Las semanas posteriores a mi ruptura con Kyd fueron un torbellino en mi confundida mente. Me sentía horrible por la traición, pero también comenzaba a encontrar una nueva fortaleza en mi interior. Lavanda y Dolores estuvieron a mi lado, brindándome el apoyo y el amor que necesitaba para seguir adelante. No fue fácil, pero lentamente, a paso de tortuga empecé a reconstruir mi vida poco a poco, dejando la horrible depresión atrás.

Retomé mi negocio de confección de joyas de fantasía y las ofrecí a los negocios de indumentaria para bodas que estaban próximos a mi casa. Después de unas semanas el negocio remontó y tuve varios pedidos de joyas a medida para novias. Empecé a realizar tiaras con cristales Swarovski, con pulsera, anillo y aros al tono. Ya estaba animada para ponerme a hacer más y conseguir más dinero para seguir creando.

Una tarde, mientras revisaba mis correos electrónicos de mi negocio, recibí un mensaje inesperado de una mujer llamada Kira. Al leer el asunto, "Necesitamos hablar sobre Kyd", mi corazón comenzó a latir con la fuerza de un caballo. Entonces abrí el correo y comencé a leer.

—Estimada señora Rosanelda Moon, mi nombre es Kira y vivo en Orlando, Florida. Lamento contactarte de esta manera, pero siento que debes saber algo muy importante sobre Kyd. He tenido una relación a distancia con él durante más de un año y lo visité en Asunción antes de que se mudara a la Argentina. A pedido de él, planeo patrocinarlo para que pueda obtener la Visa k1 para vivir en Estados Unidos conmigo. Kyd me ha dicho que eres una gran amiga, pero al investigar más, descubrí que hay mucho más entre ustedes. Necesitamos hablar, yo quiero saber la verdad antes de solicitar la visa al consulado.

Al leer este mensaje en mi pc, sentí que la traición de Kyd se hacía cada vez más profunda. Inmediatamente llamé a Lavanda y le conté sobre el correo de Kira.

—Mirá, recibí un mensaje de una mujer llamada Kira. Ella afirma que estuvo en una relación con Kyd durante un año y dice que planea traerlo aquí, a Estados unidos con la K 1, para casarse y por ende para que él consiga la residencia oficial.

Lavanda me miró con los ojos abiertos como platos.

—Mamá, ese hombre es una sucia serpiente asquerosa del diablo. No puedo creer que haya hecho esto. Necesitas hablar con esta Kira y descubrir toda la verdad. No puedes seguir viviendo con esta mierda atorada en la mente y en tu corazón.

Asentí, sabiendo que Lavanda tenía razón. Decidí responder a Kira y concertar una llamada para aclarar todo.

—Kira, gracias por contactarme. Estoy muy sorprendida por lo que has revelado. Necesitamos hablar urgentemente para aclarar todo esto. ¿Podemos hacer una videollamada esta tarde?

Kira respondió rápidamente, y unas horas después, nos encontramos cara a cara a través de la pantalla.

—Rosanelda, gracias por aceptar hablar conmigo. Sé que esto debe ser muy difícil para ti. Quiero ser completamente honesta. Kyd y yo hemos estado en una relación seria durante más de un año. Lo visité en Asunción antes de que se mudara a Argentina. Planeamos que él venga a vivir conmigo en Orlando. Trabajo en una editorial de libros y tengo en mente preparar sus poemas para lanzarlos en las librerías estadounidenses. Honestamente, no sabía que había alguien más en su vida hasta hace poco. Créeme, fue horrible, nosotras tenemos casi la misma edad y él acaba de cumplir los 24 años.

Las palabras de Kira confirmaban mis peores temores, pero me tragué mi orgullo y traté de no saltar de mi silla.

—Kira, esto es tremendo. Kyd y yo también hemos tenido una relación seria. Viajé a Argentina para estar con él, creyendo en su amor. Ahora descubro que me ha estado mintiendo todo este tiempo.

—Lo siento mucho, Rosanelda. No tenía idea de que él te había involucrado de esta manera. También me siento algo traicionada. No sé qué pensar de él ahora. ¿Qué planeas hacer con él?

Suspiré, tratando de mantener la compostura y ladeé mi cabeza.

—Kira, no puedo seguir con Kyd después de esto. Su traición es imperdonable. Me arrepiento profundamente de haberme entregado a él. Agradezco que me hayas contado la verdad, aunque sea dolorosa. Para mí Kyd está muerto. No debes preocuparte porque yo aparezca en su vida. Nunca más lo haré.

Kira sonrió levemente.

—Entiendo. También necesito reevaluar mi relación con él. Gracias por ser honesta conmigo, Rosanelda.

Después de la llamada con la hermosa dama pelinegra, me sentí aliviada de haber descubierto la verdad, pero también abrumada por el dolor. Kyd había sido una gran esperanza en mi vida, y su traición me había dejado cicatrices profundas. Sabía que tenía que seguir adelante, pero necesitaba tiempo para sanar y olvidar a ese estúpido poeta.

Los meses pasaron, y con el apoyo de Lavanda y Dolores, empecé a reconstruir mi vida. Jaime, el policía, también se mantuvo en contacto conmigo, ofreciendo su apoyo, realmente él fue mi roca y eso me enamoró con el tiempo.

Al principio, dudé en abrir mi corazón nuevamente, pero Jaime fue paciente y comprensivo. Al final, prefiero malo conocido que bueno por conocer...

Una tarde, mientras disfrutaba tomar mates con Lavanda, ella me miró con una sonrisa extraña.

—Mamita, he estado observando cómo Jaime se preocupa por ti. ¿Has pensado en darle una segunda oportunidad? Él me dijo que quiere formalizar.

Suspiré, reflexionando sobre sus palabras.

—Lavanda, he pasado por tanto dolor y traición. No sé si estoy lista para otra relación. Pero Jaime ha sido muy amable y comprensivo. Tal vez merezca una oportunidad. Creo que ya estoy animada y preparada para abrir mi corazón de nuevo.

Lavanda sonrió y me dió un mate.

—Mamita, mereces ser feliz. Jaime te quiere de verdad. No dejes que el miedo te impida encontrar la felicidad. Kyd ya fue...

Después de esa conversación, decidí darle una oportunidad a Jaime. Nos tomamos las cosas con calma, pero poco a poco, fui abriendo mi corazón y mi autoestima se elevó progresivamente, después de todo Jaime me mostró un amor genuino, algo que había estado buscando durante mucho tiempo.

Un año después, Jaime me propuso matrimonio. Acepté, sabiendo que había encontrado a alguien que realmente me amaba y valoraba. Nuestra boda fue un momento íntimo y de renovación de aires, rodeada de familia y amigos.

Sin embargo, Kyd no desapareció por completo de mi vida. A pesar de haberlo bloqueado en todas las redes sociales, seguía encontrando formas de enviarme sus poemas de amor, tratando de reconquistarme. Cada poema era una mezcla de amor y desesperación, pero ya no tenía poder sobre mí. Yo ya no sentía ni un ápice de cariño.

Una tarde, mientras organizaba mis nuevos muebles para mudarme a la casa de Jaime, recibí una carta por correo. Al abrirla, encontré uno de los poemas de Kyd. Esta vez, sentí una mezcla de tristeza y alivio. Ya no estaba atrapada en su red de mentiras.

—¿Todo bien, Rosanelda?

Le mostré la carta y sonreí.

—Sí, Jaime. Todo está bien. Finalmente estoy en paz. Esto es una basura y lo tiraré en el basurero.

—Vaya, ese chico está demente —dijo Jaime y me besó tiernamente—. Pero más loco estoy yo por ti.

Jaime era tan amoroso y supe que había tomado la decisión correcta. Había encontrado un amor verdadero, uno que no estaba basado en mentiras y locuras. A pesar del dolor del pasado, había encontrado la fuerza para seguir adelante.

Con el tiempo, Kyd dejó de enviarme sus poemas y mensajes. Acepté que nuestro capítulo había llegado a su fin y que ambos debíamos seguir adelante. Ahora, con Jaime a mi lado, estaba lista para vivir mi vida en una nueva casa, con mi flamante esposo.

Meses después...

La vida con Jaime resultó ser todo lo que había soñado, vivía la tranquilidad sin tener que recurrir a la computadora para encontrar atención. Nosotros nos apoyábamos mutuamente en cada paso del camino, enfrentando juntos los desafíos y celebrando los éxitos. Lavanda también encontró su propia felicidad y encontró pareja, el comisario del condado.

Un día, mientras estábamos en nuestro jardín, Jaime me sorprendió con una pregunta.

—Rosanelda, ¿alguna vez pensaste en escribir tu propia historia? Tienes una vida llena de experiencias y sabiduría que podría inspirar a otros.

La idea fue tremenda, porque siempre me consideré muy creativa.

—La verdad que yo nunca lo había considerado, pero tal vez sea el momento de compartir mi historia con el mundo.

Con el apoyo de Jaime y Lavanda, comencé a escribir mi historia. Cada página fue una catarsis, una liberación de los años de dolor, amor y redención. Al terminar el manuscrito, sentí una profunda satisfacción y paz. Como Kira era representante de escritores noveles, decidí enviarle por correo electrónico mi manuscrito.

La mujer me respondió después de un mes cuando pensé que me habían rebotado en la editorial donde trabajaba, pero curiosamente, se mostraron interesados en mi libro. Nos reunimos y, a pesar de la conexión con Kyd, decidí seguir adelante. Kira fue muy profesional y respetuosa, entendiendo la importancia de mi historia.

El lanzamiento del libro fue un éxito, y mi historia resonó con muchas personas. Recibí cartas y mensajes de lectores que encontraron consuelo y esperanza en mis palabras. A través de mi fatídica realidad, había encontrado una nueva misión: inspirar a otros a seguir adelante y encontrar la felicidad, sin importar los obstáculos.

Un día, recibí un mensaje inesperado. Era de Kyd. Esta vez, no era un poema, sino una disculpa sincera. Me sorprendí bastante al leer su mensaje.

—Rosanelda Moon, he leído tu libro. Quería agradecerte por compartir tu punto de vista. Lamento profundamente el dolor que te causé. Espero que encuentres toda la felicidad que mereces junto a tu maravillosa familia.

Leí su mensaje casi sollozando, pero esta vez, eran lágrimas de cierre y de victoria. Respondí con unas pocas palabras.

—Gracias, Kyd. Te deseo lo mejor con Kira. Adiós para siempre.

Con esa última conversación, sentí que finalmente podía cerrar ese capítulo de mi vida. Había encontrado la paz y el amor que siempre había buscado, y ahora, estaba lista para seguir adelante con Jaime y mi familia.

La vida no siempre sigue el camino que imaginamos, pero a veces, las bifurcaciones nos llevan a lugares inesperados con la realización de nuestra vida. Yo había encontrado mi lugar, y estaba agradecida por cada paso del viaje que me llevó hasta aquí.

Fin