Capítulo 38: Tres sospechosos, un culpable.
Ashton POV
Miro por el espejo retrovisor como mi hermana de dieciséis años está inconsciente. Suelto un suspiro decepcionado. No tengo problema con que salga de fiesta y se divierta, pero cuando se pasa con el alcohol y posiblemente este bajo el afecto de alguna droga, si tengo un problema. Había muchos idiotas en la fiesta de Ben y de solo pensar que pudieron haberse propasado con Sophie, hace que apriete el volante con fuerza por unos segundos.
El solo recordar que Skyler estuvo con ella hace que me tranquilice y mi enojo disminuya. Diablos, de no ser por nuestra prima y sus amigos estaría como loco buscando a Sophie. Sabía que estaba en la fiesta, no se la perdería y Dinah le confirmó a Ben su asistencia. Pero no sabía que estaba demasiado ebria, no hasta que Thomas me encontró y me preguntó si la había visto, negué y entonces me contó lo que ocurría.
Al estar frente a casa llamó a Derek para que nos abra el gran portón que nos impide pasar. Ya no tengo mis llaves así que solo puedo recurrir a él. No quiero que mamá se entere de esto, por lo menos no a estas horas de la noche. Creo que hoy es el primer sábado que nuestra madre se encuentra en casa después de tanto tiempo, justamente tenía que ser el mismo día que traigo a Sophie inconsciente.
Las puertas del portón se abren y adentro el auto a la propiedad. Luego de unos dos minutos ya estamos frente a nuestra... bueno, a la casa de mamá y Sophie. Apago el motor y bajo. Abro la puerta de parte de atrás y me las ingenio para sacar a mi hermana como la cargue al principio. Derek está esperándome parado en el umbral de la puerta, al ver las condiciones de Soph se acerca preocupado.
—¿Qué sucedió? —pregunta con el ceño levemente fruncido, preocupado.
—Tranquilo —niego con la cabeza— Solo bebió demasiado. ¿Y mamá?
—Está durmiendo —contesta sin dejar de mirar a Sophie.
Al parecer mamá no era la única que estaba durmiendo, su pijama me lo confirma. Paso junto a Derek con mi hermana en brazos y me adentro en la casa nuevamente después de un tiempo. Al poner un pie dentro puedo sentir la melancolía de vivir aquí y no por el hecho de es una casa lujosa y espaciosa, va más allá del dinero. Extraño el hecho de levantarme y desayunar con mamá y Sophie, o cuando en una noche de tormenta mi hermana venía a dormir conmigo porque le tenía miedo a los truenos. Cosas así hecho de menos.
Salgo de mi trance y comienzo a subir las escaleras con rapidez, mientras más rápido me vaya de aquí, más rápido se ira la sensación de querer quedarme con ambas. Llegamos a su habitación y como puedo giro el pomo de la puerta. Nos adentramos en su habitación y con delicadeza la dejo en su cama, cubro su cuerpo con una sábana y me giro para marcharme.
—¿Quién demonios te dio el permiso para traerme, eh?
Lo único que me faltaba era tener que discutir con Sophie. Eso sería la cereza de una noche perfecta.
—Tu hermano. Y ya duérmete.
Oigo como se pone de pie y me permito rodar sus ojos. Mi hermana no permitirá que me vaya de esta casa, no sin antes sentirse satisfecha por ponerme de muy mal humor. Estar ebria no le impedirá querer salirse con la suya.
—¿Mi hermano? —se ríe secamente— Ya perdiste ese título desde que me abandonaste.
Me volteo con el ceño fruncido. Es increíble como puede verse tan desafiante con el cabello despeinado, el maquillaje corrido de sus ojos y posiblemente bajo la influencia de alguna droga.
—Jamás te abandone —le digo con el ceño fruncido. El alcohol está hablando por ella, lo sé, pero aun así no puedo evitar responder— Jamás lo haría.
Vuelve a reír.
—Pues lo hiciste. Me dejaste sola —recalca la última palabra y bajo la penumbra de su habitación puedo ver que sus ojos comienzan a verse brillosos— Ellos discutieron mucho más que otras veces. Derek tuvo que intervenir así que imaginaras como fueron las cosas. Tú no cumpliste tu promesa, Ashton.
Mi corazón comienza a latir con más rapidez al escuchar eso y al recordar mi promesa. Fue hace tanto tiempo que ya no recordaba su existencia. Me fui de esta casa por impulso, fue una decisión que tome en menos de un segundo y el propósito principal era hacer enfadar a Stefan. No pensé en mamá, no pensé en Sophie, ni siquiera en mí mismo.
—¿Sabes tú eras la única persona que me quedaba? —pregunta con una sonrisa— La cague con Jazmín, con Brooke, mis amigas son unas perras egoístas, mamá está deprimida y papá está al borde de ir a rehabilitación por adicción a las drogas. ¡La única persona con la cual podía contar eras tú, maldito estúpido!
Sophie se desploma en el suelo a llorar, escondiendo su rostro entre sus rodillas. Al escuchar esas palabras y verla de esta forma entiendo todo. Mi hermana no está bien, jamás lo estuvo. Por eso siempre me celaba tanto, porque era en la única persona que podía confiar y termine arruinándolo. Ella se siente sola. No puedo evitar arrodillarme frente a ella y abrazarla.
—Lo siento tanto, Soph.
Skyler POV
Al despertar todo fue tan extraño. Había una sensación en la habitación que me hacía sentirme incómoda, más bien observada. Desde que recibí la carta —hace apenas unas horas—, prácticamente todo en mi mente cambió. Comprendí que las personas no son lo que parecen y que Derek tiene razón. Hay un informante entre nosotros. Porque para enviar esa carta tiene que saber que tengo o bueno, tenía acceso al diario de Daniela.
Esto es tan mierda porque hace que sienta ganas de llorar. De sólo pensar que el informante es una persona que le tengo afecto hace que sienta algo en mi estómago y no, no son mariposas mutantes. Es esa sensación que me da cuando tengo hambre, sólo que esta vez no es por eso —creo—, sino por tristeza.
Thomas, Brooke y Heather están durmiendo en mi cama. No sé cómo entramos los cuatro, creo que fue un milagro. Cuando mis amigas me avisaron que vendrían a dormir ya me visualice durmiendo en el suelo porque me echaron, pero eso no pasó.
Me bajo de la cama lentamente y me paro frente a ellos para observar la escena. Thomas está abrazando a Brooke y ésta tiene la boca entreabierta, Heather también la está abrazando pero casi ahorcándola. Me sorprende que la pelinegra siga respirando. Riéndome bajito de mis amigos salgo de la habitación con la carta en manos.
Aún es muy temprano, dudo que mis padres, hermanos, tío o cuñada estén despiertos a la siete de la mañana un domingo, pero hay alguien que posiblemente si y es la persona que busco.
Bajo las escaleras preguntándome que habrá pasado con Ashton y Sophie. Ambos estaban peleados y un poco ebrios, bueno, mi primo. Porque mi prima estaba completamente fuera de su persona pensando que estábamos en una mezcla de Cenicienta y el Diablo Viste A La Moda.
Me detengo antes de dar un paso más, me quedo a mitad de las escaleras. Ahora todo tiene sentido.
—Creciente gibosa... —comienzo a susurrar mentalmente la adivinanza—... inquietos, sin propiedad. ¡Sin propiedad!
Sin propiedad podría interpretarse como estar ebrio, porque pierdes el control de tus sentidos. El alcohol comienza a hablar por ti, diciendo cosas estúpidas y de las cuales puedes arrepentirte después. Sophie estaba demasiado ebria. Bien, supongamos que la adivinanza habla de ella, ¿Cómo sabía el autor o autora que ella estaría ebria en la fiesta? ¿Cómo sabía que asistiría? Exacto. El informante está más cerca de lo que pensamos.
Voy directamente a la cocina donde encuentro a Loren tomándose un café. Me sonríe amablemente al verme.
—Buenos días, Skyler.
—Tengo que contarte algo —le digo corriendo la silla y sentándome a su lado— Lee esto —colocó la carta frente a ella.
Loren apoya su taza de café sobre la mesa y frunce el ceño. Mira detenidamente por unos segundos el sobre blanco con la marca de mis zapatillas sobre el.
—¿Esto acaba de llegar? —pregunta tras leerlo. Niego con la cabeza— ¿Entonces? —arquea una ceja.
Me remuevo incómoda en mi asiento. Aquí viene la parte en donde le cuento que anoche por mi estupidez pudo haber perdido su trabajo.
—Anoche Sophie, mi prima, necesitaba que fuera a buscarla de una fiesta y... fuimos —ladea la cabeza— Entonces ella tenía el sobre.
—Déjame ver si entendí —dice acomodándose en su lugar y se cruza de brazos— ¿Saliste en plena madrugada, a una fiesta luego de tener una disimulada amenaza de ataque hacia ti?
—Si lo dices de esa forma suena feo, pero sí.
—¿Tienes tendencias suicidas? —pregunta preocupada.
Me encojo de hombros.
—Un poco, al parecer.
Loren suelta un suspiro y niega con la cabeza. Me pregunta de quién era la fiesta y si note algo raro. Contestó a sus preguntas, fue la fiesta de mi novio y no vi ningún movimiento raro. Al finalizar, se pone de pie con la carta en manos.
—Veré si puedo encontrar algunas huellas dactilares en esto —me dice elevando sus cejas — Y no vuelvas a escaparte más. Es por tu bien.
Asiento con la cabeza mientras aprieto mis labios. Loren se lleva su taza de café y la carta, para desaparecer de mi vista. Siento una presión en el pecho que mantiene mi boca cerrada para no soltar el nombre de Ben porque aun siento —y espero— que él no tiene nada que ver. Bueno, ese sentimiento aparece a veces, cuando el sentimiento que me indica que mi novio está relacionado con todo esto y poniendo como pruebas la adivinanza que todo lo señala a la fiesta.
¿Y si quieren incriminarlo?
Escondo mi rostro entre mis manos y suelto un bufido de frustración. Todo esto es tan confuso para mí. Creo que todo esto se hubiera evitado si no veníamos a Los Ángeles. Creo que en el internado de Rusia estaría mejor y mis padres en New York. Aunque si las cosas hubiesen sido distintas no habría conocido a Ben y a Heather. Vuelto a gruñir del enojo.
—¿Por qué así?
La voz de Katy hace que me sobresalte un poco, pero sigo con la misma postura. Puedo escuchar que corre la silla para sentarse justo a mi lado. La dulce fragancia de su perfume no tarda en adentrarse en mis fosas nasales.
—Estoy de malhumor —digo descubriendo mi rostro. Volteo levemente para ver el suyo sin una gota de maquillaje y los ojos algo achinados. Katy arquea una ceja— Me molesta no poder salir de la casa sin Loren —concluyo.
No le diré a Katy mis sospechas de que él o la informante están más cerca de nosotros de lo que pensamos. Después de todo, cada persona que respire cerca de mí se convirtió en sospechoso. Y de no ser porque algunas cosas como; la televisión, mi almohada o mi cama no tienen vida, también serían sospechosas.
—Te entiendo —se ríe— Es muy molesto. No entiendo cómo pueden existir personas así, querer joderle la vida a alguien solo por capricho. Es decir, lo comprendo si tienes un motivo.
—¿Cómo que motivo? —pregunto frunciendo el ceño.
—No sé, ¿traición? —parece preguntarse a sí misma y niega con la cabeza.
—Vengarse no me parece la mejor solución, el karma se encargará de esa persona. Todo vuelve, Katy.
—Lo sé, Sky. Tienes razón. Fue una estupidez lo que acabo de decir —se disculpa y ríe un poco.
Sospecharía de Katy, pero hemos conocido a su familia por Skype. Además, ¿por qué ella buscaría arruinar nuestra vida si es parte de ella? Es novia de mi hermano y a decir verdad, creo que algunas chicas querrían estar en su lugar. Papá ha recibido ofertas de algunos empresarios amigos para supuestamente preparar un matrimonio arreglado entre Liam y alguna de sus hijas. Lo cual nuestro padre, sin ser maleducado, negó rotundamente. Aquello le parece una estupidez. Unir la vida de sus hijos con el único fin de beneficiarse ellos mismos con una alianza empresarial y posiblemente el que sus hijos los odien por resto de sus miserables vidas al lado de una persona que no quieren.
Cada persona tiene pensamientos diferentes y eso no está mal. Pero aquello era la cosa egoísta más grande que escuche en mi vida. Por suerte, papá es como es.
Le aviso a Katy que iré a ducharme, ella asiente diciendo que iría a preparar su licuado de frutas. Al volver a mi habitación mis amigos permanecen exactamente en la misma posición en la que estaban cuando los deje. Me doy una ducha y cuando salgo con una toalla en la cabeza, y ropa limpia, nada cambio. Suspiro. Estoy pensando seriamente en que están muertos.
Niego con la cabeza mientras tomo mi celular para leer el mensaje que Ben me envió. Su tono sonó pausando por un segundo la canción que sonaba de mi playlist cuando estaba en el baño. Lo único que dice es que vendrá a visitarme. Aprieto mis labios, no creo que eso sea buena idea.
Comienzo a teclear mi respuesta mintiendo sobre que en este momento no puedo. El sonido de unos nudillos sobre la puerta de mi habitación hace que me detenga y me pregunte si será Ben. Aunque... no creo, ¿o sí?
—¿Adelante? —pregunto temerosa.
El rostro de mamá se asoma por la puerta de mi habitación. Me sonríe levemente y luego observa a Thomas, Heather y Brooke que parecen estar inconscientes o algo parecido.
—Sky, Ben está aquí —me dice en tono bajito, supongo que para no despertar a los estúpidos.
—Dile que enseguida bajo —respondo al mismo tiempo que dejo mi celular con rapidez y me quito la toalla de la cabeza.
Mamá se ríe una vez más y cierra la puerta. Me aseguro de encontrar mi cepillo del cabello, a veces soy tan desastrosa que no sé dónde dejo mis cosas. Escucho el bostezo de Thomas, por el rabillo de mi ojo puedo ver que se incorpora en la cama. ¿Dónde lo habré dejado?
—Nunca creí que despertaría con dos chicas lindas en una cama —dice en tono de broma con su voz ronca. No puedo evitar soltar una pequeña risa mientras me arrodillo frente a la cama para buscar debajo.
—Acaba de llegar Ben —le informo con el ceño fruncido producto de no encontrar nada aquí abajo.
—¿Y buscas un preservativo?
Me pongo de pie y le miro enojada, intentando no reírme por la estupidez que acaba de decir. Thomas me observa serio y arquea una de sus cejas.
—Busco mi cepillo, ¿acaso no ves mi cabello? —le digo con obviedad. Thomas frunce el ceño y mete su mano debajo de su almohada. Mi boca se abre levemente al ver que saca de allí lo que busco— ¿Por qué mi cepillo estaba allí? —pregunto mientras lo tomo y comienzo a poner mi cabello decente.
—No sé —se encoje de hombros— Ve a hablar con ese estúpido. Estás bien. No mentalmente, pero sí de apariencia.
Le hago caso a mi mejor amigo y salgo de la habitación. Bajo las escaleras esperando que mi papá no se encuentre con Ben, porque no tengo ganas de aguantar sus celos de padre protector y tampoco creo que a mi novio le guste pasar por eso un domingo por la mañana. Me enternece pensar el hecho de que posiblemente solo durmió dos horas y ya vino a verme, quizás con resaca y todo.
Lo encuentro en la sala, sentando con la mirada en un retrato familiar. Me siento junto a él, sobresaltándolo un poco por la efusión en la que lo hice. Poso mis labios sobre su mejilla y me alejo. Mis sospechas parecen esfumarse cuando lo tengo enfrente.
—Hola —saludo tímidamente.
—Hola Harrison —su ceño se frunce por unos segundos, pero luego sonríe y eleva sus cejas— La fiesta anoche estuvo genial. Qué pena que no fuiste.
—Sí, fui de todas formas —aprieto mis labios— Tuve que ir por Sophie, estaba ebria y Dinah es una idiota. Lamento no haber pasado a saludarte —digo y sonrío un poco.
—Ambas estaban demasiado ebrias —dice asintiendo con la cabeza— Me hubiera gustado que pasaras a saludar, así te mostraba lo que quería que hagamos.
—¿Puedes que planeabas hacerme? —pregunto cruzándome de brazos y arqueando una de mis cejas.
—Algún día lo sabrás —se encoje de hombros con diversión y muerdo levemente mis labios, también con ese humor.
Sus ojos bajan a mis labios y se mantienen allí por unos segundos, baja la mirada y niega con la cabeza mientras sonríe por alguna razón.
Juro que a veces lo odio. No puede estar en mi lista de sospechosos y ser tan apuesto, hace que su lugar en esa lista este indefinido.
—Ashton me contó lo que pasó. Estoy preocupado —me dice haciendo una mueca.
Frunzo el ceño.
—¿Qué... cosa?
—Lo de la carta. Me contó y... —aprieta sus puños con fuerza. Suelta un suspiro— Estoy molesto. ¿Qué tan enfermo debes estar amenazar a una persona así?
Puedo sentir como mi piel se eriza al escuchar lo que acaba de decir. Aprieto mis labios intentando formar una sonrisa y para mi suerte si me sale.
—Hay muchas personas enfermas y malas en este mundo, Ben. Sólo debes acostumbrarte a ello —digo sonando tranquila, aunque es todo lo contrario.
—No permitiré que alguien te dañe, Harrison —posa una de sus manos sobre la mía y mis ojos van hacia allí.
Ben asiente apretando sus labios. Siento tantas ganas de llorar y de no hacerlo a la vez, de golpearlo y no. Pero sé que la mejor opción en este momento es deshacerme de él.
—Mañana tenemos examen de biología, ¿estudiaste? —pregunto intentando sonar casual.
—¿Examen? ¿Qué? —asiento con la cabeza y me río falsamente— Diablos. No estudié.
—Te recomiendo que vayas a hacerlo, Langford. Porque una mala calificación podría llevarte a reprobar la materia.
Se pone de pie con rapidez e imito su acción. Lo acompaño hasta la puerta todo el tiempo manteniendo mi actitud normal frente a él. No distante, no fría, sólo como normalmente solía ser y estoy satisfecha con lo convincente de mi actuación.
—En serio, me gustaría quedarme contigo —dice mientras posa sus grandes manos en mi cintura. Elevo un poco mi mirada para verlo a los ojos— Odio biología.
—No te preocupes —coloco una de mis manos en su mejilla y deposito un corto beso en sus labios— Te veré mañana, Langford.
Me suelta antes de recorrer mi cuerpo con sus ojos. Me recuesto sobre el umbral de la puerta para observar cómo se marcha. Se sube al auto y se voltea para mirarme. Sonríe y le devuelvo el gesto. En cuanto arranca espero hasta que desaparezca de mi vista para borrar mi sonrisa falsa.
Cierro la puerta sintiendo como quisiera estar entre los brazos de Thomas y que me recuerde que no debo llorar por ningún chico, pero no.
Ben es un estúpido, mentiroso y manipular. Yo fui tan ciega y estúpida para no notar que estaba engañándome. Lo que veía en sus ojos no era amor hacia mí, era diversión. Le divertía engañarme. Jugar con mis sentimientos fue su pasatiempo mientras Jessica, su madre, intentaba arruinar una vez más a mi familia. Ella mintió aquella vez en la prisión. Por eso no aceptó el trato de mamá. Está en contacto con sus hijos y Ben es uno de ellos.
Ashton no sabía de la carta que encontramos el día de la fiesta. Entonces es imposible que se lo haya contado a Ben. El informante esta en esta casa y le contó a él para que se lo cuente a su madre.
Voy hasta la habitación donde se está hospedando Loren. Golpeo mis nudillos contra la sólida madera y abre casi al instante. La morena me observa con el ceño levemente fruncido y una ceja arqueada.
—Skyler, ¿ocurrió algo?
Miro hacía todos lados, disimuladamente y cuando me aseguro de que nadie puede escuchar, ni observar, hablo.
—¿Puedo hablar contigo?
Loren asiente y me adentro a su habitación. Puedo notar que aún sigue teniendo la carta, está sobre su mesa de luz. Ignoro eso y comienzo a sacar el esmalte azul de una de mis uñas con ayuda de otra.
—Un amigo vendrá a buscar la carta para examinarla en un laboratorio —me indica sonriendo levemente. No contestó— Intente encontrar huellas latentes, que pueden verse a simple vista, pero fue en vano. Está muy bien preparada. Espero que sea distinto con las latentes.
Aprieto mis labios y elevo la mirada.
—Necesito que investigues a Benjamín Langford —hablo firmemente y es muy distinto a como pensé que sonaría mi voz— Creo que puede ser el hijo de Jessica.
Loren pone una de sus manos en su cadera y me observa confundida e intriga.
—Pero que sea un secreto entre ambas. No sé lo digas a nadie porque el informante está más cerca de lo que pensamos y le contará que esto.
—¿Cómo estás tan segura de que es él?
—Supo de la carta. Nadie sabía de la carta, más que tú y los chicos.
—Uno de ellos es el informante —dice asintiendo con la cabeza— Heather, Brooke y Thomas son sospechosos.
—Sí —asiento con pesadez.
Emily POV
—Mira tú vestido, Soph.
—Ojalá pudiera volver en el tiempo y golpearme a mí misma.
Golpeteo mis uñas sobre la pantalla de mi celular con nerviosismo. Hago todos los intentos posibles por estar tranquila, pero me es imposible. Caroline me traerá los resultados en un rato y no puedo pensar en nada más que en eso.
—Mamá, ¿Cómo pudiste dejar que me pusiera eso?
Miro a Sophie quién me observa con diversión. Su dedo índice esta sobre una fotografía de cuando era pequeña y estaba vistiendo un adorable vestido de patitos rosas.
—Oh, te ves adorable, Soph —dice Ashton haciendo una mueca divertida— Como una auténtica fan de los patos.
Sonrío levemente. Es la primera vez que Ashton viene a visitarnos desde que se fue producto de aquella discusión con Stefan. Estamos viendo álbumes familiares a pedido de Sophie y me gustaría tanto disfrutar de estos recuerdos con ellos, pero mi mente no puede encontrarse más alejada en estos momentos.
—¡Ay, por Dios! ¡Mira tú cabello en esta foto! —exclama Sophie mientras se ríe— ¿Acaso te peleaste con una tijera?
—Y se ve que la tijera ganó —dice Ashton riendo también.
Observo la fotografía de la que hablan y también río.
Eso fue cuando tenía seis años, casi siete. Yo estaba trabajando y Ashton al cuidado de Stefan. Nuestro hijo tenía tarea y era llevar recortes de animales salvajes para su próxima clase. Él le estaba ayudando con eso, pero dejó a Ash sólo por unos minutos para responder una llamada y cuando volvió se encontró con que había cortado su cabello. Claro que tuvimos que hacer una visita al peluquero ese día.
Pongo mi mirada en la ventana, donde puedo ver el sol iluminar las rosas de afuera. Suelto un leve suspiro. Si ese examen resulta negativo, habré desperdiciado toda mi vida junto a Stefan. Todos estos años fueron en vano, porque Sophie no sería su hija, por ende podría haberme divorciado de él hace tiempo.
—Soph, ve a buscar otro álbum, uno de las vacaciones a Italia.
—¡Oh, sí, sí! Es una buena idea.
Veo por el rabillo de mi ojo como Sophie se pone de pie y sale a buscar otro álbum con mucho entusiasmo. La visita de su hermano la alegró mucho.
—Mamá —miro a Ashton que me observa con el ceño levemente fruncido— ¿Está todo bien?
—Claro, Ash.
—Sabes que puedes confiar en mí, con lo que sea —me recuerda elevando sus cejas.
Sonrío. No fue un error conocer a Stefan. Por más que me haya hecho pasar cosas horribles, derramar lágrimas innecesarias, no fue un error. Porque sin él no tendría al maravilloso chico que tengo por hijo y a Sophie, creo.
—No me pasa nada. Todo está bien. Gracias por preocuparte —sonrío genuinamente— ¿Ya te dije que eres el mejor hijo del mundo?
Oigo un pequeño chillido. Miramos detrás de nosotros y nos encontramos con Sophie viéndome con la boca entreabierta, y los ojos llenos de indignación.
—Eso se llama traición, madre.
—Por supuesto que tú también eres la mejor hija del mundo, Sophie —le digo ladeando la cabeza— Y la más linda de todo el mundo, claro.
Sophie se ríe y se acerca a nosotros con el álbum en sus manos. Ahora si les doy la atención que merecen. Nos reímos a carcajadas al ver las viejas fotografías, por los comentarios que hacen y después vemos videos viejos. Pasar tiempo con ellos y reírnos hace que mis nervios se desvanezcan como el humo. Se hace de noche y Ashton tiene que marcharse, muy a mi pesar. Le recordé que puede volver cuando quiera, después de todo está también es su casa, pero parece no haber querido responder a eso o ignorarlo.
Abrazo a Ashton una vez más y Sophie se nos une. No puedo explicar lo bien que me siento, es como si anteriormente hubiera estado descargada y esto, más bien, ellos, me recargaron por completo dejándome lista para enfrentar lo que venga.
—Si no vuelves a visitarnos te pateare en la entrepierna.
Nos reímos al escuchar a Sophie y deshacemos el abrazo al ver el auto de Caroline adentrarse en la propiedad. Mi corazón comienza a latir con rapidez nuevamente y me tenso al instante. Ashton parece notar eso mientras que Sophie se acerca para recibir a la rubia.
Mis ojos se encuentran con los de Ashton y le sonrío nerviosamente. Creo que estoy a punto de desmayarme.
—¿Ah sí? Eso es genial, Soph —escucho que le responde Caroline a lo que sea que le haya contado mi hija— Hola, Ashton que bueno verte por aquí.
—Hola tía Caroline, también es bueno verte —Ashton sonríe amablemente— Justo voy de salida.
—Sam me contó que tu graduación está asegurada. ¡Felicidades! Sabía que lo lograrías.
Sophie y yo miramos a Ashton con confusión. Él no nos mencionó nada sobre eso...
—Gracias, pero... era una sorpresa —ríe levemente.
—¡Diablos!—Caroline hace una mueca— Lo siento —se encoje de hombros con una pequeña sonrisa apenada.
—¡Vas a graduarte! —digo con emoción.
Sophie suelta un chillido de emoción y abraza nuevamente a su hermano.
—Hay que celebrar esto —dice mi hija mirando a Ashton por una respuesta afirmativa.
—Otro día. Debo volver. Ben debe estar preocupado, no tengo contacto con él desde anoche —eleva sus cejas y pasa una mano por su cabello— Prometo volver. Fue un gusto verte tía, Caroline. Adiós.
—Adiós, Ash.
Lo observamos subir a su auto y marcharse luego de eso nos adentramos a la casa. Sophie va a su habitación porque debe hacerse una mascarilla exfoliante y aprovechamos para ir a mi habitación, donde podemos hablar con toda la libertad del mundo.
—¿Viste el resultado? —le pregunto mientras juego con mis manos, producto del nerviosismo.
—Es algo privado —dice negando con la cabeza— Tú debes verlo primero.
—¿Puedes leerlo tú y decírmelo, por favor? —pregunto.
—Sólo si prometes no desmayarte.
—Haré lo posible.
Caroline saca de su bolso un sobre blanco con mis iniciales en la parte de atrás. Lo sostiene entre sus manos por unos segundos, se encuentra nerviosa, pero claro no más que yo. Lo que contiene este papel determinará como seguirá todo a parir de ahora, si todo seguirá como siempre o cambiará para siempre.
Lo abre y comienza a leer. Allí es dónde todo parece ser en cámara lenta para mis ojos. Mis cejas se fruncen esperando una respuesta por parte de Caroline.
La rubia eleva sus ojos verdes hacía mí. Abre su boca para hablar, pero parece quedarse en blanco y me siento incapaz de mover mis labios para ordenarle que hable. Parece volver a la realidad luego de parpadear repetidas veces.
—Tengo trabajo que hacer —menciona con una pequeña sonrisa en sus labios.
Me tiende el sobre y mi mano se mueve automáticamente hasta ella. Cuando el frío papel hace contacto con mi piel puedo escuchar a mi corazón latir en mis oídos. Lo tomó con ambas manos y cierro mis ojos. Mis párpados parecen estar pesados o quizás esto también es producto de mis intensos nervios. Suspiro. Aquí vamos.
Mi boca se abre al ver el resultado.
—100% positivo —digo sin aliento.
Derek es el padre de Sophie, no Stefan.
Sophie en multimedia.
Holaaa! Ayer no publiqué porque me encontraba mal y sinceramente no tenia ganas de hacer nada más que estar acostada mirando películas. Hoy con más energía me levante temprano y termine el capítulo para ustedes.
Por instagram les dije que eran los últimos capítulos, creo que faltan unos diez para dar por finalizada la historia!
Preguntas: ¿Como creen que se tome Sophie esta noticia? ¿Emily podra divorciarse por fin, creen que Stefan no peleará para que eso no suceda? ¿Quien es el informante para ustedes? ¡Los leo!
Siempre leo los comentarios donde piden que actualice dos veces por semana, pero no es posible. La escuela es insoportable y además de eso como que mi cerebro se queda en blanco cada vez que termino un capítulo jajaja, es difícil de explicar, pero espero que entiendan.
¡Otra cosa! Quiero hacer un trailer para esta novela y necesito que me recomienden aplicaciones para descargar videos. Tenia una pero dejó de funcionar no sé por qué jajaja. Graciassssssss
¡Espero que les haya gustado el capítulo!
Nos leemossss <3
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