Capítulo 5: Escríbeme.
Mis primas están bien y mi hermano ya llegó de Francia. Creo que no puedo estar más feliz en este momento. Me la pasaré genial con Jazzy en cuanto pongan música, siempre solemos bailar como dos locas. Oh, esperen... Sophie va con nosotros. No sé si Jazmín vaya entonces.
Juego con mis dedos mientras observo las casas pasar con algo de rapidez. En cuanto oigo la voz de la tía Emily regañar a mi primo por la velocidad me permito soltar una risa. Mi celular sonando en mis manos hace que salga de ese pequeño trance en el que estaba. Es un mensaje... de Heather. Una sonrisa se dibuja en mis labios al leer como se agendo ella misma.
Pelirroja guapa: Ben mencionó que está molesto contigo porque lo delataste con el profesor Richwell. Dijo que tenías cara de ser buena...
Mi sonrisa se borra. ¿Está enojado conmigo? Eso solo hace que me sienta molesta. No soy nada con él, no tengo el deber de encubrirlo. Suelto un pequeño gruñido logrando que Sophie me codee divertida.
—¿Y tú que tienes? —me pregunta arqueando una ceja.
—Ben Langford está enojado conmigo porque no lo encubrí —digo haciendo una mueca de confusión.
—¿Qué paso con Ben Langford? —pregunta Brooke asomándose detrás del cuerpo de Sophie.
—Oh, eso... —dice Ashton riendo, sin quitar la vista al frente— Estábamos debajo de las gradas del gimnasio. Creo que se sintió culpable por haberte abandonado.
—¿Y qué hacían en las gradas del gimnasio? —pregunta la tía Emily mirando a Ashton. La luz es muy tenue, pero puedo verla sonreír falsamente.
—Horas libres, ma.
Nosotras comenzamos toser falsamente. Ashton suelta una risa sarcástica. No es secreto para nadie que mi primo se escapa de algunas clases y por eso fue que repitió el último año. Liam estaba algo triste cuando eso ocurrió, porque tenían planeando ir a la universidad los dos juntos... desde niños soñaron eso. De todas formas, no sé porque sigue diciéndole esas cosas a la tía Emily, si ella ya lo sabe.
—¿Y cómo vas con tus clases? —pregunta la tía Emily bloqueando su celular para prestar toda su atención a Ashton.
—Yo, em...
—¡Oh, silencio! ¡Papá me está llamando! —exclama Sophie. Atiende la llamada con una sonrisa en el rostro— ¡Hola, papi! Bien, ¿no estabas por venir hoy a Los Ángeles...? —su sonrisa se desvanece y su tono de voz cambia— Oh... de acuerdo. Bien. Claro... bien. Sí. Yo también. Adiós, papi.
—¿Qué ha pasado con tu padre, cielo? —pregunta la tía Emily.
—Mañana vendrá e iremos a cenar. Quiere que le platique como me está yendo en el instituto y comenzaremos a planear las vacaciones en Italia —cuenta con emoción— Lo llamaron para hacer una entrevista en New York. Pero vendrá por la madrugada.
Me da un poco de lastima Sophie. Su padre siempre está viajando, pasa muy poco tiempo en su casa. Si papá fuera como Stefan y viajara tanto como él, no sé qué haría. En este mes se fue solo dos veces a New York y apenas pasaron cuarenta minutos ya lo estábamos extrañando.
—Me alegra, hija.
El resto del camino a casa pasa rápido. Cuando nos adentramos en casa puedo ver los autos de mis familiares estacionados. Cada segundo que pasa, siento más ganas de abrazar con mucha fuerza al tonto de mi hermano mayor. Toco el timbre de la entrada, porque me olvide mi mochila en casa de la tía Emily. Allí estaba mi llave. Pasan unos segundos y somos atendidos, por el tío Luke.
—Buenas noches —dice alargando la primera palabra. Nos mira a todos nosotros— Contraseña.
—¿Ah? —digo frunciendo el ceño.
El tío Luke asiente. Está hablando en serio.
—Umm... —dice Brooke pensativa— ¡Lo tengo! ¡Helado! —señala con su dedo índice a su padre, pero este niega con la cabeza.
—¿Galletas? —dice ahora Sophie en tono inseguro, recibiendo la misma respuesta por parte del tío Luke.
Ashton se rasca la nuca, sin aportar nada, pero sé que él sabe cuál es la respuesta del juego del tío Luke. Ambos no han dejado de intercambiar miradas divertidas al ver a Sophie y Brooke pensar tanto. Mientras que la tía Emily y yo solo esperamos a que se rinda y nos deje entrar.
—¿Luke es el mejor del mundo? —pregunta la tía Emily sonriendo por obtener una respuesta afirmativa por parte del tío Luke.
Nosotros cuatro entramos mientras que mis tíos se quedan a conversar allí. Puedo escuchar voces y risas provenientes del patio trasero.
En cuanto pongo mis pies fuera de la casa, puedo reconocer perfectamente a mi tonto hermano. Está hablando con nuestra madre y la tía Caroline. Como él está de espaldas no puede verme, pero mamá si lo ha hecho. Finge no haberme visto para que pueda sorprenderlo. Corro y me subo a su espalda, logrando lo que quería.
—¡Diablos! ¡Un monito se ha escapado del zoológico!
—El mono más lindo del mundo, sabes, idiota —digo riéndome. Me bajo de un salto de su espalda. Cuando se voltea lo abrazo— ¡Te extrañé!
—Por supuesto que lo harías —dice el muy engreído sonriéndome— Sorprendentemente, también te extrañé, fea.
Me separó de él y me quedo mirándole seriamente.
—Por supuesto que lo harías —repito sus palabras—Faltaba yo para molestarte. Sin mi tus días no estaban completos.
Liam se burla de lo que acabo de decir y despeina mi cabello, logrando que lo empuje levemente. Alguien carraspea detrás de nosotros, me volteo un poco solo para ver a mi tío Drake esperando un abrazo con los brazos abiertos.
—¡Tío Drakie! —exclamo alegre.
Mi tío Drake no ha cambiado nada desde la última vez que lo vi. Mantiene su misma sonrisa alegre y esa mirada que te genera felicidad siempre. Oh, esperen. Si ha cambiado algo. Estos meses que ha pasado en el gimnasio están dando resultado y él parece muy orgulloso por ello. Después de todo lo que ha tenido que pasar con su eterno amor, me alegra que este bien.
Mis primos no tardan en unirse a nuestro abrazo, demostrando cuanto hemos echado de menos a nuestro tío.
—¿No me han extrañado, pequeños desastrosos? —pregunta viéndome con los ojos entrecerrados.
—¡Por supuesto que lo hemos hecho! ¿Qué pregunta es esa?
Nuestro tío se encarga de contarnos todo lo que nos trajo de regalo. Nosotros escuchamos con atención todo lo que nos dice, porque, también nos relata cosas que vivió durante sesiones de fotos que tuvo con famosos o en lugares... algo peculiares, por ejemplo, una alcantarilla. Una cantante muy famosa y extravagante lo contrato para bajar a las alcantarillas de New York y sacarle fotos.
Me separo un poco de mis primos y voy hasta donde se encuentran mi madre y la tía Caroline charlando. Saludo a mi tía con un abrazo y me siento junto a ellas.
—¿Donde esta Liam? —pregunto recostándome sobre el hombro de mi madre.
—Esta con Jazzy en la habitación —responde mamá.
La tía Caroline ríe.
—Se le ocurrió rizarse el cabello justo ahora —explica la tía Caroline encogiéndose de hombros.
Asiento frunciendo el ceño. Jazmín siempre suele tener el cabello lacio, creo que la he visto muy pocas veces con el cabello rizado. Pero bueno Jazzy es Jazzy.
—Papá o tú deben firmarme mi examen —digo despegándome del hombro de mi mamá— ¿Puedes creer que aprobé? No estudie nada y además la profesora Ferrer lo ha hecho muy fácil.
Mamá frunce el ceño ahora.
—¿Ferrer? —mira a la tía Caroline— Nunca tuvimos una profesora con ese apellido.
—Es porque las personas envejecen y se jubilan. Otras vienen para ocupar sus puestos, Sammie —contesta la tía Caroline con diversión. Mi madre rueda sus ojos— Gruñosita, no me hagas eso.
—Debe tener su edad —respondo elevando mis cejas. Ambas me miran— es Jenna Ferrer.
Ahora ambas dejan de mirarme y se quedan viéndose entre sí. Hacen los mismos gestos de incomprensión que logran hacerme reír.
—¿Jenna...? —dice mamá.
—Hay muchas personas con ese nombre, Sam... —responde la tía Caroline.
—¿Qué les pasa? —pregunto riéndome.
—¡Atención todos!
Mi hermano y Jazmín acaban de salir. Mi prima está llevando su cabello rubio tan lacio como siempre dejándome confundida. Liam y ella se sonríen como si estuvieran a punto de dar comienzo a un plan malévolo o algo parecido. Todos estamos observándolos, esperando a que prosigan. Se hacen a un lado de la puerta y de allí sale una chica rubia... que puedo reconocer al instante.
—Familia —dice mi hermano tomando la mano de la rubia— Les presento a Katherine Rush. Mi novia.
Katy se ríe con las mellizas rojas.
—Solo Katy, por favor.
Miro a mi mamá que está viendo a papá a lo lejos. Ambos parecen tan sorprendidos que no puedo evitar comenzar a reírme. Con mi risa de enferma mental logro captar la atención de todos. Solo imagínense la escena. Todos en completo silencio y yo soy la única subnormal que está riéndose como si me acabaran de contar el mejor chiste en mi vida. Niego con la cabeza. Mi estupidez solo me da más risa...
—No, no... ignórenme —digo riendo. Cubro mí rostro con una mano y recuesto mi cabeza en el hombro de la tía Caroline.
—¿No van a decir nada? —oigo que Liam pregunta.
—Solo... estamos sorprendidos, cariño —responde mamá— Fuiste a Francia y... viniste con novia.
Por supuesto que mis padres están muy sorprendidos, porque en realidad no se esperaban eso. Pero yo que conozco toda su historia de amor por Internet. Esto no es nada nuevo para mí. Ya me lo esperaba.
Me recupero de mi ataque de risa. Tomo la mano de mamá, ella me mira y lo único que hago es sonreír al obligarle a ponerse de pie junto a mí.
—¡Pues bienvenida a la familia, Katy! —digo sonriendo.
Comienzan a aplaudir dándole la bienvenida a la nueva integrante. Todos comienzan a acercarse para saludar a Katy. Mi hermano parece muy feliz junto a ella. En realidad ambos hacen una muy linda pareja. La tía Emily quedo encantada con el acento francés de mi nueva cuñada. Ella misma se encargó de decírselo, haciendo sonrojar a la chica. A todos les cayó bien.
—Es un placer conocerlos a todos. Estoy muy feliz por este recibimiento tan amoroso —dice mirándonos a todos— Debo confesar que estaba muy nerviosa —baja la mirada riéndose.
—No tienes porque, linda —dice mamá dándole la mano con un tono dulce— El placer es nuestro.
—Katy, ¿te doy un consejo? —dice Austin. Le indica que se acerque, por lo que ella se inclina un poco para llegar a su altura— Nunca mires mucho al cielo porque los ovnis te llevaran.
—Bienvenida a este escuadrón de locos al que llamamos familia —dice papá pasando su brazo por los hombros de mi madre.
(...)
Ayer la pasamos genial. Las cosas fueron algo incomodas al principio y no por Katy, sino por Sophie y Jazmín. La tensión entre ellas era muy notoria. Pero cuando Soph se fue porque iría a dormir en casa de Dinah, todo estuvo bien. Pude reírme tanto al bailar con Jazzy y comimos helado. Mis padres estaban muy conformes con la nueva novia de Liam, tanto como él. No hay nada que más que alegre que ver a mis seres queridos felices. Y ahora toda mi familia esta junta. El tío Drake también está aquí, dijo que pasará una temporada en Los Ángeles.
—¿Recuérdame por qué estoy despierta a esta hora, Jazmín? —pregunto bajando los escalones con pesadez.
—Porque me amas —responde— Y su sistema de alarmas me asusta.
Rio levemente al recordar la última vez que ella durmió aquí. Cuando se levantó a las cinco de la mañana para ir a su departamento porque tenía universidad, accidentalmente activo una de las alarmas de la casa. Todos nos asustamos y bajamos con rapidez, todo para encontrarnos con Jazmín sonriéndonos apenada en la entrada trasera.
—Um... ¿Dónde deje el papelito? —rasco mi cuero cabelludo intentando recordar donde deje la contraseña que papá me dio— ¿Dónde...?
—No me digas que la perdiste...
—Shh, cállate.
—¿Buscaban esto? —pregunta una voz a nuestras espaldas. Volteamos encontrándonos con Katy, envuelta en una bata violeta. Sonríe levemente y baja los tres escalones que le quedaban— Lo dejaste sobre la encimera. Liam dijo que lo guarde.
Jazzy toma el papel.
—Eres un amor —le dice en agradecimiento— Skyler, te perdono solo porque tienes a alguien rondando por tu cabecita maligna.
Eso no es cierto.
—¿Qué dices? —digo y suelto un bufido. Camino hasta la entrada de la casa y coloco la contraseña para desactivar las alarmas— Tonterías, eso dices.
Jazmín toma su bolso y agita sus llaves.
—Te diré que si para que puedas dormir, pequeña perra —me lanza un beso. Mira a Katy y la saluda con la mano— Nos vemos, Katy. Fue un gusto conocerte.
—Igual —dice sonriendo.
Jazmín sale la casa y vuelvo a activar las alarmas. Katy me dice que ira por agua a la cocina, ya que esa es la razón principal y nos escuchó a ambas, por eso trajo al papelito. Me voy a mi habitación para dormir los minutos que me quedan hasta que Thomas me llame.
(...)
Acabo de aprender una nueva lección que la vida me ha dejado. No dejar que mi hermano me vuelva a traer nuevamente al instituto. Gracias a Liam y su retraso mental estoy llegando treinta minutos tarde. ¿Saben que hizo? ¡Estuvo veinte minutos intentando tomarse una selfie! ¿Qué clase de ser humano tarda tanto en tomarse una foto? Solo él y su subnormalidad.
—¿No me darás las gracias? —pregunta llevando una mano a su pecho— Has roto mi corazón.
—Y tú has hecho que tenga media falta —ruedo mis ojos— Como sea. Nos vemos en casa.
—¿Vengo por ti a la salida?
—No, iré a casa de Brooke.
—Está bien. Hey... —le miro— Di papaya.
—Papaya —digo mirándole raro.
—Bien. Puedes irte.
Suelto una risa. Sip, mi hermano no está bien.
—Solo quería que dijeras papaya —se encoje de hombros.
Bajo del auto negando con la cabeza. Mientras camino hacia la entrada del instituto escucho unos pasos detrás de mí. No les doy importancia hasta que el dueño de esos pasos acelera el ritmo para caminar a mi lado. Al ver quien es, lo ignoro.
—Hola Skyler.
—Hola.
—Lamento haberte dejado plantada el otro día.
Le miro de reojo. Está viéndome, sin dejar de caminar. Vuelvo mi vista al frente.
—Bueno.
Llegamos al salón. Está vacío, pero las mochilas de nuestros compañeros están allí. Ben camina hasta su lugar, en el fondo y se sienta. Me quedo parada en la entrada.
—Todos están en la sala de proyección posiblemente viendo un aburrido documental que el profesor Richwell quiere enseñarnos —se cruza de brazos— ¿Y sabes que es lo más divertido de esto? Que no podemos ir a interrumpir. Debemos quedarnos aquí.
Suelto un suspiro y camino hasta mi lugar para dejar mi trasero sobre la silla por los próximos ochenta minutos. Bueno... los próximos cincuenta. Saco mis auriculares y los conecto a mi celular. Comienzo a escuchar música, pero sin ponerme el auricular derecho. Ben se levanta tocando a su paso las cosas que puede. Por ejemplo, una hoja que hay en el pupitre de una chica que no recuerdo su nombre.
—Oh, la tarea de literatura —dice llevando una de sus manos a su mentón— ¿Crees que note que le falta?
Me rio, pero no respondo. Entonces, Ben viene a sentarse en el lugar de Heather, que es a mi lado. Despego mi vista del frente para mirarlo. Está sentado de forma que puede verme directamente. Sus ojos verdes me están analizando. Le pongo pausa a la canción que estaba escuchando.
—¿Necesitas algo? —pregunto arqueando una ceja.
—Que antipática —dice sonriendo.
—Habla el chico que me cerró la puerta en la cara en mi primer día —ataco sentándome de la misma forma que él.
—En mi defensa, estaba de malhumor —baja la mirada y la vuelve a elevarla al instante— De todas formas, me agradas —dice elevando sus cejas.
—¿Debo sentirme especial? —pregunto burlona.
—Muy especial —asiente— Es un privilegio que yo te diga eso.
Ambos reímos y caigo en cuenta de que estoy bromeando con Ben Langford. El chico que me caía... un poco mal. Sea como sea, ahora puedo decirle a Thomas que deje de molestarme con que hable con él, porque ya lo hice.
—¿Eres prima de Ashton, verdad?
—Eso ya lo sabes —digo riendo.
—Es que no sé de qué hablar.
—No necesariamente debemos hablar —me encojo de hombros.
—Pero quiero hacerlo.
Mira mi auricular derecho.
—¿Puedo escuchar música contigo? Connor daño los míos.
Sonrío un poco y asiento levemente con la cabeza, ofreciéndole mi auricular libre. Pasamos los minutos que quedan escuchando música. Me cuenta que es su banda favorita es The Neighbourhood. Conectamos mis auriculares a su celular y me ha encantado la canción que me dejo escuchar. No los conocía, pero estoy segura de que ahora comenzaré a oír más canciones sobre ellos.
La campana del receso toca. Ben se levanta.
—Gracias por compartir tus auriculares —me dice con una sonrisa— Agende mi número en tu celular. Escríbeme —va por su mochila y sale del salón.
Nuestros compañeros comienzan a llegar de la sala de proyección justo cuando la campana suena. Heather viene con expresión aburrida hasta nuestro lugar y al verme allí sentada sonríe confundida.
—Sky, ¿Qué haces aquí? —pregunta la pelirroja.
—Vine a clases... —canturreo con tono obvio.
Heather entorna sus ojos divertida.
—Me refiero a ¿Por qué no fuiste a la sala de proyección? —pregunta ladeando la cabeza hacia un lado.
—No puedo interrumpir cuando van allá.
Guarda su cuadernillo en su mochila.
—Eso es mentira, ¿Quién te lo dijo?
Puedo ver de reojo a Sophie y Dinah entrar bastante emocionadas.
—Ben lo dijo —digo frunciendo el ceño.
—Espera... ¿Ben Langford? —asiento con mi cabeza— Pues te mintió. Claro que se nos está permitido ir a la sala de proyección cuando llegamos tarde.
Me quedo en silencio. ¿Ahora tengo una falta a una clase por Ben? Bueno, supongo que pasar tiempo con él fue mejor que el documental aburrido.
—¿Y qué hicieron en estos minutos juntos? —pregunta.
—Escuchamos música —me encojo de hombros— Se disculpó por dejarme plantada —ella asiente— Y... agendó su número. Quiere que le hable.
Heather se detiene y me sonríe.
—¿Y vas a hablarle?
—No lo sé —respondo— ¿Qué debería decirle?
—Oye, esa es una gran pregunta. Jamás me detuve a pensar como iniciar una conversación con alguien —actúa desesperada y luego chasquea sus dedos— Puedes comenzar con un "Hola, soy Skyler" ¿Nunca lo pensaste, ah? —me guiña un ojo.
Entorno mis ojos.
—Ja, ja, ja —digo sarcástica— Bien. Le hablaré, pero después.
Heather da aplausos emocionada. Mientras que yo no puedo esperar a contarle esto a mi mejor amigo.
Nunca se me dio bien esto de dedicar capítulos (porque siempre me olvido jaja) pero tengo una idea ahre
Díganme chistes y el que más me parece gracioso va tener dedicación.
Es fácil porque me río de todo y no es joda.
Gracias por leer, comentar y votar. Besis
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