Hola aquí otra mini historia, espero que les guste, sin más que decir, disfruten de la historia.

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Los personajes de Naruto no me pertenecen, le pertenecen a Masashi Kishimoto. La historia es de Menma Teorías, osea yo.

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🌀🌀🌀🌀NaruSasu 🌀🌀🌀🌀
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Pov Narrador.

Sasuke Uchiha, ese era el nombre del alfa que se dirigía al laboratorio de su sensei para visitarlo un rato y descansar unos minutos por el largo viaje.
Llegando, vio a su antiguo equipo Taka; conformado por Karin, Suigetsu y Juugo.
Los saludo y saludo a su sensei que ya se iba a descansar por un reciente experimento que había echo y lo había dejado agotado.
Se dirigió a la cocina al sentir un poco de sed, abriendo el refrigerador, viendo una jarra con líquido naranja. Agarrandolo y sirviéndose en un vaso, sin más se tomó el "jugo".
Su sabor era algo peculiar, talvez no era jugo de naranja y era de otro fruto. No le dio mucha importancia y siguió tomando el líquido.
Despidiéndose de sus antiguos compañeros y pidiéndole que mande saludos de su parte al sannin de las serpientes, se fue con rumbo a Konoha para entregar su reporte e irse a otra misión, no sin antes visitar a su hija.....y su esposa. La insistencia de está fue tanta que se obligó a sí mismo a casarse con ella.

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Lugar: Torre Hokage.

Y ahí estaba su mejor amigo y amor secreto, durmiendo en el escritorio.
Siempre se preguntó de qué hubiera pasado si él fuera un Omega. ¿Estarían juntos? O ¿Todo sería igual?.
Bueno, eso ya no importaba. Levantó al rubio sacudiendolo un poco y finalmente pudo ver aquellos ojos azules abrirse.

-Sasuke?.- Preguntó algo desconcertado el rubio.

-Eres un Dobe, como puedes quedarte dormido en medio del trabajo.- Reprochó el azabache.

-Perdón.- Se disculpo con una sonrisa.

Y así siguió el día. Entregándole su reporte de la misión, quedarse a hablar un rato con él, después ir a visitar a su hija y soportar a su esposa, para luego irse a su nueva misión asignada.

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Un mes paso desde la visita que hiso el azabache a su sensei y a sus antigüos compañeros de equipo.
No sabía que le estaba pasando a su cuerpo, necesitaba una respuesta de inmediato.
Su ropa le quedaba más grande de lo normal y poco a poco su altura de 1,80, rebajo a 1,70. Y por más raro que suene, muchos alfas han intentado coquetear con él, pero no contaron con que el azabache los mandara al hospital.
Si antes no le molestaba el olor de cualquier alfa, ahora lo repudiaba. Cada vez que olía el olor de un alfa siempre le asqueaba de sobremanera, al grado que aveces vomitaba.
Tendría que hacer una visita a su sensei para ver que tenía en verdad y saber si su salud está mal. Aunque primero tendría que comprar ropa que le quede. Se sintió aliviado al encontrar su misma ropa en tallas más pequeñas, aunque las prendas eran algo justas a su cuerpo. Sin más se dirijio al laboratorio del sannin en busca de respuesta a su estado.

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No podía estar más que sorprendido. Su alumno había cambiado radicalmente, y eso que sólo había pasado un mes desde la última vez que lo vio.

-Así que tu cuerpo se fue encogiendo poco a poco.- Asintió el azabache. -Bien vamos a mi laboratorio y te haré unos analizis.-

Con un asentimiento del uchiha, ambos se dirigieron al pequeño laboratorio del sannin.
Esté empezó con su trabajo, sacándole un poco de sangre y llendose a otro lugar a sacar el analizis, mientras que su ex discípulo espera el resultado.
Poco tiempo después, el de piel pálida había vuelto con los resultados y una cara de sorpresa. Esto hiso que se preocupara un poco.

-Y sabes que tengo?.- Preguntó.

El otro no sabía cómo explicarle esto, así que sólo le dio el resultado.
El azabache leyó todo el contenido y se sorprendió. ¿Cómo podía ser esto posible?.

-Soy un.....omega.- Sorprendido con la noticia, perdió toda su compostura de un Uchiha orgulloso y tranquilo. -¿¡PERO COMO?! JAMÁS HE VISTO QUE ESTO PASARA A ALGUIEN, ¿¡TÚ SI!?.- Si, estaba desesperado, tanto que empezó a gritar como loca histérica.

Su sensei solo tenía una gota de sudor en su cabeza, nunca pensó que su ex discípulo actuaría de esa manera, siempre era calmado y sereno, pero ahora era todo lo contrario.

-Tranquilo, no es para que te alteres tanto.- Intento calmar el sannin.

-Esta bien.- Dijo el azabache, respirando un poco para calmarse.

-Bien, primero que nada. Cuando empezó todo este cambio?.- Preguntó el mayor.

-Despues de que vine a visitarte.- Respondió.

-Bebiste o comiste algo o te atacaron?.- Cuestionó.

-Si, tenia mucha sed de mi largo viaje y entonces decidi tomar algo.- Respondió.

-Que tomaste?.- Volvió a cuestionar.

-Había un jugo naranja en la heladera.- Respondió el azabache intentando recordar un poco.

-Espera, ese jugo estaba en una jarra?.- Preguntó el sannin algo divertido.

-Si, por qué?.- Preguntó

-Bueno, ese día había echo un nuevo experimento de como cambiar las células alfas o betas a células omegas. Y parece que funcionó.- Explicó de manera breve.

El azabache al escuchar la pequeña explicación, fue cubierto por un aura atemorizante. Primero se enteraba que era un omega y ahora se entera que es producto de un experimento que para el colmo, tenía que volver en un dia a la aldea para dar su reporte de la misión. Esto no podía ser peor.
El sannin le dijo que iba a buscar una manera de revertir todo esto y el solo asintió.

-Espero que vengas a visitarme de nuevo. Mmm... Creo que se me olvido decirte algo importante.- Dijo el sannin, para luego levantar los hombros no dándole mucha importancia.

El azabache sin darle importancia a lo olvidado por su sensei, decidió marcharse hacia Konoha, tenía que tener una buena explicación para su condición actual. Seguramente su amigo rubio se burlaria de él y se lo restregaria en su cara o tal vez no.

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Lugar: Torre hokage.

Otro día más en el que tendría mucho papeleo. Aunque prefiriria hacerlo lento para tardar más y tener una buena excusa para no llegar a casa.
No es que odiaba a sus hijos, al contrario los amaba mucho por más que estos siempre le anden reclamando y odiando.
Lo que pasa es que no tenía una muy buena relación con su "esposa", por más que está fuera la omega más envidiada de todo Konoha por ser la princesa del clan Hyuga, su alfa interior nunca quiso marcarla, al igual que él.
No entendía por qué se había casado con ella si no la amaba, tal vez por que confundió sus sentimientos cuando fue a rescatarla. Aunque nunca le haya dicho esto a ella, cuando fue a rescatarla y la luz de la luna los cubría, solo podía ver a una persona de cabellos azabache corto y un ojo onix junto a un ojo púrpura con anillos.
Si, definitivamente confundió sus sentimientos y ahora se arrepentía tanto haber tomado la estúpida decisión de haberse casado con ella.
Nadie sabía este pequeño secreto que habia estado guardando desde hace unos años, bueno, sólo lo sabía kurama y él. Siempre había estado enamorado de su mejor amigo alfa, Sasuke Uchiha. Como desearía que esté fuera un omega o él ser un omega. No importaba quien fuera omega, solo quería estar junto a él.
Borro sus pensamientos sabiendo que nunca se iban a cumplir. Sería algo estúpido que un alfa se convierta en omega, nunca en su vida había visto eso.
Sin más se puso a firmar lentamente los documentos del siguiente día.

Al poco rato de estar firmando se ollo como tocaban su puerta, sin apartar la mirada de los papeles le dio permiso de que pasara.
Escucho como la puerta era abierta y cerrada, pero luego sintió el aroma más rico de todos. Su animal interior empezó a calentarse y a aullar de felicidad de tan solo oler aquel rico aroma.
Subió su mirada para ver a la persona con tan delicioso aroma y se encontró con su mejor amigo.
Abrió los ojos como platos al ver el gran cambio que tuvo su amigo alfa, aunque ahora no parecía tan alfa, más parecía un omega. No sabía por qué pero su animal interior gruñó de exitación con tan sólo ver al omega.

-Autocontrol, Autocontrol, Autocontrol.- Se repitió  mentalmente el rubio.

-Que te paso sasuke?.- Quería una buena explicación de como su amigo estaba aún más hermoso que antes.

Poco a poco el azabache le fue contando sobre lo sucedido en el laboratorio. El rubio proceso un poco la información dada.
Antes alfa.
Jugó.
Experimento.
Cambios.
Ahora omega.
Nunca pensó que su deseo se haría realidad.

-Despues dices que el Dobe soy yo.- Se burló el rubio.

-Callate uzuratoncachi.- Mandó el Uchiha con un leve sonrojo.

Estaba empezando a sentir calor, tal vez sea por el largo viaje que hiso.
Por otro lado el rubio empezaba a también sentir calor por todo su cuerpo, de pronto sintió un exquisito aroma a celo entrar por sus fosas nasales.
Rápidamente se tapó la nariz y vio como el azabache se empezaba a retorcerse.
El Uchiha poco a poco sentía como su entrada se contraia y los pantalones ajustados a sus muslos no ayudaban; sentía como poco a poco el aroma a menta del alfa entraba por sus fosas nasales hasta cegarlo de placer.
Lo único que pudo ver fue como el rubio abría su chaqueta y lo acorralaba. Después de eso todo se volvió borroso.

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Creyeron que aquí había LEMON verdad?, pues no. Son tan pervertidos como yo.
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Un día nuevo comenzaba, los aldeanos poco a poco sacaban y gritaban sobre su mercancía recién llegada.
Los jounins senseis junto a sus tres genins iban hacia la torre hokage para su nueva misión.
El equipo 7 al llegar pudo ver que había más de tres equipos esperando su nueva misión, eso les extraño mucho.

-Hola Moegi, sabes lo que esta pasando?.- Preguntó el sensei del equipo 7.

-Hola konohamaru, no tengo la menor idea de lo que este pasando, llevamos aquí como una hora.- Desviando su mirada para ver cómo de la Torre sale el consejero del hokage, Shikamaru Nara, un alfa.

-Konohamaru, necitamos tu ayuda.- Se dirijo al Sarutobi con una cara deplorable.

Había estado toda la mañana llamando a la puerta de la oficina hokage para que ese rubio comenzará a entregar las misiones a los equipos, pero lo único que recibía eran gruñidos.

-Bien.- Siguiendo al Nara por los pasillos de la Torre, siendo seguido por su equipo.

-Esta adentro y la puerta está cerrada con llave.- Con algo de cansansio explicó el consejero.

-Bien, tenemos que usar la fuerza bruta.- Se alejo un poco y tomó impulso para empujar la puerta, haciendo que la cerradura se rompa.

Todo estaba oscuro, parecía una película de terror, apenas el castaño puso un pie, el piso rechino haciendo que todos se asustaran.
Con su mano busco el interruptor para prender la luz de la oficina. Podían escuchar gruñidos que no sabían de dónde provenían al estar todo oscuro, pero pronto el Sarutobi encontró lo que buscaba y lo apretó. Todo se iluminó. Vieron como el septimo estaba solo con su remera blanca y su campera naranja tapaba a un azabache que estaba encima de él, al parecer dormido. Los que presenciaban esto se asustaron al ver al rubio con los ojos rojos y la iris rasgada y sus marcas en las mejillas más notorias.
El Nara al instante entendió lo que pasaba en esta situación. Detuvo al rubio menor que estaba apunto de ir con su padre.

-No se acerquen, es un alfa que recién marcó a un omega.- Explicó.

Todos se sorprendieron al saber eso. El hijo mayor del rubio solo apretó los puños. Su padre había engañado a su mamá y marcó a otra omega, ahora mismo se preguntaba quien era el omega que estaba en los brazos de su padre bastardo.

-Tranquilizate Naruto.- Agarrando un comunicador. -Traigan un dardo tranquilizante.- Con eso dicho guardo el comunicador y siguió mirando al septimo hokage.

-Naruto-San, por favor reaccione.- Grito en un vano intento de hacer entrar en razón al rubio.

Como respuesta recibió un gruñido. Definitivamente la situación no estaba mejorando.
Tantos gritos hicieron que despertará al omega que estaba en los brazos del alfa. Revanto su cabeza dejando su rostro expuesto hacia las personas que estaban en la oficina dejándolas sorprendidos.
El omega no era nada más ni nada menos que Sasuke Uchiha.

-Que esta pasando?.- Algo desconcertado intenta levantarse, pero el rubio no lo deja y lo abraza más a su pecho.

-Sasuke sensei?.- Giro su cabeza buscando al responsable de esa voz, encontrándose con el Nara y el equipo 7.

El Nara al ver la distracción del rubio hiso una señal y cuatro anbus sujetaron al hokage con fuerza, mientras que otros dos anbus sujetaba al omega y poco a poco lo alejaban del alfa.

-ES MI OMEGA, SUELTENME!!.- El omega azabache se asustó al no estar en los brazos del rubio.

-ALFA. SUELTENME!!.- El consejo del hokage aprovechando que los dos estaban separados apuntó al rubio y disparo el dardo y luego apuntó al azabache y disparo.

El omega y alfa poco a poco iban perdiendo fuerzas y caían al piso.
Los anbus cargaron a los inconcientes y esperaron las órdenes del consejero.

-Llevenlos al hospital y díganle a las enfermeras que los pongan en la misma habitación para que después no estén haciendo un escándalo.- Con eso dicho los anbus se retiraron.
- Problemático- Con algo de fastidio se fue con dirección al hospital seguido por el equipo 7.

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Los rayos de sol chocaron con el rostro del azabache. Abriendo sus ojos lentamente y poco a poco las imágenes de lo que había ocurrido ayer y hoy habían aparecido. Se sonrojo de tan sólo recordar todo eso.
Intentando ver donde estaba, se sentó y vio como una cabellera rubia estaba recostado en su regazo, ya sabiendo quien era, lo empezó a mover para que despertará.
Pronto los ojos azules se fueron abriendo poco a poco y se encontraron con los ojos onix del azabache.

- Dobe-

- Teme, yo... -

- Perdón- Dijieron a la misma vez.

Ambos se miraron algo sorprendidos y luego sonrieron con amor.

- Te arrepientes? - Cuestionó el rubio.

- No, no lo hago... Y tu? - Pregunto.

- Se que esto está mal, pero aún así, no me arrepiento de haberte marcado, no me arrepiento de haberte impregnado de mi olor, no me arrepiento de haberte cogido, no me arrepiento de haberte embarazado y no me arrepiento de haberte amado. - El Uchiha al principio se sonrojo de la vergüenza, pero al final terminó soltando lágrimas de felicidad.

- Eres un Estúpido Dobe. - El uzumaki sonrió ante a esa respuesta.

- Pero soy tu estúpido Dobe. -

Ambos se acercaron poco a poco y unieron sus labios en un beso lleno de sentimientos que habían estado guardando en lo más profundo de su corazón.

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Los dos al fin pudieron salir del hospital, aunque claramente el rubio estaba muy posesivo con el azabache. No dejaba que un alfa se acercara a su omega. Por lo tanto sasuke tuvo que explicar todo a Shikamaru en una distancia de 10 metros.

Tuvieron que explicar sobre esto a su respectiva esposa. Hinata se lo tomó bien la noticia y los apoyo en su relación. Por otro lado, Sakura no se lo tomó tan bien que digamos. En un intento de golpear con todas sus fuerzas al rubio, terminó golpeando todo el piso, haciendo que se destruyan dos o tres casas.
Tuvieron que arrestar la por atentamiento hacia el Hokage y destrucción de esas casas.

La Uchiha menor se entristeció por el arresto. Lloro, pero fue rápidamente consolada por el Uchiha mayor. Las fermonas del azabache la estaba calmando totalmente, y sentía como su padre desprendía un aura materna que nunca desprendió su mamá. Se sintió tan feliz en sus brazos. Suspiro un poco y apoyo a su padre en su nueva relación, aunque estaba un poco confundida por la apariencia de su padre, pero seguro que más después le explicaría sobre el tema.

Los hermanos uzumakis aceptaron la nueva relación de su padre, aunque él mayor de los hermanos estaba más que feliz al saber que su sensei iba a ser parte de su familia.

La noche cayo en Konoha. La Hyuga empaco todas sus cosas ese día y se marchó a la recidencia Hyuga, por lo tanto el Uchiha junto a su hija durmieron en la Mansión Uzumaki.
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El rubio al cerrar la puerta con seguro, rápidamente hiso sellos de silencio y soltó sus fermonas a montones.
El Uchiha al sentir las fermonas de su alfa se sintio deseado y eso le encantaba.
Su entrada empezó a soltar fluidos naturales y su cuerpo poco a poco se iba calentando. Sus pezones se endurecieron al instante y sus piernas temblaron del deseo.

El alfa se acercó al omega lentamente, como un depredador apuntó de atacar a su presa.
Puso una de sus manos en su espalda y fue bajando poco a poco, apretando su trasero y con la punta de uno de sus dedos acarició la entrada del azabache por encima de la tela ya mojada.
Respiro profundo, haciendo que el aroma a humedad del Uchiha entrará por sus fosas nasales. Iba a retomar todo lo que había pasado la noche anterior, y dejar su aroma en cada rincón del cuerpo de su omega.

Con su otra mano fue retirando el chaleco lila y desabotonando el pantalón negro. Deslizando su mano por debajo de la camisa para encontrar el pezon rosado del Uchiha. Lo apretó sacando un gemido que lo hiso exitar más de lo que ya estaba. Desaboto la camisa y lo tiro al piso.
Pudo apreciar otra vez la piel blanca llena de chupetones y mordidas, pero sobre todo la mordida que resaltaba más era la que estaba en su cuello. Lamio la marca de enlaze y pudo oír como el azabache gemia aún más fuerte.
Tal vez no fue tan malo leer los libros de su padrino. Ahora podría probar esas poses que decían el libro, que supuestamente es más placentero tanto para el alfa como para el omega. Esta noche probaría esas teorías y también le haría el amor como nunca al azabache.

Inclinandolo hacía delante, haciendo que se apoye en la cama y deje una perfecta vista de su trasero al aire. Agarro el borde del pantalón del omega y lo bajó abajo junto con su ropa irterior. Hiso que rescostara boca abajo y que alzará las caderas lo más alto que pueda. Pudo apreciar aquella entrada rosa que desde ahora sería su adicción. Veía como el lubricante natural resbalaba por los muslos y terminaba callendo en la cama.
Con un dedo acarició todo el contorno de la entrada, sintiendo como su dedo se mojaba por los fluidos que salía.
Llevando su dedo a su boca, saboreando con mucho placer aquello y tragandolo. Estaba de lo más delicioso. El ramen le encantaba demasiado, pero no se compara con lo que probó ahora. No iba a dejar que el azabache se valla otra vez, por que él se iba a convertir en su nuevo ramen personal. O aún mejor, en su nueva adicción.
Oía cómo el azabache suplicaba por más, algo que a él le gustaba. No siempre oyes rogar a Sasuke Uchiha por algo, aparte de que iba a castigarlo por ser tan erotico en cualquier cosa que haga.
El azabache en un intento de que el rubio se exitara más para que dejara de juegos, balanceo sus caderas sensualmente. El rubio veía himnotizado aquel balanceo. Pensó que ya fue suficiente los juegos y se sacó rápidamente todo su ropa quedando completamente desnudo. Hiso un sello de manos y alzó al azabache, haciendo que pegue su trasero con su miembro duro. El omega al sentirlo balancio sus caderas intentando que el pene del rubio entrará, pero sintió un par de manos agarrar sus caderas y un cuerpo juntarse a su delante. Lo vio y encontro a otro Naruto con una sonrisa perversa, este sin previo aviso agarro el mentón del ojo onix y lo beso, algo que el Uchiha correspondió. El clon se separó del beso y intercambio lugares con el original. Ahora el verdadero rubio besaba al azabache. El clon sólo hacía chupetones y mordía toda la espalda blanca del omega, haciendo que gimiera, algo que aprovecho el original para meter su lengua. El clon siguió bajando más abajo, encontrándose con los glúteos del Uchiha. Eran tan suaves y redondas, las apretó y vio como sus manos estaban marcadas en ellas, definitivamente la piel de Sasuke era muy sensible. Metió su cabeza entre ellas y se hundió, su lengua fue saboreando la entrada del azabache con devoción. El rubio original sintió como algo mojada todo su abdomen y al separarse del beso, el Uchiha grito su nombre. Hay se dio cuenta que el omega se había corrido. Vio como su clon volvía a ponerse atrás del Uchiha, después de haber saboreado la entrada del ya mencionado. Ambos asintieron con una sonrisa perversa.
El azabache temblaba totalmente. Ese había sido el mejor orgasmo que había tenido. La lengua del rubio lo hacía delirar. Respiro agitadamente, en un intento de controlar su agitación. Miró hacia delante y vio al rubio con una sonrisa perversa que lo hiso asustar un poco. Estaba apunto de preguntar del porqué esa sonrisa, pero no pudo al sentir como dos cosas enormes entraban en él. Uno por detrás y el otro por delante. Grito como nunca antes lo había echo. Todo se volvió borroso. Su omega había tomado el mando de su cuerpo, dejando que se dejara llevar por el placer que le otorgaba aquellos dos miembros que había entrado en él. Sentía como los dos rubios se corrían y anudaban en él. Hay supo que él rubio quería dejarlo preñado a como de lugar. No sabía cómo cuentas barbaridades había dicho, pero seguramente él ojo azul se lo iba recordar al día siguiente. Sintió el último orgasmo antes de que todo se volviera completamente negro.

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Las sombras se iban moviendo de un lugar a otro dentro de la casa Uzumaki Uchiha. Tenían que tener todo listo antes que el dormilón del alfa rubio despertará.
Boruto junto a Sarada y Himawari, decoraban el lugar con globos y serpentinas. Mientras tanto, Sasuke y sus dos  hijos de cuatro años acomodaban la comida en la mesa.
Menma Uzumaki Uchiha, era el primero de los dos hermanos uzumaki Uchiha. Era algo serio, tenía casi el mismo carácter que su madre.
Charasuke Uzumaki Uchiha, era la misma réplica que su madre, pero tenía la actitud bromista de su padre.

Oyeron pasos desde el primer piso, ya sabiendo quien era se pusieron en sus lugares. Oyeron las escaleras crujir levemente y hay estaba el rubio alfa bostezando.

—FELIZ CUMPLEAÑOS!!. — El rubio se sorprendió al ver a sus cinco hijos y su omega lanzar confetis al aire.

Sonrió en grande por la sorpresa.
Ese día se tomó un descanso de la oficina y la paso todo el día con su familia.
La noches llegó y los niños se fueron a dormir contentos por el día que habían tenido.
Entró a su cuarto y vio a su omega esperandolo, esté al verlo, lo abrazo.

— Te amo —

— Yo también te amo —

— Feliz cumpleaños mi Estúpido Dobe —

Esa noche fue la mejor de todas, al final su hermoso Uchiha se volvió a quedar embarazado, no podía ser más feliz.

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Fin

Espero que les haya gustado mucho la historia. Sin más, Menma teorías se despide.
Palabras: 4000.