Capítulo 16
- ¡Hey, tú!
Jimin puso la espalda rígida. La voz era inconfundible. La maldita Negra otra vez. Se dio la vuelta despacio y salió del cubil de Bruto, cerrándole la puerta con una tranca de madera hasta que solucionaran el problema del pestillo.
- ¡Hey!- volvió a hablarle la Negra.
Jimin respiró profundo para apaciguarse y no desgreñarla ahí mismo. Levantó la mirada y la clavó en ella.
- He tenido suficiente de tí y el resto por hoy- habló lo más calmado que pudo- no sé, ni me interesa porqué razón la agarraste conmigo. Déjame en paz, no quiero ver ni hablar con nadie.
Jimin pasó por delante de ella hacia la bodega, aún tenía que recoger el alimento con Yoongi.
- Perdón...- dijo la Negra a su espalda- sé reconocer cuando me equivoco.
Jimin se detuvo y se giró para verla.
- ¿Qué estás tramando ahora? Si lo haces porque piensas que mi tía puede despedirte...tranquila no soy como tú.
Por los ojos de ella pasó un fugaz destello de furia al oír a Jimin.
- No lo hago por eso, aunque estarías en todo tú derecho si lo hicieras y créeme ni siquiera reclamaría- levantó la cabeza con orgullo- te juzgué mal. Me dejé llevar por las apariencias y lo siento. Sí te pido perdón es porque así me nace- levantó la barbilla - no te estoy diciendo que vamos a ser amigos ni nada parecido. Sólo me estoy disculpando contigo. Eso era todo lo que quería decirte- la Negra empezó a caminar hacia la salida.
- ¿Porqué me odias, Jane?- preguntó Jimin confundido con la actitud de la chica.
- No te odio, simplemente me desagradaste. Me cuesta aceptar los cambios y a las personas. Nada personal.
- Por lo menos eres sincera y te lo agradezco. Tuviste el valor de disculparte conmigo. Como tú dijiste tal vez no seamos amigos, pero podemos convivir y trabajar en paz de ahora en adelante.
- Por mí está bien- la negra salió y Jimin se quedó mirándola hasta que su espalda ya no fue visible.
Jane era una mujer complicada y orgullosa realmente lo había sorprendido al pedirle disculpas, ojalá las cosas se mantuvieran en paz con ella porque no quería ir a la cárcel por asesinato.
Pero Jungkook, Jungkook era otra cosa. Se sentía traicionado y dolido. No había razón alguna ya que apenas lo conocía desde dos semanas atrás , pero así se sentía, tardaría bastante en perdonar su falta de fe en él.
Jungkook ya no estaba cuando llegó a la bodega, solo Yoongi que había empezado a recoger el alimento del suelo, lo que se podía salvar.
- El patrone fue a ver lo del cerrojo de la puerta del potrillo...- su voz sonaba nerviosa.
- Bien- Jimin agarró una pala y empezó a recoger alimento sin mirarlo ni decir nada más.
- Jimine- Yoongi se apoyó en la pala quedándose quieto- ¿podrás perdonarme?
Jimin ahora lo miró.
- ¿Qué quieres que te perdone, Yoongi?¿Tú falta de confianza?¿O que al igual que el resto pienses que por ser un hombre de ciudad y de familia adinerada no puede desempeñar un trabajo como ustedes sin cometer errores? Sólo me demostraste que me aceptaste, pero nunca me verás como a los demás trabajadores del Golondrina.
- Lo siento. La cagué. No tengo justificación. Pero lo que dijiste no es cierto. He visto todo el esfuerzo que has hecho, aprendes rápido y biene, pensé que la negra tenía razón porque fuiste el único que estuvo en el cubil de Bruto, sólo por eso. Te consideré un amigo desde el principio...y no me gusta que dudes de eso. Me caes bien, Jimine, no quiero que eso cambie.
Jimin lo miró. Se sentía conmovido o tal vez todo lo sucedido lo tenía más sensible de lo que pensaba.
- Me dolió, ¿sabes?- dijo Jimin- te disculpo. Eres el único amigo que tengo en el Golondrina. Tampoco quiero perder eso- Jimin dejó caer la pala al suelo y se acercó a Yoongi y lo agarró firmemente de la pechera de la camisa acercándolo hasta que quedaron frente a frente- si vuelves a desconfiar de mí te voy a patear el culo hasta que pidas piedad, vaquero, ¿entendido?.
Yoongi superada la impresión se largó a reír.
- ¡ Demonios, Jimine!Yo mismo te pondré el trasero para que lo muelas a patadas si vuelvo a cometer otro errore contigo- Yoongi lo abrazó fuertemente riéndose y Jimin lo empujó.
- No te he dado tanta confianza, vaquero - Jimin le sacó la lengua- todavía estoy molesto un poquito, así que mejor trabajemos para sudar la rabia.
Yoongi se largó a reír y recogió la pala empezando a trabajar. Jimin lo miró de reojo sonriendo divertido. De verdad le había tomado cariño. Y era gratificante saber que por lo menos él sí lo apreciaba, no como el bruto de Jungkook, que decía una cosa y hacía otra. Frunció el ceño otra vez furioso con Jungkook. Si la pala hablara le diría a Jungkook que mejor no hiciera el intento de acercarse porque si lo hacía ella terminaría de sombrero en su cabeza.
Jungkook echaba chispas. Otra vez el malhumor parecía ser su segunda piel.
Se encontraba arreglando el maldito cerrojo para que Bruto no volviera a escapar. Miró con el ceño fruncido al potrillo, quien ni se daba por enterado del lío que había causado. ¿Cómo iba a hacer para que Jimin perdonara su falta de confianza? ¿Y porqué le importaba tanto qué el princeso lo hiciera? ¡Diablos y más diablos! Pero no podía haber hecho nada diferente de lo que hizo. ¿Y porqué Jimin veía lo malo y no lo bueno de sus intenciones? ¿ acaso no vio que a su manera trató de protegerlo? Obvio. Porque no era la primera vez que lo juzgaba. ¿Qué habría hecho si fuera él quién estuviera siendo constantemente observado esperando a que cometiera un error? Simplemente habría pateado culos hasta que reconocieran su valía.
Bajó los hombros apesadumbrado y miró a Bruto.
- ¿ No me va a perdonar tan fácilmente, verdad?- le preguntó a Bruto acariciándole el hocico y el potrillo relinchó suavecito como compadeciéndolo.
Jungkook lo miró sintiéndose peor que antes de hablar con él. Sí quería que Jimin lo perdonara...iba a tener que arrastrarse como un mísero gusano. Y esa idea no lo hizo sentir mejor y tampoco le gustaba.
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