La vida pasa frente a tus ojos con tal rapidez que ni lo notas. Ayer eras un simple niño que su mayor preocupación era no poder comer el postre si no te comías las verduras que odiaba y de pronto pestañeas y estás frente a un mundo dónde si no trabajas no puede comer.

Antonio vivía esos cambios constantemente, a pesar de ser un profesor relativamente novato, le costaba ver como los niños, sus niños cambiaban de un día para otro. Sabía cuándo estaban cambiando porque el niño risueño comenzaba a forzar la sonrisa o porque el que siempre estaba solo ya no perdió el tiempo escuchando música si no buscando amistad en sus compañeros.

El mismo sufrió los cambios de un niño. También forzó sonrisas y también hizo nuevos amigos. También lloró, también rió y sin darse cuenta pasó de ser el niño amistoso con todos a ser el adolescente con dos fieles amigos que aún conservaba.

Y amaba los cambios, porque no siempre se podía ser igual. Porqué todo cambiaba, todo aparecía, desaparecía y brillaba y se escondía y, a veces, años después te dabas cuenta que esa persona que te dijo "Hola" hace un par de años se aparece frente a ti como una persona luminosa un par de años después.

Lo sabía porque nunca había notado a Lovino, el cuál luego de hacer memoria de verdad había visto un par de veces antes. Frecuentaban el mismo café todas las mañanas, y vivían a dos cuadras por lo que muchas veces lo veía en el trasporte público.

Lovino era como esa estrella que siempre estuvo pero no la viste porqué estaba oculta entre otras tantas. Pero, cuándo Antonio lo encontró, notó que brillaba más que cualquier otra estrella en el cielo.

Era hermoso.

Y no sabía como acercarse a él sin parecer un acosador y el hecho de verlo una vez al mes en las reuniones de apoderados no le hacía gracia alguna. Quería hablar con él, quería verlo sonreír, quería verlo triste, quería verlo enojado. Quería saber todo de él.

¿Como sería cuándo estaba agotado? ¿O cuándo estaba en nada? ¿Como sería hablar de él sobre el clima o sobre filosofía?

¿Como sería volver a besarlo?

Quería saberlo, quería sentirlo. Pero debía conformarse con verlo de casualidad por los lugares que frecuentaban. Como una estrella.

Hermoso e inalcanzable.