Maratón 2/3

—Soph, detente —le digo riendo, mi prima tironea de mi mano, haciendo caso omiso a mis palabras— ¡Por lo menos dime a donde vamos!

—Vamos al lugar donde los sueños se hacen realidad.

—¿Disney? —pregunto divertida.

—Um, no. Sigue intentando.

Nuestras madres vinieron de compras juntas y con nosotras, por lo que Sophie aprovechó para raptarme y llevarme lejos, al parecer.

—¿Narnia?

—Ay, no, Sky —se ríe— ¡Vamos a mi tienda favorita!

Entorno mis ojos. Sophie me está por someter a la peor tortura de todas. Quiere que le ayude a elegir ropa para la fiesta de Ben. No me preparé mentalmente para esto. Ir con una mujer de compras es sinónimo de ir a probarse la tienda entera. Por lo menos eso sucede en este caso.

—¿Sexy o no sexy? —me pregunta tendiendo un vestido blanco que a la vista parece demasiado ajustado.

—Sexy —asiento riendo— Ve a probártelo.

Cuarenta y cinco minutos después Sophie va por su cuarto vestido. Un violeta casi como azulado está ajustando su pequeña cintura y temo porque no este respirando, aunque ella se ve bastante contenta con el resultado y por cómo resalta su figura.

—Si... llevaré este —asiente volteándose y mirando a la dependienta con una sonrisa, luego me mira a mí— Ahora busquemos algo para ti, Sky.

Niego con la cabeza, conociendo la escena que viene a continuación. Eso también es otra tortura porque me hará probar todos los vestidos, faldas, tops, toda prenda posible y existente en la tienda. Sophie asiente con una sonrisa malévola antes de adentrarse al probador para quitarse el vestido.

Mamá me avisa por mensaje en que tienda estarán así no estamos buscándolas por todo el centro comercial como veces anteriores. Ambas suelen poner en silencio sus celulares porque según ellas, cuando estás de compras es un momento sagrado donde tomas decisiones difíciles y no debes ser molestada.

—No quiero comprarme nada, Soph —le digo haciendo una mueca.

Sólo quiero irme, tengo sueño porque dormí mal anoche. Antes de dormir me puse a pensar en quien pudo entrar en mi habitación y me despertaba cada rato pensando que había alguien. Ugh, estúpidas paranoias.

Si, habla en serio cuando dije que pensar en la persona que metió sus manos en mi ropa interior no me dejaba dormir de noche.

—¿Segura? —pregunta arqueando una ceja— Estás frente a la mejor compañera de compras, eh. Recapacítalo.

—No lo niego, solo tengo sueño —me encojo de hombros.

—Bien, escojo un par de zapatos y nos vamos, ¿sí?

Asiento. Este proceso es mucho más corto que el de los vestidos, por suerte. Vamos a la sección de zapatos, donde apenas pone un pie ya algo logra llamar su atención.

—Uy, te amo, pero no te compraré —hace una mueca mientras le habla a un zapato amarillo patito— No eres tú... es el vestido.

Me río y niego con la cabeza.

—¿Connor asistirá a la fiesta de Ben? —me pregunta Sophie alzando la mirada.

Frunzo el ceño.

—Sí, ¿por qué no lo haría?

—Ya sabes. Por la discusión que tuvieron.

—¿Qué discusión?

—¿No sabes? —niego con la cabeza bastante obvia. Si se lo pregunto es por algo— ¡Yo te cuento!

Rodea el estante de zapatos que nos separaba con mucha emoción para contarme sobre la discusión que ambos tuvieron. Claro, ahora entiendo porque de repente se alejaron, la actitud de Heather, el comportamiento de Connor el otro día y la pregunta de Ben.

—Se pelearon por ti.

—¿Por mí? —frunzo el ceño. Ella asiente— Pero, ¿por qué?

Sophie entorna sus ojos.

—¿Por qué crees, tonta? Porque a Connor le gustas.

¿Qué? No...

Comienza a relatarme que ambos tuvieron una discusión en el establecimiento del instituto donde, claro, tuvieron a varias personas como espectadores.

—Entonces, Connor le dijo "¡Sólo no quiero que la lastimes con tus mentiras y vida falsa!" —hace una mala imitación de la voz de Connor— y Ben respondió "¡Púdrete!" y se fue.

¿Ben y Connor discutieron por mí? No lo comprendo. Me parece tan increíble que el hermano de mi amiga sienta algo más que cariño de amigos por mí, no mostraba señales ni nada. Es... no puede ser posible. Debe ser sólo un rumor que Sophie creyó.

—Quizás te contaron mal.

—Ah-ah, yo estaba allí —eleva un dedo— Y hasta el momento no oigo mal.

Me quedo en silencio. Estoy experimentando muchas emociones en estos momentos; enojo, tristeza e incertidumbre. ¿Yo arruine una amistad? ¿Por qué ambos son tan estúpidos dejando que una chica los separe? ¿Por qué Ben no me habló de esto? ¿Por qué Heather no me contó esto? ¿Acaso lo que dijo Connor es verdad? ¿Él me miente? ¿Vida falsa?

Sophie posa una de sus manos sobre mi brazo. Le miro de reojo. Está mirándome con una pequeña sonrisa.

—¿Estás bien? —pregunta.

Primero, agradezco que Sophie me haya contado esto porque de ser por mis amigos seguiría preguntándome que pasa con Connor. Segundo, desde lo que pasó, no me siento cómoda tratando temas que tengan que ver con Ben con mi prima. El ser amiga de Dinah hace que pierda confianza sobre ella, por lo menos sobre ese asunto. Y tercero, pero no menos importante, necesito helado y una charla con mi diario telefónico para aclarar mis pensamientos.

—Si quieres podemos irnos y compró los zapatos después —agrega encogiéndose de hombros.

—Estoy bien —asiento con una sonrisa forzada en mi rostro. Sophie, lejos de creerme arquea una ceja— Mira, este quedaría perfecto con tu vestido —digo tomando un zapato negro.

Sophie aleja su mirada acusadora de mí y la pone en el zapato. Suelta un suspiro.

—Veamos si es mi número —asiente dándose por vencida.

Quince minutos más tarde estamos caminando por el centro comercial, dirigiéndonos a la tienda donde nuestras madres se encuentran. Sophie me relata sobre la vida de Donatella Versace y yo hago como que prestó atención. Mi mente sólo tienen un tema en atención está vez y es averiguar si todo esto es verdad. Cuando por fin encontramos la tienda, ahora la misión es encontrarlas a ellas. Gracias al cielo y a la risa de la tía Emily, la cual puedes distinguir a kilómetros, las encontramos en la sección de zapatos.

—¡Oh, mi Dios! —logro escuchar que la tía Emily exclama, aunque no puedo deducir en que tono lo dijo, fue neutro— ¿Estás segura de eso? Sam, eso es...

—¡Hola, hola! —exclama Sophie asustándolas a ambas y haciendo que dejen de hablar.

Ugh. Yo quería saber de qué estaban hablando. Últimamente estoy escuchando mucho a escondidas. ¿Eso es bueno o malo?

—¿De que hablaban ustedes dos? —pregunta Sophie entrecerrando los ojos.

Me uno a ella cruzándome de brazos sin decir nada. Cuando Sophie las interrumpió se veían tan asustadas, creí que estaban a punto de elevar sus manos cómo si esto fuera un robo.

—Oh, Sophie. Me asustaste —le dice la tía Emily.

—Lo siento —se disculpa Sophie riendo.

—¿Y que se compraron? —pregunta mamá cambiando de tema, viéndose aún un poco nerviosa.

Sophie comienza a contarles a ambas los vestidos que se probó y la gran decisión que tuvo que tomar porque eran todos hermosos. Estás oían atentas, a pesar de estar probándose zapatos. Por momentos sentía la mirada de mamá sobre mí, pero la ignoraba y me mantenía en silencio pensando aún en el tema de Connor y Ben.

Nos despedimos de ellas porque la tía Emily debía hacer una teleconferencia y no podía dejarlo para después. Derek estaba esperándolas afuera y al vernos a mamá y a mí, nos saluda con una sonrisa. Ellos tres cruzan algunas palabras, pero no tengo ganas de escuchar ni estar ahí. Tras despedirme amablemente voy al auto de mamá.

Uno de los códigos que comparten los chicos y las chicas es: no pelearse por un/a chica/o. ¿Por qué demonios estos dos no cumplen con ese estúpido código? ¿Por qué se pelean por mí? Bueno, eso sonó mucho más egocéntrico de lo que creí.

Ni siquiera sé si es verdad u otra cosa que Dinah le ordenó a Sophie que hiciera para de alguna forma arruinar mi noviazgo con Ben, pero explica mucho.

Maldición. Explica todo.

Mamá se adentra en el auto sin decirme ninguna palabra y arranca. En unos minutos estamos fuera del estacionamiento del centro comercial. Me hago la tonta con mi celular, mirando publicaciones de instagram para no mirarle y que pueda darse cuenta de que algo me sucede.

—Skyler.

Mierda.

—Mamá.

—Puedes contarme lo que sea.

Demasiado tarde. Mamá ya sabe que algo me sucede. Ahora que lo pienso bien, debí actuar desde que estábamos en la tienda. Pero en ese momento estaba demasiado enojada con una mezcla de triste y después confundida como para si quiera fingir que no quiero estrangular a dos chicos por ser tan tontos.

¿Cómo lo digo? Estaba... ¿tristenojadida?

—Lo sé.

Puedo sentir que me mira de reojo. Suelto un suspiro.

—Un chico al parecer gusta de mi —suelto cruzándome de brazos.

—¿Y eso es malo porque...? —alarga con la vista en el camino.

—Es mi amigo y más amigo de Ben —digo— Y no quiero lastimarlo al decirle que no siendo lo mismo. También parece que se discutió con Ben diciendo que...

Me detengo. ¿En realidad le diría las acusaciones que Connor dijo sobre Ben? No, no lo haría. Eso haría que comiencen a desconfiar de él. Estoy segura de que mi novio no haría eso, ni tiene una vida falsa.

—... diciendo cosas de las cuales Sophie no me dio detalles —termino la oración que deje en el aire.

—Claramente no le dirás a ese chico que también te gusta. Porque eso sería ilusionarlo —le interrumpo.

—De todas formas no sé si eso es verdad, quizás le contaron mal —digo en vez de decir quizás todo es obra de Dinah y su capricho por quitarle el novio a toda chica viviente.

—Confirma los hechos y habla con él, no merece que lo ignores. Eso sólo dolerá más —dice— Y tampoco puedes salir con él por lástima u otros motivos, sé lo que digo.

—¿Saliste con alguien por lástima? —pregunto arqueando una ceja. Niega con la cabeza— ¿Entonces?

—Salí con un chico sólo para poner celoso a tu padre. Era inmadura y estúpida, y además estaba un poco ebria. No me juzgues.

Me río y no por lo que hizo mamá, estuvo mal, lo admito. Lo que me causó gracia es la forma en la que lo dijo. Se ríe conmigo dándose cuenta de ello también.

—¿Ebria? —pregunto con una sonrisa pícara.

—Estaba en una fiesta —me dice lanzándome una mirada fugaz— Él estaba con su novia y yo muerta de celos. Drake sólo lo pidió, también estaba ebrio.

Casi escupo mis intestinos.

—¿Drake? ¿Hablas de Drake Hilder? ¿El tío Drake? —pregunta sin esconder mi sorpresa.

Mamá se ríe.

—Ese mismo, Sky.

Creo que mi familia no conoce a otras personas. ¿Por qué todos tienen algo con todos? Primero la tía Emily y el tío Luke, ahora mamá y el tío Drake. No me sorprendería saber que en algún momento de su vida la tía Caroline y papá también tuvieron algo.

—Sigo en shock —llevo una mano a mi pecho.

—El mundo es muy pequeño, Skyler —se ríe con aire misterioso.

(...)

Al terminar de cenar, cuando todos están por ir a dormir, Katy se cola en mi habitación y en mis sabanas. Al principio me asusto porque estaba tan concentrada en mi lectura que no me di cuenta de que estaba parada frente a mi cama. Sus ojos celestes me miraron con amabilidad al preguntarme que me sucedía, que me notó pensativa al comer helado de postre.

Decidí contarle lo que estaba pasando, claro, omitiendo también la parte que no le conté a mamá. Se queda pensativa mientras observa el techo y se cubre más con mis sabanas debido al frio del aire acondicionado.

—Yo creo...

—¿Qué crees?

—Connor y Ben...

—¿Qué crees sobre ellos?

—¿Puedes dejarme terminar? —dice riendo.

Asiento apretando mis labios para que pueda darme su opinión del tema. Definitivamente después de esta charla con Katy lo primero que haría sería llamar a Heather para confirmar la información que Sophie me proporciono y si todo es verdad, lo primero que haría mañana al instituto seria buscar a Connor para hablar con él.

—Si se pelearon por ti, no son tan amigos como parecían. Los amigos de verdad simplemente no se pelean por chicas, para lo mismo con las mujeres, créeme. Dudo en su amistad —dice y muerde su labio— Sobre Ben... quizás no te lo dijo porque no quiere que te sientas mal por esto. Dudo que te lo haya escondido porque sí.

Asiento. Si, posiblemente lo hizo, pero enterarme por Sophie también me puso triste o bueno, tristenojadida. Aunque Katy no sabe lo que dijo Connor, solo sabe que se pelearon su punto no es tan... ¿preciso?

Katy suelta un bostezo y se incorpora en mi cama, observo la hora en el reloj digital que tengo sobre mi mesa de noche. Son casi la una de la mañana. No me preocupo por la hora, Heather suele estar despierta hasta tarde mirando series o leyendo algún libro.

—Me voy antes de que tu hermano se dé cuenta de que cambie sus películas de acción por tu drama adolescente —se ríe— Buenas noches, cuñadita.

Me despido de Katy elevando una de mis manos. En cuanto cierra la puerta me estiro para buscar mi celular que nuevamente cayó al suelo y no fui consciente de ello. Me agarra un infarto al verlo boca abajo. Lo volteo rogando que su pantalla no este rota y por décimo quinta vez, o milésima, o millonésima quizás, todo se encuentra bien. Suelto un suspiro y marco el número de la pelirroja que contesta al tercer tono.

—Hola Skyyyyy —alarga con alegría.

—Hola Heather, ¿interrumpí tu sesión de The Originals? —pregunto. Es adicta a esa serie.

Se ríe.

—Para nada, extrañamente estaba por dormir —elevo mis cejas. Eso sí que no es usual en ella— ¿Pasó algo con Ben?

Bueno, ella fue más al tema que yo.

—Así es.

—¿Qué pasó? ¿Te lastimo? ¿Ya lo mataste? Sé de un buen lugar para enterrar su cuerpo. Yo... —le detengo riéndome.

—No me hizo nada, no a mí —¿Cómo puede hacerme reír? Se supone que quiero estar seria— Tu puedes responder la primer pregunta que hiciste.

Se queda en silencio unos segundos.

—No sé cómo puedo saberlo.

—Entonces responde esto, ¿Por qué pelearon Ben y Connor?

Nuevamente silencio... y finalmente un suspiro de rendición. Me cuenta que desde hace un tiempo a Connor le gusté y Ben sabía sobre ello, pero no le importo y siguió acercándose a mí. La timidez de su hermano le impidió hacer algo para conquistarme y el chico de ojos verdes se aprovechó de ello para ganarme primero. A Connor hace tiempo le molestaba, pero no podía decir nada porque Langford me conquisto primero. El otro día solo exploto y soltó un montón de cosas en el establecimiento.

Escuchar todo eso me hizo sentir que soy solo una especie de trofeo para ellos y eso no me hace sentir tristenojadida, me hace sentir enojada directamente. Apretando mis puños con fuerza e ignorando el hecho de que deseaba ir a la casa de ambos y darles una patada en su entrepierna, pregunto:

—¿Connor mencionó algo sobre una vida falsa? —arqueo una ceja.

—Si... —asiente— Pero en serio no sé nada sobre eso.

—Bien —suelto un bostezo— Nos vemos mañana en el instituto. Lamento haberte hecho pasar por un interrogatorio.

—No importa —dice y ríe un poco, apenada— Lamento no habértelo contado.

Nos despedimos y me quedo sentada en la cama pensando que los planes cambiaron. Mañana a penas entre al instituto lo primero que haría sería hablar no solo con Connor, sino también con Ben y no me importaría tener que perder la primera hora de clases por eso. No dejaría que ambos compitan por mí como si fuera un trofeo y mucho menos dejaría que piensen que pueden actuar como imbéciles a mis espaldas.