Edd estaba herido.

La luz del sol lo lastimaba, cada vez que un diminuto rayo de luz ardiente tocaba su delicada piel hacia que cualquier flor roja creciera en su piel, haciendo que este se estremeciera del dolor que sentía cada vez que una nueva flor nacía de se pálida piel.

No iba a aguantar mucho tiempo si seguía tocando los cálidos rayos del sol.

Mientras más flores crecían, más rápido las enredaderas de estas llegarían a su pecho.

Si suficientes flores y enredaderas crecían en su piel, podría llegar morir por el aplastamiento de algunos de sus débiles órganos, entre ellos pulmones como corazón.

Dejándolo morir lenta y dolorosamente.

Rasgando su cuerpo por dentro, creando hemorragias internas.

Edd sabía sus consecuencias, aún así, no le importo.

Necesitaba estar con Matt.

Lo necesitaba.

No podía siquiera taparse del sol, los árboles no tenían sus esplendorosas hojas de otoño como se suponía que deberían de tener y los troncos de aquellos árboles de madera blanca no eran lo bastante gruesos como para cubrir por completo al de rizos.

Este, con dolor en el cuerpo siguió caminando, intentando no colapsar de dolor en el intento de llegada.

Lágrimas caían desesperadamente por sus suaves mejillas rosadas, conteniendo el aliento y los sollozos para el mismo.

- MATT - soltó un grito de ayuda mientras podía, sabía que no iban a contestar, pero eso no le detuvo.

Solo quería ver a Matt, llegando corriendo hacia sus brazos, volviendo a besar esos largos y delgados labios secos que tanto amaba, para al final poder colapsar en sus brazos con una enorme y bellísimas sonrisa marcada junto a las lágrimas que no podía parar.

Al poco tiempo de algunos pasos pesados de aquel chico sobre la blanca y áspera nieve, pudo fijarse en que pequeñas astillas de madera blanca estaban clavadas en las palmas de sus delicadas manos, dejando que pequeñas gotas de sangre fueran expulsadas de las diminutas heridas.

No sentía las piernas, sus pies estaban fríos y el agua corría por sus zapatos gracias a la espesa nieve que lo cubría hasta los gemelos.

Seguía.

No para.

Nada lo detendría.

No importaba el dolor.

Solo importaba Matt.

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Matt había esquivado otro de los ataques de Redd con éxito. Cayendo en uno de los burós blancos a un lado del sillón

Estaba cansado, no sabía cuando tiempo más iba a aguantar para seguir esquivando sus repentinos ataques.

Sudaba, su respiración era rápida y su visión de volvía cada vez más borrosa. Llegó a caer más de una vez, tirando lo que sea que estuviera a su alrededor.

Por otra parte. Redd seguía furioso, solo gritaba parrafadas que Matt no podía entender por su cansancio.

En un ataque Redd logró llevar a Matt hasta la salida, tirándolo de un simple susto, quitando del camino las telas que hacían de puerta por segunda vez.

- ¿eso es todo lo que tienes? - confrontó Matt con una simple burla. En un ataque de furia, Redd lanzó el cuchillo que tenía en mano. Matt en un intento de esquivar aquel cuchillo cayó de lo alto de la casa del árbol a la blanda nieve que afortunadamente amortiguó su caída. Pero el cuchillo cayó con el, clavándose directamente en el acostado izquierdo del tronco de Matt, dejando una herida lo bastante profunda para desangrase poco a poco.

La nieve se volvió roja, con si hubieras derramado un jugo que frutos rojos en pleno invierno.

Matt agonizaba en el suelo, sabía que ya no podría esquivar bien con aquella herida en su costado izquierdo.

No tenía nada para cubrir la herida y no tenía ni idea de cómo parar el sangrado.

Redd bajo de un salto, cayendo a la perfección en ambas piernas. Tomo el cuchillo después de ver a Matt alejarse hacia lo cercano del puente.

- ¡¡¡MATT!!!! - reconoció esa voz, giró su cabeza rápidamente, intentando no mover demasiado su cuerpo.

Era Edd.

El chico que deseaba, el que quería y amaba; lo supo...cuando vio sus ojos negros.

No le importo su propio cuerpo ni la sangre que derramaría al llegar a el y abrazarlo con fuerza, como nunca lo había hecho en su vida.

Se levantó, gimiendo de dolor mientras posaba una mano en su adolorido costado intentando tapar la herida.

Mientras más rápido caminaba, su herida se hacía más grande, dejando un rastro de sangre a su paso.

Edd al igual por el desesperado encuentro, corrió hacia Matt con todo lo que podía.

Pero ambos no llegaron.

Redd. No había fallado está vez.

El cuchillo se calvo perfectamente en el tobillo derecho de Matt, haciendo que este cayese, dejándolo sin con que correr.

Con lo que le quedaba un brazo y una pierna, intentó avanzar, arrastrándose sobre la nieve, cubriendo la herida con el otro brazo.

Redd, al ver el tiro perfecto, se hecho a reír macabramente, estaba loco, lo sabía.

Se acercó lentamente hacia Matt, sentándose en su estómago aumentando la hemorragia de su costado. Alzó ambas manos con el cuchillo entre ellas, exactamente arriba de su pecho.

Sonriendo mientras observaba alegremente la cara de sufrimiento de Matt.

- ¡si no puedo amarte, nadie más lo hará! - empuñó el cuchillo y antes de que lo clavase en su pecho, Edd se abalanzó hacia el de ojos rojos, dejándolos a ambos en una lucha cuerpo a cuerpo, el cuchillo había caído cerca del puente, encima de una de la cuerdas que lo mantenían a flote.

Edd aprovechó aquella situación, olvidándose por completo del sol y de las flores al rededor de el.

Edd llevó rápidamente a Redd al puente después de haberlo empujado fuertemente, ambos cayeron en medio del puente.

La soga se corto con el simple roce de aquel cuchillo que pronto cayó al río con rápidos fuertes.

El puente empezó a tambalearse, Redd y Edd se encontraban en las maderas de aquel.

Ambos se aferraron a las cuerdas, intentando mantener el equilibrio.

Matt no podía hacer nada, su cuerpo no respondía.

Su vista borrosa se gasto al tiempo, no alcanzó a ver lo que sucedía.

A lo lejos, pudo escuchar un estruendo, dos gritos conocidos y un rápido que se llevo aquellas voces lejos.

La vista borrosa de Matt pronto se volvió obscuridad.

...

- Edd -

Intentó llamar al del ya mencionado, con la esperanza de obtener una respuesta.

sintió un pinchazo en su pecho al no escuchar la voz de ...

¿Su difunto amado?

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Quitando esto jeje.
Les parece si les enseño algo genial?

Que belleza!!
Me lo mandaron por Twitter y está lo que sigue de hermoso!! Madre mía!!!!!!!

Créditos a:
Ise-Kun

Los amo!!!!