Capítulo 12: El mensajero perfecto. [S]
SOPHIE
Bebo el café esperando que alguna respuesta a los cuarenta mensajes que le envié a Brooke desde anoche, pero es en vano. No importa cuántas veces vea la pantalla, sigue sin haber una respuesta. Ni siquiera le llegan mis mensajes.
Durante la llamada con Joe, escuché la discusión que tuvieron Luke y Brooke. Los gritos eran tan fuertes que hasta mi novio los escuchó. Mamá llevó a Melanie al patio con la excusa de que le enseñaría una estrella, así que ella no escuchó nada. Eso es bueno, de lo contrario estaría igual de preocupada que todos por la desaparición de su hermana mayor.
Desde anoche no sabemos nada de ella, no contesta mensajes, ni llamadas, ni nada. A pesar de haber dicho que se iría de la casa, tampoco llevó sus pertenencias.
Además, ¿A dónde va una adolescente de dieciocho años que se quiere ir de su casa? Pues a la de alguna amiga. El problema es que la única amiga de Brooke es Heather y ella no tiene idea de donde está.
— ¿Estás bien, cariño? Te noto algo decaída —señala abue viéndome con preocupación.
Me esfuerzo por poner una sonrisa.
Abue no sabe nada sobre el tema de Brooke y mamá tampoco quiere que lo sepa. Ella dice que no le concierne saberlo y opino que tiene razón, pero mi rostro ya no me acompaña al mentir.
— Solo estoy cansada. He estado estudiando mucho últimamente —decido contestar.
Aunque mis estudios no son mi preocupación principal en este momento, son algo que frecuentemente me estresan y cansan demasiado. Así que decido utilizar eso como excusa en lugar de responder algo sobre Brooke.
— ¡Ay, cariño! —posa una de sus manos sobre la mía— Falta poco. Es solo tu último esfuerzo. Aguanta un poco más —me acaricia y luego se aleja— Cuando menos te des cuenta estarás de vacaciones.
— Eso espero, abue —asiento y tomo otro poco de café.
Mi celular vuelve a sonar y me fijo con la esperanza de encontrar un mensaje de Brooke, pero me decepciono al ver que solo están hablando en el grupo que hicimos para organizar la fiesta sorpresa de Skyler.
— Cambiando de tema —dice volviendo a llamar mi atención— Estoy emocionada por conocer a tu novio y al de Skyler.
Con tanto drama familiar había olvidado lo de la cena.
— Nosotras también... —miento fingiendo emoción.
— Sobre eso, ni siquiera me ha escrito, ¿está bien? —arquea una ceja.
— Esta perfectamente —contesto haciendo un gesto con la mano— Solo está con muchas cosas últimamente.
Abue asiente con la cabeza, pero puedo notar que no me cree del todo.
— ¿Tanto como para ni siquiera tomar el teléfono y llamarme? —es una pregunta más para sí misma que para mí— No importa —vuelve a sonreír— De todas formas, no me gusta comunicarme por teléfono. Prefiero la presencialidad —dice— Es por eso que decidí venir a vivir aquí. Para pasar más tiempo con ustedes.
Me hace sentir triste que nuestra abuela haya venido, literalmente, a otro continente para pasar tiempo con nosotras y Skyler ni siquiera le envía un mensaje.
— Gracias por eso, abue —le agradezco con sinceridad.
Sé que, además de venir por nosotras, lo ha hecho porque desde que el abuelo falleció se siente sola. Nunca lo dijo, pero es obvio. Es decir, pasas toda tu vida con alguien y de repente, ya no está. No puedo imaginar lo que se debe sentir perder a la persona que amas.
Una de las empleadas, Sussy, creo que es su nombre viene caminando en nuestra dirección con un chico que me resulta muy conocido, pero no sé de dónde.
— Gracias —él le agradece a ella por guiarlo y la chica se disculpa para volver a su trabajo.
Abue se levanta para ir a saludarlo con un abrazo corto, pero afectuoso. Me pongo de pie y me acerco a ellos, intrigada en la identidad de este chico que al parecer mi abuela aprecia mucho.
— Sophie, te quiero presentar a Nathaniel —nos presenta abue— Nathaniel, ella es una de mis nietas, Sophie.
Estrechamos nuestras manos con unas sonrisas.
— Un gusto, Sophie.
— Igualmente —contesto.
Puedo reconocerlo entonces. Es el hermano de Theo.
Al principio me pareció conocido porque sus facciones son un poco similares a las del idiota de Theo. Ambos tienen las cejas gruesas y la misma mirada intensa, la mandíbula cuadrada y nariz perfilada. De hecho, son bastante similares. Hasta la sonrisa de lado la tienen igual. La única diferencia notable que encuentro es que Nash tiene una vibra más juvenil y, sobre todo, agradable.
— ¿Quieres acompañarnos? —le pregunta señalando nuestra mesa con el desayuno.
— Me temo que no puedo hacerlo, mi institutriz me espera para comenzar con mis clases del día —junta sus manos haciendo una mueca— Solo vine para buscar unos papeles que debes darle a mi padre.
Abue chasquea los dedos.
— ¡Los papeles! —repite— Casi lo olvido —lleva una de sus manos a su cabeza— Vuelvo en unos minutos, ¿sí?
Nosotros asentimos y nos quedamos parados en silencio, esperándola. La casa de abue es bastante silenciosa, pero creo que ahora mucho más. Ni siquiera puedo escuchar a los pájaros cantar afuera como hace un rato, tampoco a alguna de las sirvientas caminando por ahí.
— ¿Vives cerca? —le pregunto por curiosidad y para atenuar un poco el silencio.
— Al lado —contesta asintiendo con la cabeza.
Entonces, el idiota de Theo también vive al lado...
— Así que eres tú eres la famosa Sophie —habla rompiendo el silencio.
Gracias al cielo dice algo.
— No sabía que era famosa —contesto divertida.
— Sarah nos habló mucho de ti —me explica llevando una de sus manos al bolsillo delantero de su jean— A mi hermano Theo y a mí —aclara y remoja sus labios, pensativo— Tengo entendido que lo conoces.
— Lo conozco —asiento con una sonrisa falsa— Agradable... ser humano.
Nathaniel deja escapar una risa.
— Somos hermanos. Lo conozco —me asegura susurrando y da unos pasos para acercarse a mí, como si fuera a contarme un secreto— No es necesario que finjas conmigo.
Me quedo viéndole perpleja, buscando algún indicio de broma en su mirada, pero, aunque mantenga una sonrisa divertida en su rostro está hablando en serio.
— Es insufrible —digo esperando que su semblante se perturbe, pero ocurre lo contrario, su sonrisa se expande.
— Y eso que no convives con él —contesta alejándose y negando con la cabeza— Se multiplica el sentimiento.
— Apuesto que hasta se triplica —bromeo haciéndolo reír otra vez.
— Y es la verdad. Solo dije multiplica porque no quería hacerlo quedar tan mal —ahora soy yo quién ríe— ¿Sabes? No eres como irritante como Theo mencionó —señala.
Dejo de reírme para verlo indignada.
— ¿Él dijo eso? —pregunto arqueando una ceja.
Asiente con la cabeza.
— Theo es muy prejuicioso —se encoje de hombros— Pero no te preocupes, confirme que está equivocado.
— Qué pena que Theo no sea como tú, Nathaniel —contesto con sinceridad.
Tal vez así lo soportaría más en Yale.
— Siempre está la oveja negra de la familia, ¿no? —bromea una vez más— Y llámame Nash, por favor.
En ese momento abue vuelve a unirse a nosotros. Le entrega una carpeta negra a Nash y le informa que debe tenerla firmada antes de la noche para entregársela a su abogado.
— No hay problema. La traeré después —le asegura— Ahora debo volver a mis clases —hace una mueca.
— Anda. Ve a estudiar —dice abue con una pequeña sonrisa.
— Fue un gusto, Sophie —me dice en forma de despedida.
— Igualmente, Nash.
Y lo vemos irse con aquella carpeta.
(...)
Después de que Nash se fuera, nuestro desayuno terminó porque a abue y a mí se nos hacía tarde. Ella debía pasar a buscar a Austin para llevarlo a la escuela y yo tenía que asistir a la mía.
Desesperada por no tener respuestas de Brooke y confiando en que tendré señales de vida de su parte pronto, me enfoqué en algo que sí puedo solucionar: mi problema con Skyler.
Me puse a pensar cómo sería la mejor forma de decirle a mi prima sobre la cena con abue y nuestros novios. Se me ocurrió una super idea, de verdad, una genial.
No voy a decirle a Skyler la noticia, se la voy a decir a Eithan. Él no es impulsivo como mi prima, me escuchará antes de gritarme y también es poco probable que me grite porque es bastante comprensivo.
Eithan va a decirle a Skyler, pero para que ella acepte la noticia de forma más tranquila, primero tengo que ponerla de buen humor.
La observo desde una esquina, ocultándome detrás de un grupo que charla animadamente sin notar mi presencia. Mi prima se mantiene concentrada, reemplazando los libros que tenía en su mochila por los que va a necesitar en las clases de hoy.
El grupo animado se marcha, dejándome expuesta. Skyler me ve parada ahí y frunce el ceño, extrañada.
— ¿Soph? —dice viéndome confundida.
— ¡Buenos días, Sky! —contesto poniendo una sonrisa en mi rostro— ¿Cómo despertaste hoy?
Camino hacia ella fingiendo que no estaba viéndola desde mi escondite.
— Bien... ¿y tú? —Skyler sigue con sus cosas como hace unos segundos, pero de vez en cuando me da miradas extrañadas.
— ¡Excelente! —exclamo obteniendo otra mirada— ¿No es un lindo día? —suelto un suspiro delicado y le tiendo el café que le compré en la cafetería de la esquina antes de venir— Para ti.
Skyler cierra su casillero, viéndome de pies a cabeza.
Otra mirada más.
— Gracias... —alarga extrañada.
Caminamos juntas en los pasillos que se van volviendo más desolados a cada paso. Los estudiantes se dirigen a sus respectivas clases, permitiendo que nos escuchemos mejor.
— ¿Cómo te fue con Sarah? ¿Te dijo algo sobre mí? —me pregunta con inseguridad.
— No, ¿por qué me diría algo sobre ti? —contesto al instante, evitando su mirada.
— Porque no fui contigo a visitarla.
Niego con la cabeza, manteniendo la vista en nuestro camino.
— No te mencionó —respondo y pienso en algo para cambiar de tema. Sé que si sigue indagando voy a terminar confesándole que me auto sentencie a morir con aquella cena— Ella estaba muy ocupada intentando emparejarme con un idiota.
Skyler me mira incrédula con una sonrisa en su rostro.
— ¿De verdad? —asiento con la cabeza, relajándome— ¿Y quién es el idiota en cuestión? —muerde sus labios para no reír.
— Se llama Theo De Loghrey —pronuncio su nombre con desprecio.
— ¿El chico de la fiesta? ¿Del que me platicaste?
— Sip, ese mismo idiota. Volvió a llevarlo para que tomemos el té.
Ella suelta una risa y le doy una mala mirada.
— No es gracioso —frunzo las cejas.
— Lo es —asiente sin dejar de sonreír— Pero no estás lista para entenderlo.
Entrecierro los ojos. Eso solo la hace reír más.
— Ay, te compadezco, Soph —posa una mano sobre mi hombro y suspira— Como sea. Te veo luego. Gracias por el café.
Skyler dobla por el pasillo opuesto al que debo ir. Aunque estoy enojada con ella por burlarse de mi situación, me produce tranquilidad que lo haya hecho. Su buen humor significa que no moriré cuando Eithan le cuente sobre la cena.
(...)
— Ni en sueños.
Tomo una respiración honda y pongo una sonrisa falsa.
— ¿Qué dijiste?
— No voy a hacerlo. Lo siento.
Eithan vuelve a escribir en su computadora.
— ¿Por qué no? —pregunto entre-dientes.
— Por la misma razón por la que no se lo dices tú misma.
— No sé a qué te refieres —finjo demencia, arreglando mi cabello.
Eithan desvía la mirada de la pantalla para verme con una ceja arqueada, cuestionando mis palabras.
Entorno los ojos.
— ¡Bien! ¡Tú ganas! —me rindo— Tu novia me asusta y va a matarme apenas termine la oración. Quizás hasta antes —me cruzo de brazos, recostándome en la silla.
Unos chicos que están a dos mesas de distancia me dan una mala mirada por haber levantado la voz. Bajo la mirada un poco apenada.
— ¿Entonces prefieres que me mate a mí? —me pregunta viéndome divertido.
— No va a matarte —entorno los ojos— Skyler te ama.
— ¿Y eso qué? Eso no le impide enojarse conmigo a veces —comenta volviendo su vista al computador.
— Contigo va a enojarse, a mí va a matarme —le explico con lentitud, volviendo a ponerme recta— ¿Entiendes la diferencia?
Eithan vuelve a verme y aprovecho para poner mi mejor cara de cachorro abandonado, la cual siempre me ayuda a conseguir lo que quiero y funciona con todo aquel que me vea.
Excepto con mi madre, pero por suerte no es a ella quién tengo que convencer.
Pasan unos segundos, solo unos pocos, cuando la mirada dura de Eithan comienza a suavizarse y aunque aprieta los labios posiblemente dándose fuerzas internas para continuar con nuestra guerra de miradas.
Suspira.
— Bien —espeta frustrado por haber perdido.
— ¡Sí! —exclamo dando pequeños aplausos. Los chicos que intentan estudiar vuelven a darme una mala mirada— Lo siento —me disculpo apenada, aunque incapaz de borrar mi sonrisa.
Vuelvo a encontrarme con la mirada dura de Eithan y siendo consciente de que llego tarde a mi clase por venir a convencerlo, me pongo de pie.
— Hecho entonces —digo corriendo mi silla— Tú vas a decirle sobre la cena —declaro triunfal.
Eithan pone una sonrisa falsa en su rostro, recostándose en la silla y cruzando sus brazos.
— Sí, voy a decirle —contesta fingiendo emoción.
— ¡Genial! ¡Te quiero! —exclamo antes de irme.
— Y yo te odio —lo escucho decirme.
Ahora solo tengo que esconderme de Skyler hasta que sea el día de la cena, lo cual va a ser difícil, pero sería peor tener que enfrentarme a ella.
De camino a clase me llega un mensaje y lo tomo algo exasperada pensando que posiblemente pueden ser Liam o Ashton hablando en el grupo del cumpleaños sorpresa de Skyler, pero me sorprendo al ver que estoy equivocada.
Es un mensaje de Brooke.
Hola Sophie, necesito buscar mis cosas. ¿Puedes ayudarme con eso?
Eso me da una idea y solo espero que funcione.
-.-.-.-.-.-.-
Holissss, nuevo capítulo desde la perspectiva de Sophie 💘💘💘
¿Creen en la teoría de Sophie? ¿Skyler no va a enojarse porque Eithan se lo dijo? En mi opinión, dudemos 😅😅
¿Qué piensan que va a hacer Sophie para Brooke? 👀
Amo a Nash :)
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