El agua empapaba el lugar en que pisaba, era tarde en la noche  y su humor estaba de los mil demonios, los sucesos de esa tarde, lo hacían enfadar y arrugar la nariz cada vez más.

FLASH BACK.

Me tiré en la orilla del rió mientras tomaba bocanadas de aire gigantes, había cogido a la chica en el aire, pero para desgracia nuestra caímos en el rió, levante mi mirada, debía saber si ella estaba bien  y como había llegado hasta ahí, pero lo primero que vi fue a ella, con la falda más arriba del muslo intentando escurrirla, el sol del medio día le impactaba en el rostro, y se veía preciosa con las pequeñas gotas rodando por sus mejillas y sus lacios cabellos azabaches, sus ojos se veían de un azul verdoso y su expresión fría me dejo aun más sin aliento. Ella levantó el rostro y me miro a los ojos, en un fugaz segundo me la imagine sonriendo, debía verse linda sonriendo, pero no lo hizo y para no quedar más mal, tuve que volver de mi ensoñación.

--- ¿E...Estas bien?

La chica dejo de escurrir la falda y saco de su bolsillo un papel, ignorándome totalmente, note que no entendía nada de lo que veía en el papel, así que me acerque para intentar ayudarla.

--- ¿Tienes que llegar hasta donde esta la estrella?

No respondió, solo asintió con la cabeza.

--- Bueno, te guiaré hasta haya.

Empece a caminar, sabia que ella me seguía.

--- ¿No hablas?

La mire, ella no me devolvió la mirada.

--- Molesta...hablar.

Eso fue todo lo que dijo, hasta que yo mismo note que me había perdido, estábamos en una avenida e iba a continuar cuando ella me jaló de la camisa y me señalo una dulceria.

--- ¿Tienes hambre?

Volvió a asentir, esto me estaba desesperando.

--- Ve a comprar.

--- No tengo dinero.

!Por todos los dioses¡ Saque mi cartera y se la dí.

--- Compra solo una cosa.

Ella asintió y cruzó la calle.

MINUTOS DESPUÉS...

--- ¿QUEEEEE?

Mi cartera estaba vacía, maldita sea mi bondad.

--- ¡DIJE QUE UNA COSA, SOLO UNA! ¡LO DIJE, LO DIJE!

No me estaba prestando atención, al parecer su plato lleno de pan de melón importaba más que el dinero que gasto.

--- Entonces dame uno.

Si había gastado mi dinero, al menos que comparta, acerque mi mano para tomar uno, pero rápidamente se aparto mirándome seria haciendo una especie de gruñido. Maldita mujer.

HORAS DESPUÉS...

Volvíamos a caminar en la orilla del rió, que manera de desperdiciar la tarde, salvar a una chica, caer al río, que la muy grosera se gaste el dinero de mi mesada y aparte de eso que ni siquiera pronuncie una simple palabra. Estoy en mi limite.

El sol esta por ponerse, un niño y una niña montan bicicleta, sigo caminando, quiero llegar a casa pronto, pero siento aquella opresión, aquella mala sensación, algo no va bien, me veo envuelto por una bruma escarlata, no... esto no, no de nuevo, esto es...volteo a mirar a mi acompañante, de algún lugar desconocido sale la bicicleta de la niña que había pasado cerca mio. Observo la cara de la chica, de debajo de su falda saca un talismán, no, que no sea por favor, que esto no sea lo que estoy pensando, pero lo es, esta chica que esta enfrente mio.. es una exorcista.

FIN DEL FLASH BACK.

--- ¿Tenia que ser precisamente una exorcista? ¿Tenia que salvar a una exorcista?

Me detuve cerca de una maquina expendedora de refresco, tenia hambre y sed en ese momento, abrí mi cartera, y recordé quien la había dejado vacía.

La recordé a ella, sus facciones en posición de batalla, sus espadas y sobre todo sus palabras.

FLASH BACK

Ella estaba siendo masacrada por el Kegare, los niños estaban a salvo y yo por otro lado tenia mi cuerpo en Magano y mi alma a kilómetros de distancia, volví por un minuto en si, sabia que debía sacarla de ahí.

--- Debemos irnos.

Pero ella no se movió, esa chica también podía ser obstinada.

--- No huiré...me encargare de todos los Kegare malvados.

Esas palabras me hicieron recordar mi pasado, aquel del que he huido por tanto tiempo, el que me atormenta y me recuerda aquella noche en que todas las personas que me importaban murieron, se formo un nudo en mi estomago y aparté la mirada, estaba dispuesto a dejarla, apenas la conocía, no era mi problema, pero no lo hice, llevé a los niños a un lugar seguro y volví, volví en el momento en que la chica pelinegra volaba por el cielo y se estrellaba en el suelo a pocos metros de mi.

No lo pude evitar, y en ese instante deje de correr, y me encamine hacia el Kegare, sacando de mi bolsillo un talismán negro.

--- Limpia...purifica...

Recuerdos de nuevo me invadían, mis amigos riendo y al rato, sangre y llamas se alzaban ante mis ojos, tome aire y repetí:

--- ¡Limpia! ¡Purifica! Brazo de dios ¡Ven de inmediato!

El talismán se activó y mi brazo cambio, era rojo, con llamas amarillas, mi maldición.

FIN DEL FLASH BACK.

Pelee contra el Kegare después de dos años huyendo de Magano y de ese brazo maldito, pero debía ayudarla, no tenia de otra, pero lo que me sacó de quicio fue lo que sucedió después.

FLASH BACK

--- Lo tenia todo bajo control, no necesitaba de tu ayuda. Dijo ella con frialdad.

--- ¿Si llamas ''Tenerlo bajo control'' a que te hayan lanzado por el aire, que te rompieran la mascara esa y que tu cara este sangrando? entonces si, lo mantenías bajo control, aunque bastaría con un simple gracias ¿Sabes?

Ella me volteo a ver molesta.

--- Creo que ya debo irme. Dijo mirándome con el ceño fruncido.--- Quiero saber tu nombre.

Ahora fue mi turno para fruncir el ceño.

--- Me llamo Derek Hale.

Le extendí la mano derecha para que ella pudiera estrecharla.

--- Anabella Argent. Respondió seria y firme como desde el momento en que la lleve hasta la orilla.

Luego ella me estrechó la mano, se volteo y se fue dejándome ahí en mitad de la noche.

FIN DEL FLASH BACK.

--- Anabella Argent, espero no tener que volver a encontrármela.

Seguí caminando en dirección a casa, hasta que llegue, a mi espalda llevaba a cuestas mi mochila que había caído junto conmigo al agua, tenia planeado tomar una duche e irme a dormir.

--- Ya llegue.

Nadie respondió, ''como si alguien respondiera en esta casa'', escuche un murmullo en la sala y me dirigí hacia haya, cuando abrí la puerta, hubiera preferido que me  dieran un puñetazo en la cara que ver a Anabella Argent sentada en la mesa comiendo pan de melón y té con el viejo Marcus, Tanada, Sergio y Raul. 

--- ¿Que rayos haces aquí?

El viejo Marcus me volteo a mirar y sonrió.

--- Ella es la señorita Anabella Argent, es una exorcista del Sur, ella vivirá con nosotros, espero que se lleven bien.

Raul se acerco a mi y me abrazo por el cuello y me susurro.

--- Tiene tu misma edad, Derek, aprovecha la situación amigo.

Me solté furioso.

--- Primero muerto que tonto. Le lance mi mejor mirada amenazadora a esa chica, pero en ese momento del collar de plata que llevaba en el cuello salió un extraño humo blanco y luego apareció un zorro de color blanco con una mancha en forma de estrella en la frente y ojos azules. Quisiera decir que no, pero me espante.

--- ¿Que es esa cosa?

El animal me miró y se paro en dos patas.

--- Yo soy Yue, el fiel servidor de mi Ama Anabella y si tu mocoso te acercas a la señorita tendrás que vértelas conmigo, desgraciado.

Esa bola de pelos tiene carácter, carácter y una lengua larga.

--- Ni que tuviera ganas de estar cerca de ella, solo me trae problemas, ¡ahiiii! me voy a dormir, adiós.

Dí la vuelta y me fui, el hecho de tener a Anabella Argent aquí, no seria nada bueno para mí.