
4- Propuesta.
Ya pasó una semana de aquella humillante noche, todavía no puedo creer que me haya dormido en un banco -Cada día cayendo más bajo- será mi nuevo lema.
Como la responsable jovencita que soy me desperté hora y media tarde así que decidí no ir sino hasta la siguiente materia a la facu y así aprovechar el tiempo que me queda para ir a la biblioteca y esperar allí. Ya le pediría más tarde a mi vecino que me pasara los apuntes de la materia que me había saltado.
Todavía estaba aprendiendo a manejarme en la capital y quería un poco más de autonomía así que decidí el día de hoy ir a estudiar en transporte público. Para nada glamuroso pero me importa un huevo lo que le parezca a la gente de cómo decido ir a estudiar, tampoco creo que en este lugar la gente se detenga un minuto a pensar en la vida de los demás pero bueno, ya saben, vengo de un pueblo y como bien dice el dicho "Pueblo pequeño, infierno grande."
llevaba media hora desde que había llegado y me encontraba leyendo lo que me quedaba del MUY interesante libro de Robert Pirsig "Zen y el arte del mantenimiento de la motocicleta" Ya lo había leído unas cuantas veces en el pasado y aunque no era de leer más de dos veces un mismo libro, este me seguía llamando mucho la atención.
Estaba totalmente inmersa en la lectura cuando me percato de que alguien me observa así que desprendo mi vista del libro para ver de quien trata y ahí está Matt, parado frente a mi hace quien sabe cuantos minutos observándome fijamente.
-¿Pasa algo?- pregunto curiosa de por qué se encontraba frente a mi mirándome con tal intensidad.
A él siempre le había gustado leer tanto como a mi así que no me sorprendió encontrármelo aquí, además de que también estaba estudiando derecho nada más que en segundo año.
-Siempre te gustó mucho ese libro.-
-Llueven datos.- Digo obviando su comentario. -¿Qué quieres Matt?- continuo.
-He estado pensando en algo... y pues te tengo una propuesta.- Una indecente me imagino.
-¿Ah, si?- Digo apoyando los codos sobre la mesa.
-Está claro que entre tú y yo todavía hay algo- Dice totalmente seguro y ciertamente no se equivoca "Donde fuego hubo cenizas quedan" chicos así que no me juzguen. -Por qué no sacarnos las ganas, ya sabes.- Sonríe pícaro y no doy crédito a lo que acaba de proponerme el muy descarado.
-No es mala idea, aunque habría que aclarar un par de puntos.-Pensándolo bien no era tan descabellada su propuesta, podríamos ser como amigos con derechos o algo así.
-¿Como cuales?- Inquiere.
-Solo sexo, mas nada.- Me gustaba la idea de divertirme con él, sabíamos de sobra que nos gustaba en la cama así que no habría disgustos, pero no era buena idea volver a caer en lo mismo de antes.
-Me parece bien. Sin complicaciones.-
-Ni celos, aclaro que esto no cambiará nada.-
Miro el reloj y veo que estoy a punto de volver a llegar tarde así que guardo mis cosas y me pongo de pie para poder marcharme.
-Entonces, te llamo luego.- Le guiño un ojo y lo dejó allí solo.
Me apuro para poder llegar y en el camino me topo con Noah -Que bien, no tuve ni que buscarlo-
Va vestido con unos pantalones cargos negros y una remera blanca - Sencillo pero con onda- Tiene el cabello un poco alborotado como casi siempre, producto de que cuando se siente incomodo o nervioso suele despeinarse inconscientemente. -Lo se, analizo a la gente todo el tiempo, es mi gran defecto-
-Hey, justo a quien quería ver.- Le digo mientras nos dirigimos a la siguiente clase.
-¿Ah, si?-
-Si bobo.- Golpeo su brazo amistosamente. -No pude llegar a la clase anterior así que necesito que me pases los apuntes.-
-Claro, luego te los envío por pdf a wpp.- Llegamos al salón y nos sentamos juntos.
Desde que me había salvado de dormir en la intemperie aquella fatídica noche, Noah y yo nos habíamos vuelto amigos o así lo percibía yo. En este momento solo conocía a unas pocas personas en la ciudad así que lo torturaba con mi presencia bastante seguido.
-Eu ¿me dicen que escribió el profe en el pizarrón?- Le sonrio en forma de disculpa por molestarlo, pero él se ríe por lo bajo. Al parecer mi dificultad para ver le causa más gracia que molestia al muy idiota.
-Es solo su nombre Rebecca.-
-Primero que nada dime Becca y segundo no te rías de mí.-
-Ok Becca, y ¿por qué no usas los lentes?.-
-Me quedan horrorosos.- Hago puchero y eso lo hace reír nuevamente.
-No lo negaré.- Lo golpeo por su comentario y luego de que el profesor nos llame la atención decidimos que no es buena idea seguir conversando como si estuviéramos tomando un café por ahí.
Al culminar la clase me despido de Noah y decido ir a tomar un café en la cafetería de la cuadra y pasar los apuntes de hoy en limpio.
No me había dado cuenta del tiempo que había transcurrido sino hasta que una chica me informó que ya estaba por cerrar así que me dirijo a algún lugar por ahí para poder descansar y pensar unos segundos.
No estaba segura de escribirle a Matt para vernos esta noche, habíamos tenido una relación muy intensa y complicada, no quería volver a caer en sus encantos como ya lo había hecho 3 años atrás, pero a su vez si podía lograr mantener mis sentimientos en una cajita como este último año podría pasarla bien.
Decido no pensarlo mas y lanzarme de cabeza a la pileta -Esperemos esta tenga agua y no acabe por darme la cara contra el duro suelo-.
Yo.
-¿Estas?
Le escribo y mientras espero a que conteste observo a mi alrededor, sin duda la rambla es preciosa en las noches. El sonido del agua es lo único que se escucha y a pesar del frío me siento totalmente a gusto en este ambiente.
El sonido de mi celular hace que desvíe mi atención de la hermosa vista para ver quien me ha escrito.
Innombrable.
-Pensé que no escribirías.
Yo.
-No lo iba a hacer... pero a las necesidades hay que atenderlas 🤷🏻♀️
Escribiendo...
Innombrable.
-Jaja eres terrible🙄
-Entonces ¿Vienes o voy?
Yo.
-Estaré sola así que ven tu.
Escribiendo...
Innombrable.
-En 30 min estoy ahí.
✓✓
Tomó un taxi para poder llegar a casa y darme un baño antes que llegue, además de tomar algo para relajarme un poco.
Mierda pensé que media hora pasaría volando pero ya llevaba media botella de vino e iba en camino a emborracharme y el idiota aún no llegaba, podría ser que me acostara a dormir y así evitar hacer alguna estupidez.
Ahí justo y cuando pienso en arrepentirme tocan la puerta. -Sin duda este chico sabe cuando piensan en él- me dirijo a la entrada y al abrir no me encuentro con la persona a la llevaba rato esperando.
-¿Noah qué haces aquí?- Pregunto, ya que me toma por sorpresa el que se aparezca a media noche sin previo aviso.
Se rasca la nuca nervioso. -Lucas ha organizado una especie de fiesta con unas chicas y bueno... me preguntaba si me podría quedar aquí unas horas.-
No puedo creer que estas cosas me sucedan a mi. No sabía qué decirle, no podía negarme, se suponía que éramos amigos pero mi ex se encontraba en camino, qué situación.
-¿Y realmente es tan mala la fiesta?- Preguntó con la esperanza de poder convencerlo para que vaya a esta y se divierta.
-Hablamos de lucas, pero si no puedes entenderé.- Se encoje de hombros.
-Claro que no importa solo que...- Un carraspido me interrumpe, y veo a Matt mirándome interrogante por el chico que se encuentra recostado en el marco de la puerta de mi apartamento cuando se supone lo estaba esperando para tener sexo.
De repente noto el ambiente un poco más denso y la situación se torna incomoda -Cuanta testosterona-.
-Matt, el es Noah mi vecino y Noah el es...- Nuevamente soy interrumpida por un par de testículos.
-Su ex.- Dice serio y noto que está molesto, maldito idiota posesivo. -He aquí una razón por la cual nos habíamos dejado.- Ruedo los ojos por su arrebato.
Noah me mira incómodo y lo único que se me ocurre es disculparme con la mirada rogando que entienda mi gesto.
-Tranquila Becca, ya me las arreglaré.-Me dice sin más y se marcha.
-Eres un verdadero idiota, necesitaba de mi ayuda.- Me dirijo molesta al neardental que esta a mi lado.
-Yo también.- Dice entrando en mi apartamento con total confianza.-Adelante siéntete en tu casa-.
Lo ignoro y busco mi móvil para así poder disculparme con mi nuevo amigo.
Yo.
Disculpa😒
Avísame si tienes donde quedarte.
Escribiendo...
Noah
No te disculpes, yo fui inoportuno.
Me quedaré con un amigo, tranquila. Diviértete.
✓✓
Me dirijo a la cocina para servirme algo de tomar y así relajarme.
-¿Quieres whisky o vino?- Preguntó
-A ti.-
-Con lo que acaba de pasar preferiría tomar algo y quizás dejarlo para otra ocasión.- Digo sería pasándole un vaso. -Puedes quedarte si quieres.-
-¿Y qué pasa con lo que dijiste esta mañana? Lo de solo sexo.-
Soy consciente de que estaba poniendo en juego mi salud mental pero me siento mal de haberlo hecho venir hasta aquí para nada, por más de que se haya comportado como idiota.
-Hoy será la excepción.- Digo tranquilamente.
Decido irme a bañar y dejo que Matt mirando una película.
Me miro al espejo -Necesito un cambio- Mi cabello es oscuro y largo sin mucha gracia, no soy de hacerme cambios de look muy drásticos así que siempre me veo más o menos igual. La última vez que había parado a observarme detenidamente me había hecho el flequillo y perforado las orejas, un gran cambio para mi. Finalmente decido dejar de verme y meterme a bañar de una vez.
Cuando salgo de la ducha me encuentro con mi ex novio dormido plácidamente y como estoy cansada para hacer otra cama decido acostarme a su lado.
Miro una película y finalmente caigo en un profundo sueño.
Volvía de la escuela cuando escucho gritos desesperados y a niños llorar, me preguntó qué habrá pasado y finalmente cuando estoy por llegar a mi hogar mis dudas se desvanecen.
El edificio en el que vivía se encontraba bajo inmensas llamas y a punto de derrumbarse. Veo en cámara lenta como los bomberos sacan a personas intoxicadas y heridas gravemente.
De repente miedo inunda mi pecho ¿Dónde están mis padres?.
Busco desesperada a mi familia y tras encontrar a mi madre y hermana llorando porque no han logrado sacar a mi padre de allí corro inconscientemente dentro del edificio para buscarlo creyéndome inocentemente capaz de poder sacarlo de allí.
Sin importar los gritos de mi madre y los bomberos que intentaban alcanzarme para evitar que que me adentrará en aquel lugar cubierto de fuego ,me escabullo entre la multitud.
-¡Papá! ¿Papá dónde estás?- Grito a pesar del nudo en mi garganta.
Y ahí cuando llegó al baño de mi apartamento me encuentro con mi padre inconsciente.
-Vamos papá, todo estará bien.- Sollozo.
Intento con mis fuerzas poder sujetarlo para sacarlo de allí pero lo cierto es que una niña de 10 años poco podría hacer frente aquella situación para salvar a alguien.
Ya cuando la acción de respirar se estaba volviendo difícil y comenzaba a sentirme débil un par de hombres que posiblemente me habían seguido aparecen, uno de ellos carga a mi padre cual saco de papas y el otro me toma en brazos para luego sacarnos de ahí...
-Becca.- Siento que alguien me sacude y me despierto sobresaltada. -Lo siento, estabas teniendo una pesadilla.- Se justifica por haberme despertado.
-Tranquilo.- Ya estaba acostumbrada a repetir el día de la muerte de mi padre en mis sueños, y aunque me dolía el alma aquel recuerdo, trataba de mostrarme fuerte.
-¿El sueño de siempre?- Pregunta preocupado.
-No, solo fue un mal sueño.- No quería que me tuviera pena y mucho menos que me viera como una persona traumatizada. -Volvamos a dormir.- Digo dando por terminada la conversación.
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NOTA DE LA AUTORA
-¿Que les a parecido este capitulo?
-Siéntanse libres de dar sus opiniones o sacar conclusiones acerca de la historia y de como creen que continuara.
-Siempre me gusta leerlos. Gracias por el apoyo.
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