Capítulo 42
- Jane- Jungkook se arrodilló a su lado en el banco y tomó sus manos.
- Kook...siento tanto seguir siendo una molestia, quería dejar de preocuparte...
- ¡Nunca más digas eso!- Jungkook se levantó y se sentó junto a ella- nunca lo has sido. Sabes que te quiero, ¿lo sabes, verdad?
Jane asintió con la cabeza.
- Jimin me contó, fue en busca de Ma'Elena. Encontraremos una solución.
- ¿Jimin te dijo que me llevara a Seúl?
Jungkook asintió. Una sombra de tristeza pasó fugaz por sus pupilas.
- Sí. Eso es bueno. La verdad es que no sé que voy a hacer sin tu ayuda- Jungkook suspiró- Yoongi va a tener que aprender rápido.
- ¿Yoongi? Ese bueno para nada, ¡pfff!
Jungkook se largó a reír.
- Nunca he entendido porqué se llevan tan mal, Yoongi es bastante agradable y muy trabajador.
- Cosas de aura- jane se encogió de hombros- nuestras auras se repelen.
- ¿No será que te gusta?- preguntó Jungkook.
- ¿Gustarme? ¿¡Te has vuelto loco!? Eso no sucederá ni en un millón de años- bufó la Negra.
- Como dicen...del odio al amor hay un solo paso- Jungkook sonrió burlón viendo a Jane sonrojarse por primera vez.
- Sí sigues hablando tonterías te daré una patada en tu lindo culo- lo amenazó Jane.
- ¿Crees que es lindo?- preguntó Jungkook y se largó a reír- es que fui hecho con mucho amor, así como el que le tienes a Yoongi.
La negra se paró dispuesta a llevar a cabo su amenaza cuando llegó Jimin y su tía.
- Buenas noches, señora Elena- dijo olvidándose de lo que iba a hacer para saludarla con respeto.
- Hola, cariño. Es bueno verte otra vez. Jimin ya me contó mientras veníamos.
Jane le sonrió tímidamente a Jimin.
- Sí, su sobrino me está lanzando una soga para que no me ahogue- dijo Jane.
Jungkook sólo miraba a Jimin, no podía dejar de hacerlo. Su princeso había logrado lo que él nunca pudo. Jimin era especial, tal vez se había confundido al principio al creerlo caprichoso y vanidoso, pero de eso no quedaba ni rastro. Ahora sentía admiración por lo que era capaz de hacer.
- Me alegra que hayas aceptado. En cuanto, a dónde quedarte, durante estos días te habría ofrecido la casona, pero será el primer lugar dónde tu padre te buscara. Tengo una amiga en el pueblo, te quedarás con ella durante esas dos semanas. Debes cuidarte de no ser vista. ¿Estás de acuerdo?
- Sí, señora- aceptó Jane- se lo agradezco mucho.
- No, niña, no tienes nada que agradecer. Jungkook te llevará a recoger tus cosas. ¿Tú padre está?
- No. Salió temprano y no creo que vuelva en días...o hasta que el dinero se le acabe.
- No pierdan tiempo entonces- dijo la Sra. Elena- Jungkook te dejará con Ellen y luego vendrá por mí.
Jane la abrazó sin poder contenerse. Había personas buenas aún y ella estaba agradecida por eso.
- Algún día le recompensaré a todos ustedes lo que están haciendo por mí.
- Con que seas feliz es suficiente- la Sra. Elena le besó la frente- cuídate mucho mi muchacha.
Un sollozo escapó de la garganta de Jane y se aferró a ella unos instantes, luego fue con Jungkook a buscar sus cosas.
- ¿Vienes?, por favor- dijo Jane a Jimin cuando llegaron a la camioneta.
La Sra. Elena empujó a Jimin hacia ellos.
- Estaré bien. Aún tengo que ver algunas cosas por aquí.
El trayecto fue en silencio, casi como si Jane temiera que su padre la descubriera. Jimin también tenía ese miedo. Pero la casa tenía las luces apagadas y eso los hizo respirar más aliviados. Jane bajó corriendo y se adentró mientras Jungkook y Jimin la esperaban.
- Gracias, princeso. Esto significa mucho para la negra- le acarició la mejilla- nos has cambiado el mundo a mí y a Jane.
- No podía dejarla. Yo siempre he tenido todo. Familia, amor, amigos y dinero. No puedo cerrar los ojos y no ver la realidad de alguien tan esforzada como Jane. Sé que mi padre se sentirá feliz de ver cuánto he crecido.
- No mucho que digamos- Jungkook se rió bajito aludiendo a su baja estatura.
- No me refiero a eso, bruto- dijo Jimin sonriéndole.
- Se perfectamente a que te refieres. Eres increíble- Jungkook se acercó y le dio un pequeño besito- tu padre tiene un hijo maravilloso.
- ¿De verdad piensas eso de mí?- preguntó Jimin emocionado. Tal vez encontrar a Jane y ver su angustia lo tenían más sensible.
- Nunca miento, princeso. Además de hermoso por fuera, eres hermoso por dentro. La Rosa tiene razón, eres un ángel, princeso. Bueno también a veces eres como un demonio, pero un demonio lindo.
Jimin lo besó dulcemente pero con brevedad, Jane saldría en cualquier minuto.
- ¿Dónde está noche?¿la tuya o la mía?- le susurró sin separarse del agarre de Jungkook.
- Dónde quieras. Siempre que sea contigo.
Jimin le dio un último besito en la comisura de la boca y se sentó correctamente en el asiento de copiloto.
- La tuya- le cerró un ojo- tú cama es más grande.
Jungkook sonrió con la mente llenándose de imágenes de Jimin en su dormitorio. Ojalá regresaran pronto. Su cama y Jimin lo esperaban.
Jane salió sólo con una mochila en su espalda y se subió a la parte de atrás de la camioneta, mirando a cada segundo hacia atrás.
- Vamos, ya no tengo nada más que me retenga aquí- dijo con voz temblorosa, pero decidida.
- Vamos- Jungkook echó a andar la camioneta.
No hubo ningún intercambio de palabras entre ninguno de ellos, Jimin miraba hacia afuera pensando que en dos semanas su romance de verano llegaría a su fin. Jungkook pensaba en lo mismo, pero se alegraba que Jimin se llevara a Jane, era lo único bueno que podía encontrarle a la partida de su princeso. Jane pensaba en que un horizonte luminoso se le abría, y todo gracias al sobrino de la Sra. Elena, nunca pensó que sería precisamente él quien le desataría las alas para poder volar sobre el inmenso cielo azul.

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