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Domingo 10 de Marzo de 2015

02:23

Había caído. ¡Dios! Que débil era...
Una maratón de películas de comedia romántica bastaban para caer en la tentación de enviar el mensaje.
No decía mucho más que un "hola", pero era más que suficiente como para tenerla en un ataque de ansiedad extremo.

Luego de apretar el botón de enviar, Ruth prácticamente arrojó el celular al otro lado de la cama como si éste se encontrara en llamas.

Culpaba a Hollywood y sus guiones con mensajes subliminales...y (aunque mínimamente) se culpaba también a sí misma por su elección de películas : "Amigos con derecho"; "Quiero robarme a la novia"; "Simplemente no te quiere" y "Contando a mis ex".

¿En verdad se torturaba a sí misma de esa manera?.
Sí, lo hacía.

Esas películas tenían un punto en común: en todas y cada una de ellas la protagonista acaba enamorándose de su amigo... ¡Dios santo! En más de una podría sentirse super identificada con la protagonista, prácticamente estaban contando su historia pero más... más... más hollywoodense. Definitivamente era una tortura nostálgica, pues en lo único que podía pensar era en Bellami, en su amistad con él y en cuanto lo extrañaba. Por ello, en un ataque de lo que Helena llamaría "impulso autodestructivo", decidió enviar un inofensivo mensajito...

No debería estar nerviosa, ni ansiosa, ni temerosa por qué él no le responda... Eran prácticamente las tres de la madrugada y seguramente se encontraba dormido.
Conociendolo tal vez en alguna fiesta con una chica.

Sintió como si alguien le golpeara una patada directo en el pecho.

Dolía.

Dolía pensar que Bellami se encontraba con otra mujer.

Y era un sentimiento absurdo porque ella fue la que lo dejó esa noche. Ella lo alejó cuando al día siguiente él la buscó para arreglar lo que fuera que se rompiera cuándo le dijo que viviría con su ex.

Dolor, dolor, dolor.

Era algo espiritual más que físico. De dentro hacía afuera el dolor y los sentimientos confusos de esperanza (por que conteste el mensaje), nostalgia (por los momentos juntos que las estúpidas películas le hicieron recordar), tristeza (por lo que nunca fue) y miedo (por lo que nunca será)...todos ellos comenzaban a ahogarla en un mar de lágrimas.

Logró hacerse un ovillo en la cama mientras hacía respiraciones lentas. Adentro. Afuera. Inhala. Exhala. Inhala. Exhala.

De todas maneras, fue una sorpresa toda aquella noche. Él le dijo que estaba enamorado de ella y otras bonitas cosas pero ella todavía sufría por su corazón roto a causa de Mateo Warren. Ella sabía que Bellami era importante en su vida y en su corazón pero nunca supo cuanto hasta que ya no lo tuvo.

Estas semanas, aunque movidas por el trabajo y sus salidas acompañando a Gonzalo, fueron una tortura para ella sin comunicación con Bel.

Llevaban un largo tiempo hablando por mensajes siendo amigos, incluso antes de ser amantes.

Amantes. Qué palabra más extraña en sus labios.

-Amantes...- susurró observando su celular expectante.

Ellos fueron amantes aunque no exclusivos pues ninguno veía un problema en ello. Bellami Stuart era conocido por nunca tener una relación sería y no estaba en vista buscar una pronto. Y Ruth se encontraba completamente idiotizada por su amor de secundaria al cual erróneamente pensó que había dado su corazón.

Estúpida de ella al si quiera cruzarse le por la cabeza que no llegaría a sentir amor por nadie más. Y mucho más idiota, cuando vió que podría enamorarse por primera vez de verdad de Bellami, pero al primer conflicto salió corriendo y escondió su corazón lejos de él.

Ahora, luego de pensar y procesar todo lo sucedido en su vida los últimos meses, podía escuchar a su corazón cuál prueba inequívoca de culpabilidad en un cuento de Poe, que se encontraba impaciente por salir y arriesgarse a amar nuevamente.

El problema tal vez se haya en que ella no quería salir de éste limbo en el que se encontraba. Era seguro y práctico...pero no duraría para siempre. O era valiente con Bellami Stuart el hombre con el cual podía ser ella misma y llegar a amar con locura o lo dejaba ir sabiendo que fue ella misma quién decidió no volver allí. Qué decidió escapar y esconderse como una cobarde. Qué lo abandonó en un acto peor que el de Rose hacía Jack en Titanic al no dejarle subir a la puerta. Qué se fue con la corriente como Wilson en El náufrago. Qué ...

¡Pink!.

Y allí estaba su respuesta. Dejó de divagar y observó que la luz de la pantalla se encendió indicando un nuevo mensaje y logrando que ella saltará de la cama a buscar el aparato móvil.

En el proceso éste se resbaló de sus manos callendo en la alfombra del otro lado y ella con medio cuerpo( el inferior) en la cama y el otro medio ( el superior) en el suelo.

También podría ser un mensaje de la compañía de teléfono o una notificación del juego que le gustaba jugar cuando se hallaba aburrida. Pensó. No tenía porque alterarse tanto.

Aún así, observó su temblorosa mano desbloquear la pantalla y ver la contestación de él: Bellami Stuart.

Bel: Hola. ¿Cómo estás?.

Bien, era bueno. Le contestó al menos y eso es un progreso.

Tomó el celular y volvió a una posición más normal en la cama, precisamente contra las almohadas y el cabecero de la cama.

Ruth: Bien, bien ¿Y tú?.

Bel: Me alegro.
Bien también...
¿Qué haces despierta a esta hora?

Ruth: También me alegro.
Estaba viendo algunas películas y pensé que talvez podría molestarte un poco.

Bel: ¿Pensabas en mi mientras veías películas? ¿Cuál es? ¿Es de las que tienen más de dos x? .

Ruth: No, todo lo contrario...son super románticas y...bueno...

Bel:...

Ruth: ...

Bel: ¿Cómo has estado con todo?.

Ruth: Bastante bien, de aquí para allá con el nuevo trabajo y esas cosas.

Bel: Lo sé.
Te he visto en televisión, por cierto.

Ruth: ¡AGH! No me gusta cuando aparezco en la TV.

Bel:...

Ruth: ¡OMG! Seguro parezco super mezquina y pretenciosa ¿Verdad?.

Bel: No.

Ella se quedó pensando en qué decirle, cómo sacar el tema de ellos y no parecer desesperada en el proceso. Pero pareciera que Bellami quería hablar de otra cosa primero.

Bel: Te ví con el futbolista...

Ruth: Sii...

Bel: Dicen que están juntos...

Ruth: Siempre dijeron eso de nosotros, pero tú sabes que es mentira.

Bel: Pero existe un "nosotros" entre ustedes.

Ruth: Solo somos amigos.

Bel: Ok.

Ruth: Siento que ya hemos tenido esta conversación.

Bel: mmm... Puede ser.

Ruth: Solo somos amigos, Bel .

Bel: Ok.

Ruth : Lo digo en serio .

Bel: Bien.

Ruth: Yo quería hablar de nosotros.

Bel: ¿Hay un nosotros de nosotros?.

Ruth: Siempre existirá un nosotros.

Bel: ¿Si?.

Ruth: Si...

Bel: No me lo pareció este último tiempo...

Ruth: Suenas bastante ofendido y lo comprendo, estás en todo tu derecho de estarlo si quieres.

Bel: Gracias por concederme el honor de poder ofenderme. Que diplomático de tu parte.

Ruth: ¿Eso fue sarcasmo?.

Bel: ...
Lo dejo a tu criterio...

Ruth: Bueno.

Bel: Bueno.

Ruth resopló cruzándose de brazos. Esto no iba de la manera en que se lo imagino. Tampoco tuvo mucho tiempo para imaginarse que podría suceder.

Pero estaba segura que esto no.

¿Ahora qué?.

¡Pink!

Un mensaje.

Bel: Lo siento.

Ruth: También lo siento.

Bel: No soy yo mismo últimamente, Ruth.

Ruth: ¿Por... mi culpa?.

Bel: No.
Si.
Tal vez.

Ruth: Eso fue muy esclarecedor, Stuart.

Bel: Vale.
No me gusta verte con él en la televisión. Sé que dijiste que solo son amigos y eso...pero no puedo soportarlo.

Sonrió nerviosa y repitiéndose que no debía albergar muchas esperanzas, mientras escribía:

Ruth: Ahora suenas como un niño haciendo rabietas.

Bel: Sabes que no soy muy bueno con las palabras... Me duele verte con él, me duele en todo el cuerpo saber que te hacer feliz mientras que yo no ocupo ni un solo pensamiento tuyo.

Se queda sin aliento leyendo y releyendo ese mensaje. Porque lo entiende completamente, porque tal vez y solo tal vez aún no esté del todo arruinada la extraña relación entre ellos.

Ruth: Bel... tu...yo...¿Qué somos?.

Silencio.

Silencio.

Y luego....

Bel: Buena pregunta...

Ruth: Yo tampoco puedo imaginarte con otra mujer sin que me duela...

Bel: Quizás solo somos un par de tontos obstivados

Ruth: Y tercos...

Bel: Mi madre siempre dice que hablando se solucionan todos los problemas.

Ruth: Sabía señora Stuart.

Bel: Propongo algo...

Ruth: ¿Qué?.

Bel: Una cita.
Una de verdad.
Sin escondernos.

Ruth: ¿Una cita real?.
¿Como empezar todo de nuevo?

Bel:Exacto.
¿Qué dices, princesa?
¿Te gustaría una cita conmigo?.

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Hola, ¿Cómo andan?
Aquí subiendo con amor 😘 espero les guste y dejen estrellitas y comentarios, me alegran mucho...
No olviden cuidarse mucho 😷
Dani.