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Capítulo 17: El pasillo de los problemas.

— Gracias —le dice Brooke a una de las sirvientas de Sarah. Toma el vaso de agua con fuerza esperando que sus dedos temblorosos no lo dejen caer.

Theo, Nash y Brooke aceptaron la inesperada invitación de Sarah para cenar, pero esta última se siente nerviosa por alguna razón que no logra entender. Supone que estar en un lugar al que recurre con frecuencia Sophie no es una buena idea teniendo en cuenta la situación entre ambas.

— Les agradezco por aceptar mi invitación —les dice Sarah tras un momento de silencio— Me pone muy contenta tenerlos aquí a los tres.

— Gracias por invitarnos —contesta Brooke sintiéndose comprometida a decirlo— Has sido muy amable.

— Para serte honesta, siento que eres como una más de mis nietas —le confiesa Sarah, juntando sus manos sobre sus piernas cruzadas y ve a Brooke con una mirada nostálgica— Sé que a tu madre le hubiera gustado que tengamos una relación, después de todo, la quise como a una hija.

La mención de Brandy hace que su ánimo decaiga un poco al recordar su situación actual: no sabe nada de su madre, tampoco habla con su padre y ahora vive por su cuenta. Los días donde sentía que tenía una familia a la cual recurrir cuando estuviera en problemas se sienten tan lejanos.

Afortunadamente, el timbre suena, salvando a Brooke de tener que dar una respuesta a ello. Sarah sonríe de forma ligeramente nerviosa cuando ve que Sussy va a abrir la puerta. Los tres chicos intercambian miradas confusas al ver que, al parecer, hay más invitados.

Sophie y Skyler aparecen segundos más tarde con sus respectivos novios vestidos con formalidad para conocer a la temida abuela. Los ojos de Sarah se posan primero en Joe y luego en Eithan, quien se ha puesto nervioso a último momento.

Aunque las sonrisas de las chicas desaparecer al ver que hay más invitados.

— Brooke —murmura con tono distante.

— Sophie —responde Brooke sintiéndose incomoda.

— ¿Nash? —se pregunta Skyler haciendo una mueca de confusión.

— ¿Skyler? —él se ríe.

Eithan olvida sus nervios para mirar a su novia con una ceja levantada, Joe se reencuentra con los suyos y Theo mira la escena sin comprender que está pasando.

— Siempre escuché que Sarah mencionaba a una Skyler, pero jamás me imaginé que podrías ser tú —dice Nash esbozando una sonrisa amigable.

— ¿Qué haces aquí? —ahora es ella quién ríe ante el inesperado encuentro.

Sarah levanta las cejas, sorprendida por la coincidencia de que ellos se conozcan.

— ¿Cómo se conocen? —pregunta, levantando su dedo índice para señalarlos a ambos.

Eithan se remoja los labios, viendo con curiosidad a Skyler, ella nota aquella mirada por parte de su novio y aunque quiere reír, se aguanta. Antes de que pueda responder que se conocen por el voluntariado en el asilo de ancianos, Nash se aclara la garganta.

— Vamos a la misma biblioteca —se apresura a contestar— Suele recomendarme libros.

Aquella respuesta capta todas las miradas, en especial la de Skyler y Theo. Ella no comprende porqué Nash mintió de esa forma, pero tampoco quiere contrariarlo. Mientras que su hermano mayor sabe que aquello es una mentira porque él no lee nada por cuenta propia.

— Sí, la misma biblioteca —repite ella sin saber por qué está mintiendo, pero le sigue la corriente.

— Pero bueno, ¿A quiénes tenemos aquí?

Sarah se fija en los novios de sus nietas poniendo una cara seria que hace que Eithan tome una respiración profunda. Joe se tranquiliza al sentir que Sophie coloca una de sus manos sobre su espalda, dándole ánimos para aguantar la mirada de su abuela.

— Soy Joe Brixtòn. Es un placer al fin conocerla, señora Harrison.

Eithan siente que le baja la presión, pero aun así dice:

— Y yo soy Eithan Hilder, es un placer conocerla.

Los primeros instantes todos se quedan en silencio, presenciando atentamente el momento de la verdad. Por la mirada detenida de Sarah parece que quisiera leerles la mente o ver en lo más profundo de su alma, finalmente, tras segundos que parecen eternos, esboza una sonrisa.

— Es placer es mío, muchachos. Por favor, tomen asiento.

En la sala hay dos sillones largos en cada extremo y en el medio, cerca de la chimenea, dos individuales. Brooke está sentada en uno y Sarah ocupa el otro. Los hermanos ocuparon cada uno un sillón, por lo tanto, solo cerca de ellos hay espacios donde sentarse.

Skyler es más rápida y tira de la mano de Eithan para ir a sentarse en el sillón donde está Nash, así Sophie no tiene otra alternativa que ocupar un lugar junto a Theo.

— Vamos —susurra Joe, empujando suavemente a Sophie que se quedó fulminando con la mirada a Skyler— Sé amable.

Detecta un tono burlón en la voz de Joe, aun así, responde:

— Siempre soy amable.

Sophie queda sentada en medio de Joe y Theo. Frente a ella, Skyler aprieta los labios para no reír. Nash también nota la tensión entre ellos, pero se limita a sonreír.

— Eres malvada —le susurra Eithan a su novia al ver porque se apresuró tanto para elegir lugar.

— Y eso que apenas comienza la noche —le responde divertida.

— Me das miedo —ella suelta una risita.

Sarah se sienta en el sillón que está aún de Brooke, que se remueve incomoda en su lugar. Ver a Skyler y Sophie con sus vestidos elegantes, y tacones le hizo sentir que desentona con sus jeans rasgados y zapatillas. Hasta los chicos están arreglados. Bueno, al menos Nash está igual de casual que ella. Agradece que se haya puesto esa sudadera de cuatro colores que ella considera horrorosa. Se siente menos fuera de lugar.

— Quise invitar a Theo, Nash y Brooke a la cena, espero que no les moleste —dice Sarah cruzando las piernas a la altura de los tobillos.

Joe y Eithan niegan con la cabeza.

— Para nada.

— En absoluto.

Se quedan en silencio otra vez, entonces Sarah decide hablar.

— Sophie, que hermoso collar tienes.

— Gracias —contesta y lleva su mano al collar— Es un regalo de mi padre.

Es un colgante de oro que tiene y una perla en el centro. Es bastante sencillo y delicado. Lo que en verdad lo hace especial es que se lo haya regalado su padre.

— Stefan siempre ha tenido un gusto exquisito —responde Sarah, juntando ambas manos sobre sus piernas.

— De hecho —Sophie sonríe, incomoda— Me lo regaló Derek.

Theo y Nash fruncen el ceño al escuchar eso. Hasta donde ellos saben —y el resto del mundo posiblemente—, su padre es Stefan Broussard.

— Creí que tu padre se llamaba Stefan —comenta Nash.

— Es una larga historia —responde ella soltando una pequeña risa.

— Skyler, escuché que Sam y Tyler ya llegaron. ¿Cómo están? —Sarah cambia el tema.

Skyler se siente tentada a preguntar «¿Te lo contó mi madre?» pero no quiere comenzar la cena con el pie izquierdo, así que se traga sus palabras y sonríe.

— Están bien. Mamá sigue un poco alterada por el viaje —contesta recordando su casi discusión antes de salir— Pero todo lo demás, bien. Rose está contenta de volver a verme.

— Me imagino. Es la niña más linda del mundo —sonríe enternecida por la imagen de su nieta más pequeña— ¿Ustedes tienen hermanos?

Joe niega con la cabeza.

— Soy hijo único.

— Yo tengo una hermana mayor. Se llama Olivia —responde Eithan.

Se remueve incómodo. Técnicamente su otra hermana también está en la habitación. Brooke pone su atención en el cuadro más cercano, ignorando la mirada de Eithan. 

— Salió con mi nieto, ¿no?

— Se ve que mamá te dio un buen resumen —murmura Skyler, acomodándose en su lugar.

— ¿Disculpa? No te oí Skyler.

— Dije que Olivia y Liam si tuvieron algo en el pasado, sí —responde— Pero mi hermano fue a la universidad y ella está en Washington trabajando, así que...

— Espera...

Sarah señala a Joe.

— ¿Tú no trabajas en Washington también? —adopta una expresión suspicaz.

— Así es, señora. Somos compañeros de trabajo.

— ¡Qué pequeño es el mundo! ¿No lo creen? —mira a todos con una sonrisa de asombro.

— Dímelo a mí —suelta Nash captando todas las miradas— Acabo de descubrir que una chica que me recomienda libros en la biblioteca, es en realidad la nieta de la que tanto nos hablaste.

— ¡Ahí lo tienes! —concuerda Sarah, riéndose.

Sussy aparece en el umbral de la puerta y le pide a Sarah un momento a solas. Ella se disculpa con sus invitados antes de seguir a su más fiel empleada.

Skyler aprovecha para hablar con Nash.

— ¿Por qué mentiste? —le susurra.

Él no sabe cómo responder.

— Larga historia —es lo único que le dice fingiendo una expresión seria, aunque ella nota que se le quiere escapar una sonrisita— Después te la cuento, si quieres —agrega al ver que ella lo sigue viendo.

— Si quiero —responde al instante y se retracta— Es decir, si tú quieres.

Nash se ríe.

— Nos queda una charla pendiente entonces —le dice.

Skyler asiente antes de volver a hablar con Eithan.

En el sillón de enfrente, Sophie hace lo posible para mantener la mirada al frente e intentar ignorar que Theo está a su lado, pero tras segundos de estar en silencio —lo cual ella detesta—, decide decirle algo.

— ¿Qué haces aquí?

Theo le mira de reojo y frunce las cejas. Le sorprende que esté dirigiéndole la palabra. Creyó que Sophie se estaba esforzando en fingir que no está a su lado, al igual que él.

— ¿Qué te importa? —es lo primero que le sale decir y lo dice más confundido que molesto.

No se esfuerza en ser amable con ella. Sigue recordando que Sophie lo llamó "irritante" con Skyler. No tiene ánimos de conversar con una persona que claramente no está dispuesta a conocerlo y que él considera, insoportable y egocéntrica.

— ¿Por qué siempre eres maleducado? —le contesta ella en un susurro— Te lo pregunto porque esto es algo familiar y tú claramente no eres parte de mi familia.

— Gracias al cielo... —murmura ganándose una mala mirada de su parte— Sarah me invitó. Por eso estoy aquí.

A Sophie eso le parece extraño durante unos instantes, luego recuerda cuánto adora su abue a idiotheo y se le pasa.

— De saber que estabas no hubiera venido —siente la necesidad de agregar.

— El sentimiento es mutuo —responde Sophie antes de volver a ignorarlo.

Entonces Nash se inclina un poco para hablarle a Brooke.

— Chist... —le susurra llamando su atención—... cambia un poco esa cara.

— Es una pésima idea que esté aquí —le responde.

— ¿Por? —frunce el ceño.

Brooke menea la cabeza. Aún hay tanto que no le contó.

— No estoy en un buen momento con ninguna de ellas.

Le contó que Sophie es la hija de la nueva esposa de su madre, pero todavía no le cuenta que Skyler es en realidad su prima. Mucho menos que Eithan es su medio hermano.

— Después te cuento —no sabe si hará eso— Debo irme.

— Hey... —posa una de sus manos sobre la de ella—... quédate, por favor. Cenamos y después te llevo a tu casa, ¿sí?

Brooke lo piensa durante unos instantes y termina asintiendo, después de todo, está muerta de hambre.

Sarah vuelve a entrar.

— ¡Hora de la cena! —exclama juntando ambas manos en un aplauso.

(...)

En la mesa, Sarah toma la cabecera. Skyler se sienta a su izquierda, a su lado Eithan y junto a él, Theo. Sophie toma la primera silla de la derecha, Joe la silla a su lado y un poco más allá, Nash. Brooke toma la cabecera del otro extremo, agradecida de no tener que estar enfrentada con nadie que no quiera ver directamente.

La comida es deliciosa, preparada por un catering al que Sarah recurre cuando tiene alguna cena o evento donde necesite satisfacer las papilas gustativas de sus invitados. Todos la disfrutan, pero ninguno como Brooke, que se esfuerza por no demostrar que en realidad estaba muerta de hambre y deseosa de comer algo que no sea comida rápida, a lo cual ha recurrido frecuentemente desde que vive sola.

— Dime, ¿Qué piensas estudiar cuando te gradúes, Eithan? —le pregunta Sarah, cortando su carne.

Cuando la charla entre los jóvenes cesa, ella aprovecha para hacer alguna pregunta al azar.

— Me interesa la criminalística —cuando termina de responder, aguanta la respiración, asustado de que sea la respuesta incorrecta.

— ¡Criminalística! Eso es interesante —habla Nash, entusiasmado— ¿Ya sabes a qué universidad vas a ir? —le pregunta inocentemente. Sarah levanta las cejas— Lo siento, Sarah. Estoy ocupando tu lugar de policía malo.

Aquel chiste hace reír a todos. Con su personalidad carismática y presencia agradable, Nash logra hacer que todos se relajen cuando habla, sentado frente a él, Theo parece aburrido y de vez en cuando, se percata de que Brooke en verdad disfruta de la cena.

— Me decidí por la universidad de Maryland —contesta Eithan con seguridad, mirando a Nash y a Sarah. Esta última no hace ningún comentario al respecto, se concentra en cortar un trozo de ternera.

— ¡Maryland estupendo! —Sophie observa encantada a Nash, lista para escuchar su relato. Él se acomoda en su asiento antes de empezar— Mi hermano y yo solíamos pasar navidad en Harford de pequeños. Nuestro abuelo nos llevaba a pescar a un lago cercano. ¿Te acuerdas, Theo?

Theo asiente con la cabeza, sin muchos ánimos de responder.

— Lo recuerdo —murmura concentrado en su plato.

La sonrisa de Nash decae un poco, mientras que la de Sophie —su más fiel oyente— se borra y rápidamente se transforma en una mueca de desagrado. No puede entender cómo idiotheo puede ser tan maleducado y amargado.

El ambiente se vuelve tenso notoriamente.

— ¿Y tú, Skyler? ¿También vas a estudiar en Maryland? —pregunta tras recuperar la compostura.

— No, en Columbia —responde Skyler— O eso espero —agrega con una sonrisa tímida.

Sarah hace una mueca.

— Qué triste que no puedan ir juntos. ¿No hay alguna posibilidad de que vayas a estudiar a Nueva York? —le pregunta Sarah, visiblemente afectada ante la noticia de su separación.

— No encontré nada aún —responde Eithan y aprieta los labios. Mira a Skyler unos instantes— De todas formas, nosotros vamos a ter...

Estaba a punto de contarle el plan de terminar que ellos dos tienen, producto de los nervios, pero Skyler posa su mano sobre la de él, callándolo con ese movimiento.

— ... Nosotros vamos a hacer todo lo posible para que nuestra relación a distancia funcione —prosigue ella mirando a su novio a los ojos—... y sé que lo lograremos porque nos queremos mucho y nada, ni nadie podrá separarnos.

Eithan sonríe, sintiendo confusión, pero se esfuerza por no demostrarlo. Ya tendrá tiempo de hablar a solas con su novia. Aunque el cambio de decisión de Skyler, fue impulsado más que nada por el terror de vivir una historia similar a la de su tía Emily.

Sus palabras fueron una declaración de guerra hacía su abuela, haciéndole saber que nadie va a poder interponerse entre ellos.

— Qué hermoso —dice Sarah con la vista en las manos de la parejita— Sé que lo van a lograr, querida —agrega mirándola a los ojos— Jack y yo tuvimos que pasar por lo mismo, y pudimos superarlo. Ustedes tienen la suerte de contar con la tecnología de ahora. Sé que estarán bien —le resta importancia con la mano— Espero algún día verlos casados.

Eithan en ese momento, casi escupe lo que tenía en la boca, pero afortunadamente eso no pasó. Skyler comienza a reírse de los nervios. Todos los invitados aguantan la risa, sintiendo los nervios de la joven pareja.

— Es muy pronto para pensar en eso, abuela —responde sintiendo que la sangre sube a sus mejillas— Somos muy jóvenes.

— Jack y yo nos casamos cuando tenía veinte, y a los veintiuno tuve a Emily y a los veintidós a Tyler —cuenta con tranquilidad— Los jóvenes de ahora tardan mucho en sentar cabeza y tener hijos.

Ninguno dice nada. Estaba más que claro que todos tienen la idea de casamiento e hijos a años luz de distancia.

— Hablando de relaciones a distancia —prosigue Sarah, al ver que nadie más iba a acotar nada— ¿Para ustedes es muy difícil mantenerlo?

Pone su vista en Sophie y Joe, quienes se han mantenido bastantes reservados. Lo cual le llama la atención porque, si por algo destaca su nieta, es por su facilidad al desenvolverse con gracia y elegancia en escenarios sociales.

Sophie ha preferido mantenerse como oyente porque se siente muy incómoda al compartir mesa con dos personas que están enojadas con ella. Su prima no se lo ha dicho con palabras, pero al saludar solo a Joe cuando coincidieron en la entrada, se lo dejó bastante claro.

Mientras que Brooke, bueno, su discusión y las cosas que le dijo, aún siguen afectando a Sophie. Tenía esperanzas de que se retractara en algún momento, pero los días pasaban y se sentía más decepcionada, y triste al no tener noticias de ella.

El resto de los invitados también pone su vista en la pareja, menos Skyler. No quiere hacer contacto visual con Sophie, así que se concentra en su comida.

— Bastante bien —responde Sophie y se queda en silencio, parece considerar algo— Creo que es un buen momento para decirlo —le dice a su novio con una sonrisa traviesa.

Sarah parpadea, sorprendida.

— ¿Decir qué? —pregunta, ansiosa porque continúen.

— Nosotros... —comienza a decir Sophie, manteniendo el contacto visual con Joe, quién aprieta los labios conteniendo una risa.

Theo, Nash y Brooke intercambian una mirada.

— ... vamos a pasar más tiempo juntos a partir de ahora —continua ella, haciendo estás pausas apropósito—... porque...

Skyler levanta la mirada, enderezándose. Eithan frunce el ceño.

— ¿Por qué, Sophie? —espeta Sarah, aunque mantiene una sonrisa en su rostro, se puede detectar por su falso tono dulce que tanto misterio está exasperándola.

Sophie aprieta sus labios, incapaz de seguir aguantando la risa. Joe se une a ella, aunque controlándose un poco más que su novia.

Todos los invitados se miran entre ellos sin entender que está pasando. Sarah se mantiene a la espera de una respuesta, sintiendo que uno de sus ojos le palpita.

— Por razones de trabajo debo permanecer aquí unas semanas, así que nos veremos más.

Joe acaba con la intriga que Sophie sembró en todos.

Por como lo decían, tanta espera, tanto misterio, todos acabaron pensando que iban a vivir juntos o hasta comprometerse —lo cual sería algo precipitado teniendo en cuenta que Sophie aún no se gradúa de preparatoria—. Así que resulta realmente cómico para todos que lo hayan alargado para hacerle una broma a Sarah, quién obviamente pensó en todas esas probabilidades y se puso pálida.

Todos ríen, hasta Skyler lo encuentra divertido. Sophie y ella hacen contacto visual, aunque tan pronto como se percatan de ello, ambas dejan de reír y desvían la mirada.

— Lo lamento, abue —se disculpa Sophie volviendo a sonreír— ¡Tenías que ver tu cara! —se le escapa una risita.

— Hablando en serio, señora Harrison, lamentamos la broma —continua Joe— Pensamos que sería gracioso y aliviaría un poco el ambiente.

— Y casi nos deja sin anfitriona —comenta Nash haciendo a todos reír, incluso sacando una pequeña sonrisita de Sarah.

Cuando las risas cesan, Sarah vuelve a hablar.

— Me alegra que puedan pasar más tiempo juntos —es lo único que les dice.

Sophie se queda encantada con las palabras que le dedica su abuela, mientras que a Skyler le llama la atención que solo les dijera esa corta oración.

— Cuándo vayas a Yale nuevamente tendrán que enfrentarse a la distancia, ¿no es así? —continua Sarah y frunce las cejas, apenada.

— Tristemente, pero creo que como Skyler y Eithan... —ambas intercambian miradas al escuchar que la otra la menciona—... superaremos los kilómetros de más, ¿no es así, Joe?

Joe mira a Sophie, detectando la sombra de tristeza que se asoma en sus brillantes ojos celestes.

— Así es —asiente él, sintiendo una presión en el pecho.

Sarah junta las manos sobre sus piernas.

— De igual forma, harás amigos en Yale y podrás pasártelo mejor —agrega su abuela y parpadea como si acabara de recordar algo— ¡Theo, por ejemplo! Él asiste a Yale. ¿Ves? Ya tienes un amigo.

Aquello suena como una simple propuesta a ojos de todos, menos para Skyler y Brooke, que intercambian una mirada, por primera vez desde su llegada.

Theo suelta una tos burlona, de la clase que uno emite cuando quiere evitar reír de algo. Aquella idea le parece fatal.

A Sophie le encantaría decirle a su abuela que preferiría no tener amigos en Yale, a ser amiga de idiotheo, pero sus modales y el saber que ella no lo propuso de mala intención, la detienen de responder.

— Es época de exámenes allá, ¿no? —señala Eithan, pensativo.

— Sí, en realidad me tomé un descanso de la universidad —le responde Theo. No tiene ganas de hablar sobre eso, pero sabe que él no lo pregunta con mala intención— Así que por eso estoy aquí.

— Creo que hablo por todos al decir que ni siquiera comenzamos y ya necesitamos un descanso —agrega Eithan, mirando a su novia y haciendo reír a los demás.

— ¿Y, Brooke? ¿Tú dónde quieres estudiar?

Sarah mira fijamente a Brooke y busca integrarla en la conversación. Desde que entraron sus nietas ella no ha emitido ninguna palabra que llevara más de dos letras.

También notó que ninguna de las tres se ha dirigido la palabra. Siempre a los demás o en general, pero directamente no se han dicho nada. Le parece extraño ya que, hasta donde sabe, las tres se llevan bastante bien.

— Me gustaría estudiar en Stanford donde...

— ...donde estudió tu madre —concluye Sarah con voz serena.

Skyler se tensa al escuchar que mencionan a Brandy.

— ¿Y qué piensa tu padre de esto? Si mal no recuerdo, él estudió en Columbia con Sam —me mira a Skyler cuando menciona el nombre de su madre, pero tan rápido como lo hace vuelve a mirar a Brooke.

Brooke se encoje de hombros antes de contestar.

— Aún no hemos hablado sobre eso.

De repente, la mesa se volvió silenciosa y llena de rostros serios.

— Siempre vas a tener un lugar aquí para hablar y lo que desees, quería recordártelo, Brooke. Creo que sabes a qué me refiero.

Aunque Sarah lo hace con buena intención, Brooke solo siente enojo, no con la mujer que amablemente le ofrece ayuda, sino con Sophie. «¿Y ahora se lo cuentas a tu abuela?» piensa, molesta.

Brooke le agradece con la mirada y en ese momento entra Sussy, la más fiel de las empleadas de Sarah. Se acerca para murmurarle algo en su oído. A medida que la joven habla, la expresión de la anfitriona se convierte en una mueca de decepción.

— Gracias, Sussy —le dice con tristeza y la chica se retira.

— ¿Ocurrió algo? —se apresura Nash a preguntar.

Sarah menea la cabeza, indecisa de contarlo, pero finalmente se dispone a relatarlo con la mayor de las tristezas.

— Tengo que dar una fiesta para una de mis fundaciones y la organizadora que contraté acaba de cancelarme a último momento. ¡La fiesta es dos semanas! ¿Pueden creer que me haga algo así? —lleva una de sus manos a su frente, exhausta con solo contarlo— Ninguna otra organización va a hacerlo con tan poco tiempo, ni por todo el dinero del mundo.

— Puedes organizarla tú —dice Theo— Todas las fiestas que organizas son increíbles —agrega— Organizaste fiestas importantes antes y hasta las de nuestros cumpleaños de pequeños. Puedes con esto —le recuerda con una pequeña sonrisa.

A Sophie le da una pizca de celos escuchar eso.

— Tengo cosas de las cuales encargarme que ocupan todo mi tiempo, apenas puedo sentarme a leer un libro diez minutos al día —contesta Sarah— Si tan solo pudiera encontrar a alguien que me ayude...

Entonces a Brooke se le ocurre una idea.

— Sophie podría ayudarte.

Sophie casi se atraganta con el agua que estaba tomando cuando escucha que Brooke dice su nombre. Después de todo, están peleadas y ninguna de las dos parece dispuesta a disculparse con la otra.

— ¿Yo? —frunce el ceño, cuando se recompone.

— Sí, eres buena organizando fiestas —le molesta un poco admitir eso.

— Eso es verdad.

Joe le da la razón a Brooke, recordando que su novia hasta organizó un casamiento el verano pasado; fue para una pareja que se ganó el cariño de Sophie y todo salió a la perfección.

— No lo sé... —en realidad sabe que es verdad, pero elige responder con modestia.

Entonces Skyler, impulsada por su enojo momentáneo hacía Sophie, también aporta algo.

— Buena idea, Brooke, pero no creo que Sophie pueda con tanto en tan poco tiempo —señala su prima, pensativa— Si tan solo hubiera alguien aquí dispuesto a ayudar...

— Nosotros podríamos ayudar —propone Eithan.

Brooke y Skyler clavan sus miradas en él. Ambas sacuden la cabeza al instante confundiéndolo.

— Yo no puedo —dice Brooke.

— Nosotros tampoco —le dice Skyler entre dientes, manteniendo una sonrisa forzada— Tenemos ese asunto, ¿recuerdas?

— ¿Ese asunto? —repite él, perdido. La mano de Skyler aprieta uno de los muslos de Eithan. Se sobresalta un poco— Claro. Ese asunto. Lo había olvidado —contesta cuando entiende la indirecta.

Brooke capta la idea de Skyler, pero no se atreve a nombrar a Theo porque apenas lo conoce y no quiere perder a un reciente amigo al involucrarlo con su persona menos favorita de momento.

Sin embargo, Nash entiende lo que Skyler está sugiriendo. A diferencia de Brooke, él no tiene miedo de hacer enfadar a Theo. Es más, se especializa en sacar de quicio a su hermano mayor y esta es una oportunidad perfecta para hacerlo.

— Theo puede.

Su hermano mayor se queda viéndolo y comienza a sonreír gradualmente. Sacude la cabeza al instante.

— No, no lo creo —siente ganas de asesinar a su hermano menor y a pesar de sonreír, se le nota en la voz— Creo que Sophie es perfectamente capaz de llevarlo a cabo sola.

— Estoy de acuerdo con Theo —señala Sophie haciendo contacto visual con él— Además, él también debe estar ocupado con sus cosas.

— Lo estoy.

— Y para mí, no parece ser el tipo de personas que organiza buenas fiestas.

— Exact... —Theo cierra la boca y le mira indignado— ¿Cómo puedes saber eso?

— Intuición —conteste ella encogiéndose de hombros.

— Eso no tiene sentido.

Todos en la mesa movían sus cabezas como si estuvieran presenciando un partido de tenis hasta que se centraron en Sarah, que se aclaró la voz.

— Pues yo quiero que ambos se hagan cargo de la fiesta.

— ¡Esa es una idea genial, abuela! —exclama Skyler.

Sophie aprieta los labios y le patea la pierna. Skyler da un pequeño salto, sorprendida y casi chilla por el dolor, pero se las arregla para ocultarlo con una risa nerviosa.

— Sarah, no creo que sea buena idea —le dice Theo. No sabe que inventar para poder evitar tener que pasar tiempo con la chica que considera insoportable.

— Es, de hecho, una increíble idea —le responde ella— Con ustedes a cargo sé que podré despreocuparme y, además, que todo saldrá a la perfección.

— Completamente de acuerdo, Sarah —contesta Nash levantando su copa en dirección a Theo— Sé qué harás un trabajo excepcional, hermanito.

Theo sonríe, aunque en sus ojos puede apreciarse el odio que está sintiendo hacía su hermano menor.

— No hay nada más que decir entonces —junta las manos sobre la mesa— Sophie y Theo van a encargarse.

Una de las manos de Sophie, la que tiene debajo de la mesa, se convierte en un puño. Joe nota aquello y posa una de sus manos allí, captando la mirada de su novia, aunque no hay mejoría. Está muy enojada.

Los mencionados intercambian miradas de disgusto y prefieren mantenerse en silencio ya que saben que en el mundo de Sarah Harrison no existe el no.

Skyler se siente bastante complacida por haberse vengado de su prima y aunque disfruta de ver el rostro disgustado de Sophie, beber tanta agua le está pasando factura.

— Con permiso, debo ir al baño —dice Skyler, poniéndose de pie.

Sophie con ganas de asesinar a Skyler, también se pone de pie, pero antes tiene que luchar para zafarse del agarre de Joe. Él sabe que su novia no va a quedarse de brazos cruzados e intenta detenerla, pero ella logra soltarse de su agarre y se pone de pie.

— Yo también. Iré a uno de los baños de arriba. Con permiso.

Desaparece tras Skyler.

Pero Brooke que, aún se siente insatisfecha, se levanta también.

— Y yo debo hacer una llamada —avisa antes de seguir a las otras dos.

Sarah, Nash y Theo continúan comiendo sin problema. Mientras que Eithan y Joe intercambian una mirada, sabiendo de ante mano que habrá problemas y posiblemente escuchen algunos gritos.

Skyler no escuchó que Sophie también se había levantado de la mesa, así que cuando está caminando tranquilamente hacía el baño, la sorprende escuchar una voz enojada a sus espaldas.

— ¿Qué diablos pasa contigo? —le pregunta Sophie, entre dientes— ¿Por qué hiciste eso?

Su prima voltea a verla con una sonrisa triunfal, lo cual hace que Sophie desee golpearla.

— Solo obtengo mi venganza —responde encogiéndose de hombros— ¿O qué? ¿Pensabas que no iba a hacer nada al respecto después de programaras esta cena sin mi consentimiento?

— ¡No lo hice apropósito! —exclama, dejando caer ambas sus manos, aun formando puños— ¡Además, actúas como si hubiera apuñalado a Eithan! ¡Solamente vino a conocer a abue! —la última parte la susurra, aunque están bastante lejos de la mesa, teme que la escuchen.

— ¡Pero yo no quería que la conozca! —replica. Sophie observa la rabia en la voz de su prima— ¡Pero a ti eso claramente no te importa! ¡Solo te importa lo que quieres!

— ¡¿Puedes dejar de ser tan exagerada, Skyler?! —espeta, enojada.

— ¡¿Y tú puedes dejar de meterte en la vida de los demás, Sophie?!

Y de repente, la conversación se vuelve familiar. Las mismas palabras que salieron de los labios de Brooke hace apenas unos días y que han rondado todos los rincones de la cabeza de Sophie día y noche, vuelven a golpearla con fuerza pero desde la boca de alguien más.

Sophie parpadea, sorprendida.

Las palabras de Skyler son impulsadas por su enojo y tan pronto como las palabras abandonan sus labios, desearía no haberlo dicho. La expresión de su prima le indica que sus palabras tuvieron un impacto significativo en ella y aunque quisiera retractarse, ya es tarde para hacerlo.

Sophie recupera la compostura al instante.

— Vete al diablo —espeta con un tono notablemente más calmado y bajo que el de antes.

— Tú primero —le contesta Skyler, alzando los hombros.

Se dan una última mirada de enojo y luego cada una emprende su camino en direcciones opuestas. Skyler relaja su semblante, invadida por la culpabilidad. Sophie se mantiene seria, sintiendo ganas de esconderse en cualquier habitación a llorar, pero sabe que no es el momento, así que levanta el mentón y se aguanta las lágrimas.

Pero, muy a su pesar, aún debe aguantar un poco más.

— Tú —le señala, recuperando el aliento.

Se encuentra con Brooke, que se recorrió varios corredores antes de poder coincidir con ella. Sophie le mira sin entender qué hace buscándola y por un segundo, piensa que va a disculparse con ella, pero al ver la expresión enojada con la que se acerca, lo descarta rápidamente.

— ¿Qué quieres, Brooke? —le pregunta cansada. No quiere escucharla si no es una disculpa. Ha tenido suficiente por hoy.

Brooke levanta un poco el mentón para verla a los ojos. Normalmente Sophie es un poco más alta que ella, pero al tener tacones está vez se nota mucho la diferencia de estatura. Parece una Barbie y ella un minion enojado.

— ¿Por qué le contaste a Sarah que me fui de tu casa? ¿Quién te crees que eres? ¿Mi vocera?

— ¿De qué estás hablando? —ahora nuevamente comienza a enojarse. Brooke lo nota por cómo se le agrava la voz, y por cómo su expresión se endurece— Yo no le dije.

De hecho, no está mintiendo.

— No finjas conmigo, ya no más —le contesta.

Sophie suelta un suspiro de exasperación.

«¡Esto es el colmo! Después de todo lo que hice por ella, insiste en seguir decepcionándome actuando como una rebelde desagradecida. No pienso soportarla más.»

— Yo no le dije nada a Sarah, ¿De verdad te crees tan importante? —pregunta cruzándose de brazos— Andas por ahí creyéndote el centro del mundo y pensando que todos están en tu contra —hace una mueca, fingiendo sentir pena y luego vuelve a estar seria— Pues, ¿Adivina qué? A nadie le importas, Brooke.

Brooke tenía una respuesta pensada antes de que Sophie soltara todo eso, pero ahora sus labios solo se mantienen abiertos sin saber que decir.

Es como si de repente hubiera olvidado como hablar y es que, en la realidad, las palabras de Sophie la dejaron sin aliento. Si bien en el pasado había sido mala con ella, jamás la había escuchado de esa forma; tan distante y fría.

Aunque se repone al instante, volviendo a verla con indiferencia.

— ¿No te importo? Bien —sonríe durante unos instantes— Entonces deja de meterte en mi vida. No somos familia, no eres nadie para mí.

Sophie toma una respiración profunda antes de responder.

— Pues pensamos lo mismo.

El pasillo de repente se llena de silencio. Solo las dos mirándose con expresiones indiferentes, pero con los ojos cargados de sentimientos, muy distintos a los que sus palabras expresaron. Brooke se voltea y se va, cruzándose de brazos y dejando que su rostro exprese la tristeza que realmente siente.

Mientras que Sophie se queda para ahí, sintiendo cómo su pecho se llena de culpabilidad por decirle aquellas cosas a Brooke y también por las que le dijo Skyler.

¿Cómo una noche donde todo comenzó bien puede terminar terriblemente mal?

Su vista se vuelve borrosa por las lágrimas que tanto aguantó. Una se desliza con lentitud por su mejilla, pero tan pronto como salió, la limpia utilizando el dorso de la mano y tras unas respiraciones para calmarse, vuelve como si no hubiera pasado nada.

(...)

La cena siguió como siempre, pero se notaba la tensión que había entre las tres, mucho más que antes de su altercado en el pasillo. Decidieron saltarse el postre por esta razón.

Se despidieron de Sarah en la puerta de su casa y le insistieron tanto que no es necesario que los acompañe hasta donde se encuentran sus respectivos autos, que terminó aceptando y se quedó. Mientras tanto, el camino hasta la salida, con todos ahí, se vuelve eterno.

— La comida fue increíble —suelta Nash esperando matar un poco el silencio incómodo.

— Sí.

— Así es.

— Ajá.

Ninguna respuesta es de las chicas.

— Mi parte favorita fue... —Nash vuelve a intentar que alguna de ellas diga algo, pero Theo lo detiene, negando con la cabeza. Es incomodo que hable de comida y mucho más si nadie quiere hacer hablar de nada—... bueno.

Caminan en silencio hasta la salida. Sin haberse dado cuenta y gracias a la velocidad de sus pasos, debido a sus ganas de irse cuanto antes, Skyler, Sophie y Brooke comenzaron a caminar juntas, dejando atrás a los demás. Así que cuando llegan a la salida y se percatan de aquello, se quedan paradas esperando a que los chicos se apresuren, evitando mirarse.

Los chicos llegan unos segundos después. Sophie es la primera en despedirse.

— Nash, Eithan —les sonríe y luego mira a Theo con un rostro menos amigable— Theo —agrega sin ganas— Buenas noches.

Theo sonríe falsamente y luego borra su sonrisa para que la vea.

Skyler entorna los ojos al ver que no la nombró y Brooke solo levanta las cejas.

Joe toma la mano de Sophie y tras despedirse, caminan juntos hacía el auto.

— Nos vemos, chicos —les dice Skyler a todos en general.

— Fue un gusto conocerlos —les dice Eithan— Adiós, Brooke.

— Igualmente, Eithan —responde Nash con una sonrisa.

— Que tengan buena noche —contesta Theo.

— Nos vemos —murmura Brooke.

Cuando los tres se quedan solos, miran a Brooke en busca de respuestas, pero ella solo levanta las manos y niega con la cabeza.

— De verdad, no quieren saberlo —es lo único que dice antes de comenzar a caminar.

Nash y Theo la siguen, intrigados. 


-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-.-

Holisssss, terminé de editar y como verán fue un capítulo narrado por mí 😋

¿Qué pensamos de TODO?

Sarah finalmente conoció a Joe y Eithan, y la verdad que salió bastante bien. El único problema fueron las chicas...

Me dolió escribir lo que Sophie le dijo a Brooke 🤧

Las cosas no parecen mejorar para ellas y mucho menos para Sophie que ahora va a tener que pasar tiempo con Theo! ¿Qué piensan que va a salir de eso? ¿Amistad o más odio? 😂

Amo el team Nash-Skyler-Brooke contra Theo y Sophie 🤣

Cuéntenme qué les pareció el capítulo!

Gracias por leer y comentar.

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Nos leemos!

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