Capítulo 21: Ya no formas parte de mi vida.
SOPHIE
— ¿Ves? Te dije que el amarillo te queda precioso. ¡Estás hermosa!
Me detengo al escuchar la voz de mi madre en la habitación de Melanie. La puerta está entreabierta, así que puedo escucharlas con claridad, pero no verlas.
— Sí, tenías razón, Emily —le responde Melanie soltando una pequeña risita— Gracias por ayudarme a elegir mi atuendo.
— De nada, cariño —contesta mi madre con dulzura— ¿Quieres que te haga un peinado? —hace una pausa y recibe un asentimiento entusiasmado por parte de la niña— Bien. Toma asiento.
Recuerdo que cuando era pequeña, antes de dormir, mamá siempre trenzaba mi cabello y mientras le contaba cómo estuvo mi día. Aunque ella llegara cansada del trabajo, jamás se fue a dormir sin escucharme.
— ¿No extrañas ayudar a Sophie a vestirse? —le pregunta Melanie, lo que hace que me acerque más a la puerta para escuchar.
— La verdad es que sí —contesta mamá con melancolía.
— ¿Y por qué no vas a ayudarla?
— Porque Sophie se viste muy bien, cariño. ¿No lo crees?
— ¡Sí! —exclama haciéndome sonreír— Pero, ¿No te gustaría ayudarle de todas formas? Yo creo que es divertido.
Mamá se queda en silencio unos instantes.
— Me gustaría —admite y suelta un suspiro— Pero ella ya no me necesita. Sophie elige sus propios vestidos ahora. Si intento intervenir, se enojará. Tiene su propio estilo.
Al escuchar eso no puedo evitar pensar en el tema de mi abue y creo que mi madre, de forma disfrazada, también se refiere a eso.
— Pues es una tonta por enojarse —contesta Melanie rompiendo el silencio que se creó— A mí me gustaría que mi mamá venga a vestirme.
Hago una mueca al escuchar ese último comentario.
— ¿Tú no sabes cuándo va a volver mamá de Haití?
Melanie es muy pequeña para entender todo lo que pasó con Brandy. ¿Cómo le explicas a una niña de nueve años que su madre fue llevada a un psiquiátrico por intentar matar a su tía? Exacto, es imposible contárselo, al menos no sin generarle algún tipo de trauma.
Entonces Luke le dijo que su madre se tuvo que ir por un tiempo a Haití, como ella es doctora fue a ayudar a niños enfermos que necesitan ser curados. Que pronto volvería.
— Eh... muy pronto, cariño —balbucea nerviosa— ¡Terminé el peinado! ¿Te gusta? Vamos a ponerte unos aretes también.
Me voy a mi habitación pensando en las palabras de Melanie. Me da mucha pena que esté pasando por todo eso. A veces me olvido de su situación y cuan doloroso debe ser. Para colmo con Luke fuera por viaje de negocios, debe sentirse sola sin Brooke en la casa.
Sé que no estoy en un buen momento con Brooke, pero tengo que hacer que vuelva a vivir en casa o al menos que pase tiempo con Melanie. Aunque me guste pasar tiempo con Mel, no puedo reemplazar a su hermana mayor y tampoco ser mejor compañía que ella.
Luego de darme una ducha, me encuentro envuelta en mi bata blanca y mi cabello con una toalla del mismo color, esperando unos minutos a que no esté tan mojado. Al ver mi armario recordé la conversación de mi madre con Melanie, la parte donde menciona que extraña elegir lo que voy a ponerme y la culpa me invade.
Me pongo de pie soltando un bufido y asomo la cabeza por la puerta de mi habitación.
— ¡Mamá! —le llamo alzando la voz— ¡Mamá! ¿Puedes venir un momento, por favor?
Al cabo de unos minutos viene con una expresión preocupada.
— ¿Ocurrió algo? ¿Estás bien? — me pregunta inspeccionándome de pies a cabeza.
— Estoy bien —muevo la mano— Necesito que me ayudes a elegir lo que voy a ponerme.
Su cuerpo se relaja y su expresión también. Las comisuras de sus labios se levantan de apoco, dejando ver una pequeña sonrisa, aunque sus ojos me ven con una mezcla de sorpresa y alegría.
— Tú... ¿Quieres que te ayude? ¿Yo? —se señala a sí misma.
— Sé que estamos peleadas en este momento, pero no quiero llegar tarde a la cena, así que tendrás que elegir mi ropa porque no puedo maquillarme y escoger que voy a ponerme —le explico con rapidez tomando su muñeca para que entre a la habitación, haciendo que de esa forma vuelva a la tierra.
Mamá mueve la cabeza, despejando sus pensamientos y sonriendo abiertamente en ese momento. Tan pronto como entramos en la habitación, abre las puertas de mi armario y comienza a analizar las posibles opciones.
Me doy la vuelta para comenzar a maquillarme y aprovechando que está concentrada en mi guardarropa, dejo escapar la sonrisa que me estuve esforzando en ocultar desde el momento que la vi tan contenta con mi petición.
— Derek ha dicho que tiene una sorpresa. ¿Sabes algo al respecto? —me pregunta mientras mira detenidamente unos zapatos.
— Ojalá. Detesto las sorpresas —contesto aplicando un poco de corrector para que cubra mis ojeras— Pero aprecio la intención de todas formas.
— Sí, le dije no te gustan, pero él mencionó que esta sorpresa vale la pena —comenta encogiéndose de hombros— Me preguntó que será... —alarga volviendo a colgar una percha con un vestido.
Ninguna de las dos dice nada más. Mamá continua con la ropa y yo termino mi maquillaje. Es cuando terminamos que ambas soltamos un suspiro al mismo tiempo y sonreímos por ello.
Miro el outfit que escogió reposar sobre mi cama; una falda blanca con tablas, una camisa que me queda por encima del ombligo, es de magas cortas de color crema con botones dorados. Como la falda es tipo alto quedara muy bien. También unos tacones blancos que se abrochan en mis tobillos y un bolso pequeño de color beige.
— Gracias por ayudarme —le digo con una pequeña sonrisa.
De verdad extrañaba esto. Lo hacíamos cuando era pequeña. Claro que en ese entonces mi maquillaje consistía en un gloss y un poco de rubor en mis mejillas, lo que restaba del tiempo me la pasaba mirando a mamá correr de aquí para allá buscando la combinación perfecta.
— Voy a vestirme ahora —le aviso entrelazando mis manos detrás de mí.
— Sí, te dejo para que te vistas... —balbucea dándose la vuelta y camina hasta la puerta, pero se detiene con la mano en el pomo—... Sophie...
— Mamá... —alargo esquivando su mirada.
Ella suelta el pomo de la puerta y se acerca decidida.
— No me gusta que estemos peleadas y mucho menos que sea por culpa de mi madre —declara cruzando de brazos y frunciendo el ceño.
— Sí, a mí tampoco me agrada que lo estemos —confieso haciendo que relaje su semblante— Pero mi pensamiento no cambió —me apresuro a aclarar.
Mamá suspira y se queda viéndome durante unos largos segundos, finalmente vuelve a suspirar, pero con más pesadez, dejando caer sus brazos a cada lado de su cuerpo.
— ¡Bien! ¡Conoce a mi madre! —exclama con fastidio— No voy a interponerme entre ustedes —aclara levantando ambas manos— Puedes hacer lo que quieras, Sophie.
Chillo emocionada y doy aplausos cortitos.
— ¡Siiiii! —canturreo, contenta.
— Pero después no me digas que no te lo advertí —levanta su dedo índice y me mira con los ojos entrecerrados— Mi madre de alguna forma siempre logra salirse con la suya. No me sorprendería que dentro de poco te consiga a tu futuro esposo...
En ese momento recuerdo que, hace no mucho, quería que saliera con Theo.
— Sophie —vuelve a hablar con un tono más suave. La miro alejando esos pensamientos de mi mente— Desde el momento que tu hermano y tú nacieron desee poder guardarlos en una cajita de cristal —me explica mirando el suelo—, poder evitar que sufran, que se decepcionen, siempre quise que solo hubiera felicidad en sus vidas.
Mamá suspira y vuelve a verme con los ojos brillosos.
— No quiero que conozcas a mi madre para ahorrarte la decepción que vas a sentir al conocer a la verdadera Sarah Harrison.
Sus ojos expresan tanta sinceridad que me hacen temer por un momento y me hacen cuestionarme si de verdad es buena idea acercarme a mi abue, pero alejo esas inseguridades rápidamente.
— Escojo la verdad —le digo posando una de mis manos sobre las suyas— Aunque duela y me decepcione.
Mi madre solo quiere mi bienestar, lo entiendo y no esperaba otra cosa de ella, pero no quiero vivir en un mundo de mentiras donde todo es de color de rosas. Quiero conocer a la verdadera Sarah y si la bruja que todos dicen, está bien. Pero quiero saberlo por mí, no por otros.
— Ya no diré nada —me asegura después de una pausa— Pero voy a estar aquí, lo sabes.
— Lo sé —asiento con una pequeña sonrisa— Gracias, mamá.
En ese momento, Melanie entra en mi habitación y al verme viene corriendo a abrazarme.
— ¡Te eché de menos! —me dice cuando se aleja de mí— Creí que te habías ido de casa como Brooke.
Mamá y yo intercambiamos una mirada.
— Melanie, ¿te gusta lo que escogí para Sophie? —le pregunta mamá, cambiando de tema.
Melanie se gira para ver la ropa y tras unos instantes de inspección, suspira encantada.
— Vas a estar muy bonita —dice Melanie volviendo a verme.
— Gracias, Mel —le agradezco guiñándole un ojo— ¿Quieres elegir mis accesorios?
Los ojos se le iluminan y asiente repetidamente con la cabeza haciéndonos reír. Mientras ella y mamá se conversan sobre los aretes que me pondré, voy a caminarme al baño.
En cuanto salgo, Melanie está sentada frente a mi tocador, toma un labial de color rosa y se queda mirándolo con curiosidad. Ese posiblemente sea mi favorito, que dejo siempre a mano porque lo utilizo todo el tiempo. Coloco solo un poco y difumino el resto, es casi del color de mis labios, así que al hacer esto solo los intensifica más y le da un aspecto natural. Como no me gusta el maquillaje muy cargado, ese labial es mi salvación.
— Póntelo —le digo.
Sus ojos me miran al instante con asombro.
— ¿Hablas en serio? —asiento con la cabeza. Ella aprieta los labios— Mamá, papá y Brooke dicen que soy muy pequeña para usar maquillaje —hace una mueca volviendo a dejarlo en su lugar— Solo puedo usarlo en competiciones.
De Luke lo entiendo, pero de Brandy, quién es amante del maquillaje y Brooke, quién jamás sale de su casa sin delinearse los ojos, ¿le dijeron eso? Es un poco hipócrita.
— No te preocupes. No se notará —paso mi brazo por encima de su hombro para tomar nuevamente el labial y lo coloco frente a ella.
— ¿Segura? —me mira por el espejo arqueando una ceja.
Procedo a colocárselo con cuidado de la misma forma que me lo aplico todos los días. Le indico que tiene que apretar los labios y al instante imita mi acción, causándome una sonrisa.
Ella abandona mi silla y pasa a sentarse en mi cama mientras peino mi cabello. Melanie balancea sus pies y apoya sus manos sobre el edredón rosa. Recorre la habitación con la mirada hasta que sus ojos vuelven a posarse sobre mí.
— ¿Extrañas a Ashton? —pregunta como si hubiera encontrado la pregunta en lo que miraba por la habitación.
— Claro —contesto dándole una mirada desconcertada.
— ¿Todo el tiempo?
— Al principio sí —le soy sincera— Pero luego me acostumbré a su ausencia y solo lo extraños en determinados momentos —ella asiente pensativa— ¿Por qué lo preguntas?
— Es por Brooke —confiesa encogiéndose de hombros— Supongo que me voy a acostumbrar también.
Doy por terminado mi cepillado y voy a sentarme junto a ella. Sin saber cuánto me afectaron sus palabras, me mira con una pequeña sonrisa y ojos ilusionados.
Algo que tanto Brooke como Mel heredaron de su madre fue su belleza; enormes ojos marrones, nariz respingada y labios voluptuosos. Es como si tuviera frente a mí a una muñeca en vida real.
— Escucha —le digo posando una de mis manos sobre las de ella— Cuando necesites hablar, o quieres mostrarme alguna rutina, estás aburrida o lo que sea, puedes contar conmigo, ¿sí?
Melanie asiente con la cabeza, mostrándose agradecida con mis palabras.
— Incluso ir de compras —agrego haciéndole reír— Amo ir de compras.
Segundos después, mamá llama a la puerta avisándonos que nos está esperando. Le indico a Melanie y ella que se adelanten mientras busco mi bolso, pero en cuanto cierran la puerta, busco mi celular para llamar a alguien muy esencial en este momento.
En cuanto contesta, voy directo al grano.
— Vamos a cenar.
SKYLER
Aunque intento concentrarme en la película que estamos viendo, no puedo dejar de pensar en la reciente —y sorprendente— amistad de Theo y Sophie. Me resulta tan extraño que de detestarse ahora sean grandes amigos. Conozco perfectamente a mi prima y que tan difícil es hacerla cambiar de opinión cuando alguna idea se le mete a la cabeza. Por esa misma razón, no puedo entender cómo dejó de odiar a Theo.
— Había algo raro... —le digo a Thomas que está acostado a mi lado—... te juro que pude notar los ojos de Sophie brillar de enojo a pesar de sonreír.
El silencio de Thomas no me sorprende. Me ha estado ignorando durante los cuarenta y cinco minutos de película.
— Theo parece un buen chico, pero no sé cómo hizo entrar en razón a Sophie —agrego entrecerrando los ojos.
Nuevamente recibo silencio como respuesta y aunque entiendo que Thomas no quiera seguir con el tema, necesito que me preste atención una vez más. No puedo seguir hablando conmigo misma, necesito de su punto de vista.
— ¿Puedes...?
Me detengo al girar mi rostro para verlo, aunque sus ojos están en la pantalla también noto que lleva sus airpods y tiene su celular recostado en su pecho. Estiro mi mano y le quito uno de estos haciendo que me vea un poco consternado.
— Estoy viendo la película —me dice señalando el televisor.
— ¿De qué te sirve ver si no estás escuchando? —le pregunto y le devuelvo el airpod.
Thomas se incorpora en la cama al mismo tiempo que yo y pausa lo que sea que estaba escuchando en su celular.
— Estaba escuchando un audiolibro —me explica dejando su celular— Crimen y castigo, ¿lo recuerdas? Debemos leerlo para literatura.
— Después me cuentas que pasó —hago un gesto con la mano y él entorna los ojos— Te hablaba de Sophie y Theo.
— Es un tema interesante —me da la razón moviendo la cabeza.
Nos sentamos enfrentados y pausamos la película para poder hablar mejor.
— ¿Crees que sea de verdad? —me pregunta entrecerrando los ojos.
— ¿Y por qué seria mentira?
Thomas me mira como si acabara de preguntar la cosa más estúpida del mundo.
— Sophie lo odiaba y juraba que Theo era un idiota... —relata lentamente—... y de pronto, después de que Brooke y tú estuvieran hablando de cuán prejuiciosa y terca es, ¿aparece para darnos la buena noticia de que son amigos?
Bueno, pensando así, tal vez sí hice una pregunta estúpida.
— Tienes razón —levanto mi dedo índice— Pero, ¿Theo se unió a su mentira? Eso me cuesta creer un poco.
— Tal vez ella engaña a Theo haciéndole creer que le cae bien —se encoje de hombros.
Eso suena como algo que Sophie haría y también explicaría mucho la mirada de ella cuando estaba cerca de Theo.
— Debemos investigar —le digo a Thomas, comenzando a sonreír.
— O deberías hablarlo con ella después de que la invites a tu viaje de cumpleaños —me sugiere levantando las cejas y sonriendo, esperanzado de que acepte aquella loca idea.
— Ajá y luego ¿por qué mejor no me acuesto en el suelo y dejo que me pisotee? —pregunto sarcástica.
Thomas borra su sonrisa al darse cuenta de que sigo sin cambiar de opinión.
— Yo no voy a darle el gusto a Sophie. No dejaré pasar sus faltas de respeto.
— Hablas como una anciana —señala.
— Es porque dije algo sabio —me encojo de hombros— Ella debe disculparse.
Thomas aprieta los labios, pero no dice nada más. En ese momento, llaman a la puerta y levanto la voz para avisar que pueden entrar, pero nadie abre la puerta.
— Adelante —vuelvo a repetir algo extrañada.
Comparto una mirada extrañada con mi mejor amigo y decido levantarme para abrir la puerta, pero entonces Thomas tira de mi mano para detenerme.
— ¿Y si es un asesino? —me pregunta en un susurro.
— ¿Por qué un asesino tocaría la puerta? —le respondo en otro susurro.
— Quizás para despistarte.
Pienso en las palabras de Thomas y cuando me doy cuenta de que lo estoy tomando en serio, muevo la cabeza para aclarar mis ideas.
— No es un asesino —digo esto más para mí misma— Seguro es Austin que quiere asustarnos.
Dos golpes más hacen que me sobresalte a un lado de la cama. Thomas me mira desde allí, cubierto con el edredón hasta por encima de la nariz. Camino con pasos lentos, mentalizándome de que solo es mi hermano menor haciéndome una muy mala broma y que luego encontrarlo voy a correrlo por toda la casa por hacerme pasar por esto.
En cuanto mi mano se posa en el pomo, nuevamente se escuchan dos golpes y tomando una respiración profunda, abro para ver quién esta del otro lado.
Mi mueca pasa lentamente a convertirse en una sonrisa y mi miedo en pura alegría. Del otro lado aquellos ojos marrones que conozco tan bien me miran con diversión y una sonrisa juguetona se le escapa mientras me mira sin poder creer que estemos nuevamente juntos en el mismo lugar.
— ¡Liam! —exclamo antes de abrazarlo.
BROOKE
Desde hace quince minutos estoy parada frente al restaurante, no quiero estar sentada en la misma mesa que Emily Harrison, mucho menos con Sophie, quién sigue sin disculparse, por cierto. Pero me llamó para invitarme, no por ella, ni por mí, por Melanie.
Cuando supe lo del divorcio de nuestros padres, juré que haría lo posible para que Melanie esté bien y... me iba bastante bien, pero luego comencé a centrarme demasiado en mí y olvidé por completo lo que realmente importa: mi hermana.
— Hazlo por ella —me susurro para darme fuerzas.
Tomo una respiración profunda y me adentro al restaurante. Le pregunto a la recepcionista por la reservación Harrison, tal y como Sophie me indicó. La chica me indica que es una de las mesas que están en la terraza. Me dirijo ahí sintiéndome más aliviada, el sonido de las olas y el viento cálido acariciándome los hombros va a hacer que esta noche sea más llevadera.
Al instante puedo ver la mesa donde están sentados. Derek está sentado en la cabecera, Emily está a su lado, aunque está de espaldas puedo reconocerla. Junto a ella hay un hombre que supongo es Joe. Sophie está al otro lado, frente a su madre y el lugar junto a ella está vacío. Mel está sentada en la otra cabecera y parece estar expresando su punto de vista, por su dedo índice levantado y semblante serio parece tratar de un tema importante.
Sophie es la primera en verme y su expresión risueña pasa a ser de sorpresa, mira a Joe y luego a mí, y después otra vez a él y nuevamente a mí. Cuando abre la boca para decir algo, Melanie se percata de mi presencia.
— ¡Brooke, viniste!
Melanie viene corriendo hacia mí y me inclino de brazos abiertos para recibirla. En cuanto estamos juntas, cierro los ojos disfrutando de estar nuevamente con ella. Es entonces cuando me doy cuenta de cuánto extrañé a mi hermanita.
— Te ves hermosa —digo en cuanto nos separamos, acunando su rostro en una de mis manos. Lleva un bonito vestido amarillo— Como una princesa —agrego haciendo que su sonrisa se ensanche más.
— Me gusta tu vestido —me dice mirándome de pies a cabeza— Eres muy hermosa, Broo.
Cuando me fui de casa de Emily y Luke, tome solo un poco de ropa, la que uso a diario, dejé los pocos vestidos de fiesta que suelo usar. Tampoco quise desentonar esta noche viniendo con mis pantalones de mezclilla, así que me puse uno de los vestidos que dejé en nuestra vieja casa. Es simple, un poco más arriba de las rodillas y de color verde oscuro, también agregué unos tacones negros que tenía y de accesorios mi colgante con mi inicial, el cual nunca me saco.
Bueno, era esto o mis jeans y zapatillas.
— ¡Ven! ¡Adivina quién está aquí! —tira de mi mano para acercarme a la mesa.
— Ay, qué impaciente —le susurro comenzando a caminar junto a ella.
Cuando llegamos a la mesa, veo primero a Sophie que parece querer desaparecer en ese momento. Derek en la cabecera sonriéndome con cordialidad y luego...
La piel se me eriza al verlo después de tanto tiempo y mi corazón se detiene, o tal vez, se detuvo cuando lo vi por última vez y ahora solo volvió a latir.
Sus ojos marrones me miran con sorpresa y las comisuras de sus labios comienzan a levantarse formando una sonrisa tímida. Aunque lleve traje y tenga una leve barba que lo hace ver más maduro, para mí sigue siendo el chico travieso con el que jugaba en su casa del árbol a que éramos piratas.
No se trataba de Joe, es Ashton quién está sentado en la mesa. Después de estar tanto tiempo a kilómetros de distancia, finalmente estamos solo a unos cuantos metros.
— ¡Vino Ashton! —la voz de Melanie vuelve a sacarme de mis pensamientos. Tira de mi mano haciéndome reaccionar— ¿No estás contenta, Broo?
Puedo sentir los ojos de los demás en nosotros dos, pero Ashton y yo no rompemos nuestro contacto visual. Puedo sentir que la mano de Melanie me suelta y entonces él se acerca para saludarme.
— Hola Brooke —murmura antes de acercarse a mí.
Aunque sus brazos me abrazan al instante, los míos tardan unos segundos en reaccionar. Cierro los ojos, dejándome disfrutar tenerlo conmigo nuevamente. Siento que han pasado años, quizás estoy siento un poco dramática, pero en serio lo extrañé y no me había dado cuenta hasta ahora de cuánto.
Melanie me hace volver a la realidad, palmeando mi pierna disimuladamente. Al instante puedo sentir el calor apoderarse de mis mejillas, sentí que el abrazo duró un segundo, pero temo que duró más. Nos separamos y cada uno va a sentarse en su lugar. Curiosamente quedamos enfrentados.
— Espero no haber tardado demasiado —murmuro un poco incomoda.
— No tardaste. No te preocupes —me responde Emily con amabilidad.
— Vino de sorpresa —me susurra Sophie cuando comienzan a charlar sobre el menú— Lo juro.
Me encojo de hombros, indicándole que no importa. Después de todo, en algún momento tenía que volver a ver a Ashton y que no supiera que iba a hacerlo fue mejor. De lo contrario no hubiera venido.
Cada uno pide lo que va a comer y entonces Melanie vuelve a hablarnos a Ashton, y a mí. Sophie se centra en charlar con sus padres, así que no me queda más opción que prestarle atención a mi hermana e intercambiar palabras con mi ex novio.
Un grupo de chicos entra al lugar y entre las voces de todos ellos, una me suena familiar. Sophie también escucha lo mismo y mira en esa dirección con el ceño fruncido. Entonces podemos ver a Theo venir con esas personas.
— ¿Ese no es Theo? —le pregunta Emily a Sophie.
¿Será que Sophie le presentó a su nuevo amigo a su madre? Tal parece que sí.
— Mmm me parece que no —responde ella centrando su vista en su comida— El pollo está muy bueno. Deberíamos llamar al chef para felicitarlo, ¿no lo crees, Derek? —pregunta cambiando de tema.
— Claro. Lo llamaremos en cuanto terminemos —le responde su padre.
— Yo creo que sí es Theo —digo.
Sophie me fulmina con la mirada y me encojo de hombros sin entender.
— ¿Theo? ¿Quién es Theo? —pregunta Ashton mirándonos a ambas con el ceño fruncido.
— Un amigo de Sophie —respondo.
— No es mi... —murmura algo que no logro entender, pero luego sonríe forzadamente—... iré a felicitar al chef personalmente, si me disculpan...
— ¡Theo, por aquí!
Emily llama la atención de Theo mientras estaba por dirigirse a su mesa con sus acompañantes. Los otros siguen su camino, pero él viene hacía nosotros con una sonrisa cordial. Aunque Sophie intenta irse para felicitar al chef, poso mi mano sobre la de ella para detenerla y hago que vuelva a sentarse, nuevamente dándome una mala mirada.
— Si eres tan amiga de Theo, ¿por qué no te quedas a saludar? —le pregunto en un susurro para que solo ella pueda escucharlo.
— ¿Qué te parece que estoy haciendo? —me responde de mala gana.
Theo está vestido formal como siempre; una camisa de color azul, pantalones negros de vestir, pero sin corbata. Como le ayuda en el trabajo a su padre debe estar siempre presentable, pero ni siquiera en su casa lo he visto con otras prendas que no sean esas.
De cualquier forma, se ve bien, es decir, Theo es muy atractivo.
— Buenas noches —saluda a Derek y Ashton que lo ven con detenimiento— Emily, Sophie, Brooke, que bueno volver a verlas —parece sorprendido por mi presencia allí— Señorita —saluda a Melanie con una pequeña sonrisa.
— ¿Tú eres el novio de Sophie? —le pregunta Melanie.
Mis ojos casi se salen de su lugar, las mejillas de Theo adquieren un ligero rubor y si Sophie hubiera apretado más los dientes seguramente se los hubiera roto.
— Claro que no, Mel. Mi novio se llama Joe, ¿acaso te olvidaste de él? —le pregunta con una sonrisa, pero sus ojos desprenden fuego.
— Pues se parece a Joe —responde Mel, hincando un trozo de carne con su tenedor, haciendo reír a Ashton.
— No se parecen —le contradice entrecerrando los ojos— Hace mucho no ves a Joe, por te parece.
Melanie se encoje de hombros y vuelve a centrarse en su comida. Ashton y yo intercambiamos una mirada, aguantando nuestras ganas de reír por las ocurrencias de mi hermana.
— Derek, Ashton —dice Sophie volviendo a retomar su postura— Les presento a Theo De Loghrey, mi amigo —dice esto último mirando a Melanie— Theo, ellos son mi padre y mi hermano mayor.
Ashton y Derek estrechan manos con Theo, y después de las presentaciones parecen verlo con ojos menos protectores.
— Estaba por invitarte con nosotros, pero veo que te esperan —comenta Emily causando que Sophie la vea como si estuviera loca, mirada que su madre ignora por supuesto.
— En otra ocasión será —responde Theo con una sonrisa.
En ese momento Emily mira a Sophie y a Ashton.
— Mañana —dice y vuelve a mirar a Theo— Mañana puedes venir a almorzar con nosotros.
Veo de reojo que Sophie mantiene sus manos hechas puño sobre sus piernas.
— Me encantaría —responde Theo— Hasta mañana, entonces. Que sigan disfrutando su cena.
— Nos vemos, Theo —se despide Ashton con una sonrisa.
— Adiós, amigo de Sophie —Melanie hace bailar sus dedos y sonríe con picaría.
A todos nos causa risa, incluso a Theo, pero Sophie solo hace una mueca y se pone de pie.
— Tenemos que hablar sobre lo... de la fiesta, ¿lo recuerdas? —dice ella, pasando una de sus manos por su nuca.
— Claro —asiente él volviendo a ponerse serio— Con permiso.
En cuanto ellos dos se alejan para hablar, Ashton nos pregunta:
— Sophie y Joe... ¿Están bien? —nos mira a Emily y a mí.
Derek aguarda la respuesta en silencio, levantando las cejas.
— No te preocupes, Sophie está loca por Joe —contesto con tono obvio y luego bebo un poco de mi zumo.
— Claro que están bien, Ashton. ¿Qué pregunta es esa? —le regaña Emily— Además, una mujer puede tener novio y amigos al mismo tiempo.
— Tiene razón —me sorprendo al decir eso, pero es la verdad— ¿En qué época vives? —me burlo de él.
— Ya, ya —levanta las manos soltando una risita— No levanten antorchas en mi nombre, por favor.
— Por eso no pregunté nada —murmura Derek a Ashton.
— ¿Disculpa? No te escuché —le dice Emily levantando las cejas.
— No, nada.
Ambos comparten una mirada cómplice, pero no una que se daría una pareja, sino más bien viejos amigos. Después de todo, eso es lo que son. Estuvieron juntos por muchos años antes de que Emily decidiera dejarlo por Luke. Es algo admirable que se lleven bien, más que nada por el bien de Sophie.
En ese momento Sophie vuelve con el semblante serio y se sienta en silencio.
— ¡La comida estuvo deliciosa! —exclama Melanie tras limpiarse la boca con una servilleta— Ahora ¿puedo ir a caminar por la playa?
— Claro que sí —le responde Emily con la intención de ponerse de pie— Vamos.
— Quiero ir con Ashton y Brooke como antes —eso detiene a Emily y sus ojos automáticamente se posan en mí— Vamos, Broo.
Miro a Ashton, él no parece sorprendido con el pedido de mi hermana. Ella me ve con ojos de cachorro y junta sus manos para agregarle dramatismo. Entorno los ojos y soltando un sonoro bufido, me pongo de pie.
— Eres una malcriada —le digo entrecerrando los ojos.
— ¡Yupi! —exclama, lejos de ser afectada por mi comentario.
Nos vamos bajo la atenta mirada de los tres y escucho que Sophie le reclama algo a Emily, pero no distingo bien sobre qué. De todas formas, no le doy mucha importancia, tengo un problema más grande al otro lado de mi hermana.
Melanie y yo nos descalzamos para caminar, aunque nuestros zapatos no tienen tacón para hundirse en la arena, nos gusta sentirla en la planta de nuestros pies. Ella camina delante de nosotros y de vez en cuando voltea para hablar.
— Mi mamá está en Haití, ¿lo sabías, Ashton? —pregunta caminando hacia atrás.
— Sí, me lo contó mi madre —responde algo incómodo porque, obviamente, sabe que aquello es mentira.
— Brooke ya no vive con nosotros, ¿lo sabías?
Le doy una mala mirada.
— ¿Acaso Ashton te contrató para que le informes de todo lo que pasa? —le pregunto poniendo mis manos en mi cintura.
— Él debe saberlo —me responde imitando mi postura— Después de todo, vino para verte a ti.
Ashton esconde una sonrisa.
— Él no vino para... —me detengo porque no sirve de nada discutir con mi hermana—... ve a caminar, Mel.
Melanie me mira fijamente durante unos segundos y luego se acerca a Ashton. Él se inclina un poco para que ella le susurre algo al oído, después de eso continúa caminando sola.
— ¿Qué te dijo? —le pregunto sin quitarle la mirada a mi hermana.
— Nada importante —responde comenzando a caminar.
Lo sigo algo extrañada. Últimamente Melanie comenzó a hablar mucho y a veces hasta de más, en eso me recuerda a Sophie. Quizás son las consecuencias de vivir bajo el mismo techo que ella.
— Cuéntame, ¿cuándo llegaste? —le pregunto porque el silencio entre nosotros me está molestando y Melanie parece caminar rápido a propósito.
No me sorprendería que lo hiciera.
— Esta tarde. Me estuve escondiendo en el hotel de Derek mientras esperaba que sea la hora de la cena para sorprender a mamá y Soph —me cuenta con alegría— Liam también vino.
— ¿Para el cumpleaños de Skyler?
— Sí.
— Me contó que planea ir a Palm Beach —por los nervios no puedo dejar de hablar— Me invitó, de hecho.
— ¿Vas a ir?
— Aún no le contesté.
Aunque la invitación de Skyler de cierta forma me alegró, también me hizo sentir culpable. Apenas volvimos a hablar, no sé si me siento capaz de viajar con ella y mucho menos convivir bajo el mismo techo, pero tampoco quiero que sienta que menosprecio su intento de reestablecer nuestra relación.
Es muy complicado.
— Me gustaría que fueras —dice y luego se corrige— A todos nos gustaría que fueras.
No respondo.
— ¿Y cómo te va en la universidad? —cambio de tema.
— ¿Cómo has estado, Brooke? —me pregunta evitando mi cambio de tema y yendo directamente a donde yo no quería que gire la conversación.
— Muy bien —contesto caminando más derecha.
— ¿Muy bien? —repite girando su rostro para verme, pero no le devuelvo la mirada, continúo mirando al frente— ¿Por eso te fuiste?
Aprieto los labios y no respondo.
— No me parece algo que haría alguien que está "muy bien" —agrega— Deberías volver a casa. Sé que así podrás mejorar tu relación con Luke y a Melanie le agradaría verte más.
Me detengo y él hace lo mismo. Lo miro directamente a los ojos, sintiendo que la espalda y las mejillas me arden. De repente mis nervios se desvanecen como el humo, siendo reemplazados por puro enojo. Por la duda en sus ojos puedo deducir que ni siquiera se dio cuenta de las cosas que sugirió.
— ¿Quién te crees que eres para decirme que hacer? —le pregunto poniendo una sonrisa en mis labios, pero del enojo que siento.
— Brooke, no quise que sonara como una orden, fue solo un consejo... —se apresura a aclarar.
— No necesito tus consejos —le interrumpo utilizando un tono distante.
— Yo creo que sí —contesta levantando las cejas y antes de que pueda decir algo más, prosigue— Este comportamiento no te va a hacer bien.
Intenta posar una de sus manos sobre mi hombro, pero me hago a un lado.
— ¿Sabes qué? ¡Estoy cansada de que me digan que creen que debo hacer! —digo cerrando mis manos en puños— Soy la única persona que sabe todo lo que hay roto dentro de mí y, por ende, también soy la única que sabe cómo reconstruirlo —puedo sentir que mis ojos se cristalizan, pero parpadeo para alejar mis lágrimas— Así que guárdate tus consejos, Ashton, porque no los quiero.
Ashton se queda viéndome con lastima y su mirada hace que sienta más enojo. Levanto el mentón y lo veo directamente a los ojos, aunque el sentimiento que expresan los suyos me esté quemando, voy a demostrarle que ya no soy la pobre Brooke que era objeto de pena. No porque esté intentando sanar significa que soy débil.
— Entiendo —dice tras unos segundos en silencio— Pero recuerda que alejar a los demás no resolverá nada. Mi madre, Sophie, Luke, yo... todos queremos ayudarte.
Esa maldita frase otra vez...
Vuelve a acercar su mano a mí, pero está vez acuna mi rostro, mirándome a los ojos. Su tacto hace que me desestabilice y por un segundo olvide las cosas que dijo antes.
— No me alejes, por favor —susurra.
Alejé a Ashton de mi vida justamente por esta razón. No puedo estar con él mientras estoy lidiando con los estragos que dejó el huracán orquestado por mis padres. Ahora volvió con intenciones de querer ser parte de mi recuperación, pero sé que eso no va a resultar, solo voy a ser un bache en su vida y tengo suficiente con ser un bache para mí misma como para serlo para alguien más.
— No te alejo, Ashton —contesto volviendo a abrir los ojos— Es solo que ya no formas parte de mi vida.
Doy un paso hacia atrás, alejándome. Su mano queda extendida en el aire durante unos instantes hasta que lentamente vuelve a bajarla.
— ¡Mel, volvamos! —le digo a mi hermana. Ella estaba a unos metros de nosotros mojando sus pies con las leves olas, levanta la cabeza para mirarme— Tengo frio —agrego mirando por última vez a Ashton antes de dirigirme nuevamente al restaurante.
Ashton no nos sigue, se queda en la orilla mirando el mar oscuro del otro lado y lo agradezco. Es mejor que se quede lejos, lo más lejos posible de mí.
Por su bien.
Holissssss, como andannn? 😋
Finalmente vamos a poder leer un poco de Liam y Ashton. Los extrañaron? Faltarían Jazzy y Olivia y todo sería como antes 🥲
Gracias por leer, comentar y votar. Nos leemos! :)
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro