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Capítulo 16: Momentos de caos.

SKYLER

— ¿Debería ponerme corbata?

Eithan está parado frente al espejo, observando el atuendo que usara para conocer a la estricta y temida Sarah Harrison. A pesar de mis objeciones —le dije que no es necesario que se vista formal— él opto por dejar de lado los jeans y camisetas para ponerse un pantalón de vestir oscuro y una camisa celeste.

— No —contesto mientras me coloco mis aros con delicadas cadenas colgantes.

— Entonces debo ponerme corbata —me contradice acercándose a mi cama para elegir entre las opciones que trajo.

— Si te va a aceptar, que te acepte como eres, Eithan —le digo mirándolo por el espejo.

Él no me contesta y se acerca al espejo para colocarse la corbata. Luego se inclina sobre mi hombro y deposita un beso ahí, susurrando con dulzura:

— Tranquilízate —me dice reposando unos segundos su rostro en el espacio entre mi cuello y mi hombro— Todo va a salir bien.

Dos suaves golpes en la puerta hacen que Eithan vuelva a alejarse y yo continúe retocando mi maquillaje. Mi papá es el primero en entrar a vernos con una sonrisa de oreja a oreja.

— Huele a nervios aquí dentro —bromea mirando a Eithan.

— ¿De quién serán? —se pregunta mi novio, mirándome desde la cama. Su celular comienza a sonar en ese momento— Es mi madre. Disculpen —sale de la habitación para poder contestarle.

Mamá también viene para ver cómo están las cosas, pasa junto a Eithan y ambos intercambian una sonrisa cordial. Ella se queda de pie, mientras que papá se sienta en las orillas de la cama. Bueno, donde encuentra lugar, porque la verdad es que mi habitación está hecha un desastre; con la mitad de mi guardarropa sobre la cama y la otra en el suelo, también hay zapatos esparcidos por todos lados, apenas puedes moverte. Tienes que fijarte antes de dar un paso, como si de obstáculos en un juego se tratara.

Puedo saber que, ambos me están mirando con cuidado, analizando mis expresiones faciales o posiblemente aquellas que estoy intentando ocultar.

— Sky...—comienza a decir mi madre, pero la interrumpo.

— ¿Cómo pudiste hablarle a Sarah de Eithan? —le pregunto con lentitud, recalcando cada palabra con fastidio— ¿Por qué le hablas en primer lugar? —dejo caer la brocha en la paleta.

Mis padres llegaron de su viaje hace dos días y desde entonces, apenas le dirijo la palabra a mi madre por esa misma razón.

— Créeme, le hice la misma pregunta —murmura papá recibiendo una mirada asesina de mamá.

Ella se dirige a mí.

— Porque... —se detiene y parpadea, sorprendida—...primero que nada no me hables en ese tono —me advierte levantando su dedo índice, me abstengo de rodar los ojos— Y segundo, Sarah me preguntó, ¿Qué querías que hiciera?

— Pues, cambias el tema, le mientes. Yo que sé, mamá —sigo enojada con ella, pero utilizo un tono más suave para evitar que la discusión sea peor— Ahora debo presentárselo. ¿Sabes qué significa eso? ¡El fin de mi relación con Eithan!

Ahora es ella quién entorna los ojos.

— No seas dramática, Skyler.

— No será el fin de tu relación con Eithan —habla papá ganándose nuestra atención.

Mamá lo señala, esbozando una sonrisa y me mira, como diciéndome, «¿Ves? Solo estás exagerando.»

— Podrás seguir con él, solo que a escondidas —continúa papá y se encoje de hombros.

La sonrisa de mamá desaparece.

— Ay, ahora tú también —se queja cruzándose de brazos— No debería estar sorprendida, todo este dramatismo lo sacó de ti —señala a papá.

— ¿De mí? —se indigna— ¿Cómo puedes decir eso? Tu eres cien veces más dramática que yo. Claramente lo sacó de ti.

— Eso es verdad —opino meneando la cabeza.

La realidad es que mi padre es cien veces más dramático que mamá, pero como estoy molesta con ella, decido ponerme del lado de él.

Mamá ríe secamente tras mirarnos por turnos.

— ¿Saben qué? Ustedes claramente están del mismo lado —señala mirándonos por turno— Así que los dejo. Entre dramáticos se entienden.

Esperamos a que mamá esté lejos para comenzar a reírnos de ella.

Esto es algo típico que siempre hacemos con papá. Nos podemos del mismo lado solo para molestarla, antes estaba Liam para defenderla y ponerse de su lado, pero cómo está lejos en la universidad y se pierde de la mayoría de las discusiones. Ahora se quedó sin alguien que esté de su lado porque Austin siempre decide mantenerse neutral en las discusiones familiares y Rose no sabe lo que ocurre la mayor parte del tiempo.

Aunque mi risa pronto se detiene y suelto un suspiro.

— Papá, ¿qué voy a hacer? —le pregunto con tono lastimero.

Él también deja de reír y me mira serio.

— Mi madre no va a odiar a Eithan —dice suavemente— No va a tener nada que decir sobre él, nada malo al menos —agrega con soltando una risita.

— ¿Y cómo estás tan seguro de eso?

En lo único que he pensado en estos días ha sido en la historia de mi tía y su primer esposo, Stefan.

No se me ocurre una cosa más horrible que impedir el verdadero amor y forzar uno. De dolo recordar que mi tía Emily tuvo que esperar casi dos décadas para estar con quién realmente ama por culpa de Sarah hace que se me encoja el corazón.

No solo por todo el dolor que significó para ella, sino porque lo que podría ser para mí.

— Porque Eithan es un gran chico —hago girar la silla con los pies para verlo— Y si a mi madre le parece lo contrario, pues será su problema —responde encogiéndose de hombros— La única opinión que importa en tu vida es la tuya.

Sus palabras me hacen sentir mucho mejor y de alguna forma reordenan mis pensamientos.

Es mi vida y Sarah debería estar agradecida de que le permita formar parte de ella después de todo lo que ha hecho. No permitiré que apruebe o desapruebe a las personas con quienes decido pasar mi día a día, mucho menos a mi novio, quién es el chico más tierno y paciente del mundo para someterse a algo como esto.

— Y también importa la opinión de tu querido padre, por supuesto —agrega meneando la cabeza.

Su comentario me saca una sonrisa.

— ¿Mejor? —asiento con la cabeza— No le tengas miedo a mi madre, Sky. Ella es complicada, sí, pero no voy a permitir que quiera controlar tu vida y tú tampoco vas a hacerlo.

Me reconforta saber que cuento con su apoyo. Después de que Sophie está encantada con la presencia de Sarah en nuestras vidas y de enterarme que mi madre intercambia mensajes con ella, me sentía un poco sola e incomprendida.

Pero saber que tengo a papá de mi lado hace que me sienta mucho mejor y me da más seguridad para enfrentarme a Sarah está noche.

También noto que quería decir algo más, pero al parecer cambio de opinión porque apretó los labios y se quedó en silencio.

— Gracias, papá —le agradezco— Ya estoy más calmada —confieso soltando una pequeña risa.

— ¿Llamo a Eithan? —me pregunta poniéndose de pie.

— Sí, debo disculparme con él. Me porté horrible —paso mis manos por mi vestido

Papá asiente haciendo una mueca.

— Y yo debo decirle a tu madre que soy más dramático que ella —camina hasta la puerta— Deséame suerte —agrega cuando su mano está en el pomo.

— ¡Suerte! La vas a necesitar —me río de él mientras lo observo irse y espero a que Eithan entre.

SOPHIE

Examino mi aspecto frente al espejo.

Pedí que me hicieran un peinado semi recogido bastante simple en la peluquería, pero aun así no deja de ser hermoso. En la parte que quedó suelta decidí dejar mis ondas naturales, no son muy exageradas, en realidad apenas se notan, pero eso es lo que las hace lindas después de todo, su sutileza. Repito, realmente amo como quedó.

Después mi maquillaje en realidad es bastante natural, es el mismo de siempre; base, un delineado marrón que les da una forma más almendrada a mis ojos y rímel, por supuesto, agregando más longitud a mis pestañas. Un poco de iluminador en las áreas que lo requieren y rubor en mis pómulos.

La única cosa que decidí cambiar es el labial, usualmente utilizo un rosita claro que se ve bastante natural, pero ahora elegí uno unos tonos más oscuros que resalta mi boca.

Joe mencionó cuan bella estaba y no dejó de mirarme ni un segundo, aquello me hizo sentir la persona más hermosa del planeta. Aunque no puedo resistirme a sus besos, cuando se acercó para hacerlo tuve que alejarlo porque no quería estropear mi maquillaje y aunque él se conformó con un pequeño beso que dejé en su mejilla, desee que no lo hubiera hecho.

Esta vez vine a prepararme en el departamento de Joe a prepararme. Vine temprano, almorzamos juntos y pasamos tiempo solos. Me di cuenta cuanto lo extrañaba y cuanto detesto que se vaya, aunque no le dije lo segundo. Después de todo, es su trabajo y debe cumplir.

Mi madre me hace una video llamada, al instante la acepto.

— ¡Hola! ¿Cómo me veo? —le pregunto volteando la cámara y enfocando al espejo para que pueda ver el vestido blanco que elegí. Es ajustado hasta la cintura, después es más suelto en la falda. Tiene un escote en cuadrado y mangas largas, aunque es corto. Es de seda, así que no es caluroso y bastante cómodo para mí.

Mamá sonríe apenas.

— Te ves hermosa, hija. Ese color te queda precioso.

— Y elegí este bolso —le muestro mi bolso aterciopelado de color rojo— ¿Qué te parece?

— ¿Y los zapatos?

Le enseño mis plataformas negras de Versase y automáticamente sonríe.

— Estás aprobada.

Su voz suena dulce y emocionada, pero aquellos sentimientos no llegan a sus ojos. Es más, ellos delataban la verdadera intención de su llamada y pronto comienzo a arrepentirme de haber contestado.

— ¿Qué pasa, mamá? —le pregunto cansada, sentándome a orillas de la cama.

Ella me mira indecisa durante unos segundos, pero finalmente habla:

— No creo que sea buena idea llevar a Joe a la cena.

Ahí está la razón de su llamada.

Miro hacía la puerta esperando que él no esté escuchando. Fue a atender una llamada importante, pero puede volver en cualquier momento. Cuando confirmo que no, vuelvo a mirar la pantalla de mi celular.

— Sé que Joe no va a gustarle y va a intentar meterse en tu relación —continúa con su queja, borrando su sonrisa y su tono alegre— Créeme, la conozco mejor que nadie. La cena es solo una excusa para poner su plan en marcha.

— Joe es increíble, mamá —espeto intentando mostrarme serena— Y abue va a amarlo. Ya verás.

— No estoy diciendo que Joe sea malo. Él es un gran hombre y todos en la familia lo queremos —señala levantando una de sus cejas— Solo te digo que mi madre no va a pensar lo mismo.

— ¿Y por qué no pensaría lo mismo? —pregunto borrando mi sonrisa.

Mi madre siempre se las arregla para agotar toda mi paciencia al instante.

— Va a usar el pretexto de que es unos años mayor que tú y que están en diferentes etapas de vida, también no le va a agradar la idea de que no sea hijo de ningún empresario amigo y otras estúpidas razones que no se me ocurren de momento, pero que ella encontrará —aprieto los labios para no decirle cosas groseras, al menos no antes de tiempo— ¡Ya la estoy escuchando! —agrega con una risa seca.

Una de las cosas que las personas suelen recalcar cuando les presento a mi novio es su edad y créanme que me abstengo mucho de rodar los ojos cuando esto sucede. Me molesta principalmente porque tengo dieciocho y él veinticuatro, son solo seis años, no sé por qué la gente actúa como si saliera con un anciano de sesenta años.

Dudo que mi abue toque ese tema porque ella y el abuelo se conocieron cuando tenían nuestra edad. La diferencia entre ellos es la misma. Sería muy hipócrita de su parte juzgarnos por eso.

Sé que mi madre solo está exagerando como siempre. Quiere ponerme en contra de abue. Su vida sería mucho más fácil si compartiéramos el odio que tiene por ella. Pero yo no soy como Ashton, a mí me gusta formar mi propia opinión sobre las personas, sobre todo de aquellas con las que comparto ADN.

— ¿Y sabes cuál es la razón principal por la cual va a odiar a Joe? —ella continúa quejándose— ¡Porque tiene mi aprobación! —sonríe, pero el enojo se refleja en sus ojos— Y me dirá que soy una pésima madre por dejarte salir con alguien mayor que tú.

Entonces comprendo todo mucho mejor.

— Mamá dime algo, ¿No quieres que Joe vaya porque abue va a odiarlo o porque tienes miedo de lo que ella vaya a decirte a ti?

Tenía mis dudas antes de hacerle la pregunta y esperaba estar equivocada, pero al ver su expresión cuando termino de hablar, me decepciono aún más; mi madre se queda perpleja con el celular en la mano y aunque abre su boca, ninguna palabra abandona sus labios.

— Hablamos después, mamá.

— Sophie...

Termino la video llamada antes de que pueda decirme algo más.

Dejo mi celular a un lado y llevo una de mis manos a mi frente.

Hace unos minutos estaba muy emocionada por esta noche, después de todo, dos personas que quiero mucho van a conocerse. Me desperté está mañana sintiéndome igual y justamente, por la razón de la llamada, vine a alisarme en casa de Joe. Sabía que mi madre iba a arruinarlo, de alguna forma iba a hacerlo, ella siempre se las arregla para ponerme de malhumor.

— Hey... —murmura Joe adentrándose a la habitación de forma lenta.

— ¿Escuchaste eso? —le pregunto desganada.

— Un poco —admite con una pequeña sonrisa y se pone de cuclillas frente a mí— No te preocupes por tu abuela. Ella va a adorarme.

Sé que Joe actúa como si no estuviera nervioso por mí. Hace menos de media hora me estaba diciendo que temía no caerle bien a mi abue. No quiere que me estrese más y por ello finge seguridad. Es, literalmente, el ser humano más bueno del planeta.

— Creí que su preocupación era honesta, qué realmente le importaba lo que abue piense de ti, pero no. Mi madre solo estaba pensando en lo que va a decir de ella —puedo sentir que las comisuras de mis labios se inclinan hacia abajo a pesar de que quiero reír— Yo... —bajo la mirada buscando las palabras.

Joe acerca una de sus manos a mi mejilla, atrayendo nuevamente mi mirada. Inspecciona mi rostro con el ceño levemente fruncido y cuando ve que mis ojos comienzan a cristalizarse, no tarda en ofrecerme su hombro.

— Ven aquí —susurra con tono calmado.

Me inclino para dejar caer mi cabeza sobre su hombro y no derramo ninguna lagrima, pero sentirlo cerca me ayuda a calmarme. Él acaricia mi cabello con delicadeza.

— Yo solo quería tener una buena noche —murmuro deslizando mis dedos alrededor del cuello de su camisa.

— Y la tendremos —contesta con seguridad.

— Pues mi madre ya la arruinó —declaro haciendo una mueca.

— ¿Recuerdas la llamada que recibí? —asiento haciendo un sonido nasal— Pues era tu padre.

— Por favor dime que envió mejores vibras que mi madre.

Joe se ríe haciendo vibrar su pecho.

— De hecho, sí —lo miro desde mi posición— Me dio una muy buena noticia.

Me separo de él, lo suficiente para verlo a los ojos. Los suyos tienen un brillo especial y no tarda en esbozar una sonrisa de felicidad. Aunque no sepa que es, me contagia su expresión.

— ¿Qué pasó? —pregunto, aunque sonriente, también un poco preocupada.

— El caso en el que estábamos trabajando... lo recuerdas, ¿no? —me pregunta sin dejar de sonreír.

Su unidad está trabajando para encontrar a un estafador que roba cuadros originales de museos. Llevan semanas intentando dar con él o ellos, pero no consiguen nada.

— Pues, al parecer encontraron una pista que podemos seguir desde aquí. Unos compañeros van a venir a instalarse para ayudarme.

— O sea, ¿Vas a quedarte? —pregunto viéndolo incrédula.

— Un poco más de lo usual y no sé por cuanto, pero...

— ¡Vas a quedarte! —lo abrazo antes de que pueda terminar la oración.

Todas esas emociones negativas que mi madre me hizo sentir después de su llamada, desaparecer al instante que siento que Joe envuelve mi cuerpo entre sus brazos. Escucho su risa por mi reacción, aquello solo me llena más el corazón de alegría.

Este último mes fue difícil para mí porque lo extrañaba demasiado y aunque habláramos todo el tiempo, no es lo mismo. Por eso, saber que va a quedarse más que un fin de semana, me hace la chica más feliz del mundo.

— ¿Por qué mejor no nos quedamos? —propongo sin soltarlo, pero alejándome lo suficiente para que podamos vernos.

— ¿Y eso por qué? —se ríe, confundido.

— Porque va a estar Skyler y ella sigue enojada conmigo por lo de la cena —toda la semana me aplicó la ley del hielo y ni siquiera me miraba cuando nos veíamos— Mejor quedémonos aquí en nuestra burbuja de felicidad.

— O... —alarga meneando la cabeza— ¿Qué te parece si vamos a cenar y después volvemos a nuestra burbuja de felicidad a celebrar que me quedo, y que sobreviví a tu abuela?

Entrecierro los ojos, viéndole con una sonrisa coqueta.

— ¿Celebrar? —Joe asiente con la cabeza, intentando mantenerse serio— ¿Y cómo vamos a celebrar?

— Tengo algunas ideas en mente.

— Algunas ideas —repito acercando mis labios a los suyos— ¿Y cuáles son?

— Prefiero mostrártelas... —sus labios rozan los míos y cuando creo que va a besarme, vuelve a alejarse—... después de la cena.

Hago una mueca.

— Está bien —decido aceptar— Vamos a cenar.

— Genial —sonríe.

— Y después me enseñas tus ideas —bromeo dando un pequeño toque con mi dedo índice en la punta de su nariz.

— Claro —asiente riendo.

BROOKE

Ha pasado una semana desde que me fui de la casa y desde entonces, las llamadas de mi padre han sido interminables, los mensajes también. Agradezco que no sepa que he vuelto a nuestra antigua casa porque entonces no sería capaz de ignorarlo como lo hago con sus intentos de comunicarse conmigo.

En la escuela, todo sigue normal solo que ya no hablo más con Sophie. Es más, intento mantenerme alejada de ella lo más que puedo. Suerte para mí que no compartimos muchas clases. Mi única aliada ahí es Heather, ella no hace muchas preguntas, gracias al cielo.

Desde que me fui, Nash ha sido muy atento conmigo y pasamos la mayor parte del tiempo juntos en su casa, en la mía o en el bar que trabaja Alex, su mejor amiga.

Durante esta semana también descubrí que Nash vive junto a la casa de Sarah Harrison y que en realidad tiene bastante relación con ella debido a que es una de las mejores amigas de su abuela paterna. Fue algo bastante sorprendente, pero también entendí por qué lo vi en la fiesta que organizó el mes pasado.

— ¿Qué vamos a cenar? —pregunta su hermano mayor en voz alta, mientras baja las escaleras.

Ah, su hermano mayor, sí.

Theo De Loghrey es el hermano de Nash. Había escuchado hablar de él, pero solo cosas malas y mayormente llamado "idiota". También me sorprendí con respecto al villano de la historia de Sophie.

Theo tiene veinte años y está estudiando en Yale —la universidad de los sueños de Sophie— aunque ahora está en Los Ángeles porque quiso "tomarse un descanso". Todavía no tengo mucho trato con él, pero hasta el momento ha sido muy amable y respetuoso.

Tenía una idea completamente distinta sobre Theo por las cosas que decían sobre él y Nash. Recuerdo que, en la fiesta de Sarah, cuando las víboras prehistóricas hablaban mal de su padre Carson De Loghrey, también mencionaron que sus dos hijos son malas noticias para cualquiera.

Hasta el momento puedo asegurar que son todo lo contrario, sobre todo Nash, él es muy bueno.

— Se me antoja comer pizza... tal vez McDonalds —contesta Nash dejando su celular a un lado para ver a Theo que se para a unos metros del sofá donde estamos sentados. Chasquea los dedos— Unas papas con mucho kétchup.

— Hablo de comida de verdad, no chatarra, Nash —replica haciendo una mueca.

Theo es bastante estricto con lo que come y detesta la comida chatarra. Por lo que vi, es un poco obsesivo con su salud. Mientras que Nash disfruta de todo lo que su hermano mayor odia.

— Que Brooke decida —propone Nash poniendo su mirada en mí.

— En realidad, creo que es mejor que me vaya —respondo, frotándome el cuello.

En ese momento se escucha el timbre y Theo va a ver de quién se trata. Dejándonos a Nash y a mí solos. Mi nuevo amigo me mira confundido.

— No puedes irte sin cenar —me dice.

— Es que no quiero molestarlos... — alargo haciendo una mueca—... de verdad. Es sábado por la noche. Deben tener planes y yo aquí molestándolos.

Literalmente estuve toda la semana dando vueltas por aquí. En casa me aburro estando sola y lo como no logro cocinarme nada que "alimente", he venido a cenar con Nash o Heather desde mi independencia.

Me pongo de pie y Nash hace lo mismo.

— Primero que nada, no tenemos planes. Al menos yo no —aclara haciendo una mueca graciosa— Y segundo, tú no nos molestas, Brooke. Eres mi invitada y lo vas a ser las veces que quieras.

Conocí a Nash hace poco tiempo y, aun así, se ha convertido en una de las pocas personas que están conmigo en este momento y a quién le tengo confianza para contarle mis cosas. No toda mi historia, por supuesto, pero sí lo que pasa en la actualidad al menos.

— ¿Por qué eres tan bueno conmigo? Es decir, apenas me conoces y lo que conoces podría tranquilamente ser mentira.

Mis palabras no parecen sorprenderlo.

— Porque estás enfrentando un momento de caos —responde con serenidad, metiendo una de sus manos en el bolsillo de su jean— y creo que esos momentos se enfrentan junto a alguien.

— Siempre los enfrente sola —murmuro.

«Y así te ha ido

— No te detengo si quieres irte, pero quiero que sepas que no estás sola en este momento y para lo que necesites, siempre vas a poder contar conmigo.

Escuchar eso hace que la presión que siento en el pecho por todo lo que está pasando disminuya notablemente y aunque siento ganas de abrazarlo por ser tan bueno conmigo, me limito a sonreír.

— ¿Qué vamos a cenar entonces? —pregunto levantando una ceja.

Nash sonríe.

— ¡No puedo creerlo!

Nos sobresaltamos al escuchar la voz de Sarah Harrison. Ella acaba de adentrarse en la sala y no tarda en caminar hasta mí para darme un abrazo. No reacciono lo suficientemente rápido para corresponder a su inesperada muestra de afecto porque vuelve a alejarse, pero ahora toma mis manos.

— Me da mucho gusto verte, Brooke y mucho más con mis chicos favoritos —mira a Theo y Nash— Vine a invitarlos a cenar conmigo y cuando Theo mencionó que estabas aquí, tuve que entrar para verlo por mí misma —posa su mirada sobre mí y sonríe— Entonces ahora tú vas a venir a cenar también.

Miro a Theo manteniendo mi sonrisa forzada y él articula un "lo siento" con los labios. Antes de que pueda abrir mi boca para negarme con toda la cortesía que me salga en este momento, ella se adelanta y me dice:

— No acepto un no como respuesta —me suelta una mano para señalarme con su dedo índice— De ninguno —agrega señalando a Nash y Theo.

Sarah junta sus manos en un aplauso y sin borrar su sonrisa, pero utilizando un tono autoritario, dice:

— ¡Andando! ¡Vamos!

Ella camina por delante y nosotros tres la seguimos en fila. De verdad espero no cruzarme con nadie indecente durante la cena en casa de Sarah. 


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Holisssssssssss, el siguiente capítulo es el de la cena. Lo estoy terminando de editar! :)

¿Qué pensamos del capítulo? 👀

¿Extrañaron a Tyler tanto como yo? Amo leerlo en modo papá, les juro! ❤❤

¿Qué piensan de la llamada de Soph y Emily? ¿Emily tiene razón? ¿Sophie estuvo bien en enojarse? 👀

Amo la amistad de Nash y Brooke, en serio 🥰

Y obviamente la cena no podía ser en paz, así que agradezcamos de ante mano a Sarah por el drama del siguiente capítulo... 😝

Lo subo cuando lo termine de editar, pero mientras tanto quiero saber que piensan de la historia y el capítulo!

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