Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

~★~

•~•

Después de que Tomioka se concentrara adecuadamente y saliera del baño, quiso ir a buscar a su novio, dispuesto a besar su nuevo descubrimiento.

Se secó y se puso la ropa prestada por los cuidadores de la Finca de Glicinias, recordándole de manera inconsciente que cualquier movimiento picaron está destino a esperar, pues no es adecuado que hagan esas cosas en un sitio ajeno.

No deben perturbar la paz.

Aunque, eso solo pospuso su perversión con respecto a, por fin, hacerlo. Sin embargo, no quiere decir que se detendrá de besarle el cuerpo a Obanai en esta ocasión.

No conoce a nadie, fuera del mismo Iguro, que sea capaz de detener su emoción, pues esta va en aumento y es muy difícil que el Pilar del Agua sea fuerte contra sus propias fantasías.

Es por eso que al ver el pequeño cuerpo de su Obanai sentado en el futón, jugando abiertamente con Kaburamaru, puede sentir su pecho inflarse en anticipación y deseo.

Sobra decir que se lanzó sobre el cuerpo de Iguro, como si Giyū se tratase de un enorme demonio hambriento.

Obanai se asusta, aún teniendo la sensación nerviosa por haberse bañado junto a Giyū.

—Yuu, cálmate, ¿qué te sucede? — Pregunta, poniendo sus manos en los hombros de Tomioka, debido a que este se lanzó a su cuello, besando.

—Cuando te diste vuelta...— Contesta en un murmuro, después se toma un segundo para lamer la curvatura, justo por encima de la primera estrella que había conseguido.— ... pude ver un par de lunares muy bonitos.

—¿Do-donde?

Una sonrisa coqueta crece de los labios de Tomioka, haciéndose cada vez más notoria cuando las manos de Giyū bajan gradualmente, pasando del pecho a la cintura, para finalmente llegar al trasero de Obanai dónde apretó con mucho gusto, ganándose un quejido de sorpresa.

—Aquí.— Dice, subiendo y mirando al menor a los ojos, perdiéndose en ambos colores, como si el solo hecho de visualizar aquellos fanales lo llevara a viajar directo a otra dimensión.

Antes de que Iguro pudiera decir algo, es callado por un beso, los labios del menor siendo casi comidos en lujuria y deseo por el Pilar del Agua, ya ni siquiera sabía qué más hacer a parte de apretar la ropa del mayor y, obviamente, corresponder el beso.

A penas estaba procesando las palabras de Giyū, ¿le había visto el trasero? no había pensado en eso cuando salió de las aguas, demasiado avergonzado como para tapar su vergüenza, Obanai era un tonto cuando se sentía embriagado de Tomioka.

Aún así, más allá del bochorno, Dios... Giyū lo estaba besando y tocando tan bien.

A duras penas se había recuperado de la última vez donde le dejó el pecho sensible y lleno de marcas, ahora esto, besarlo mientras baja sus manos por su cuerpo, jugando con el Yukata, mientras intenta hacer su mayor esfuerzo para no arrancarle la ropa.

Obanai se empezó a sentir necesitado, consiente y temeroso de lo que posiblemente vayan a hacer en estos momentos.

Su inseguridad aumenta cuando Tomioka se quita de encima y desenreda el yukata, abriéndolo y dejándolo expuesto, solo siendo cubierto por la blanca ropa interior.

—Giyū, tú-.

—No quiero hacerlo.— Admite, los dedos de Tomioka se arrastran de una forma tímida por su estómago, pasando por el lunar descubierto antes, hasta llegar al dobladillo de la ropa interior. Dudando en bajar, hasta que finalmente decide no hacerlo pero...— Aún así, quiero hacer que te sientas bien, ¿me permites?

Eso puede calmar los miedos de Iguro, quien sonríe y gira su rostro a un costado, mordiéndose su labio inferior en busca de calmarse.

—Haz... Haz lo que quieras.— Dice apenado.

Tomioka sonríe, sintiéndose ahora él avergonzado, pero igual quiere cumplir con su palabra.

Con facilidad es capaz de hacer darle la vuelta a Obanai, quitándole por completo el yukata y dejando expuesto su trasero, apenas y cubierto por la ropa interior que parecía perderse entre las nalgas de su amor.

No duda ni un segundo y toca el trasero de Obanai, apretando y amasando la piel con sus manos desnudas. Esto era muy diferente a hacerlo con ropa y en la oscuridad de la noche, ambos están a la luz y Tomioka puede ver la manera en la que la piel de su Iguro se enrojece cuando aprieta.

Obanai tiembla en su posición, pero al mismo tiempo disfruta de la atención.

Sin algún aviso, Giyū toma de las caderas a Obanai y lo levanta, haciendo que su trasero quede elevado y aún más expuesto ante sus ojos azules, Obanai lo único que pudo hacer en respuesta fue dar un quejido, algo confundido, preguntándose qué es lo que planea hacer.

Sin embargo, esa pregunta es contestada sin palabras cuando siente algo caliente rozar contra su trasero, y no hizo falta ser un genio para adivinar que se trataba de la boca de su Giyū, besando y lamiendo, hasta finalmente llegar al sitio donde están los lunares.

Era extraña la sensación pero de todas formas Obanai jadeaba por el tacto húmedo y caliente contra su piel.

—Giyū, mgh.— Muerde su labio fuertemente y cierra los ojos.

—Siempre logras sorprenderme, Obanai.— Giyū susurra, separándose un poco de aquella parte y luego toca con sus dedos.— En cada ocasión dónde pienso que no puedes ser más sexy, vienes y muestras algo más de tí que me hace estremecer.

Da un último beso en los lunares y después vuelve a dar vuelta a Iguro, muy feliz de poder cumplir con su perversión, sin embargo, no quiere terminar con esto aún.

—Amor, dime.— La sonrisa de Giyū ataca cualquier pensamiento lógico de Iguro.— ¿Tienes otro lunar?— Pregunta, esperando pacientemente  a que su amor le responda la pregunta.

Obanai aprieta los labios en una linea antes de armarse de valor y finalmente responder.

—En... En mis muslos tengo algunos...

No hace falta decir lo que Giyū hizo luego.

•~•

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro