Capítulo 55
El señor Park se levantó temprano. Estaba preocupado por su hijo. Algo en su interior le decía que había más que cansancio y agotamiento físico en su hijo. Abrió la puerta de la habitación de Jimin. Nada. La cama deshecha pero ni luces de él. ¿Dónde estaría?.
Salió al pasillo y vio la puerta de la habitación donde había dormido Jungkook entreabierta y dirigió sus pasos hacia allí. Jimin estaba acurrucado en la cama, con las sábanas arrugadas contra su pecho llorando.
-Hijo - se acercó de inmediato y se sentó en la orilla de la cama. Jimin al escucharlo se giró y se abrazó a las piernas de su padre.
-Hijo, ¿Qué pasó? - le preguntó con preocupación acariciando su cabeza con cariño - sabes qué sea lo que sea puedes decírmelo.
Jimin lloró con más ganas, los sollozos le hacían estremecer el cuerpo.
El Señor Park esperó a que se tranquilizara. Era su único hijo y lo amaba con todo su ser. Siempre había sido así. Desde que lo tuvo en sus brazos por primera vez.
Jimin tenía un papel arrugado en sus manos y se lo extendió a su padre.
-¿Estás seguro de que quieres que lo lea? - le preguntó. Siempre había respetado mucho la privacidad de Jimin.
Jimin asintió acurrucándose en sus regazo.
Él estiró el papel y leyó lo que tenía así a su hijo.
"Princeso... Es la última vez que escribo o pronuncio este apodo " ridículo ". Aunque cuando yo lo decía, para mí encerraba el amor que sentí por ti. Tenía la esperanza de haber hablado contigo, decirte lo que mi corazón sentía, pero no se pudo. Ahora, ya no tiene sentido para mi decirte nada. Fue tan extraño verte parado frente a mi y darme cuenta que mi princeso del Golondrina se había ido. De ahora en adelante continuaré mi vida, tal como me dijiste en tu carta de despedida. Te deseo una vida feliz, lo digo de corazón. Fuiste una estrella fugaz, hermosa pero efímera. No voy a mentirte diciendo que darme cuenta que para ti el verano que compartimos no significó lo mismo para ti, no me dolió. Me dolió y mucho. Pero no es tú culpa, fue mía, por idealizar un sentimiento y una situación que ya sabía que no tenía futuro y que tercamente me negué a ver. Y puedes estar tranquilo, nunca más volveré a incomodarte con mi presencia. Espero que al pasar el tiempo ya no duela y que sólo sea un hermoso recuerdo, porque para mí, mi tiempo contigo fue lo más hermoso que hasta ahora he vivido. Gracias por eso, por hacer que mi corazón se sintiera vivo. Nuevamente disculpa."
El Señor Park dobló cuidadosamente el papel y se lo entregó a su hijo.
-¿Es verdad? ¿Ese muchacho no significó nada para ti? - le preguntó. Sabía la respuesta. Su hijo no estaría así de ser verdad.
-No, papá. Yo... Yo me enamoré de Jungkook. Nunca había sentido lo que sentí por él.-Jimin se sentó en la cama apretando el papel entre sus manos - pero lo nuestro no tiene futuro...
-¿Quién lo dice? ¿Tu cerebro o tu corazón?
- No puedo renunciar ahora, no soy sólo yo, están mis compañeros, la gente que me dio esta oportunidad. Y tampoco puedo pedirle a Jungkook que deje su vida por mi. El ama el Golondrina, sus caballos y a la tía Elena.
-No te pregunté eso. Obviamente está hablando tu cerebro. ¿Pero quiero saber qué dice tu corazón?
Jimin dejó salir un sollozo ahogado.
-Me dice... Me dice que dejé todo y lo ame sin preocuparme de nada más. Pero sería egoísta si lo hiciera.
-Tampoco es justo que ese muchacho piense que sólo fue una aventura, que no le digas la verdad. Si tanto te importa, si tanto lo amas, debes decírselo. Además así como estás terminarás colapsando. Debes estar bien de aquí - le señaló el corazón - para estar bien de acá - le señaló la cabeza.
-No es tan fácil papá...
-No. Pero tampoco es difícil, si realmente lo amas. Se que estás asustado, pero que el miedo nunca te detenga para avanzar - el Señor Park lo abrazó - ahora seca esas lágrimas, ve a darte un baño y prepara una mochila. Iras a verlo y le dirás lo que tu corazón siente. Yo crié un hijo fuerte. Demuestrame que no estoy equivocado.
-¿Cómo?
-Tu padre se encargará de todo. Tu sólo prepárate y en media hora te quiero listo.
Jimin sonrió, por primera vez con sinceridad, desde su regreso a Seúl. Se tiró a los brazos de su padre antes de salir corriendo a cumplir las órdenes que le había dado . Sentía que el corazón se le iba a escapar por la boca de tanto sonreír. No sabía lo que iba a suceder, pero sólo poder decirle que lo amaba era un alivio para su alma. Pero se detuvo en la puerta.
-Papá, ¿apruebas a Jungkook?
El Señor Park sonrió.
-Porsupuesto. Ése muchacho es todo un hombre. Lo crió tu tía. No cómo ese pelele de Héctor... ¿Y él? No será de mi agrado, pero tampoco es justo que...
-Papá Héctor y yo terminamos cuando volví a Seúl.
-¿Y ahora me lo dices?
-Perdón, no quería que me hicieras preguntas que no estaba preparado para responder. Y no le digas pelele. Héctor me apoyó sin hacer preguntas. Y no diremos nada sobre nuestra ruptura hasta que la gira haya terminado por el bien de nuestras presentaciones. Espero que ahora que lo sabes te comportes mejor cuando lo veas.
-Está bien, pero sigo pensando que es un pelele engreído-dijo el señor Park sonriendo con malicia.
-¡Papá!
El Señor Park soltó una carcajada.
-Tienes media hora - miró el reloj - has perdido cinco minutos...
Antes de que terminará, Jimin había desaparecido. Meneó la cabeza y sonrió. Su hijo, su niño, estaba enamorado. Se levantó y se fue, en pijama aún, directo a su oficina. Tenía que hacer unas llamadas. Sería el cupido de su propio hijo. ¿Nada mal, verdad?
Cuando Jimin bajó las escaleras con su mochila al hombro, de marca porsupuesto, su padre lo esperaba junto a su madre que no entendía nada.
-¿Jimin? - La Señora Park miró de uno a otro. El señor Park la abrazó.
-Después te explico mujer. Ahora el tiempo es oro.
Jimin sonrió esplendorosamente y los besó a ambos.
-El chófer te espera hijo-le comunicó su padre - ve por él y muéstrale que un Park cuando ama no retrocede.
Jimin asintió y salió de la casa dejando a su madre con la boca abierta. Luego se volvió con el ceño fruncido. Levantó la mano y agarró la oreja de su esposo.
-Quiero una buena explicación ahora - demandó apretando más la oreja de su esposo.
-¡Uy! Se me había olvidado el genio que te gastas...
-Park...
-Me encanta cuando me dices "Park" - se soltó de la mano en su oreja y la abrazó. Estaba enamorado de su mujer casi más que antes.
La madre de Jimin lo miró sonriendo. Su esposo se ponía más guapo con los años. Le rodeó el cuello con sus brazos y lo besó. Luego lo miró.
-Ahora explícame.
El Señor Park le besó la mejilla y le contó. Cuando terminó ambos se abrazaron. Su pequeño se había enamorado.
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