Capítulo 22: ¿Crees en las coincidencias?
Mi cuerpo despertó hace dos horas, pero mi cerebro aún no y levantarme de mi cama con mi cerebro en modo off no es bueno. La última vez que lo hice, casi caigo por las escaleras, de no ser por Liam en este momento creo que estaría muerta o algo parecido. Aunque, debo hacerlo porque debo saludar a Austin. Anoche se fue a dormir como a las diez porque quería estar al 100 para hoy y además estaba super cansado.
Me levanto de la cama con tanta flojera que vuelvo a acostarme. Esto es lo que odio de dormir tarde, me cuesta tanto despegarme de la cama después. Luego de unos segundos, hago otro intento obteniendo buenos resultados. Salgo de mi habitación y camino hasta llegar a la de Austin, que... no está muy lejos de la mía. En realidad está al lado, solo que como las habitaciones son espaciosas da la impresión de que está lejos.
Golpeo dos veces la puerta y nada. Quizás debe estar durmiendo, entonces abro la puerta para encontrarme con su cama arreglada y nadie en su habitación. Suspiro. ¿Tanto esfuerzo para nada?
Decido ir a la cocina donde efectivamente se encuentran mis hermanos y Katy. No hay rastros de mis padres... ¿todavía no habrán vuelto de su salida secreta y misteriosa de anoche?
—¡Feliz cumpleaños, pequeño insoportable! —le digo a Austin abrazándolo por detrás. Le doy muchos besos en la mejilla, haciendo que se queje riendo e intente apartarme— Oh, agradece que te de besos y no te tire de la oreja.
—Prefiero que me tires de la oreja —me dice riendo, entonces me separo y le enseño mi dedo del medio.
—¿Y Sam y Tyler? —le pregunto a Liam. Katy sigue bebiendo su café mientras lee noticias en su celular, al parecer.
Mi hermano mayor frunce el ceño.
—Salieron temprano para asegurarse de que todo este perfecto para esta tarde —responde encogiéndose de hombros.
—¿No contrataron personas para eso? —pregunta Katy con la vista en su celular.
—Sí, pero a veces los organizadores hacen lo que quieren y eso —se encoje de hombros desinteresadamente.
Elevo mis cejas. ¿Entonces salieron a las cuatro de la mañana solo para ir a ver si todo estaba perfecto para el cumpleaños de Austin? Lo dudo. Tengo tanta curiosidad... sin dudas le preguntaré a papá.
—Aust, ¿Cómo es eso de que papá invito a Ben? ¿Qué está tramando? —decido indagar en el otro tema que de verdad me tiene muy intrigada, también.
Conozco a mi papá y no soy tan estúpida para no darme cuenta de que su intención principal no es llevarse bien con Ben.
—Ni siquiera sabía que existía esa invitación —me responde mi hermanito— solo le seguí la corriente a papá.
—Yo sé lo que está intentando hacer papá —dice Liam sonriendo con diversión— Está usando la vieja táctica de; Mantén a tus amigos cerca y a tus enemigos aún más cerca.
Katy eleva la mirada y bloquea su celular para unirse a la conversación.
—Es una buena táctica —dice riendo— Pero, ¿por qué un adolescente sería su enemigo? —cuestiona arqueando una ceja.
—Porque está cerca de Skyler, cualquiera que esté cerca de Skyler es nuestro enemigo —responde Liam mirándome juguetón.
Y así queridos amigos es como voy a morir sola, muerta y... sola.
—Que insoportables —digo entornando mis ojos— Si está haciendo eso, pierde su tiempo. Ben y yo no somos, ni seremos absolutamente nada.
Bueno, quizás eso sea mentira o quizás no. El tiempo lo dirá.
Jazmín me invita a ir a su casa para que nos arreglemos nosotras dos, Brooke no está incluida porque dijo que ya tiene cita en la peluquería con su madre. Bueno, eso es muy bueno en realidad, no me malinterpreten, la extraño, pero necesito hablar con Jaz sobre el diario y con ella presente eso no será posible.
Mis padres vienen antes del almuerzo y se ven increíblemente bien para haberse levantado a las cuatro de la mañana y no haber dormido nada hasta el momento. Lo que noto es que mamá me estuvo observando mucho... lo que me da a entender que sabe que yo sé de su misteriosa salida nocturna con papá y el tío Drake.
Conozco a mi mamá, somos iguales en todos los aspectos para mí y sé que ella no me dirá nada por cosas tontas como mi bien. Digo cosas tontas, porque si me oculta algo es estúpido. ¿Cómo quiere que me cuide de algo que desconozco? Por ende, debo hablar con mi papá que... vamos, soy la niñita de sus ojos. Él no puede negarme nada, ni siquiera información o eso quiero creer yo.
Así que... cuando mamá y Katy van a tomar sol afuera, yo sigo a papá a su oficina para comenzar mi investigación.
—Papáááááá —alargo entrando en su oficina con una sonrisa. Él me sonríe— ¿Qué tal tu día? ¿Necesitas algo?
Papá frunce el ceño divertido.
—¿Qué necesitas? —pregunta cruzándose de brazos.
Camino hasta la silla que esta frente a su escritorio y me siento allí.
—¿Por qué supones que necesito algo? —pregunto.
—Eres mi hija —dice— y jamás me preguntas si necesito algo a menos, que tú quieras algo a cambio.
Niego con la cabeza.
—Me duele que tengas ese pensamiento sobre mí, yo no soy así —me encojo de hombros— Excepto, esta vez.
Se ríe negando con la cabeza y eleva las cejas.
—Te escucho, niña floja —dice cerrando su computadora.
—Anoche... me levanté para ir al baño y por cosas de la vida termine mirando por la ventana, ¿A dónde iban? —papá me observa fijamente por unos segundos que se me hacen eternos y finalmente comienza a reírse— ¿Qué? —pregunto sin entender el chiste.
—El tío Drake se sintió mal y tuvimos que acompañarlo a emergencias, donde lo atendió Brandy. Pero solo fue algo que comió, ahora está perfectamente bien.
¿Ah? El tío Drake parecía estar perfectamente bien, pero anoche. Ademas, ¿caerle algo mal? Él no come cualquier cosa, tiene una dieta que lleva a cabo estrictamente desde hace mucho tiempo. No creo que ahora venga a caerle mal. ¿Papá me está mintiendo?
—Es extraño porque él no ingiere nada que no esté en su dieta... —digo elevando mis cejas.
—Fue a cenar a un restaurante japonés.
—¿Solo?
—Con Caroline y Nick.
—¿Pero la tía Caroline no estaba con la tía Emily?
—Cancelaron.
Papá puede tener todas sus respuestas perfectamente planeadas o puede estar diciendo la verdad. Quiero sacar el tema de que él llevaba un portafolio, pero es obvio que no va a decirme obviamente nada. Bueno, mis encantos de hija no sirvieron está vez.
—Está bien... —asiento elevando mis cejas— Por cierto, voy a casa de Jazmín. Nos arreglaremos juntas.
—Que te diviertas y no lleguen muy tarde —me dice volviendo a abrir su computadora.
Asiento haciendo un sonido con mi boca y me levanto. Camino hacia la puerta planeando como podré conseguir información de anoche, claramente con Jazmín.
—Sky.
Volteo.
—¿Sí?
—Ben asistirá, ¿no es así?
Ay, Dios.
—No sé, no hable con él —me encojo de hombros— Papá, no quiero que hagas nada malo con Ben.
Se lleva una mano al pecho de una manera exagerada, fingiendo indignación.
—Sky, solo quiero llevarme bien con el chico —me dice— Es tu amigo después de todo.
Llevo mi dedo índice cerca de mi ojo para indicarle que lo observo. Mi papá es realmente muy bueno, siempre se llevó bien con las personas que estaban a mí alrededor, compañeros de curso y eso, pero con Ben es diferente... porque no sé si él solo quiere ser mi compañero.
Mamá se une a nuestra plática entrando en la oficina. Lleva una bata blanca y el cabello algo mojado.
—El agua esta perfecta... —dice sonriendo— ¿Por qué no salen a disfrutar el día en vez de estar encerrados y...? —mira a papá— ¿En serio estás haciendo algo del trabajo hoy y en domingo?
Papá eleva las manos.
—A alguien le falta helado, ¿eh? —dice riéndose. Cierra su computadora y se pone de pie— Ya me extrañabas por eso viniste, ¿verdad?
—Liam se llevó a Katy entonces no me quedo de otra que venir —bromea mamá— Ambos salieron. Somos solo nosotros cuatro.
—En realidad tres —me encojo de hombros— Voy con Jazmín.
—En ese caso inviten a Sophie, últimamente está muy sola.
¿Cómo puedo explicarle a mi mamá que Jazzy y Sophie no pueden estar juntas... nunca más? No, no puedo explicarle, entonces debo mentirle, lo cual odio. Pero todos prometimos no contarles a nuestros padres esto que ocurrió.
—Creo que ella iría con Brooke —digo pensativa— Como sea. Nos vemos más tarde. ¡Los amo!
(...)
Estamos acostadas en el frio piso de su departamento mientras comemos frutillas. Me está contando como actuó la tía Caroline cuando le contó que alguien nuevo ha entrado en su vida, pero no puedo evitar interrumpir su relato.
—¿Anoche cenaste con ellos? —pregunto.
—Déjame terminar —dice— Estaba por hacerlo, pero me solo vine a estudiar.
—¿Entonces no sabes que hicieron? —pregunto.
—¿Qué hicieron?
Le explico a Jazmín a lo que quiero llegar y porque. Al terminar de contarle todo esto, ella frunce el ceño con confusión.
—Solo estuvieron en casa... porque si salían me hubieran dicho que cuide a Tobías y Camille —dice haciendo una mueca extrañada— Aunque... como estaba enojada con mamá posiblemente hayan contratado una niñera pero lo dudo.
—¿Y si en vez de sacar conclusiones no les preguntas?
Jazmín apoya su codo sobre el suelo, dejando descansar su cabeza en la palma de su mano. Me mira con diversión y una pequeña sonrisa en sus labios.
—Jamás hiciste algo en secreto, ¿verdad? —pregunta entrecerrando sus ojos marrones.
Entorno mis ojos.
—Lo siento, señorita misterio —le digo riendo— Espera... ¿Qué has hecho tú en secreto?
Lleva su dedo índice a su boca y me guiña un ojo. Se levanta del suelo y va a buscar una de sus botellas de agua.
Ahora que lo pienso, desde que el diario de Daniela llego a nuestras vidas las cosas andan muy extrañas. ¿Y si esa salida misteriosa tiene que ver con el diario? Al mi teoría a Jazzy, lo piensa unos segundos y luego desecha esa idea.
—Ellos están en algo extraño, sí, pero no creo que tenga que ver con el diario de Daniela...
—¿Por qué lo crees?
—Porque ya lo sabríamos —dice— Ellos conocen a gente que puede ayudarlos a buscar lo que sea, entonces, ¿Cómo es posible que lo que buscan está en su propia casa y ni siquiera lo saben? Fácil. No buscan eso.
Tiene razón. Mis padres son muy astutos y las personas con las que trabajan también, no creo que mi armario tenga algún escudo anti detectives o algo. Aunque, tampoco tendrían por qué buscar en mi armario, es decir, debo ser la última en su lista de sospechosos o ni siquiera debo estar.
Mi cerebro me va a explotar.
—Supongamos que no —yo no creo en la teoría de Jaz— ¿Por qué a ti te llego el diario?
—Porque soy fabulosa —se encoje de hombros.
—Estoy hablando en serio —le digo riéndome— Estuve leyendo anoche y Daniela decía que quería vengarse de alguien... ¿Quién demonios era ese alguien?
Jazmín aprieta sus labios.
—Vengarse de alguien, ¿ah? —me dice— Necesito que me traigas el diario. Quiero leerlo. Creo que puedo llegar a comprender a quién se refiere —baja la mirada hacia sus uñas.
—¿Crees que es alguien de nuestra familia?
Me quedo pensando. Si esto llego a nuestras manos es porque nosotras somos cercanas a esas personas. En realidad quiero cumplir lo que Daniela pide porque al parecer fue una injusticia, pero... no podré si mis padres o alguno de mis tíos están involucrados en esto.
Jazmín eleva la mirada.
—Espero que no.
(...)
Como Jazmín es una perfeccionista insoportable tarda más en arreglarse. Mientras la espero acostada en el sofá de su living, leo algunas cosas en internet y me llama mucho la atención una en particular porque me involucra, a mi familia en sí.
"Sarah y Jack Harrison en Italia pero el cumpleaños de su nieto Austin es en Los Ángeles, ¿nuevamente no asistirán? Estás son solo más cosas que dejan en evidencia la rivalidad de esta familia..."
Me rio. En realidad no existe ninguna rivalidad entre papá y mis abuelos. Trabajan juntos, tienen una empresa en común, no pueden ser rivales. Les molestan mucho esta clase de noticias, porque es un tema privado, uno familiar. No algo para entretener al mundo.
Al acordarme de eso, recuerdo que Alice y el abuelo James vendrán. Eso no puede hacerme más feliz porque los extrañaba mucho.
Miro mis mensajes, tengo de Sophie, Thomas y Heather. Los respondo a todos, aunque en verdad espero que me llegue uno de Ben. Quiero saber si irá a la fiesta de Aust, aunque no quiero hablarle para preguntarle porque me veré como una desesperada porque vaya y no es así, bueno, no tanto.
—¡Listaaaaaaaaaaaa! —exclama y me mira— ¿Tanto tarde? —pregunta al verme acostada, sin tacones y con el cabello recogido.
Me levanto y suelto mi cabello. En realidad, si tardo un poco. Le tomo algunas fotos para subir a sus redes sociales y nos vamos. En el camino vamos escuchando Miss you de Louis Tomlinson, cantándola a todo pulmón. El problema de todo esto es cuando nos adentramos al estacionamiento del edificio, es todo un desastre y supongo que se imaginaran por qué.
—No puedo con la fama de los Harrison —se burla Jazmín negando con la cabeza.
Cuando por fin logramos estacionar vamos directamente al elevador que nos lleva al piso donde será la fiesta. Hay varias personas y varios niños corriendo por todos lados. Sigo sin poder entender como mi hermanito menor puede tener más amigos que yo, no sé si eso es bueno o es malo. La decoración me gusta bastante, azul y ovnis, muy Austin.
La tía Em y el tío Luke estaban conversando muy divertidos, al vernos ambos se acercan a nosotras.
—¡Peppa y adicta a los lápices! —exclama el tío Luke— ¿Me extrañaron?
—Por supuesto que extrañé al tío más insoportable que tengo —le dice Jaz sonriendo.
—Y el mejor.
—Tía Em estás hermosa —le digo. Está llevando un vestido azul y por fin, tiene sus brazos descubiertos. Parecía que vivía en invierno o algo así, siempre se excusaba con que es muy friolenta.
—Ustedes mucho más —dice sonriendo. Mira a Sophie, que está a unos metros sentada con su celular y comiendo una manzana acaramelada— ¡Sophie, ven!
Sophie eleva la mirada y mira en nuestra dirección, muerde su labio en signo de nerviosismo. Miro a Jazmín, mira atrás incomoda y el tío Luke se da cuenta de ello, por lo que frunce el ceño y me mira a mí. No sé qué demonios hacer.
Sophie se acerca bastante incomoda hacia nosotros y no puedo explicar el rostro de Jazmín, posiblemente el más serio en sus años de vida.
—Hola Sky —saluda con una sonrisa desganada e incómoda— Hola Jaz...
—Ahora ya no estarás quejándote porque estás sola —dice la tía Emily, indiferente a la tensión que hay entre ellas dos, riéndose— Luke, vamos, sigamos hablando sobre eso...
Y se marchan, dejándonos a las tres, aunque el tío Luke no es estúpido, claro que se dio cuenta de que algo sucede y eso es lo que todos queríamos evitar. Cuando están lo suficientemente lejos de nosotras Jazmín dice:
—Voy por algo dulce —me dice a mí, ignorando que Sophie está a mi lado.
—Es una estúpida inmadura —dice Sophie entornando sus ojos, cuando Jazmín ya está lejos de nosotras dos.
—¿Y qué esperabas? —digo luego de bufar— Como sea —no tengo ganas de discutir nuevamente este tema— ¿Ya vino Brooke?
Sophie niega con la cabeza. Mira detrás de mí y frunce el ceño.
—¿Qué hace Ben Langford aquí? —dice y apenas termina la pregunta, volteo.
Una sonrisa se dibuja involuntariamente en mis labios. Él está junto a Ashton, mirando todo el lugar, cuando sus ojos se encuentran con los míos me sonríe.
—¿Por qué vino?
Sophie me obliga a mirarla parece extremamente disgustada con la presencia de Ben aquí.
—Papá lo invitó —respondo— ¿Acaso tienes algún problema? —pregunto desinteresada o por lo menos algo así.
—No, solo que creí que estaría con Dinah. Ya sabes... ellos son muy amigos.
Muy amigos... eso causa cierta incomodidad en mí. Miro a Sophie, siento que lo dijo con malicia pero al mirarla puedo notar que no está concentrada en nuestra conversación, pudo haberlo dicho inconscientemente o yo puedo estar malinterpretando sus palabras.
—Por favooooor, vamos por más cosas dulces así me levanta el ánimo —tira de mi mano.
—¿Qué te pasa? —le pregunto.
—¿A mi nada? Estoy perfecta —responde.
—Pero si acabas de decir levantar tu ánimo —le digo riendo.
Se detiene.
—Yo no dije eso —ríe— ¡Vamos por comidaaaaaaa!
Sophie y yo nos comemos una bandeja entera de cupcakes, luego de frutilla con chocolate y nos quedamos sentadas un rato tomando agua porque estábamos más que empalagadas. Austin dejo de jugar un rato con sus amigos para venir y burlarse de nosotras unos segundos. Ashton y Ben desaparecieron luego de llegar, no sé dónde estarán. El lugar es bastante grande y hay demasiadas personas. Me pone triste que Thomy no haya podido venir, pero si Zoey. Según contó su mamá se quedó para hacer tareas, pero en realidad está con Xey. El idiota me abandono por ese otro idiota.
—¡Holaaaa! —exclama Brooke acercándose a nosotras.
—Por fin —dice Sophie— ¿Dónde estabas?
—Tuvimos un pequeño percance —ríe— Oye Sky, creo que deberías ir afuera.
—¿Eh? ¿Por qué? —pregunto.
—La tía Sam estaba buscándote.
¿Mamá buscándome? Que extraño. La vi hace un rato y no parecía necesitar nada. Como sea. Me pongo de pie y dejo a Brooke y Sophie. Salgo al balcón del piso que es bastante espacioso, básicamente es como un pequeño lugar de juegos. A lo lejos, cerca del barandal del balcón, veo a Ben.
—¿Piensas lanzarte o algo? —pregunto en broma.
Ben voltea y me sonríe.
—No por el momento, Harrison —responde— Vi a tu padre... creo que ahora le caigo mejor o intenta que crea eso para lanzarme por aquí.
Me río. Volteo y observo las hamacas. Íbamos al parque cuando éramos niños con nuestros padres. Papá siempre me empujaba a mí y mamá a Liam. Competíamos por quien iba más alto y siempre ganábamos, porque hacíamos trampa. Papá le hacía cosquillas a mamá para que no pudiera empujar a mi hermano mayor, entonces perdía fuerza y yo ganaba.
Voy a sentarme en una hamaca y comienzo a balancearme. Ben me observa recostado por el barandal, divertido por quizás mi actitud de niña, pero en realidad no me importa. Se acerca a mí, por lo que debo retroceder mi velocidad —que no era mucha que digamos— se queda mirándome.
—Es mi juego favorito —digo riéndome.
Voy hacia delante, entonces Ben toma las dos cadenas de la hamaca y me detiene. Quedamos enfrentados, muy cerca y... él me besa. No puedo explicar todas las emociones que me recorren en este momento, quiero irme y quiero besarlo también, quiero empujarle, pero quiero acercarlo más.
—¡Skyler... Oh!
Nos separamos. Suelta la hamaca y entonces me voy hacia atrás, de no ser por mis tacones seguramente me hubiera caído. Miro hacia atrás. Sophie nos observa sorprendida y con un poco de vergüenza al parecer.
—¡Qué pena, Dios! —dice— Es que van a cortar el pastel y la tía Sam quiere que vengas.
Brooke llega a su lado y la mira con cara de indignación.
Miro a Ben y sonrío sin saber que decir ante nuestro beso, me quito las palabras literalmente no sé qué decir ante nada. Yo... no esperaba que me besara. Simplemente me voy de allí, dejándolos atrás a los tres. Por fuera actuando como si nada hubiera pasado, pero por dentro sintiendo mariposas mutantes revolotear por mi estómago.
Le cantamos el feliz cumpleaños a Austin, siento la mirada de Ben sobre mí, pero lo ignoro. Jazmín se da cuenta de eso y entonces me pregunta que sucedió, solo aprieto mis labios y parece entender todo. Sonríe.
Me acerco para tomarnos la foto. Austin en el medio, papá a su derecha conmigo a su lado, mamá a su izquierda con Liam. Nos percatamos de la mesa, hay algo que llama nuestra atención, la de nosotros cuatro en realidad. Hay cuatro servilletas con una X en ellas.
Papá y mamá se miran extrañados, luego a Liam y a mí, que nos encontramos igual que ellos. Austin está sonriendo muy feliz.
—¿Pueden sonreír, por favor? —nos pregunta el fotógrafo mirándonos extrañado.
Sonreímos lo más natural que podemos, porque vamos, ¿nuevamente X? Esto... es espeluznante. En cuanto nos tomamos la foto y vienen la tía Caroline y el tío Nick, mirándolos extrañados por las caras que tienen. Se dicen algunas cosas y luego nos alejamos un poco.
—¿Saben? Esto es muy extraño —dice Liam riéndose un poco con el ceño fruncido— Me enviaron un mensaje con una X hace poco.
Mamá y papá lo miran.
—¿Qué?
—Sí, fue creo que a la madrugada. No me acuerdo —niega con la cabeza— Pero... es... una coincidencia.
—Skyler... —me dice mamá, desvió la mirada— ¿A ti también?
Además... la tercera pista de Sophie, pero creo que eso es broma de ella. Así que solo asiento con la cabeza.
—¿Qué... está pasando? —pregunta Liam confundido.
Papá y mamá se miran cómplices.
—Hablaremos en casa.
(...)
No pude hablar con Ben sobre el beso porque apenas Ashton se sacó la foto con Austin ambos desaparecieron. Bueno, tampoco es el tema que me preocupa. Toda mi familia vino a nuestra casa para cenar. Al parecer lo de las X es... sobre algo... no sé cómo explicarlo. Pero mis padres están intentando que mi hermanito pase bien su cumpleaños, así que intentan no verse afectados.
Jazmín detiene el auto.
—¿No bajas? —le pregunto al ver que no se mueve.
Niega con la cabeza.
—Voy con Christian —me guiña un ojo— ¿Puedes traerme el diario?
Asiento. Me dice que como la casa está llena de nuestros familiares coloque el diario en una caja de zapatos y diga que se los prestaré. Apenas entro me encuentro con Brooke, que me sonríe de oreja a oreja.
—¿Qué tal, Sky? —le miro raro— La pasaste bien en el balcón, ¿no?
Entorno mis ojos divertida.
—Te juro que le dije a Sophie que no molestara, pero... agh. Que tonta —ríe— Ey, estúpida. Háblame.
—Voy a buscar unos zapatos para Jazmín y vuelvo, ¿sí? Espérame aquí.
Brooke asiente encogiéndose de hombros. Me voy a mi habitación lo más rápido que puedo y cierro la puerta, las cortinas también y busco el diario dentro de mi armario. Debajo de mis remeras.... no. Debajo de los jeans... no. Debajo de los shorts... no. Debajo de mis faldas... no. Me quedo pensando, si no está debajo de esas pilas de ropa —me gusta acomodarlas de esa forma, por cierto— ¿Dónde demonios puede estar?
Ya sé. En mi ropa interior, es el único lugar.
Quince minutos después con mi habitación echa un desastre y dada vuelta, digo:
—Jazmín va a matarme.
Perdí el diario.
Tengo un examen super importante el miércoles, voy a necesitar que hagan rituales satánicos para que apruebe, gracias.
Ahre
Deséenme éxitos y recen por mí. De este examen depende seguir teniendo mi celular y computadora! Jajajaja que nervios
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