Capitulo #4
Matt un poco confuso llegó así casa exaltado.
Ese chico, Edd. Había captado toda su atención desde que lo encontró en la mañana, se recargó en la puerta fría que apenas y podía abrir sin tirar restos de nieve de la azotea y pasó su mano por su frente antes de soltar una leve risa.
- ¿como te fue en tu primer día de clases? - la madre de Matt le había preguntado lo que se estuvo preguntando todo el día desde la mañana en la que se fue.
Su madre estaba en la cocina, y ya desde lejos se podía oler el pescado al horno y hongos con algas.
- genial, madre! - respondió Matt mientras levantaba la mirada y la buscaba en la cocina.
- mi niño - la madre dejo la cuchara de sopa que estaba meneando en la cacerola de hongos en la tabla de madera de cortar y abrazo a su hijo.
- hola Ma - saludo Matt mientras pasaba sus brazos por la espalda de su madre con cariño.
Matt realmente amaba a su madre, siendo su padre quien los abandono, ella era el único refuerzo que tenía.
Un mandil rosado con una frase "Kiss the Cook" tenía colgado en el cuello, sandalias rosadas, un suéter anaranjado chillón sin botones y con cuello de tortuga a la tapaba, y unos pantalones de oficina azul obscuro era lo que traía de vestimenta.
A Matt no le sorprende que encuentre a su madre en esas fachas, trabajaba mucho, y Matt quería hacer lo que pudiera, por eso decidió que al terminar la preparatoria, pagaría un departamento para el solo y dejaría a su madre en paz. La señora tenía exactamente 48 años de edad, aunque en realidad físicamente se veía de 35, su figura y el cabello que tintaba la hacia lucir grandiosa.
- ve a lavarte las manos cariño, ya serviré la comida y luego . . . A hacer tarea -
- por su puesto madre -
Matt se separó de su madre, reacomodaron su ropa y la mochila que se caía de su hombro en el momento del abrazo.
Directamente fue a su cuarto.
Todo en su lugar, siempre limpiaba, no le gustaba el desorden y odiaba encontrar alguna pelusa o basura fuera de el bote.
Mayoría de su cuarto era color blanco, fotos suyas y de su madre estaban en varias repisas blancas clavadas en la pared, cama mirada al igual que sus almohadas, un escritorio y obviamente un armario.
Con solo atravesar la puerta, está emitió un rechinado que lo desquiciaba a no más poder.
Pasó a su cuarto, lanzó la mochila en la silla acolchonada del escritorio y aventándose a su cama gimió con desesperación, sin mover ni manos ni piernas quedo boca abajo en la esquina inferior izquierda de la cama.
Volteo rápidamente con los ojos cerrados dando pecho arriba.
Abrió los ojos lentamente dejando que la luz de su lámpara que fue lo único que estaba encendido, emitiendo una luz amarillenta.
Pensó en ese chico, el chico de la mañana, de nombre Edd.
<< Edward >> susurró en su mente, un rubor se hizo presente en sus mejillas, sus pupilas se agrandaron y una fuerte presión en el pecho de Matt se hizo presente.
Al poco rato, se dio cuenta de que reía sin razón, ese chico ya lo tenía en sus pies.
No había hablado con el mucho, pero con la conciencia que tiene, tan inocente, tierna, sensible, delicada y perfecta. Matt solo se rindió.
- Matt!! - su madre grito desde la sala, este se levantó rápidamente, pasando sus manos por su ojos, intentando olvidar por un instante al de cabello rizado.
- ya voy mama! - grito en respuesta.
Apretó los puños y con fuerza de voluntad salió de su cuarto, dirigiéndose al baño.
Abrió el grifo, enjabono sus manos con un jabón de tocador y sumergió sus manos en el agua helada, escalofríos le venían por todo el cuerpo. Rápidamente se tallo y seco sus manos rápidamente. Parecían pas pálidas de lo normal, sus venas ya no eran azules como de casualidad, lo pálido hizo que ahora se tornaran moradas y verdes.
Matt suspiro y fue a la sala donde se encontraba su madre, cada paso pesaba, arrastraba los pies con descuido, estaba cansado. Solo quería comer e ir a dormir.
- siéntate cariño - ordeno su madre mientras tomaba la silla y la hacia para atrás.
Ella ya estaba sentada y su plato estaba ya a medio comer, el de Matt seguía caliente afortunadamente, sin pensarlo dos veces se sentó en la silla derecha junto a su madre.
Está asintió, y Matt empezó a comer con tranquilidad.
Al final del día, solo quería dormir.
Con ánimos, se fue a dormir temprano a su cama, con la esperanza de encontrar a Edd de nuevo en la parada del autobús y poder conversar con el, o compartir una canción.
Durmió profundamente, con una sonrisa en u cara.
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