Capítulo 25
Jungkook y Jimin por las tardes, después del trabajo, desocuparon la pieza donde guardaban las herramientas. Cuando le contaron a la Sra. Elena, está no tuvo ningún reparo así que les dio carta blanca para que hicieran con el lugar lo que estimaran conveniente.
Tardaron una tarde en sacarlas y trasladarlas y la tarde del día siguiente Jimin le dio una mano de pintura blanca a las paredes y Jungkook se encargó de instalarle los espejos. Terminaron cerca de las diez y media de la noche. Ma'Elena les mandó con Rosita la cena y un par de cervezas frías. Rosita fue de buena gana, ya que la curiosidad la estaba matando.
- ¡Guau!- exclamó Rosita mirando el lugar mientras depositaba la canasta con la cena en la única mesita que había en un rincón- ¡Está de lujo, Mimi!
- ¿Te gusta?- le preguntó Jimin sonriendo y con la cara y el pelo salpicado de pintura.
- Sí, mucho- respondió Rosita todavía mirando- ¡los espejos me encantan!
Jungkook se acercó y le puso el dedo en la frente dándole un ligero golpecito.
- Son para que Jimin pueda practicar, polilla. No son para que mires tu linda cara.
- ¡Aughhh!- se quejó Rosita sobándose la frente- ¡ no pensaba hacerlo tampoco!
Jimin se largó a reír, esos dos siempre eran como cachorros.
- ¿Te gustaría aprender algo de danza, Rosita?, podrías venir a practicar algunos días aquí conmigo- le dijo Jimin y a Rosita se le iluminaron los ojos y las mejillas.
- ¡Sí, sí, sí!- empezó a dar saltitos traviesos.
- Sólo cuando no tengas tarea que hacer- le advirtió Jungkook.
- Tenías que echarme a perder la diversión- bufó Rosita sacándole la lengua.
- Jungkook tiene razón, Rosita. Puedes venir cuando no tengas que estudiar. No quiero que por esto bajen tus calificaciones. Es más, si veo que tus notas bajan no te dejaré practicar conmigo.
Rosita abrió y cerró la boca.
- Ya decía yo- Rosita resopló levantando el pelo de su chasquilla- demasiado bonito para ser cierto. Pero está bien, prometo no bajar mis notas.
- Bueno, entonces resuelto- dijo Jimin tomando la canasta y sentándose en el suelo con las piernas cruzadas al estilo indio- Ahora ve con la tía, supongo que tampoco a cenado.
- Supones bien, Mimi- Rosita le mostró todos sus dientes en una sonrisa- me voy corriendo, y gracias.
Tal como lo dijo se fue hecha un rayo y así como llegó, desapareció también.
- Es en serio lo que dije, Jimin- le dijo Jungkook.
- Pareces papá oso con Rosita- le dijo Jimin abriendo la lata de cerveza y pasándosela a Jungkook que se sentó en el suelo a su lado.
- Alguien tiene que preocuparse de esa cabeza de chorlito, siempre anda en las nubes- Jungkook tomó un sorbo de la cerveza fría y suspiró complacido- sus padres son viejos y no tienen estudios, polilla es su única hija, por eso Ma'Elena la deja ayudarle, es una excusa para que vaya al colegio todos los días y no la carguen con tareas domésticas en su casa, Ma'Elena y yo la ayudamos a hacer sus quehaceres escolares antes de que regrese a su casa. La quiero como si fuera mi hermana y también deseo que vaya a la universidad y estudié una carrera, porque no la quiero ver casada y llena de hijos a temprana edad, quiero que ella tenga una oportunidad así como yo la tuve.
Jimin no dejaba de sorprenderse con la nobleza de este hombre. Cada día descubría algo nuevo que lo hacía admirarlo. Y el se encontraba tan poca cosa como ser humano al compararse con él. ¿Cuándo se había preocupado por alguien que no fuera él mismo? Sus padres tenían razón, había perdido el horizonte en su camino a la fama. Ahora podía entender porqué lo habían mandado a pasar sus vacaciones con la tía Elena, y por primera vez estaba de acuerdo.
- Eres bueno, Jungkook. Ojalá nunca cambies- Jimin destapó su cerveza y bebió un sorbo degustando su sabor amargo aun ensimismado en sus elucubraciones.
- Bueno basta de charlar, tengo mucha hambre- Jungkook miró dentro de la canasta y sacó un enorme pan casero con lonjas de carne fría, tomate, lechuga y mostaza casera- tienes la cara y el pelo pintado, princeso- observó Jungkook con una sonrisa burlona.
- Soy bailarín, no pintor, bruto- le replicó Jimin sacando también su sándwich, parando sus pensamientos pesimistas- se ve apetitoso, aunque debe tener un chorro de grasa y calorías- observó Jimin mirando el pan- por suerte voy a empezar mis prácticas sino llegaré a Seúl rodando.
Jungkook largó una carcajada de sólo imaginárselo, ¿Jimin gordo? Ni en un millón de años.
- Disfruta la comida, princeso- le dijo Jungkook- ya volverás a tus dietas de lechuga y zanahoria.
- Comida sana y saludable- objetó Jimin y le dio un mordisco al pan. Estaba crujiente y la mezcla en su interior hizo salivar su boca de placer - ¡Está riquísimo!
- Ma'Elena sabe preparar un buen sándwich- le dijo Jungkook- pasando a otro tema, ¿te comenté que el sábado es la fiesta de la doma de potros?
- No. No lo habías mencionado- dijo Jimin mirándolo curioso- ¿De qué se trata?
- Domamos los potros que ya alcanzaron su madurez para prepararlos para lo que será su trabajo como ayudantes de personas con diferentes discapacidades o personas que necesitan terapia para recuperar algún tipo de movilidad.
- ¿Vienen todos?- preguntó Jimin interesado dando otro mordisco al sándwich.
- Sí, la Negra, Yoongi y yo nos encargamos de la doma. El resto prepara la carne asada a la parrilla y también cada uno trae los acompañamientos. Es bastante entretenido y todos se relajan y muestran su mejor cara, Ma'Elena también participa- Jungkook le cerró un ojo- la cerveza y el vino les aligera el carácter.
- ¿O sea al final es todo una excusa para emborracharse?- dijo Jimin sonriéndole con malicia.
- Tal vez- le respondió Jungkook encogiéndose de hombros- te vas a sorprender al ver que las mujeres son más aventadas para beber.
- Creo que voy a disfrutarlo- dijo Jimin- me gustan las celebraciones y fiestas, también beber.
- Ya me lo imaginaba- dijo Jungkook riéndose- ten cuidado y no vayas a terminar bailando encima de la mesa.
- Ja ja- Jimin le sacó la lengua igual que Rosita anteriormente- cómo te gustaría. Tal vez uno de estos días te haga un bailecito privado.
Jungkook vio la picardía bailando en los ojos del princeso. Que Dios lo ayudara si eso sucedía.
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