Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 41

La feria bullía de actividad,  Jimin saludo con la mano a la señora de las limonadas , pero caminó rapidito para no caer en sus interrogatorios,  sonrió al ver su cara de decepción.

La Rosa era una señora viejita y arrugada, pero que sonreía con tanta calidez que Jimin la quedó mirando embobado,  era hermoso ver sus huesos y arrugados dedos tejiendo.

- ¿Que tal,  Rosa?- preguntó cariñosamente la Sra. Elena pasando tras el mostrador para saludarla.

- Bien,  querida.  Estar mal no va conmigo- se río y fijó su vista en Jungkook y Jimin- muchachito cada día más grande y hermoso.

Jungkook sonrió ante el halago.

- No tanto como tú,  corazón- le dijo Jungkook tirándole un beso.

- Pamplinas,  ya no tengo veinte años-  se movió y miró a Jimin- ¿ Tú sobrino,  Elena?- preguntó sonriéndole a Jimin.

- Sí,  ¿verdad que es una belleza?- dijo la interpelada sonriente.

- Parece un ángel- dijo Rosa.

- Gracias- Jimin se sintió un poco avergonzado ante el elogio del que era objeto.  De ángel no tenía nada- creo que Jungkook nunca diría que soy un ángel,  más bien me compararía con un demonio caprichoso y terco.

- ¡Bah!, éste mocoso necesita lentes entonces- Rosa y la Sra. Elena se largaron a reír.

Jungkook le pellizco el trasero sin piedad mientras sonreía inocente. Jimin se mordió el labio aguantándose, pero igual le dio un pisotón que le dolió hasta el alma a Jungkook.

Ajena a los intercambios de esos dos,  la Sra. Elena empezó a mirar los nuevos tejidos de Rosa y se enfrascaron en una conversación sobre los detalles de sus hermosas mantas.

- ¿Quieres dar una vuelta?- le susurró Jungkook al oído a Jimin.

Jimin asintió con su cabeza.

- Vamos a dar una vuelta por la feria un rato,  de ahí te venimos a buscar,  Ma'Elena- dijo Jungkook de inmediato.

- Vayan,  tengo mucho que conversar con mi vieja amiga- la Sra. Elena les hizo adiós con la mano y ellos se marcharon.

- Muero por tomarte de la mano,  princeso- le susurró Jungkook mientras caminaban.

- ¿Sólo la mano?- preguntó Jimin riéndose bajito.

- Bueno,  es lo único que puedo hacer en público- le respondió pícaro.

Jimin acercó sus dedos a los de Jungkook mientras seguían caminando y enlazó su dedo meñique con el de él.  A vista de la gente eran dos amigos caminando juntos,  no se notaba esa pequeña muestra de unión.

Jungkook se conformó con aquello,  ya tendría tiempo cuando llegaran a la casona de tomar más que un mísero dedo.

- ¿Quieres una limonada?

- La verdad es que sí,  pero no quiero ser blanco de las preguntas curiosas de la Señora.

Jungkook sonrió y le apretó el dedo.

- Iré yo solo,  espérame en esa banca.  Espero no demorarme demasiado- Jungkook se detuvo y Jimin sonrió al ver que le tiraba un besito imperceptible a los ojos curiosos.

Obediente se dirigió a la banca. Estaba a punto de sentarse cuando vio a Jane.  Estaba sola en un banco.  Sin pensarlo se dirigió hacia ella.

- Hola,  Jane- la chica levantó la mirada y la bajó al ver a Jimin.  Inmediatamente trató de irse.

- Espera- Jimin la detuvo del brazo- no era mi intención incomodarte.  Sólo te vi y pensé...

Jane suspiró y volvió a sentarse.  Sus hombros caídos,  y su mirada derrotada.

- ¿Estás bien?- Jimin se sentó a su lado.  La culpa le carcomía.

- Tenías razón- dijo Jane mirando sus dedos que apretaba nerviosamente.

- ¿Razón?- repitió Jimin.

- Sí,  soy una cobarde.  No soy capaz de dejarlo a pesar de que me sigue lastimando .

Jimin no tuvo que preguntar a quién se refería.

- Jane...me siento tan culpable de que te hayas ido,  esa no era mi intención,  pero cuando te vi sentí tanta rabia e impotencia...

- Te entiendo y no te guardo rencor.  Lo que me dijiste me dolió porqué era verdad.  No podía seguir en el Golondrina,  no era justo preocupar constantemente a Kook. 

- A veces necesitamos apoyarnos en alguien,  por muy fuertes que creamos ser, hay momentos que un amigo es necesario para poder salir a flote.

- Kook es demasiado bueno.  No podía seguir preocupándolo- dijo Jane resignada.

- ¿Porqué no vuelves?¿Aunque sea al trabajo?

Jane negó con la cabeza.

- Mi padre me seguiría,  haría un escándalo.  No puedo.

- Te voy a hacer una pregunta y quiero que seas sincera, ¿Estarías dispuesta a dejarlo?

Jane suspiró y miró hacia el cielo.

- Por primera vez creo que me gustaría intentarlo.  Me quitó el dinero de mi sueldo y se lo ha estado gastando en alcohol.  Si no fuera por que tenía algo escondido,  en estos momentos no tendría ni para comer...eso sin contar que me volvió a golpear cuando le reclamé por haberse robado mi dinero.

Jimin la abrazó fuertemente y Jane,  la dura y altanera Jane por primera vez se dejó consolar mientras derramaba amargas lágrimas de impotencia.

- No estás sola- Jimin le apretó la mano- quiero hacerte una propuesta ya que no quieres volver al Golondrina.

Jane se apartó un poco avergonzada de su arrebato de sentimentalismo y lo miró con curiosidad.

- ¿Una propuesta?

Jimin asintió sonriendo.

- Vente conmigo a Seúl,  allí tu padre no podrá alcanzarte.

Jane se quedó pálida y lo miró con los ojos abiertos como platos.

- ¿Porqué harías algo así? Ni siquiera me conoces lo suficiente...

- Shhh... sé lo que he podido ver. Eres buena y te esfuerzas más que todos.  Mereces una oportunidad de salir de todo este sufrimiento. 

- ¿Y qué voy a hacer yo en Seúl?- preguntó reacia a siquiera pensar en tan descabellada propuesta- sólo  sé de caballos.  No soy buena para nada más.

- No te apoques- la reprendió Jimin- puedes lograr lo que te propongas- mi padre tiene una corporación de ayuda para chicos que no pueden costearse sus estudios,  ¿te gustaría estudiar y sacar una carrera?

- ¿Te caíste de la cama hoy?¿Qué podría estudiar alguien como yo? Apenas si terminé el colegio.

- ¡Deja de ponerte trabas,  Jane!, si quieres hacerlo sólo tienes que decirme y nos iremos en dos semanas.

- ¿Lo dices en serio?- preguntó bajando la mirada,  temerosa de creer.

- Mucho. ¿Quieres?

- Sí- Jane soltó la respiración que estaba reteniendo.

- Entonces dalo por hecho.  ¿Dónde te quedarás hasta entonces? Tú padre no debe enterarse.

- No tengo dónde- respondió Jane.

- ¿Dejarías qué Jungkook y mi tía te ayuden?

Jane asintió.

- Quédate aquí,  voy por Jungkook- Jimin se fue a toda prisa y Jane lo miró hasta que se perdió.  Si estaba soñando no quería despertar nunca.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro

Tags: #kookmin