Después de ese beso inesperado tuve un despertar de conciencia magistral, había una historia que quería emerger en mi vida como si fuese una comedia musical interpretada por Jaime, pero el momento concluyó aquí en esta casa, en el santuario de las historias que jamás sucedieron.

En contraposición mi historia con Kyd podría tener cierta connotación fetichista por la diferencia de edad, pero también tiene su lado sensible que enciende el deseo de la pasión de una forma no carnal. Todo eso es el rastro de una relación bellísima, pero platónica, que aún tiene su espíritu de conservación duradera gracias al amor al arte.

Nosotros somos personas muy modestas y eso me agrada demasiado, también me gusta que haya confeccionado a mano un libro con sus manuscritos originales, con cada poesía y texto que me ha dedicado hasta ahora.

Su escritura es reconocible de inmediato, sus trazos gruesos son desatados que se asemejan a una caligrafía oriental. He visto fotos de sus maravillas.

También existe un Kyd creativo que es poeta y un Kyd que es pintor, es como si fuese un conjunto de todas las cosas que yo admiro en la vida.

—Cuando me escribiste ese día, fue cuando todo comenzó. Hasta ese momento llevé una vida burguesa y mundana —dije y mentí.

—Creó que ese día tuve mucha suerte, lo sé.. no es muy poético.

—Kyd, deberías ser el líder de los románticos.

—¿Por qué?

—Porque mantienes un amorío a la distancia y sin ningún tipo de esfuerzo mental.

—Un amorío con la seductora joven Rosanelda Moon. Si fuese otra época esto sería un gran escándalo moral, pero no hay mal que por bien no venga... ¿Pero cómo encontrar el título correcto a nuestra historia de amor?

Al leer su comentario me enfureció. Luego respiré, tomé mi café y respondí:

—¿Escándalo moral? Mejor no hables más por favor.

—Lo que digo, lo digo de una forma abstracta. No me culpes por ser impertinente.

—Tú no sabes nada, querido.

—Lo que dije es lo que pasaba antiguamente en la sociedad. No quiero que seas parte del infame retrato de lo prohibido y tampoco quiero que veas el aspecto teórico.

—Tú deberías esbozar un mundo y un futuro mejor. Sé que en el fondo tu intención es ambiosa, tienes fe, pero no tienes dinero para pagar un vuelo hasta Utah.

En mi mente pensé «Touché».

—Mientras exista una llama de amor entre tú y yo, Rosanelda, yo lucharé para reunir el dinero. Necesito la visa de turista, me urge conocerte mejor.

—Entonces ponete a vender tus pinturas. Estoy segura que tus obras apasionarán a la gente.

—Toda mi vida está en mi caja de pinturas. Cada lienzo representa mi lucha por ser libre y todo en lo que creo.

—Hablas de la libertad como si tuvieses un trabajo forzado.

—No quiero tocar ciertos temas... Pero tiene que ver con mis modelos parentales que no tuve.

—¿Kyd, qué escondes? Yo soy tu compañera omnipresente y debería saber todo de ti.

—Tu eres mi novia y mi musa inspiradora ¿Verdad?

—Yo no creo ser tu novia y tú no deberías vivir de tus encantos.

—A menudo, me siento impaciente por saber como sigue nuestra relación, pero tú asumes enseguida el rol de crítica y me bajas de la nube. Tengo un miedo atroz de no poder ser el hombre de tu vida.

—No, yo soy buena contigo. A veces se me estruje el corazón pensando que vos solo me estás utilizando para conseguir la residencia americana.

—Tus palabras me hacen mucho daño. Estoy impaciente por besar tu boca. No sé si depende de ti, pero en todo caso deberías dejar de pensar que yo juego sucio contigo.

—Es que veo muchos fraudes en la televisión y tengo miedo a que me des un golpe duro. A la parte si viajas a este país no será un viaje clandestino, tendrás que informarle a tu familia sobre tus planes.

—Les diré que tengo que partir a los Estados unidos como tipógrafo.

—Me asombra que lo dices, con la gran tecnología que existe hoy día...

—Eso sería creible.

—Kyd, para trabajar en este país necesitas solicitar una visa de trabajo.

—Prefiero la visa de prometidos.

—¿La visa k 1? Sinceramente, no creo pases la entrevista.

—¡Pero que negativa que sos!

—Primero te entrevistarán en en la embajada de tu país. No te la van a aprobar por la diferencia de edad que existe. Pensarán que vos eres un joven buscavidas.

—No pienses en eso ahora. Lo importante es que tú eres parte de mi destino. Puedes ayudarme o no de una manera concreta y yo te estaré agradecido de por vida.

—Kyd, mi vida ya no tiene tantas décadas por delante como la tuya.

—Eso no es importante ahora. Nosotros debemos luchar por aquellas cosas que necesitamos. Esa lucha nunca debe ser violenta y tiene que ser un acto de humildad y amor.

—Lo sé, pero a veces siento que mi lucha es contra mi misma o con mi hija. Ella no te acepta y su amigo...

—¿Tú creés que me debería interesar la opinión de ese simplón? ¿Por qué consideras que tiene relevancia? ¿Él que hace por ustedes?

—Kyd, cálmate de una vez. No te exaltes por terceras personas.

—Es que estoy lejos de ti y tengo una espina clavada en mi pecho que no me deja respirar.

—¿Acaso estás celoso? Jaime es colega de mi hija, es alguien de confianza.

—Yo no sé quién es y tampoco quiero saberlo.

—Kyd, hasta ahora he llevado una relación muy comprometida contigo... pero tengo un secreto.

—Rosanelda... ¿cuál secreto tienes ahora? Preciso que tengas confianza y que me lo digas.

Me exalté al ver que casi me estaba obligando a contar cosas que no son propicias.

—No, no lo diré. Ahora no es el momento.

—Linda, confía en mí y el mundo será perfecto.

Me obligué a tener un silencio y en ese momento se desató una tormenta violenta. Cerré las persianas de la casa y puse las macetas en el patio. Después quise apagar mi computadora para ponerme a pensar si sería buena idea ser sincera con él.

—Solo recuerda esto: Amar es actuar.

—Entonces lo diré —escribí con valentía.

—Dilo. Por favor dilo. Sé que algo está sucediendo y me mata la angustia.

—Jaime está interesado en mí románticamente y me ha besado —dije y luego sentí una oleada de vergüenza.