiración.

—¿A dónde? —pregunto acercándome.

—C-con... ella...

Jazmín me dirige una mirada confundida.

Puedo ver que hay algo entre las sombras, detrás de Eithan, entrecierro mis ojos para ver mejor y puedo darme cuenta de que es un hombre.

—¡Eithan, cuidado! —exclamo.

Eithan sorprendido se voltea justo a tiempo cuando el hombre lo quería estrangular con una manguera. Lo sostiene de un hombro y con la otra mano lo golpea fuertemente en su ojo derecho. Me pregunto, ¿por qué diablos no usan sus armas? Bueno, a la vista parecen no tener ninguna pero vamos, están planeando un secuestro. Eithan, como parece tener todo esto más claro que el propio secuestrador, logra rodearlo con la manguera en el cuello.

—Skyler, ayúdame a amarrarlo.

Me acerco mientras escucho como Jazmín y Ashton insisten en sacarle información al otro tipo. Le quito el pasamontañas a este y al ver su rostro, tan aterrorizado por el simple hecho de que cree que lo mataremos y le doy una bofetada. Eso parece sorprender a Eithan que me observa atento. Le doy otra bofetada y esta vez con mucha más fuerza que la anterior, luego sigue otra y luego otra, y así hasta que comienza a salirle un poquito de sangre del labio.

—¡¿Por qué lo mataron?! —pregunto al borde de las lágrimas. Sintiendo que estoy en un estado completo de histeria.

—Basta —me dice Heather con tranquilidad sosteniéndome por los hombros— No vale la pena.

Me detengo y me calmo. Puede ser, pero son años en prisión y eso no traerá devuelta a Thomas. Con Heather ayudamos a Eithan a atarlo en las columnas que sostienen el techo de la galería. La manguera es bastante larga por lo que al atarlo sobra un poco y entonces amarramos también al otro sujeto que Ashton y Jazmín dejaron inconsciente.

—¿A dónde creen que van? —pregunta una voz enojada. Entonces vemos a la mujer que nos secuestró, revelando su rostro. No parece tener más de treinta años y jamás la había visto en mi vida. Sus ojos marrones brillan con malicia y enojo, apuntando con la pistola a todos nosotros, moviéndola frenéticamente— Todos al suelo. Recuerden, lo único que pierdo son balas.

Hacemos lo que nos dice. Nos arrodillamos en el suelo, elevando nuestras manos. Ashton arroja la pala lejos de él con una expresión de molestia absoluta. La mujer se queda mirándonos, sus ojos se mueven con rapidez de unos a otros.

—¿Dónde está Brooke? —pregunta— Ella sabe muy bien que tenía que quedarse con nosotros, desde un principio.

—Eso queremos saber nosotros —contesta Ashton.

Puedo visualizar tres figuras negras a lo lejos y frunzo el ceño. Se esconden en las sombras que proporcionan la galería que rodea la casa. Caminan con lentitud de no hacer ruido, así que pongo que por fin llegaron.

—¡Solo ustedes deben saberlo! Revisamos todos los lugares. Solo hay dos posibilidades de que este afuera o... —se detiene en seco y observa el suelo con la boca abierta, sin creerlo— ¡Adentro! —exclama dispuesta a voltearse.

—¡Las manos en alto! —exclama una voz femenina bastante conocida para mí.

La mujer voltea dispuesta a atacar pero entonces se da cuenta de que son tres contra uno y difícilmente ganara. Daniela, Loren y Caroline están sosteniendo armas, apuntando sin miedo de disparar. Está dispara hacía Daniela, pero como tiene un chaleco antibalas, eso detiene el golpe, pero si la hace caer sorprendida por el impacto. Caroline dispara a la pierna de la mujer haciéndola soltar el arma por el dolor se tira al suelo. Loren se acerca para esposarla.

—¡Jazzy! —exclama la tía Caroline yendo a abrazar a Jazmín.

Daniela se reincorpora con molestia mirando el chaleco haciendo una mueca. Eithan me ayuda a ponerme de pie y entonces ella se acerca a nosotros.

—¿Están todos bien? —pregunta mirándonos a los cuatro— ¿Dónde está Olivia? —le pregunta a su hijo.

—Ella... —dice mirándome de reojo, incomodo.

La ventana que daba a la galería se rompe en mil pedazos, el sonido es estruendoso logra hacernos taparnos los oídos a todos. Una silla está a mitad de la ventana y entonces nos acercamos mirando confundidos, luego de que el impacto auditivo pasa. Pensaríamos que fue el fuego, que hizo que las ventanas de arriba explotaran, pero todavía no invadió toda la sala de estar. El rostro de Olivia se deja ver dentro del humo que hay adentro.

—¡Ayúdenme! —exclama.

Ashton viene con la pala y entonces comienza a romper lo que sobra de la ventana, quitando la silla de allí la arroja a un lado. Puedo ver que Brooke carga con Liam, parece costarle sostenerlo puedo notarlo por las muecas de su rostro. Mi primo y Eithan se adentran en la casa, con ayuda de Jazmín y Olivia lo sacan de la casa con cuidado de no lastimarlo con los vidrios que quedaron desprendiéndose de la ventana.

—¡Llamen una ambulancia! —exclamo viendo que Emily se acerca descalza con un chaleco antibalas puesto.

—¿Quién esta...? ¡Ay, por Dios! —exclama horrorizada al ver la sangre de mi hermano y verlo casi inconsciente— Vinimos con paramédicos. Iré a llamarlos —dice yéndose con rapidez.

Brooke sale de ahí y lo primero que hace es alejarse. A lo que Ashton la sigue. Los paramédicos vienen con una camilla que tan pronto como llegan, Liam se desvanece en el suelo. Me preocupo y mis ojos comienzan a llenarse de lágrimas otra vez, pero no lloro. No es tiempo. Lo suben a la camilla y solo me quedo en silencio, observando como Olivia y Heather discuten por quien de las dos irá con él. Finalmente, la pelirroja no puede, por su pierna también tendrán que atenderla a ella. Así que la rubia se va con él.

Eithan me toca el brazo y dejo de estar mirando al suelo. Lo miro y no puedo decirle nada, porque por alguna razón las palabras no salen de mi boca. Pero miro en dirección a Ashton y Brooke.

—¿A dónde te iban a llevar? —pregunta Ashton sin sentimiento en la voz.

—Yo...

—¿Sabías desde un principio que todo esto iba a suceder? ¡Contesta! —dice enojado.

—Yo... —dice. Su labio inferior tiembla— ¡Lo siento! ¿Sí? ¡No pensé que todo esto iba a suceder! ¡Ese no era el plan!

Ahora todos escuchamos su conversación. Brooke se voltea dándose cuenta de todas las miradas sobre ella y se abraza a sí misma. Una lágrima se desliza por su mejilla. Daniela se acerca con los ojos entrecerrados.

—Habla —le dice con un tono suave, casi maternal.

—Mi mamá... planeo todo esto, desde un principio y yo... no quería formar parte —niega con la cabeza y sorbe su nariz— Tampoco iba a hacerme formar parte pero soy... una maldita curiosa.

>>Una vez entre a su habitación buscando maquillaje o algo así, no recuerdo muy bien qué. Nadie estaba en casa, solo yo. O eso creía. Al entrar en su habitación encontré unos una carpeta, ahí había fotocopias de un diario, después había fotos de casas, de esta casa. Números, nombres de diferentes personas, las que forman parte de este secuestro. No entendía que era todo eso, así que quise alejarme, pero cuando quise hacerlo me di cuenta de que no estaba sola. Mi madre estaba allí y tras regañarme por espiar en sus cosas, me contó todo con una sonrisa y muy orgullosa. Que quería secuestrarlos y matar a la tía Sam, me contó su historia. Guardaría silencio porque es mi mamá, ¿saben? Eso pensé. Esa misma noche y los días siguientes lloré un montón porque mi madre estaba perdidamente loca. Por eso los lentes de sol... —sorbe su nariz y traga su saliva— El plan era que los secuestraria, pero solo para asustarlos. Que yo los trajera hasta aquí, con la excusa de que quería un viaje familiar y que esta era la casa de mi abuela. Yo nunca pensé que... alguien, que Thomas, moriría y que intentarían incendiarlos. Eso no era parte del plan. Eso... no me había contado mi mamá. Me había engañado.

—Mamá... —dice Eithan mirando a Daniela. Quién simplemente asiente con la cabeza.

Olivia sonríe misteriosamente.

—Sí. Mis investigaciones dieron a la persona correcta: Brandy Lee —asiente Daniela con lentitud— Desde un principio sabíamos que Brandy estaba involucrada en todo eso pero no dijimos nada porque no había una razón para que ella quisiera dañar a Sam. Además, todos pensaban que yo estaba loca y estaban encantados con ella. Jamás me hubieran creído. Entonces mandé a mis hijos y a Drake a eso; infiltrarse en la familia y protegerlos. Le envié el diario a Jazmín porque justamente sabía que Brandy era lo suficientemente astuta para tenerlo en sus manos. Para que crea que yo en realidad pensaba que estaba loca y que no sabía nada del control mental que ella había ejercido en mí. Creyó que estaba muerta, como todos, pero al ver a Olivia comenzó a investigar si seguía viva o no porque mi hija es muy parecida a mí. Brandy consiguió saber la verdad. Supo que seguía viva, pero no dijo nada de eso. Al contrario, siguió planeando todo, con más cautela, mucha más. Esto no lo vi venir.

Derek y Drake vienen hacía nosotros, el primero tecleando en su celular. El segundo se detiene para hablar con su hija.

—Ya los esposamos a todos. La policía ya se los llevó —nos dice Derek acercándose y viendo la camilla desaparecer por la esquina de la galería— Los bomberos se están encargando.

—¿Dónde está a mi madre? —pregunto sin ganas.

—Eso es lo que no sabemos, Skyler —responde haciendo que frunza el ceño— Ella nos pasó esta dirección, pero no hay rastros de ella. Ni los secuestradores la han visto llegar.

¿Qué?

—¡Emily! —puedo escuchar la voz de mi papá a lo lejos y luego ver como corre hacía nosotros. Su cabello está despeinado y su respiración agitada— Stefan acaba de llamarme. Brandy tiene a Sam y a Luke en otro lado. Me pasó la dirección. La policía está en camino. Sophie está con ellos.

—¡¿Cómo qué Sophie está con ellos?! —pregunta escandalizada.

—Oh, diablos —murmura Derek.

—¿Acaso le diste permiso a tu hija de dieciséis años de ir a salvar un secuestro? —le pregunta Emily enojada a Derek.

—Mamá, es Sophie —dice Ashton alejándose de Brooke, mientras ella está siendo cuestionada por Daniela— Por supuesto que se escapó.

—Bien. Andando —dice mi papá y se detiene para verme unos segundos, luego me pega a su pecho y me abraza. Cierro los ojos aspirando su aroma, sintiendo la tranquilidad de sentirlo otra vez, porque hace un rato creí que ya nunca más lo haría— Eres fuerte, niña floja.

Solo asiento con la cabeza porque sé que no es así. Cuando todo esto termine me derrumbaré.

Luego de eso, se va junto a la tía Emily y Derek. La tía Caroline se acerca a nosotros diciendo que nos llevará a todos a su casa, donde se encuentra el tío Nick con los mellizos, Austin y Melanie. Supieron de esta última porque la mamá de una de sus amiguitas es amiga de la tía Caroline y le contó que Brandy había dejado para que jugaran, pero no volvió. Brooke está totalmente destrozada y Daniela la abraza, dándole su apoyo.

—Ashton... —dice Brooke con la voz congestionada.

—Voy al hospital para saber de Liam —dice el rubio, ignorando el llamado de su novia.

—Voy contigo —dice Jazmín. Me mira a mí— ¿Vienes?

Abro la boca para responder, pero Eithan contesta antes.

—Nos vemos allá. Yo la llevo.

La tía Caroline, Daniela y Drake se llevan a Brooke quién está totalmente dolida por todo esto y debe ser que mucho más por el hecho de que Ashton y Jazmín no quieran hablarle después de esto. Aunque siendo sincera también me siento traicionada, de igual forma estaría a su lado para ayudarla a superar lo de su madre, pero siento que ni siquiera sirvo para darme apoyo a mí misma.

Me quedo a solas con Eithan y entonces me siento en el suelo. Miro unos segundos a la nada. Pienso en Thomas, en sus bromas con doble sentido, las charlas como mi diario telefónico, las veces que poníamos canciones y hacíamos karaoke, su obsesión por Justin Bieber, y lloro. Me acurruco junto a la pared, abrazando mis piernas y sintiendo como la cabeza ya me comienza a doler de tanto llorar. Siento la mano de Eithan en mi espalda, pero lo ignoro y sigo llorando. Solo quiero estar sola y dormir, y cuando me despierte ver que todo esto es un maldito sueño.

—Harrison...

—¿Por qué Thomas? —pregunto entre sollozos, más para Dios, que para Eithan— Él era una gran persona, ¿por qué tuvo que pagar por la locura de los demás?

—Justamente porque es una gran persona. Las buenas personas tienden a pagar la mierda de otros —dice y me volteo. Sus ojos verdes me observan con tristeza y pesar— Esto es una mierda, sí. Te sientes mal y eso está bien, puedes llorar y desahogarte todo lo que quieras. Pero luego te levantaras y lucharas por superar esto. No por mí, no por tus padres, ni por Thomas, por ti misma.

Me quedo viéndolo porque tiene razón. Lamentar la perdida de mi amigo, sentirme miserable no hará que vuelva. Lo cierto es que se fue y no volverá, y pensarlo solamente, me duele como si me apuñalaran el corazón repetidas veces. Pero tengo que superarlo, por mí misma.

—Mierda. ¿Te hice sentir peor, no? No soy bueno con las palabras...

Me río.

—Cállate y abrázame.

Y me escondo en sus brazos. Sentir la respiración calmada de Eithan hace que me sienta más tranquila con todo lo que está ocurriendo. El paradero de mi madre, la muerte de Thomas, Brooke implicada en todo esto, Liam en el hospital. Simplemente siento ganas de morirme en este preciso momento. Quiero que pare, que el dolor se detenga y sea sólo un sueño. Yo...

—Skyler...

—¿Sí?

—Thomas...

Una punzada. Eso siente al escuchar el nombre de su mejor amigo.

—No hablemos de él.

—No, pero...

—En serio, no tengo ganas de hablar de Thomas.

—Skyler, Thomas esta...

—En un lugar mejor ya sé. No hace falta que me hables como a una niña.

—¡Skyler, Thomas esta justo allí!

Al escuchar a Eithan mencionar eso me separo con rapidez de él para ver el cuerpo de mi mejor amigo arrastrarse desde el camino del jardín de orquídeas. Rápidamente mis piernas se mueven para acercarse a Thomas. Apenas puede seguir respirando.

—¡Eithan una ambulancia! ¡Ya! -exclamo sintiendo mi ritmo cardíaco volverse loco.

Antes de que termine de ordenarle, Eithan ya está de pie y corriendo en busca de la demás ayuda médica.

—¿Cómo... como es qué? —ni siquiera puedo hablar. Siento lágrimas de felicidad deslizarse por mis mejillas— ¿Cómo es que estas vivo? Tu... no...

Thomas, quien mantenía sus ojos cerrados, los abre por unos segundos y me sonríe dolorosamente.

—Dicen que hierba mala nunca muere, ¿no? —dice antes de desvanecerse en mis brazos.

—¡Eithan! —grito esperando por la ayuda médica, mientras siento mis manos húmedas por la sangre que Thomas está perdiendo.

Sam POV

Abro mis ojos de a poco la luz me ciega por completo y parpadeo esperando a que se acostumbren. Intento mover mis brazos, pero no puedo, están detrás de mi espalda y me molestan. Me muevo otra vez, pero con más fuerza y puedo sentir como mis muñecas arden y duelen. Ya con los ojos abiertos, observo mi entorno y recuerdo perfectamente donde estoy, y que pasó antes de olvidarme por completo.

—Tengo calor —dice Brandy sorprendiéndome, detrás de mí— ¿Tú no tienes calor?

No respondo a eso. Puedo ver como sobre uno de los muebles de la habitación se encuentra mi celular completamente roto. Bueno, era un celular que compre un día antes, idéntico al mío para que piensen justamente que al romperlo, me quedé sin "protección". Pero mi celular original y con mi chip, el cual pueden rastrear con facilidad —que no es necesario porque saben la dirección—, ya que está a salvo y bien escondido en mi auto.

—¿Dónde está Luke? —pregunto.

—En el sótano —contesta con diversión— La debe estar pasando peor, porque ahí no hay aire acondicionado —agrega burlona mientras se sienta frente a mí.

Teniéndola a sólo centímetros de mí, puedo ver a la misma Brandy de siempre. Bien arreglada, con su cabello negro, ojos marrones con pestañas kilométricas y sus voluminosos labios pintados de un rojo velvet. Es increíble pensar que debajo de toda esa fachada de chica bonita y perfecta, es una psicópata y manipuladora que necesita ayuda psiquiátrica. Increíble.

—¿Por qué haces todo esto? —pregunto sin poder comprender.

Brandy suspira y comienza a observar sus uñas esculpidas de color negro. Tranquila, como si no fuera la líder de un enorme secuestro y más de cuarenta años de prisión la esperarán afuera de esta casa.

—Hace muchos años hubo una mujer llamada Stacy que, bueno, ella nunca pudo tener una educación, ni algo tan simple como el afecto de padres porque creció en un orfanato. Cumplió dieciocho años y la echaron. Sin estudios, ni familia, prácticamente sola en el mundo... —sonríe con tristeza— Terminó consiguiendo empleo en la casa de una familia que tenía empresas, estaban volviéndose conocidos y el negocio era super prospero. Así que la necesitaban ahí siempre. Vivía en esa casa. Sus jefes la querían. La pareja era adorable, muy cariñosos. Tenían tres hijos, aunque el menor había decidido vivir por su cuenta, alejado de toda la locura de la administración y gestación de empresas. Todo iba genial. Hasta que... llegó el hijo mayor.

>> En sus dieciocho años jamás había tenido algún tipo de relación, ni siquiera le había parecido lindo un chico y esas cosas. Así que, cuando el hijo mayor comenzó a coquetear y a cortejarla, por supuesto que para ella lo fue todo. Pero había un problema, ese hombre estaba comprometido. A ella no le importó porque creía que la amaba de verdad —se ríe secamente— Se acostaron un par de veces, él obtuvo lo que quiso y la dejó. Como si fuera un trapo sucio. Rompieron su corazón por primera vez. Dos semanas después, este hombre y su prometida se casan. Dos meses después la empleada se entera de que está embarazada. Esa chica fue ingenua al creer que contándole a la esposa del hombre, las cosas cambiarían y ella lo dejaría. ¿Sabes qué hizo la esposa? Que, por cierto, para tener veintiún años era muy inmadura e imbécil. La acusó de robar una de sus joyas y eso causó su despido. Nadie dijo nada. Sólo la echaron, embarazada y nuevamente sola. Tiempo después consigue trabajo por la mañana en un café y a la noche en un bar, todo para poder pagar una diminuta habitación maloliente y horrible donde criara a su bebé en camino. Un día por un periódico se entera de que la esposa de este hombre está embarazada y pronto dará a luz. Eso la enfurece, ¿por qué ese bebé si tendrá a su padre y el mío no? Fue una de las preguntas que abundaba en su mente. Indignada y con la poca dignidad que le quedaba, volvió a la casa. ¿Sabes que hicieron cuando llegó? La mandaron a la cárcel, por supuesto allanamiento a propiedad privada y agresión. Ella fue tranquila, llamó a la puerta, permiso y por favor, ¡Y la maldita la mandó a la cárcel! ¡Sólo fue a buscar al padre de su hija! ¡A pedir por los derechos de ese bebé! —a este punto sus ojos se encuentran cristalizados y al borde de rebalsar— Tuvo al bebé en la cárcel, no tenía con que, ni quién pagará la fianza, entonces tuvo que cumplir los siete años de cárcel. La pequeña niña que nació fue a parar a un orfanato donde la paso tan, pero tan mal. Al salir de la cárcel fue por su hija, le concedieron tenerla nuevamente por el buen comportamiento. Trabajó en otra casa de familia rica, con la suerte de no encontrarse más un hombre como el padre biológico de su pequeña hija. Pero, todo eso tuvo que pasar por una mujer insegura y malvada, a la que todos querían y adoraban. Su hija, Samantha lo tenía todo, tenía los juguetes y ropa que quisiera, pero sobre todo tenía un padre. ¿Y Brandy? Brandy no tenía absolutamente nada.

Mis ojos están cristalizados al escuchar ese relato y me encuentro tan confundida, y sorprendida porque claramente estamos hablando de la historia de su madre Stacy, Marilyn y Edward. Pero me es imposible imaginarme a mi madre haciendo todo eso, porque vamos, ella no era para nada mezquina, ni mala, siempre quería el bien para todos. Y... sobre Edward, no sé nada porque conviví la mayor parte de mi vida con James, entonces no puedo dar fé de que él nunca haría eso. Yo... estoy confundida, son muchas cosas las que pasaron y no hay nadie que pueda probar o negar nada.

Brandy se seca sus lágrimas, limpiando con cuidado de no estropear su maquillaje. Al finalizar sonríe, intentando mostrarse indiferente ante este horrible y triste relato, pero por cómo flaquea su sonrisa y pestañea repetidas veces, se nota que le duele y quiere llorar.

—Esa fue la hermosa historia de Samantha y Brandy. Basada en hechos reales, por cierto —bromea acomodando su cabello.

—Escucha, lo siento —digo sintiéndolo realmente. Ella ladea la cabeza, con una pequeña sonrisa— En serio lamento tanto por lo que tu madre y tú tuvieron que pasar. Yo jamás imaginé que algo así pudo haber sucedido en mi familia, no sé cómo era Edward, pasé la mayor parte de mi vida sin él también. Nuestro padre murió, Brandy.

Se ríe con confusión.

—¿Acaso crees que soy estúpida, Samantha? —pregunta con lentitud, diciendo con firmeza y enojo cada palabra— ¿Te sientes superior a mí al contarme eso? ¡Dime!

Saca el electro shock de su bolsillo y lo coloca sobre mi brazo izquierdo haciéndome sentir un dolor agudo y estremecedor. Cierro mis ojos con fuerza mientras de mi boca se escapa un grito y seguido de súplicas. Me refuerzo en la silla, lastimándome así aún más las muñecas. Cuando me deja en paz, me doy cuenta de que fueron segundos que parecieron eternos. Mi pecho sube y baja, al mismo ritmo que los latidos de mi corazón.

—¡Por supuesto que lo sabía! Mi madre se encargó de que él muriera —se sienta nuevamente frente a mí, tranquila e indiferente— La familia de la que te hablé son Sarah y Jack Harrison. Fueron en verdad, los mejores. Los quiero como si fueran mis padres, me dieron todo. Mamá no tenía idea de que ellos eran amigos de los Donnet, por eso cuando Sarah le mencionó sobre la cena que harían y de cómo ustedes vendrían desde Los Ángeles. Una oportunidad de cobrar venganza que no podría desperdiciar. Mamá convenció, digamos al conductor del camión para que chocara.

—¿A qué te refieres con convenció?—pregunto sin comprender en absoluto lo que dice y haciendo tiempo para que vengan a rescatarme. ¿Cómo convences a alguien de suicidarse?

Veo en los ojos brillantes de Brandy el resentimiento y el dolor llevados a otro nivel, cruzando la línea y tocando la pérdida de cordura.

—Manipulación o control mental, como quieras decirle. Era excelente en eso —sonríe recordando— Me enseñó también. Así como seguí la tradición y le enseñé a Brooke. Es sólo cuestión de analizar a la persona, si es débil mentalmente. Tienes que observarla, hacer contacto visual e intentar que tu voz le genere paz. Entonces entrará en un estado de trance, donde la voz que guiará lo que hagas serás tú, por ende no recordará las cosas que hizo. Es como si los hicieras salir de sí mismos para introducirte tú.

—¿Así es como lograste controlar a Daniela y Jessica? —ella asiente con la cabeza— ¿A quiénes más les hiciste eso? —pregunto sin ocultar mi rechazo.

—A nadie más, aunque cueste creerlo. Sólo fue cuestión de controlarlas a ambas y los demás sólo las obedecían. Jessica tuvo una aventura con Tyler así que era perfecta para ser parte de esto. Que ella buscará destruirte tenía sentido, después de todo la explicación sería que todavía estaba enamorada de Tyler —dice como si fuera algo sin importancia lo que cuenta— Y Daniela bueno, fue tu enemiga de la secundaria, aunque con ella pasó algo que jamás sucedió antes, por lo menos a mi madre no. Me metí tanto en su mente que le cause un colapso mental. A ella la manipule más que a Jessica por el hecho de que pasaba tiempo contigo, era tu mejor amiga. Con el tiempo sus pensamientos más los míos la fueron confundiendo. Por eso la pobre creyó que tenía trastorno de identidad múltiple. Creo que lo siento por eso.

Me enoja tanto que diga "creo que". Su madre se encargó de que mí, bueno, nuestro padre muriera. Básicamente arruinó la vida de Jessica al meterla en esto. Era una exitosa abogada que terminó en una cárcel. Daniela pasó años horribles en un psiquiátrico haciéndose daño, tuvo que fingir su muerte para escaparse básicamente de su control y pasó el resto de los años en la clandestinidad planeando e investigando a la persona que le hizo todo eso. ¿Y ella sólo cree sentirlo?

—¡Oh, miento! —exclama elevando su dedo índice— A algunas personas más como la última vez que te secuestraron y bueno, ahora las que tienen a los chicos.

—Déjalos libres. Ellos no tienen nada que ver en todo esto. Si me querías a mí sólo tenías que decirlo, ¿qué ganabas con lo demás? —pregunto enojada. Por un momento olvidando que tiene un electro shock en la mano y podría usarlo en cualquier momento, otra vez.

—Hacía todo más divertido, ¿quizá? —sonríe.

—¿Te parece divertido haberle arruinado la vida a Daniela, Jessica y a otras personas? Te recuerdo que la mujer que me secuestró la última vez se suicidó, ¿eso te alegra o divierte? —pregunto sin poder creerlo. A medida que voy hablando su sonrisa se va desvaneciendo— ¿Te divierte haber prácticamente matado a mi madre o que la tuya haya matado a nuestro padre? ¿Te divierte involucrar a personas inocentes en tu locura? ¡Estás enferma!

Brandy hace una mueca de enojo y se pone de pie, parándose justo detrás de mí. Vuelve a presionar el electro shock sobre mi espalda baja, haciéndome retorcer del dolor nuevamente por parte de ese aparato y las esposas que ajustan demasiado mis muñecas. Cierro mis ojos, mordiendo mis labios con fuerza para no gritar, causándome daño a mí misma. Hasta que se detiene y escucho un golpe hueco, como si algo se golpeara contra otra cosa.

—Oh Dios, ¿Estás bien? —me pregunta Sophie lanzando un sartén al suelo y arrodillándose para acunar mi rostro entre sus manos— Tu labio sangra. ¿Sabes dónde están las llaves de las esposas?

—Funcionó —dice alguien a mis espaldas, cuando se coloca enfrente puedo notar que es Stefan y me quedo aún más sorprendida.

—¿Ves? Te dije que un sartén no es simplemente para cocinar —responde Sophie sonriendo. Vuelve a mirarme— Ahora, ¿las llaves?

—No tengo idea —respondo como puedo. Tengo tantas emociones y el corazón me va a mil.

—Mjm —murmura Sophie y vuelve a colocarse detrás de mí— En su ropa no está —dice segundos después.

—Quizás estén abajo. Voy a buscar...

—Luke está en el sótano. Por favor, ve por él —le pido a Stefan y asiente con rapidez para salir de la habitación.

Sophie vuelve frente a mí y tras darme una mirada de tristeza.

—Estoy indignada. Convivieron años sin Daniela quién no está para nada loca, pero sí estuvieron con Brandy, quién necesita ir a un psiquiátrico —niega con la cabeza— Indignadísima.

—Ojalá hubiéramos sabido cómo eran las cosas desde un principio, Soph —digo con tristeza— ¿Cómo es que tu...?

—Derek me dijo que tenías tu celular contigo e inclusive el auto, así que rastree tu ubicación gracias a que tenías activado el gps.

—Sabía que serviría de algo. Pero no pensé que tú...

—¿Qué yo sería quien te encontrara? —se ríe— Desde que comenzaron con los secuestros todo este tema me comenzó a llamar la atención. Creo que mi nueva meta es trabajar para la CIA —hace una mueca— Lo que no entiendo es ¿por qué somos los primeros en llegar aquí?

—Eso también me preocupa —digo pensativa.

Stefan y Luke vuelven a la habitación donde puedo ver a mi mejor amigo totalmente mal. Esta transpirado, con cortes en partes del rostro y su labio inferior sangrando. Sus muñecas también parecen haber sido víctimas de las esposas. Stefan abre las esposas, explicando que llegó a encontrarlas gracias a que Luke vio como las guardaba.

Al soltarme puedo sentir como mis muñecas arden y duelen, como si estuvieran despegándose del metal.

—Llevaré a Luke al auto. Parece estar a punto de desmayarse —dice Stefan, quien sostiene a mi amigo, este no dice nada en contra y se van— Sólo apresúrense. Llamaré a Tyler y a la policía para avisar donde estamos.

Sophie se pone de cuclillas para desamarrar los nudos que inmovilizan mis piernas. Observo mis muñecas que se encuentran cortaras por ese maldito metal y sólo las dejo a ambos lados de mi cuerpo porque me genera impresión.

—¿Cómo es qué Stefan está aquí contigo? —pregunto.

—Pues... él quería otra oportunidad y bueno, yo necesitaba que alguien me trajera hasta aquí —dice riendo con la mirada baja— Bien, terminé es tiempo de... —mira detrás de mí con una mueca y puedo saber que acaba de ocurrir— Oh, por la santa virgen de la papaya.

—No aplaudan antes de tiempo.

Me pongo de pie con rapidez, ignorando el hecho de que me duele todo el cuerpo. Sólo quiero salir de aquí, que los chicos estén bien e ir al hospital para ver si mi bebé está bien.

—Sophie, no quiero dispararte. Así que te voy a pedir que te retires —dice Brandy llevando su mano a su cabeza, hace una mueca y vuelve a mirar su mano que tiene sangre— No tienes que involucrarte en esto.

—Ya es muy tarde. Además, mi tía Sam está embarazada. Yo no. Así que metete conmigo —dice Sophie— Es de cobardes meterse con alguien indefenso, ¿no sabías?

—Sophie, no. Sal de la habitación, por favor —digo colocándome frente a ella.

—No quiero hacerlo.

Brandy se ríe.

—Y yo esperaba que a Skyler le dé el síndrome de Sam Donnet, haciéndose la heroína cuando en realidad no puede ni con ella misma —niega con la cabeza— Agradezco tu valentía, Soph, pero esta vez paso, prefiero ser una cobarde.

Con un movimiento ágil toma a Sophie del brazo y tira con fuerza de ella, sacándola de la habitación a rastras y cerrando la puerta con llave, la que después lanza bajo un mueble. Creo que la única forma de salir sería por el balcón, pero saltar desde un segundo piso y embarazada sería terrible.

—La verdad lamento todo esto por Tyler. Ya sabes, es como mi hermano —dice cuando se voltea con la pistola en una mano— Por eso hice que él y Zoey se reencontraran en New York, aquella vez. Para ver si podía olvidarse de ti y enamorarse de ella. Así no tenía que pasar por ese sufrimiento.

—¿Tu hiciste eso? —pregunto haciendo una mueca. Asiente orgullosa.

—Lamentablemente Tyler estaba cegado por ti y no había nada que yo pudiera hacer. Inclusive Emily estaba encantada contigo. Yo no quería que ellos sufrieran.

—Sin embargo, te casaste con Luke.

—Bueno, Em siempre tuvo lo que quiso, ¿había que mostrarle a la princesa que no todo es color de rosa, no? —pregunta acercándose— Además Luke me ama. Siempre lo hizo. Sólo a mí.

—Lo engañaste con Drake.

—Tuve qué. Drake estaba sospechando de mí. Necesitaba alejarlo de Daniela. Usar la manipulación con él no era una opción porque era fuerte mentalmente. Así que la única opción era acostarme con él.

—¿Por qué no simplemente le ordenaste a Daniela que terminara con él?

—Porque la propia Daniela debía hacerlo y sentir ese odio hacía Drake. Si se lo ordenaba yo, su persona no entendería porqué lo hizo y entonces volverían, y no quería eso —se encoje de hombros— Nunca pensé que Brooke sería el resultado de eso.

—Engañaste a Luke. Él amaba a Emily y eso te molestaba. ¿Acaso te recordaba a la historia de nuestros padres? —pregunto intentando hacer tiempo.

Brandy se ríe amargamente.

—No voy a mentirte. Por eso Brooke fue como una bendición en ese momento. Si Luke no hubiera pensando que era su hija, se hubiera ido con Emily y se haría cargo de su verdadero hijo, Ashton —hace una mueca— Siendo sincera nunca lo soporte. Es tan estúpido e inmaduro.

Recuerdo las veces que Brandy fue cariñosa con Ashton y se me hace sorprendente lo reales que parecieron.

—Y ahí estaba la estúpida de Daniela metiéndose en todo. Diciendo que todo era mentira y bla, bla, bla. ¿Ves por qué digo creer sentir lo de su colapso? Si no ocurría eso la hubiera terminado matando porque es una curiosa sin remedio —entorna sus ojos— Creyó que yo nunca me enteraría de que sabía de qué era manipulada. ¿Acaso pensó que era estúpida? Sabía perfectamente que Daniela no era estúpida, solo débil mentalmente. Claro que tarde o temprano se enteraría y entonces tendría problemas. Así que ese estúpido diario, el cual conseguí tras el amigo de Jazzy, está de más.

—¿Te das cuenta de todo lo que hiciste? —pregunto sin poder creerlo.

—¿Tiene algo de malo? —pregunta cínicamente sin entender.

—Asesinaste e involucraste a personas que no tenían absolutamente nada que ver en esto. Inclusive privaste a tu propia hija de conocer a su verdadero padre. Brandy... estás muy mal. Estás loca.

Hace un día nunca hubiera creído que Brandy Lee sería capaz de hacer todo esto. Porque no tenía esa idea de ella, sabía que era manipuladora y falsa, pero jamás creí que lo sería a otro nivel. Si hablamos de que es una peligrosa e ingeniosa —tristemente— asesina, mucho peor. No creería nada en absoluto. Pero una vez más, soy consciente de como las apariencias engañan y mucho. El monstruo de quien estuve escapando todos estos años cenaba en la misma mesa que yo, íbamos de compras juntas, abrazaba a mis hijos y a mí.

—Me tienes como loca cuando la realidad es Sam, que soy más inteligente que todos ustedes. Solo son más que estúpidos que creían estar a salvo cuando en realidad el peligro siempre estuvo con ustedes. Al alejarse, solo se acercaban —niega con su cabeza. Su rostro serio se transforma en una mueca enojada— Y ahora tú, Sam, vas a morir. Como debías hacerlo desde que tenías diecisiete años.

Narrador Omnisciente

—¡Aghhhh! —exclama Sophie enojada tras ser echada de la habitación.

Se pregunta cómo demonios volver a entrar. Dos opciones vienen a su mente y posiblemente las únicas que hay. Subir hasta el balcón o entrar por la misma puerta que salió. En la primera opción tardaría demasiado tiempo en subir y en la segunda el problema sería como demonios romper la puerta. Es decir sólo es una pequeña adolescente que mide un metro cincuenta y tres, y pesa cuarenta y cuatro kilos. ¿Cómo podría eso romper una puerta de madera?

La solución a su problema viene subiendo las escaleras. Stefan al ver a Sophie sin Sam y preocupada, se acerca apresurado. Entonces, la lamparita parece encenderse una vez más y nadie puede negarse a los ojitos celestes de Sophie. Mucho menos alguien que desea con todo su corazón una segunda oportunidad como padre.

—Necesito que le des una patada a la puerta. Por favor, papá —dice Sophie parpadeando varias veces haciendo notar sus kilométricas pestañas.

Se siente mal por utilizar esa sucia técnica, pero cree que no tiene otra solución. La misma quería utilizar con Derek, pero termino venciéndola al contarle que quería una relación sincera. Eso la sorprendió y la dejó en blanco, así que sólo fingió asentir mientras se preparaba para meterse en esto sola, ya que con su ayuda no sería.

—Ay, Sophie —dice Stefan negando con la cabeza. Si antes no podía decirle que no, ahora que quiere hacerse cargo de verdad de ella, mucho menos.

Y así Stefan lo hace. Claro una sola patada no es suficiente, sino tres. Tampoco fue lo necesario para derribarla, pero si para crear un agujero del tamaño de Sophie para que ella pueda adentrarse. Adentro, no sienten mucho los golpes porque los jalones de cabello, golpes en el rostro y patadas mantienen a las mujeres ocupadas. La adolescente entra en el momento justo. Brandy esta sobre Sam intentando estrangularla. Sophie, en shock por lo que está viendo por unos segundos se queda en blanco.

—¡¿Por qué tú y no yo?! —pregunta Brandy con dolor mientras aprieta más sus manos sobre el cuello de Sam y golpea su cabeza contra el piso— ¡¿Por qué?!

Los ojos de ambas están cristalizados. Los de Brandy por tristeza acumulada durante toda su vida. Los de Sam por estar a punto de perder la vida. Entonces Sophie reacciona. Recuerda que al buscar las llaves en la ropa de Brandy cuando estaba inconsciente, tomó el electro shock y lo guardó en su bolsillo trasero. Lo toma y se acerca rápidamente a Brandy, apoyándolo justamente en su espalda, hace que se retuerza del dolor hacía atrás soltando por completo a Sam.

—¡Ay por Dios! —exclama Sophie.

Tira del cuerpo inconsistente —o eso es lo que cree— de Brandy a un lado de la habitación. Se incorpora para ayudar a Sam a levantarse, quién se encuentra tosiendo y recuperando el aire. Puede notar las marcas que dejaron las manos de Brandy en su cuello y hace una mueca.

Tyler llega sólo en su auto mientras la policía y los demás guardaespaldas vienen detrás. Baja sin siquiera apagar el auto, sólo baja así sin más. Se adentra en la casa y sube las escaleras, sólo por subirlas porque ni siquiera sabe dónde se encuentra Sam. Se encuentra con Stefan intentando romper lo que queda de la puerta y entonces sabe que es ahí. Le sorprende verlo pero no es tiempo de sorpresas, es tiempo de actuar. Pasa delante de él y rompe lo que queda de la puerta. La desesperación y el miedo de perder a quién ama, ayudó bastante.

Al ver a Sam completamente despeinada, el labio sangrando, marcas en el cuello y las muñecas lastimadas corre a su lado. Acuna su rostro en sus manos y le promete que todo estará bien, sin dejar de mirar sus ojos celestes cristalizados. Voltea encontrándose con Sophie y está le sonríe forzadamente dada la situación, entonces Tyler se confunde aún más.

—¿Cómo es que...? —pregunta confundido.

—Rastree su ubicación. No fue muy difícil —contesta Sophie negando con la cabeza.

—¡Sophie Anne Harrison! —exclama Emily al ver a su hija— ¿Cómo es que...? —no termina de formular la pregunta porque Stefan la interrumpe.

—Lo siento. No pude decirle que no —dice encogiéndose de hombros.

—Pues eso la puso en peligro —dice Derek, caminando hacía Sophie. Cree que Stefan es un imbécil y se siente inseguro porque cree que su hija podría preferirlo antes que a él, volviendo a verlo solo como su guardaespaldas.

—¿Y qué me dices de ti? Al decirle que lo de Sam prácticamente le diste su ubicación —A Stefan le parece insoportable Derek. Jamás le cayó bien y ahora que es el padre de Sophie, y que tiene mucha delantera por ganarse el cariño de la adolescente, mucho menos.

—Gracias por preguntarme cómo estoy, eh —dice Sophie negando con la cabeza. Le molesta que estén más preocupados por quien la dejo en peligro, que como está ella.

—¿Cómo estás? —preguntan ambos sintiéndose avergonzados por su actitud infantil y al pronunciar la pregunta al mismo tiempo hace que vuelvan a verse mal.

Mientras todos prestan atención a la divertida pelea que tienen ambos adultos, Brandy se arrastra lentamente hasta la pistola y en cuanto la tiene en sus manos, y Emily se da cuenta, es demasiado tarde para correr.

—¡Sophie! —exclama poniéndose delante de su hija para protegerla.

Brandy comienza a disparar hacia todos lados porque la mano le tiembla y le es imposible mantener un punto fijado. Una bala le roza la pierna a Sophie mientras escapa con Emily tirando de su mano. Derek se lanza detrás de un sofá y le dispara en la pierna, ella chilla del dolor, sin embargo sigue disparando, intentando apuntarle a Sam. Ella es más rápida y logra salir. Pero una de las balas que va hacía ella, la cobra Tyler, en el hombro.

—¡Mierda! —exclama. Recostándose en la pared, llevando una de sus manos a su hombro.

—Vayamos a un hospital. Ahora mismo —dice Emily, tirando de la mano de Sophie. Pero esta tira, zafándose de su agarre.

—No me iré sin Derek.

Eso hace que Stefan se sienta un poco mal, pero entiende que Sophie le haya tomado cariño a Derek. Después de todo, es su padre biológico y Stefan nunca estuvo para ella, ni como padre adoptivo. La adolescente mira a su madre, esperando que la entienda, pero Emily sabe que Derek estará bien, por eso justamente no se preocupa y quiere irse lo más antes posible.

—¡Policía! —se escucha abajo.

Sam le indica que están arriba y así suben, con sus chalecos antibalas, listos con las armas para tirar del gatillo. Se adentran a la habitación y Brandy tras ver a todas esas personas armadas, no tiene más remedio que soltar la pistola y elevar los brazos. La esposan y llaman una ambulancia porque primero tendrán que quitarle la bala de la pierna, y esperar a que este bien para mandarla a la cárcel.

Derek sale de la habitación, con transpiración en la frente por los nervios y la primera persona que lo recibe es Sophie, yendo a abrazarlo, tomándolo por sorpresa. Todos observan enternecidos la escena, menos Stefan quién está mirando algo apenado, deseando que fuera él a quien Sophie abrazara, pero entiende por qué no y se esforzara para cambiarlo.

—Bien hecho, papá —dice Sophie orgullosa.

(...)

Todos están en el hospital. Curaron las heridas de Sam. Con el bebé todo se encuentra estable, pero solo por las dudas la dejaron en observación esta noche. Caroline, Daniela y Emily se encuentran con ella. La rubia de ojos verdes niega con la cabeza sin creer toda la situación que estaba pasando.

—Supéralo, Caroline —le dice Daniela, entornando los ojos.

—¿Cómo quieres que lo supere? —dice mirándole mal— Es la madrina de uno de mis hijos.

—Siempre supimos que era una perra. ¿Quién te manda a ponerla como madrina de Camille?

—Me siento mal por Brooke y Melanie, sobre todo Mel, es una pequeña que crecerá sin su madre —Emily suelta un suspiro— Todo este tiempo estuvo completamente loca.

Sam asiente con la cabeza. Ya han hablado con la policía y le ha contado todo lo que Brandy le dijo. Le harán un examen psicológico porque tienen sospechas de que pueda tratarse de una enfermedad mental, de lo contrario solo sería resentimiento en su máximo extremo, ya rozando la perdida de cordura total. Todos harán lo posible para ayudar a las niñas y a Luke. Le apena muchísimo que su mejor amigo tenga que estar pasando por esto.

—¿Cuándo le dirán a Brooke la verdad? —pregunta Sam mirando a la rubia de ojos marrones con tristeza. Para Brooke tener que lidiar con la perdida de cordura de su madre, es demasiado, imaginarse como se sentirá cuando sepa que su verdadero padre es Derek. Pobre.

—Esperaremos un poco, pero queremos que lo más pronto posible —contesta Daniela llevando una mirada a sus uñas— Quiero intentar estar ahí para Brooke. No merece todo esto. Nadie, de hecho.

Caroline sonríe, sosteniendo la mano de su mejor amiga y apretándola con emoción.

—¿Por qué sonríes? —pregunta Emily, arqueando una ceja.

—Todo termino —expresa soltando un suspiro de cansancio— Por fin estaremos en paz.

—Sí, yo no diría eso. Lo hemos pensando dos veces y... —Emily interrumpe a Daniela.

—La tercera es la vencida, ¿no? —pregunta con diversión.

—Eso espero —asiente Sam haciendo un gesto gracioso que hace que sus amigas rían.

Dos golpes llaman su atención y segundos después de escuchar la aprobación desde adentro, Tyler se adentra con una sonrisa dedicada a Sam. Ya le quitaron la bala que tenía incrustada en su hombro, no causo nada allí dentro, así que ahora anda vendado y tenía la orden de permanecer en cama, pero sin que la enfermera viera se escapó para ver a su esposa e hijo.

—Oh por Dios —Sam entorna los ojos al ver a Tyler caminando como si nada— Llamaré a la enfermera si no te vas en este instante.

—Que gruñona, Donnut. Uno rompe las reglas para verte y así te reciben —dice negando con la cabeza, fingiendo estar dolido.

—Si no veo que sales en diez minutos. Yo lo haré —le asegura Emily viéndolo con detenimiento. En verdad cree que su hermano es un estúpido por levantarse y obviamente más sin autorización. Si los doctores le dijeron reposo, es por algo.

—Estudie medicina. Sé lo que hago —contesta e intenta mover su mano, restándole importancia, pero al levantarla mueve su hombro y hace una mueca— Ouch.

—¿Ves? —dice Caroline entornando los ojos.

—Si en diez minutos no salgo les permito llamar a la policía si quieren, pero déjennos a solas.

—Activando el cronometro —dice Daniela con diversión mientras se pone de pie para retirarse.

Emily le da una mala mirada antes de levantarse seguido de Caroline, dejándolos solos. Sam observa a su esposo con ternura, diversión y enojo por estar frente a ella con el hombro vendado. Tyler posa una de sus manos sobre la de castaña.

Sam sabe que le dirá algo sobre el mejor amigo de su hija. Thomas se encuentra estable aunque ha perdido mucha sangre, por más que esta respirando, su estado todavía es crítico. Nadie sabe que sucederá con él. Skyler mantiene toda esperanza.

—Zoey está viniendo para acá. Ella... esta devastada.

—La entiendo —digo sintiendo totalmente la angustia de Zoey, después de todo, Liam estaba casi igual— Pero se recuperará. Thomas es fuerte. Sé que sí.

En ese momento llaman otra vez a la puerta y tras unos segundos de espera, la puerta se abre un poco dejando ver la cabeza de Skyler. Skyler asoma su cabeza por la puerta. Sus ojos celestes están rojos e hinchados de tanto llorar lo que le pasó a Thomas. Cuando estuvo con Eithan perdió la noción del tiempo y pasó cuarenta y cinco minutos abrazada a él, llorando y lamentando todo lo que pasó, y esperando que mejore. Apenas llegó al hospital también fue a ver a su hermano donde presenció el amor absoluto que le tiene Olivia a Liam. Lo que si es que no entiende por qué ella le dijo que lo quiere como amigo si la realidad es otra. No sabe qué pasará en cuanto salgan de aquí. Si será Heather u Olivia la que tenga el privilegio de llamarla cuñada, pensó con diversión por un momento.

Va hacia donde están sus padres y los abraza a ambos. Extiende sus brazos para tocarlos a los dos y cierra sus ojos sintiéndose tranquila por volver a estar junto a ellos. Al separarse su mamá, extiende su mano hacía la mejilla de su hija y la acaricia levemente.

—Te amamos y estaremos siempre para ti, mi pequeña Sky —le dice Sam con tristeza de que su hija tenga que pasar por esto— Todo esto pasará pronto, te lo prometo. Cualquier dolor que los seres humanos sufrimos es temporal. Todo es temporal, inclusive la felicidad. Así que si sientes que estás estancada, no es así...

—Es temporal —asiente Skyler, interrumpiéndola— No necesitan decirme nada. Ya tuve una charla con Eithan y me siento mejor. De hecho, esta afuera...

—Con Eithan, sí, ¿puedes llamarlo? —pregunta Tyler arqueando una de sus cejas y apretando los labios, intentando esconder una sonrisa.

Skyler algo confundida y temerosa por lo que su padre planea, llama a su novio desde donde está. Eithan asoma la cabeza y observa algo tímido a sus suegros.

—Hola señor y señora Harrison —saluda con una sonrisa tímida. Sam se rie levemente al escuchar que la llama de esa forma y entendiendo por qué se siente incómodo.

—Quiero decirte algo —dice Tyler poniéndose de pie y mirando al chico de manera desafiante.

Eithan y Tyler son bastante altos, pero aun así, el segundo lo supera por un poco. Así que aprovecha su altura para intimidar al joven. Entonces Skyler entorna los ojos esperando a que su padre haga nuevamente alguna tontería.

—Siendo sincero, hace un tiempo cada vez que te veía quería golpearte en el rostro por haber engañado a mi niña floja. Pero...

—¿Pero? —pregunta Eithan interrumpiéndolo.

—No me interrumpas —dice Tyler con tono duro, marcando cada palabra— Pero ahora sólo estoy agradecido por cómo la has cuidado y también quiero darte la bienvenida a nuestra familia.

Eithan mira a Skyler y Sam, esperando ver una señal de que esto es una broma pero ambas observan a Tyler sonriendo soldaduras.

—Oh, vaya... Gracias, no se arrepentirá. Yo... —Tyler lo interrumpe.

—No me agradezcas, mejor esfuérzate por no hacerme cambiar de opinión.

—¡No amenaces a mi bebé! —Se oye que exclama Daniela desde afuera— Y por cierto, ¡Ya pasaron los diez minutos!

Tyler se voltea riendo hacía Skyler y Sam. Las observa y no puede creer lo afortunado que es al tenerlas en su vida. Con todo el dolor del mundo, estira el brazo para abrazar a su hija y con el otro a su esposa.

—Te amamos, estúpido —le dice mamá con ternura.

—Yo también las... —hace una mueca de dolor. Se volvió insoportable— ¡Agh, mierda!

—¡Papá! —exclama Skyler al darse cuenta de que está moviendo justamente el hombro que le dijeron que debe estar en reposo. Tyler sonríe apenado y sintiendo dolor todavía. Su hija suspira— Nunca aprenderás.

—No me dolió —dice fingiendo que no fue nada.

Sam se ríe.

—Oh, claro —contesta sarcástica— Como la ves que arroje tu ropa a la basura y fingiste que no te importó.

—¿Cuándo fue eso? —pregunta Skyler, con diversión y confusión.

—Oh, sí, eso fue cuando era su niñero. ¡Era mi primer día! ¿Ves? Tu madre es malvada.

Sam abre la boca fingiendo indignación.

—¡Habló él que escondió mi auto y luego me dice que lo vendió por internet!

—Oh, supéralo, Donnut —dice papá negando con la cabeza.

—¿Recuerdas esa vez que fuimos Romeo y Julieta? —pregunta Sam sonriendo como una niña emocionada.

Y así comienzan a recordar cosas que pasaronjuntos, cuando era su niñero, cuando eran novios y momentos que ocurrieron hacepoco, mientras Skyler los observa enternecida. Totalmente agradecida por lospadres que tiene.     

FALTA EL EPÍLOGO TODAVÍA! Lo voy a publicar en unos días. Les aviso porque hay algunas cosas que no fueron aclaradas todavía.

31/12/18! Les deseo lo mejor para este 2019!♥♥♥🌼 Y quiero agradecerles desde el fondo de mi corazón por haber seguido mi novela hasta el final.

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