Capítulo 13: ¿Fantasmas en el instituto?
"Los tres han sido adoptados por diferentes familias" repito esa frase una y otra vez, pero no logro hacerme ni una pequeña idea de quienes estaban hablando. Tampoco podría preguntarles, porque no me lo dirían, se excusarían diciendo que no saben de qué hablo o me regañarían porque estaba escuchando a escondidas.
—¿Quieres café? —me pregunta Brooke. Asiento con la cabeza en respuesta.
Como nuestro querido profesor Richwell no irá al instituto, hoy tenemos que ingresar dos horas después a la acordada. Por eso, decidimos venir a desayunar con Jazmín, quien decidió faltar a la universidad porque está resfriada. Matt tampoco está aquí, según mi prima fue en busca del diario de Daniela. No quiso decirme donde lo tiene, pero me aviso que en cuanto lo tenga en sus manos podré leerlo.
—Estar resfriada es de lo peor —dice Jazmín negando con la cabeza. Su voz esta algo ronca— Camille me contagió su resfriado.
Me río. Puede que sea cierto, su hermana menor estaba resfriada también. Austin nos contó que él y Tobías huían de Camille, simulando que ella era un zombie y quería comer sus cerebros.
Me acuesto junto a Jazmín y repaso su habitación con la mirada. Tiene muchos colores, fotos de muchos momentos lindos en su vida y algunos premios en primer lugar por ferias de ciencias, trofeos por competencias de ballet. Si, ella siempre ha sido la mejor de la clase y en todo lo que se propusiera. De hecho, creo que yo también podría ser como ella, pero el único problema es que tengo mucha flojera.
—Si me muero, quiero que en mi funeral coloquen a Lana del Rey —me dice Jazzy llevando una de sus manos dramáticamente a su frente— O de lo contrario, mi alma no descansará en paz y estarán condenados a soportar mi fantasma hasta el día de su muerte.
—Lo anotaré en mi lista de cosas que no me interesan —respondo ahora observando mis uñas.
—Entonces tú serás la primera en mi lista de "acosar hasta la muerte".
Jazzy se ríe y me guiña uno de sus ojos marrones. Vuelve a estirarse en la cama, cambiando de posición, apoyando sus codos sobre el colchón. Ella me mira divertida. Brooke vuelve a la habitación con dos tazas violetas de café humeando. Se sienta a los pies de la cama y me pasa mi taza. Puedo notar que está distinta a como se fue.
—Todo es como siempre, pero no se siente como siempre —dice con la mirada perdida en su taza de café y nos mira a ambas— No sé si me entienden.
Puedo comprender. Hace tiempo que vengo sintiendo eso, pero no le daba importancia porque creía que era porque nos habíamos mudado y todo eso. Pero veo que no soy la única que lo siente.
—Te entiendo —asiente Jazmín volviendo a acostarse boca arriba. Clava sus ojos marrones en el techo blanco de su habitación— Es extraño.
Nos quedamos en silencio y no es para nada incómodo. Las tres sumergidas en nuestros pensamientos, posiblemente tengamos diferentes razones para sentirnos de esa forma, pero hay algo que me dice que es sólo una cosa inerte la que nos tiene así y hace que todo se sienta tan diferente, aun siendo como siempre: el diario de Daniela.
Cada segundo que pasa —y cada vez que me acuerdo de ello— siento muchas ganas de saber que pasaba por la mente de la novia del tío Drake. Pero a la vez una vocecita dentro de mí me dice que no es asunto mío. Claro que ignoraré a la vocecita.
—¿Quieres que nos quedemos contigo? —pregunta Brooke.
—Sí, no es molestia para nosotras faltar un día al Instituto —continuo sonriendo.
Jazmín se ríe.
—Ni siquiera lo piensen —responde divertida. Desamarra el rodete que tenía con una de sus manos, dejando que su cabello rubio hasta debajo de sus hombros— Tengo cosas que hacer.
Nosotras asentimos haciendo puchero. En realidad hubiera estado genial faltar este día al instituto. Porque tenemos matemáticas y... mi respuesta a esa materia siempre será: No, paso, pero gracias.
—¿Qué cosas? —cuestiona Brooke entrecerrando sus ojos— Podemos ayudarte.
—Tengo que ir a enterrar un cuerpo —responde sin parpadear.
—Voy igual.
Jazmín suelta una carcajada.
—No puedo creer que seas capaz de involucrarte en un homicidio solo por no asistir al instituto, Brooke Williams.
Luego de que Brooke le insistiera unas veces más a Jazmín —fueron 27 veces las que menciono "Vamos, no seas mala"—, nos marchamos al instituto. Como ya le dieron su auto por adelantado, no tardamos casi nada. Solo que tuve que aguantar a Brooke, ahora, rogarle a Dios que ningún oficial nos detuviera, porque se había olvidado su licencia de conducir sobre el escritorio de su padre, donde minutos antes estuvieron hablando de que tendría siempre la licencia en el auto.
—¡Lo logramos! —da pequeños aplausos cuando llegamos al instituto— No nos detuvieron.
—¿Cómo querías que nos detengan si andabas como una tortuga? —me cruzo de brazos, riendo— Si hubiera una multa de andar despacio, creo que ahora la tendrías.
—Oh discúlpame por ser cuidadosa, yo... —se queda en silencio y con el dedo elevando, mira frente a nosotros y sonríe— ¿Esa es Sophie con... Stefan?
Giro mi cabeza hacia donde apunta. Ambos vienen caminando. Sophie le habla con tanto entusiasmo y parece que tiene tatuada la sonrisa en su rostro, mientras que Stefan asiente con la cabeza bastante interesado en lo que su hija está diciéndole.
Bajamos del auto de Brooke y caminamos hacia la entrada del instituto, donde nos encontramos los cuatro. Ambos clavan sus ojos celestes en nosotras dos y nos sonríen.
—¡Hola preciosuras! —exclama y puedo ver una leve mueca asomarse en el rostro de Stefan, pero lo esconde sonriendo aún más— ¡Papá me acompaño al instituto! ¿No es el padre más genial del mundo?
Stefan se ríe.
—Lo que sea por mantener feliz a mi princesa —le dice y le guiña un ojo— Ahora debo irme. Fue un gusto verlas, niñas. Saludos de mi parte a sus padres.
Stefan se despide de nosotros y camina con rapidez. Volvemos nuestras vistas a Sophie, quien parece la chica más feliz del mundo en este momento. Me alegra verla de esa forma, cualquier gesto que haga su padre, por más inofensivo que sea, siempre la alegrara. Que le haya acompañado al instituto es la razón por la cual estará feliz todo el día o... por el fin de semana.
—Te dieron tu auto —dice Sophie cambiando de tema y viendo a Brooke— Que bueno.
—Es genial —asiente Brooke sonriendo.
Nos quedamos en silencio unos segundos, mientras caminamos por el pasillo del instituto. Viendo como algunos de nuestra clase están charlando en voz baja. Sophie suelta un pequeño gritito, así, de la nada.
—Shhh —le decimos Brooke y yo.
—Lo siento —se disculpa riendo, sin sentirlo realmente— Estuve investigando por el aniversario del instituto, ya saben, necesito hacer un video presentando lo que ha evolucionado todo y bla, bla, bla.
—Ajá —asiento.
—Y... encontré que aquí hubo un incendio misterioso en las duchas del gimnasio donde fallecieron dos personas y desde entonces, se cree que el instituto está embrujado.
—Espera, ¿en las duchas? —pregunta Brooke— ¿Cómo demonios puede haber un incendio allí?
—¿Y yo que sé? Pero la cuestión es que hubo un incendio allí —responde Sophie echando su cabello hacia atrás— Sucedió un año después de que sus padres se graduaran.
—No termino de entender porque nos cuentas esto.
Sophie se detiene, parándose frente a nosotras dos y mirándonos con las cejas elevadas, nos dice:
—Quiero que nos quedemos a investigar.
—No voy a saltarme las clases solo para jugar a Sherlock Holmes, Sophie —le dice Brooke negando con la cabeza.
—Ja, ahora sí, ¿no? —digo recordándole como hoy estaba rogándole a Jazmín.
Sophie entorna sus ojos, mientras que Brooke me mira arqueando una ceja.
—No estoy hablando de faltar a clases, estúpida —le responde Sophie soltando un suspiro— Hablo de pasar aquí la noche. O sea, esta noche.
—No.
Y mil veces, no. ¿Cómo demonios nos quedaremos en el instituto un viernes por la noche? Hay cámaras, un director insoportable y posiblemente fantasmas. No es que tenga algo importante que hacer un viernes por la noche, pero tampoco me apetece pasarlo en el instituto jugando a ser caza fantasmas.
—¿Brooke?
Ambos miramos a Brooke. Ella aprieta sus labios y entrecierra sus ojos, perdiendo su mirada en un punto muerto. Luego de unos segundos vuelve a nosotras y sonríe.
—Estoy contigo, primita —le dice encogiéndose de hombros.
—¿Sky? —me pregunta Sophie arqueando una ceja. Niego con la cabeza— ¡Oh, vamos, Sky! No seas aburrida.
—Y tú no seas tonta —me defiendo— Nos meteremos en problemas.
Brooke y Sophie comienzan a reírse, pero no es una risa natural, es muy forzada. Entorno mis ojos. Ambas están burlándose de mí. Mi prima de ojos celestes me empuja hacia atrás levemente.
—¿Quién eres y que has hecho con mi prima? —pregunta Brooke arqueando una ceja.
—¿Desde cuándo Skyler Harrison se preocupa por lo que hace? —habla ahora Sophie— Tu solo vives el momento, sin pensar en las consecuencias. ¿En realidad vas a temerle a varias semanas en detención?
Quiero reír por su intento de discurso.
Ambas parpadean dejando notar sus largas y voluminosas pestañas. Me sonríen como si fueran el gato de Alicia en el país de las maravillas y entorno mis ojos.
—¡Las odio! —les digo y se ríen.
Jazmín POV.
Odio tener dolor de cabeza. Es, posiblemente, la cosa más insoportable del mundo y mucho más para personas como yo, que casi nunca los sufrimos. Como nunca pasamos por eso, jamás tenemos pastillas para el maldito dolor de cabeza y ahora mismo estoy yendo a comprarlas. Muchas, demasiadas, para que me dure el resto de mi vida.
—Hola Jazmín —me atiende una de las chicas que trabaja aquí, somos por así decirlo conocidas, nos hemos visto en varias fiestas— ¿Hace cuánto que no vienes por aquí?
Y la verdad es que demasiado. Mamá me recomendó otra farmacia, donde según ella, hay mejor atención. Pero está más cerca y no me aguanto más el dolor de cabeza. Creo que voy a golpearla en este momento y eso que no me dijo nada malo, pero estoy insoportable.
—Siento que más de seis meses —me rio.
—Pero lo he visto a él. Viene varias veces a comprar ya sabes que —me guiña un ojo— Al parecer ahora se está encargando del asunto. ¿Una caja de condones por semana? ¡Cielos!
Un escalofríos me recorre de pies a cabeza y mis ojos se cristalizan un poco. Si antes tenía ganas de golpearla por no decir nada, ahora tengo ganas de matarla por decirme eso. He pasado tanto tiempo sin recordarlo, sin recordar cómo me destrozo de un solo golpe, ¿Superé tanto para que esta chica entrometida venga a mandarme abajo con recuerdos estúpidos?
No, Jazmín, no.
—Me duele la cabeza, Julia y no me interesa lo que haga mi ex novio —digo sonriendo forzadamente.
Eso parece tomarle de sorpresa y su rostro es de color carmesí. Asiente en silencio y va en busca de unas pastillas. Repaso el lugar con la mirada y a las personas de mí alrededor, me encuentro con una cabellera rubia y una espalda ancha. Intento olvidarme de lo que menciono la tonta de Julia y camino hasta él.
A pocos metros de él, puedo escuchar un poco su conversación telefónica.
—Es un adolescente, pero no es estúpido —dice riendo. Dios, su risa— Él se encarga de eso. Bien. Estamos en contacto.
Cuando cuelga me acerco a él.
—Profesor, que agradable volver a verlo.
Al parecer mi intento de sonar sexy fue un completo desastre, porque voltea asustado. Coloca una sonrisa forzada en su rostro.
—Señorita Donnet, es un placer volver a verla... —me escanea con su mirada— ¿Se encuentra bien?
—Solo es un resfrío —digo sonriendo. Que se haya preocupado me resulta tierno.
—Espero que mejore.
—Gracias, profesor.
Lo atienden, entonces decido volver donde estaba. Mis pensamientos vuelven a centrarse en lo que dijo la torpe de Julia. La idea de que pudo haberlo dicho con segundas intenciones aparece en mi cabeza, porque todos saben que terminamos, es decir, tenemos amigos en común y somos conocidos en la universidad. Pero bueno, quiero creer que no, porque sería muy cruel de su parte.
—Jazmín, aquí las tengo —agita levemente el frasco de pastillas y me señala la caja registradora.
Voy hasta allí con toda la pereza del mundo. Observo que el profesor está en la otra caja
—Gracias por su compra —me entrega el ticket una vez que ya le he dado el dinero— Y lamento una vez más lo ocurrido. No sabía que habían terminado.
—Pues ahora lo sabes —digo y me doy cuenta de mis palabras, y la rudeza con la que las pronuncie— No importa, Julia —le digo más calmada.
Ella sonríe apenada y salgo de allí cuanto antes. Sintiendo ganas de llorar. Demonios. No puede ser que hablar de él siga diciéndome tanto. No puedo creer que le haya permitido hacerme tanto daño.
—Señorita Donnet.
Me detengo al escuchar la voz del profesor. Volteo.
—Dígame Jazmín, profesor.
—Sólo si me dice Christian.
Sonrío.
—Bien, Christian.
Ahora él sonríe.
—Bien, Jazmín.
Nos quedamos en silencio, sólo observándonos, hasta que una mujer viene con un niño llorando en brazos. Le damos espacio para que pase junto a su niño. Miro la hora en mi celular y debo pasar por la casa de mis padres. Así que me atrevo a hacer algo que tenía ganas de hacer hace tiempo.
—Déjame darte mi celular, sólo por si mi prima se mete en problemas y necesitas llamarme —tiendo mi mano e introduce su mano en el bolsillo de su Jean.
—¿Sólo para eso? —pregunta divertido.
—Y también soy muy buena compañía —le guiño un ojo antes de escribir mi celular.
Me agendo como Jazmín, sólo así. Le entrego su celular con una sonrisa pícara en mi rostro y cuando lo toma nuestros dedos se rozan por unos segundos.
—Tendré en cuenta eso, Jazmín.
—Nos vemos, profesor.
Eleva sus manos como diciendo "Te dije Christian", pero me acuerdo de eso. Llamarlo profesor se me hace más divertido.
Vuelvo a ir hacia mi auto y tomo una de las pastillas. Bebo un poco de agua de mi botella. Luego de eso arranco el auto para ir a casa de mis padres. No saben que iré a visitarlos y sólo espero que estén en su casa.
Mi celular comienza a sonar y puedo ver en la pantalla que es Matt. Contesto y lo coloco en altavoz.
—Ya lo tengo, Jaz.
Esas son las palabras que no quería escuchar. Porque en realidad no quiero mostrarle a Skyler lo que hay en ese libro, no hasta leerlo completo.
Me molesta tanto todo esto porque no entiendo muy bien que es lo que debo hacer. La carta decía claramente que debía esconderlo, pero no me decía exactamente de quien.
"Con el tiempo te darás cuenta de quien debes esconderlo y a quien debes enseñárselo"
Y firmó con una X.
Hasta el momento las cosas que hay allí son extrañas, que de solo pensar en ellas me duele nuevamente la cabeza.
Recuerdo muy poco sobre ella, pero siento un enorme cariño hacia Daniela.
—Bien, Matty —respondo saliendo de mis pensamientos— ¿Cuándo estarás aquí?
Resopla.
—Cuatro días.
—Ten cuidado.
Cuelgo y el resto del camino voy en silencio. Cuando llego a casa de mis padres puedo ver que los autos de la tía Sam y el tío Luke están estacionados aquí. Bajo con mi botella de agua en manos. Como sigo teniendo las llaves de esta casa, no necesito tocar. Voy en silencio hasta la sala de estar para darles una sorpresa.
—¿Ella en serio te amenazó con eso? —puedo escuchar a mamá preguntar con tono molesto.
—Brandy está jugando mal, no puede hacer eso —ahora habla la tía Sam— Son tus hijas también, no puede prohibirte verlas.
—Quizás tiene razón en lo que me dijo —dice en tono bajo el tío Luke— Melanie y Brooke no serán felices si nos divorciados.
—Pero tampoco serán felices sabiendo que sus padres están juntos y no se quieren—dice mamá.
Demonios. Estoy oyendo algo que no debo. Intento alejarme pero choco con algo, volteó y es papá. Coloco uno de mis dedos sobre mi boca. Él niega con la cabeza y subimos las escaleras, sin hacer ruido.
—Que chismosa, Jazmín Donnet —me dice negando con la cabeza— Yo no te eduque para esto.
—No soy chismosa, fue sin querer —digo riendo bajito— Pero, ¿qué pasó?
—Suerte que no eres chismosa.
—Papá —entorno mis ojos.
—Luke le dijo a Brandy que quería divorciarse y ella lo amenazó diciendo que si hacia eso, no le permitiría ver a sus hijas.
Frunzo mi ceño. Pero que perra. No tenía esa imagen de la tía Brandy, actuó como una completa perra sin corazón y tampoco me esperaba que el tío Luke quiera separarse de ella. Es decir, parecen felices.
—Mamá va a golpearla si la ve.
—Estamos hablando de su mejor amigo, claro que lo hará —asiente papá— Por eso no deben verse.
No me apetece hablar de las cosas de mis tíos en este momento, pero siento algo raro y recuerdo lo que decía la carta que venía con el diario.
Skyler POV
—Pienso que debemos venir con los chicos... —dice Sophie— Ya saben, hay fantasmas.
—Nosotras podemos con los fantasmas. No necesitamos a chicos.
—Ya sé, pero ellos pueden ser la carnada.
—Tienes razón.
—Entonces, ¿Cómo hacemos?
Comenzamos a planear todo. Sophie se encargará de contarle a Ashton la idea y conociéndolo, aceptará. Brooke intentará convencer a Jazmín para que les diga a nuestros padres que dormiremos en su departamento. Mientras que yo me encargo de encontrar la forma de que quedarnos aquí sin ser delatados por las cámaras, profesores o el insoportable director.
—No gracias, pero quizás la próxima —me responde Heather cuando le cuento la idea y la invito a formar parte— Pasaré mi noche de viernes terminando una serie.
—Eres adicta a Netflix.
—Lo sé. Debo ir con un especialista —se ríe— Pero el sábado soy toda tuya.
Seguimos hablando un rato más mientras terminamos nuestro trabajo de artística siendo observadas por la profesora. Me dice que tiene miedo de no caerle bien a Thomas, pero la tranquilizo diciendo que a él le cae bien casi todo el mundo. Estoy muy segura de que ambos se llevaran genial y seguro hasta me harán bullying juntos.
—Langford, ¿Qué se supone que es esto? —le pregunta la profesora mirando lo que Ben está dibujando, confundida.
—Dibujar nunca fue uno de mis talentos —le responde sonriendo sarcástico.
—Y sí que tiene talentos —oigo a Dinah decirle a Sophie, aunque lo dijo un poco bajo, como estamos sentadas cerca de ellas pude escucharlo bien.
Heather me mira y aprieta sus labios, luego puedo ver que ve algo detrás de mí, mejor dicho a alguien. Ben está viniendo hacia nosotras con su carpeta de artística y sus materiales.
—¿Puedo sentarme con ustedes? —pregunta y asentimos— La profesora seguramente me seguirá hasta aquí —ríe un poco.
Ben y Heather comienzan a hablar sobre una serie, mientras que yo me quedo pensando en lo que dijo Dinah, por alguna razón me dejo un sabor feo en la boca. Hizo que mi estado de ánimo bajara un poco y solo espero que Sophie no la incluya en nuestros planes.
—Harrison —Ben me salpica en mi mejilla un poco de pintura azul. Le miro con el ceño fruncido— Baja de la luna.
Con mi pincel le salpico un poco de pintura azul casi en su ojo. Hago una mueca al no darle allí y él se ríe mientras se limpia con su muñeca.
—¿Qué tienes? —me pregunta.
—Em... ¿Henry? —Heather rápidamente se va a hablarle a un chico de la clase, con el cual creo que jamás hablo en su vida.
—No me pasa nada, Langford —respondo volviendo a mi dibujo el cual es una bella mariposa, bueno, se ve bella en la imagen de internet.
Ben hace un sonido pensativo con la boca, pero sigo sin mirarle.
—Si estarás así en la noche, mejor no vengas.
Todos —incluida la profesora— voltean a vernos y al principio no entiendo por qué, si no dijimos nada interesan... Oh Dios mío, ¡Que mente tan sucia tienen todos aquí! Me pongo colorada al instante y explico rápidamente la situación.
—Él no se refería a eso... —digo viendo a la profesora.
—Sí, purifiquen sus mentes —dice Ben con el ceño fruncido— Sucios.
Todos vuelven a lo suyo y Ben se sienta en el lugar de Heather, que es junto a mí, no le presto atención y sigo con mi dibujo, aunque puedo ver por el rabillo de mi ojo que él está viéndome fijamente.
—¿Puedes dejar de mirarme? —le pregunto sin voltear.
—¿Debo pagar o qué? —pregunta burlón.
—No debes pagar, pero si darme helado.
—Lo prometo —asiente sonriendo— Pero, ahora estamos en clases y debemos hablar de algo.
Frunzo el ceño.
—¿De algo?
—Yo debo ayudarte a elegir el lugar donde nos esconderemos —asiento con la cabeza— Y ya tengo el lugar correcto.
Le miro con los ojos entrecerrados y divertida. Su sonrisa maliciosa me inspiran cosas buenas.
Sophie POV
Hacer que Ashton se una a nosotras fue tan fácil, porque, es Ashton y le encantan las aventuras y problemas. Ademas sabía que yo no cambiaría de opinión sobre pasar la noche aquí y, como mi hermano mayor, ya me dijo que si yo me meto en problemas él también.
Por supuesto no tendremos problemas, porque al día siguiente hay clases de teatro y saldremos allí. De lo contrario, mamá posiblemente nos castigue por dos meses. Pero, teniendo en cuenta que mi papá está aquí, él la convencerá de que no haya ningún castigo.
Estoy tan feliz de que papá este devuelta. Tengo sentimientos encontramos sobre su trabajo. Por un lado lo amo, porque puedo aparecer en revistas y a veces conocer a celebridades. Pero por el otro, lo odio. Siempre está fuera haciendo sesiones de fotos, entrevistas o cosas por ese estilo.
A veces, solo en las madrugadas cuando no puedo dormir, llego a pensar que en realidad no quiere estar con nosotros. Pero es solo una idea estúpida. Papá me ama. Soy la niña de sus ojos. Aunque Ashton y él no sean muy afectuosos, sé que también lo ama.
Papá y mamá... son otro tema. No quiero pensar en eso en este momento.
—¿Y? —le pregunto a Brooke arqueando una ceja.
Me enseña su celular.
Jazz: Ustedes no se preocupen. Yo los cubro.
Sonrío.
Skyler POV
Ya anocheció y somos las únicas personas dentro del instituto. Se tardaron mucho más tiempo en cerrar, no sé por qué, pero estamos bien. Ben tuvo razón al decir que debajo de las gradas —donde casi siempre vienen para escaparse de las clases— es un lugar, por así decirlo, "seguro". Ninguna de las cámaras da a aquí y ni los conserjes, profesores o director vienen aquí por flojera y tampoco se les vendría a la cabeza la idea de que unos idiotas sin nada que hacer se quedaran a pasar la noche aquí.
—¿Y dónde dices que sucedió? —le pregunta Connor a Sophie.
—En los baños femeninos del gimnasio —responde— Fuego broto del agua. Eso es sinónimo de algo satánico.
Las únicas cámaras que están encendidas son las de la entrada, por ende, podemos caminar con libertad por el lugar sin ser captados por ellas. Iluminando nuestro camino con las linternas de nuestros celulares.
—¡Boo!
Ben aprieta ambos lados de mi cintura con sus dedos logrando que de un salto y casi suelte mi celular. Creí que él venía caminando delante de nosotros, con Ashton, pero al parecer es Brooke la que viene con mi primo.
—¿Y al final iras con Dinah al baile? —le pregunto por curiosidad, luego de insultarlo por asustarme.
—No quiero ir con Dinah. Me cae bien, pero no quiero ir con ella.
—Ah.
—¡Chicos, miren esto!
Apuramos el paso y vamos directamente donde Brooke y Ashton se encuentran. La puerta del baño femenino se encuentra entreabierta. Nos miramos entre todos, y estoy comenzando a sentir un poco de miedo. Pero, soy positiva y pienso que pudieron dejarla así, y no se dieron cuenta.
—Uno.
—Dos.
—Tres.
Los chicos abren la puerta de un lado y nosotras del otro. Nos adentramos al baño y oímos como un grifo está mal cerrado, porque se pueden escuchar gotitas de agua caer al piso. Examinamos todo con las linternas de nuestros celulares y miro hacia atrás, solo por reflejo. Frunzo el ceño.
—¿Cerramos la puerta?
Todos me enfocan con sus linternas, haciendo que cierre los ojos.
—Yo no recuerdo.
—¿Lo hicimos?
—Si está cerrada es porque sí.
—Sí, creo que sí.
—Estoy segura que no.
Sus respuestas no me calman y sobre todo porque este baño supuestamente está embrujado. Todos parecen olvidarse de ese pequeño detalle, porque vuelven a lo que estaban buscando, lo cual no sé qué es.
—Si hay alguien aquí presente, de una señal... —dice Sophie apagando su linterna.
—¿Debo decir hola? —pregunta Ashton en broma y todos nos reímos.
Escuchamos un suspiro femenino.
—¿Quién suspiro?
—Yo no.
—Creo que yo.
—Me estaba riendo, no pude ser yo.
—Ah-ah.
Bueno, estoy comenzando a asustarme.
—Quiero salir de aquí —digo negando con la cabeza— Y no me importa si ustedes no quieren acompañarme. Voy sola.
—Voy contigo —dice Ben.
—Vamos todos —dice Brooke.
—Pero... —Sophie suspira— Está bien.
Caminamos hacia la puerta y Ashton la intenta abrir, pero no puede. Entonces los demás intentan y nada, es mi turno y consigo el mismo resultado. Estamos alrededor de diez minutos intentando abrirla, pero no logramos si quiera moverla un poco.
Brooke se voltea soltando un bufido y comienza a gritar desesperadamente. Volteamos asustados y vemos una muñeca en una silla. Abrazo a Ben con fuerza, clavando un poco mis uñas en su piel y de repente las luces se encienden. La puerta se abre y mis tíos salen de los cubículos.
QUÉ.
—Así que pasar la noche en el instituto —dice la tía Brandy cruzando sus brazos y mirándonos a todos con diversión.
—No me esperaba esto de ustedes —dice la tía Emily negando con la cabeza.
—Yo en realidad si —dice el tío Luke.
—Sera mejor que sueltes a mi hija en este instante.
Me sobresalto al oír la voz de mi padre detrás de nosotros. Está viendo a Ben y siento que está intentando asesinarlo con sus ojos. Él me suelta con rapidez y eleva sus manos.
—Por lo menos esto no es ilegal —dice mi mamá apretando los labios— Creo...
—¿Cómo...? —pregunta Sophie.
—Sí, ¿Cómo? —dice Brooke.
—Jazzy es una traidora —dice Ashton.
—Jazmín me presto su celular para ver unas fotos y entonces... el mensaje de Brooke llegó —responde el tío Luke— Me esperaba esto de Ashton, pero ¿tú, Connor? Te dije que era mala influencia—niega con la cabeza fingiendo estar decepcionado.
—¿Le digo la verdad, señor Williams? —dice Connor— Ellos nos han obligado a Ben y a mí.
—¡Pero! ¿Qué dices? Tonto... —le golpea levemente Sophie.
—No te preocupes, Connor —ahora habla el director que está en medio de mis padres, sonriendo divertido— Todos tendrán las mismas semanas de detención.
—Oh, eso es genial —sonríe.
—Tu también, hijo —le dice, porque parece que no entendió lo que quiso decir— Ademas no pueden asistir al baile por el aniversario del instituto.
Nos quedamos en silencio. En realidad a mí no me importa porque no tengo pareja, pero Sophie y Brooke estaban muy emocionadas con eso. Miro inconscientemente a Ben y parece querer ocultar una sonrisa. Los demás le ruegan al director, pero nada hace que cambie de opinión.
Todos vamos caminando hacia la salida junto a nuestros padres. No puedo creer que fuimos descubiertos, todo parecía indicar que no e inclusive ellos mismos nos asustaron con una de las muñecas de Melanie.
—Ay, no quiero tener cinco semanas de detención... —digo recostándome en el hombro de mamá mientras vamos caminando hacia la salida.
—Oh y eso que no has escuchado nuestro castigo, hija —me responde mamá sonriendo.
—¿Papá? —digo esperando su ayuda.
—Lo discutiremos en casa, pero por lo pronto... —hace una pausa— ve preparando un abogado.
Demonios.
Holaaa! Perdón por no actualizar antes. Tenía el capítulo terminado y se eliminó. Ademas creo que ya no sirvo para escribir (¿Alguna vez serví?)
Anyways.
Les dejo una canción en multimedia. ¡La verdad la amo! Es un cover, la canción original es de Elvis Presley, la cual me gusta también.
¿Qué piensan sobre lo que hizo Brandy? ¿Shippean al profe con Jazmín? ¿Quién creen que envió el diario a Jazmín? ¿Otra X?
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