Cap. 4 "Demasiado tarde" (Nace una Estrella) (parte 1)
Cap. 4 "Demasiado tarde" (Nace una Estrella) (parte 1)
Un fuerte portazo culmino el mal genio de Sasuke Uchiha que entraba en su departamento despotricando a los 4 vientos presa del enojo, sobresaltando a la joven pelirosa que se encontraba ahí.
-¿Sasuke? –lo llamo sorprendida- ¿Ocurre algo?
El pelinegro no contesto, limitándose a dirigirse al servibar a prepararse un trago.
-¿No es demasiado temprano para beber? –inquirió nuevamente la joven echándole un vistazo al reloj.
-Si es temprano o no, a ti no te importa –espeto Sasuke dando un gran trago a su vaso, dejando desconcertada a la pelirosa, pues en el tiempo que llevaban de relación, él jamás le había hablado así.
-Sasuke, ¿qué pasa? –acercándose melosamente y abrazándolo, rodeando su cintura por detrás- Tú no eres así.
-Como si TU supieras como soy YO realmente –dijo sarcásticamente Sasuke deshaciéndose bruscamente de su agarre y dándole la espalda para dirigirse a su despacho que cerro con seguro una vez estuvo dentro para evitar que la joven lo siguiera hasta ahí.
"Necesitaba estar solo; necesitaba pensar en lo ocurrido...; en como sus planes se habían ido al traste, y todo... por causa de ella... Hinata... su Hinata"
Hinata se encontraba recostada en un sofá abanicándose con un folder para refrescarse y calmar su estado de agitación que no había pasado desde que Sasuke se fuera con tremendo despliegue de cólera.
-Vamos –le decía animadamente Naruto, sentado en el brazo del sofá- No fue tan malo, ¿o sí?
-Creí que iba a morir –cubriéndose el rostro con el folder- No sé si pueda seguir con esto.
Naruto guardo silencio por un momento, pensativo ante sus palabras, mirando por el ventanal de la oficina hacia la nada. Entonces, en un murmullo dijo:
-Aun lo amas... ¿cierto?
Hinata quedo estática, la pregunta la había tomado por sorpresa por lo que enmudeció sin poder darle una respuesta clara, prolongando así el silencio, hasta que el joven rubio se levantó bruscamente, sobresaltándola.
-Me voy –declaro el rubio dándole la espalda, en un tono que denotaba enfado.
-Pero... -musito Hinata levantándose de golpe al oír esto- ¿A dónde vas? –viendo como el rubio se dirigía hacia la puerta.
-Por ahí –respondió Naruto en el mismo tono saliendo con un fuerte portazo dejándola sola.
Hinata se quedó por largo rato contemplando la puerta sintiendo como en su pecho su corazón se comprimía. No entendía que había pasado, ni porque Naruto se había enfadado con ella, pero sobre todo... -una lágrima resbalo por su mejilla- porque la lastimaba tanto que lo estuviera.
-"Aun lo amas, ¿cierto?"
La pregunta se repitió en su mente como una letanía, recordándole porque no contesto de inmediato. Y es que, no era la primera persona que se lo preguntaba, de hecho era la segunda, aunque claro que, en aquella otra ocasión, la situación de la conversación comenzó de una forma... bastante... "¿peculiar?", con una propuesta.
Flash Back
(Ese día por la mañana)
-Cásate conmigo
-... –Hinata quedo petrificada, con la taza de té a medio camino de sus labios mirando estupefacta a... Itachi.
-¿Y bien? –continuo Itachi como si nada, como si le hubiera preguntado sobre el clima- ¿Cuál es tu respuesta?
-E-E-Etto... -sin saber cómo tomar la imprevista proposición- Y-Yo... -balbuceo nerviosa sudando a mares.
-Descuida –la tranquilizo Itachi con una sonrisa- Solo contesta honestamente. No pasara nada si dices que no –le aseguro, y añadió- pero si dijeras que si... -con voz seductora- me aseguraría de que no te arrepintieras –tomando y besando su mano con delicadeza.
Hinata se ruborizo por el acto, y el mensaje implícito en sus palabras, pero por otro lado, respiro un tanto aliviada, y a continuación agachando la cabeza dijo:
-L-Lo siento –desviando la vista avergonzada- N-No.
-Bueno –suspiro Itachi resignado con una sonrisa- No estaba de más intentarlo –bebiendo tranquilamente de su café.
Hinata lo miro atónita, Itachi había tomado demasiado bien el rechazo sin parecer demasiado herido o molesto por ello... lo cual solo podía significar una cosa...
-Etto... -comenzó a decir Hinata nerviosa- ¿Tu... no estas...? –interrumpiéndose nerviosa.
-¿... enamorado de ti? –concluyo Itachi ayudándola con lo que quería decir. A lo que Hinata asintió- No, no lo estoy –confirmo.
-Entonces, ¿por qué tu...?
-¿... te propuse matrimonio? –Hinata volvió a asentir- Bueno, para serte honesto; porque eres adecuada para mí.
-¿A-Adecuada? –confundida.
-Veras –le explico Itachi- todo en ti encaja en mi mundo, por lo que si me caso contigo no tendría que cambiar nada de mí; nuestras carreras y profesiones son compatibles, tenemos un estatus social igualitario y amigos en común, sin mencionar gustos y tendencias similares que compartir, pero sobre todo –enfatizo- personalidades y caracteres afines y flexibles que nos permitirían llevarnos bien en una relación, y sobrellevar los problemas que se presenten en años venideros sin que esto termine en drama, tragedia o divorcio, puesto que ya conocemos cualidades y defectos del otro, desechando así con ello, las posibles segundas intenciones. Cosa que no ocurriría, si por ejemplo, decidiera buscar en este momento a alguien, con quien de seguro, me arriesgaría a que solo se fijara en mí por mi dinero.
-En otras palabras –concluyo Hinata- Será un matrimonio por conveniencia.
-Exacto -dijo Itachi, pero aclaro al notar el ceño fruncido de la peliazul- No lo mal intérpretes. Si te casaras conmigo, sería un matrimonio real en toda la extensión de la palabra, y me aseguraría de que lo tuvieses todo; te seria fiel y dedicaría cada día a que no te arrepintieras de tu decisión... y quien sabe, tal vez con el tiempo llegase a enamorarme de ti. Aunque no sería algo indispensable porque pasara lo que pasara, siempre contarías conmigo, en todo y para todo momento.
-¿Y... si te llegases a enamorar?
Itachi sonrió beligerantemente ante tal perspectiva.
-Soy un Uchiha, está en mi naturaleza sobreponer mi deber a mis sentimientos, por lo que no debes preocuparte por eso. Nunca te dejare, estaremos siempre juntos... a menos claro, que seas tú la que decida dejarme a mí, en cuyo caso, prometo no armar una escena o interponerme en tu camino. Te dejaría libre.
Hinata guardo silencio; la propuesta de Itachi era tentadora, no es que fuese una promesa de amor eterno, pero se acercaba, y a esas alturas del partido después del desengaño, era lo mejor a lo que podía aspirar... ¿o no? El repentino recuerdo de unos ojos azules borro de su mente cualquier temor y su sonrisa cualquier inseguridad infundiéndole a su dañado corazón valor, pero sobre todo... esperanza, para no conformarse y luchar por aquello que merecía... "La felicidad".
-Aun lo amas, ¿cierto?
La súbita pregunta de Itachi la regreso a la realidad. El pelinegro había malinterpretado su silencio, deduciendo que el motivo de su indecisión era su hermano menor: Sasuke Uchiha. Pero no podía estar más equivocado. No, definitivamente no se debe a él Muchas cosas había cambiado ese mes, entre ellas... sus sentimientos por el pelinegro ¿Cuando?... ¿Porque?... No lo sabía, pero... cada día podía notar como su corazón latía más y más rápido al cruzar su mirada con aquella celeste que le robaba el aliento, produciendo una gran agitación en su interior por la emoción y alegría de tenerlo cerca ¿O era producto de su imaginación? ¿Siempre había sido así? ¿Era así con Sasuke? No lo recordaba ¿O acaso...?
-¿O acaso es por otra persona?
La nueva pregunta de Itachi la sobresalto, pues por un momento pensó que había leído su mente
-¿Es eso? –insistió Itachi con una sonrisa que escondía la astucia de la experiencia.
-Y-Yo... -tartamudeo Hinata ruborizada sin poder verlo a los ojos.
-Me pregunto –continuo Itachi con fingida inocencia- ¿Quién podrá ser? –sonriendo traviesamente.
En ese momento Hinata quiso estrangularlo, porque se dio cuenta que desde el principio bien que sabía la respuesta.
Fin Flash Back
-"Si bastante peculiar la situación" –pensó Hinata aun avergonzada al rememorarlo todo.
No obstante, ahora que lo pensaba con detenimiento, las cosas fueron similares con la conversación que tuvo con Naruto (aunque sin la "dichosa propuesta de matrimonio") lo cual significaba... que el rubio había llegado a la primera conclusión de Itachi, es decir: Que aún estaba enamorada de Sasuke.
-"No, eso no" –incorporándose y encaminándose a la salida.
Tenía que aclarar las cosas, tenía que aclarar el malentendido, aun cuando probablemente al rubio ni se le pasara por la cabeza lo que ella sentía por él ¿Quién lo culparía? Solo eran amigos, nada más. Y siendo realista ¿Por qué lo haría? Carecía del exuberante atractivo que los hombres buscaban. No era atrevida ni divertida o interesante. Entonces... ¿Por qué él la vería de otra forma que una amiga? No obstante, debía verlo, estar a su lado... aun si su deseo era un imposible.
Tras una hora encerrado en su despacho, Sasuke se encontraba contemplando absorto la foto que sostenía en su mano... aquella de la que no pudo deshacerse.
-"¿Por qué?" –se preguntó ya frustrado arrojando la fotografía en la que aparecía una sonriente peliazul a su escritorio con los demás papeles- "¿Por qué?" –dándole un gran trago a su vaso y echándose hacia atrás en el respaldo de su asiento para mirar al techo aun punto inespecífico.
No entendía que le pasaba. No entendía lo que pasaba. Pero sabía que tenía que ver con ella. Toda su serenidad y control se habían ido al carajo desde que la dejo.
En eso, su celular sonó con un timbre persistente que lo irrito, por lo que fastidiado lo tomo ojeando la pantalla. Tras un gruñido de molestia contesto.
-No estoy de humor Karin, así que será mejor que tengas buenas noticias de lo contrario: ¡estas despedida!
-Sasuke-kun –dijo la joven con voz lastimera del otro lado de la línea- Lo intente, pero...
-No te pago para que lo intentes –espeto Sasuke- sino para que hagas lo que te digo, de lo contrario no me sirves.
-Pero Sasuke-kun –continuo la joven con voz infantil- No fue mi culpa; el vuelo llego 3 hrs antes de lo previsto, aparentemente debido a un cambio de último minuto en el itinerario para evitar a los medios y fans congregados que lo esperábamos en el aeropuerto, y es por eso que...
-¡No quiero escusas! –la corto Sasuke enojado- ¡Es tu trabajo estar informada de ese tipo de cosas! ¡Desde el principio te dije lo importante que era esto! ¡Debiste estar ahí antes! ¡A campar en el maldito aeropuerto si era necesario!
-Sasuke...
-¡Te lo advierto Karin: ENCUENTRALO O NO TE MOLESTES EN REGRESAR!
Sasuke cortó la llamada y arrojo con furia el celular sobre el escritorio. Todos sus planes se estaban desmoronando, y ahora incluso su oportunidad de catapultar a Sharingan Internacionalmente se desvanecía.
Maldijo por lo bajo
-Tengo que conseguir ese contrato –mascullo revisando el expediente abierto frente a él, que mostraba en una esquina la foto de un joven pelirrojo de mirada inquietante- Shukaku... Gaara
Recargada en el mostrador del aeropuerto se podía ver a una muy deprimida Karin.
-Vaya –dijo una voz a sus espaldas- Te ves peor que de costumbre ¿Qué paso? ¿Tu amado Sasuke-kun no fue tan comprensivo como esperabas?
-¡Cállate, pobre imitación de fotógrafo! -grito Karin girándose con los puños en alto amenazante.
-Bingo. Así que acerté –contesto Suigetsu con una sonrisa.
-¡No te importa! –le grito.
-¿Y qué te dijo? –continuo Suigetsi sin hacerle caso- ¿Te despidió?
-Aun no –desanimándose- Pero pronto lo hará -lloro desplomándose en el mostrador.
-¿Por qué?
-Me advirtió que no regresara a menos que encuentre a "ese tipo" –se quejo en un mar de lágrimas.
-¿Y? –colocándose a su lado- ¿Cuál es el problema? Encuéntralo y ya.
-¿Y qué crees que he estado haciendo todo este rato? –le grito molesta.
-Creí que dándote valor para llamar a Sasuke-kun y decirle sobre tu fracaso.
-Tu... -dijo Karin rechinando los dientes- Para que te lo sepas no perdí el tiempo como TU. Estuve llamando a todos mis contactos para averiguar en donde se hospedaba, pero... -aura depresiva- A pesar de todos mis esfuerzos, no sirvió de nada –volviendo a llorar- y eso que cobre todos los favores que me debían, y pedí otros más –lloriqueo- Es como si se lo hubiera tragado la tierra.
-Y entonces, ¿Qué vas a hacer?
-No lo sé –deteniéndose a pensar- pero... –poniéndose firme- debo encontrarlo. Mi futuro profesional depende de ello –temblo- No obstante: ¡por Kami-sama! ¡¿Dónde demonios puede estar?! –gritando a todo pulmón.
Naruto caminaba por la acera a pasos apresurados rumbo al departamento de Hinata que solo quedaba a unas cuantas calles de donde lo dejara el subterráneo. Durante el trayecto, desde que saliera de Akatsuki (hacia 1h) había tenido el tiempo suficiente para calmarse. No obstante, no lo había conseguido, y es que solo recordar la falta de respuesta de Hinata a su pregunta lo alteraba, por la simple posibilidad de que, a pesar de todo lo que paso, aun sintiera algo por ese maldito de Sasuke Uchiha.
-"¿Por qué?" –se preguntó frustrado- "¿Qué puede ver en él... que no tenga yo?"
Ese pensamiento lo desconcertó, haciéndolo detenerse en seco frente al enorme edificio de departamentos que era su destino.
-¿Qué estoy pensando? –musito sacudiendo la cabeza con vigor- Hinata y yo somos amigos... solo amigos... ¿cierto?
La pregunta quedo flotando en el aire como una burla a su pobre intento de excusa, pues si fuera verdad, porque sentía la imperiosa necesidad de machacar a golpes a Sasuke, Itachi o cualquier hombre que se acercara a la peliazul. Ciertamente eso no era lógico, y mucho menos tener esos arranques irrefrenables de ira que bien podían traducirse como... ¿celos? Si, probablemente lo eran. Sin embargo, el único motivo por el que una persona podía sentirlos seria...
-"... si estuviese enamorado"
En tal caso –suspirando- realmente estaba jodido, pues estaba convencido de que Hinata no lo veía de esa forma. E inmerso en estos lúgubres pensamientos continúo su camino sin apenas prestar atención a las palabras del conserje que le avisaba sobre algo, o a los saludos de algunos vecinos con quienes se topó, llegando así al área de los ascensores. Unos minutos después, ya estaba en el piso de Hinata introduciendo topemente la llave en la cerradura cuya operación resulto requerir más concentración de la que disponía en ese momento. Una vez lo hubo conseguido tras 10 intentos, ya en el interior, algo atrajo su atención, regresando su mente a la realidad.
-"Huele a café... café recién hecho."
Le pareció extraño, era demasiado pronto para que Hinata volviera de la oficina, siendo que el había salido antes, aun si venia en coche considerando el tráfico de media tarde. Por otro lado, ellos 2 eran los únicos que contaban con llave del departamento.
-"Entonces, ¿Quién podrá ser?"
Intrigado, se dirigió a la cocina de dónde provenía el olor para investigar. Solo asomarse, encontró a un joven más o menos de su edad que se desenvolvía en el lugar como Juan por su casa; era de complexión delgada (sin exagerar), de cabellera peliroja, piel extremadamente pálida, ojos aguamarina delineados por profundas ojeras, vestido con un elegante traje casual, que por la hechura deducía que había salido en una pequeña fortuna, aunque si pretendía impresionar valía la pena, pues le sentaba muy bien, haciéndole parecer uno de aquellos modelos o actores que tanto veía Naruto figurar en catálogos o posters pegados en los pasillos de Akatsuki. Y de hecho, mirándolo con detenimiento... su rostro le resultaba particularmente conocido. Lo había visto antes, pero... no recordaba donde. No obstante, dejando eso de lado, había cosas más importantes que atender, como por ejemplo: ¿que hacia el ahí? Dispuesto a averiguarlo se adelantó para confrontarlo.
-¡¿Quién eres tú, y que haces aquí?! –exigio saber.
El pelirrojo que en ese momento estaba de espaldas a él, se sobresaltó al escuchar su voz, girándose viéndolo con espanto. Sin embargo, pronto se recuperó de la impresión regresando su compostura. Entonces, frunció el ceño molesto.
-¿Quién eres tú, y que haces aquí? –espeto.
-Yo pregunte primero –dijo Naruto haciendo un puchero por haber sido ignorada olímpicamente su pregunta.
-¿Y? –contesto el pelirrojo cruzándose de brazos desafiante.
-Yyyyyyyyyyyyyy... Que YO hago aquí las preguntas –imitando su tono arrogante.
-Hmp –se burló el pelirrojo- Eso a ti no te imp-
La frase quedo a medias, y el pelirrojo se le quedo mirando de arriba a abajo frunciendo cada vez más el ceño a cada segundo.
-¡ESA es MI camisa, y MI chaqueta, y MIS pantalones ¡¿QUE HACES CON MI ROPA PUESTA?! –gritando furioso.
-¿...?
-¡Responde! –exigió mas que cabreado.
-No sé de qué hablas –se defendió Naruto- Esta ropa me la prestaron. Estaba en mi habitación y...
-¡¿TU habitación?! –inquirió rojo de ira.
-Sí, la que está en el corredor...
-¡ESA es MI HABITACION!
-¿...? ¿Tu habitación?
-¿SI! ¡MI habitación!
-... -desconcertado- ¿Quién eres tú?
-¡Soy amigo de Hinata, y comparto piso con ella!
-Nah –dijo Naruto incrédulo- Yo conozco a TODOS los amigos de Hinata, y definitivamente, tú no figuras entre ellos.
-Pues para que lo sepas: ¡Soy su mejor amigo!
-¿Ah, sí? –escéptico- Entonces dime, ¿por qué no estuviste aquí para apoyarla hace 1 mes cuando más te necesito?
El pelirrojo enmudeció, palideciendo visiblemente.
-¡Responde! –exhorto Naruto molesto.
-Fue por mi culpa –se escuchó una voz tremula a sus espaldas, por lo que ambos dirigieron su atención a la entrada, donde se encontraba una pálida y temblorosa Hinata- Gaara –musito la peliazul sollozando.
-Lo siento –dijo el pelirrojo en tono afectado bajando la mirada.
-¡No! –negó la joven con vehemencia corriendo a abrazarlo- ¡Yo lo siento! ¡Tenías razón!
-Debí estar aquí -se recrimino el pelirrojo abrazándola a su vez.
Naruto observaba la escena en silencio sin poder evitar sentirse... desplazado. Hinata tenía ahora a alguien más importante que él... Tenía a ese pelirrojo llamado... Gaara.
__________________________________________________
Holis... pues, no se si alguien este leyendo esta historia asi q como le veo poco movimiiento creo q solo publicare 2 caps mas y ahi le dejare para concentrarme en mis otras historias q tienen mas aceptacion, disculpen a cualquiera q este leyendo y le haya interesado, de ser asi avisenme y les mando lo q quedaba de ella, pues solo consta de 8 caps ya terminados ciao.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro