Una Semana después.

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Una semana después del ataque de tirek a Canterlot, los ponys empezaron a reconstruir sus ciudades.

Si, en plural.

La colación de poderes en Canterlot dejó muy dañado toda equestria.

La tierra se sacudió debido al poder abrumador de aquellos responsables, destruyendo parte de ciudades y pueblos, como levantando montañas de la tierra o derribandolas.

Una batalla que por fortuna el mayor daño se mantuvo contenido.

Discord como uno de los responsables de todo esto fue acusado de traición y condenado a ayudar a reparar cada daño causado a la ciudades, terreno y pueblos en equestria.

El draconequus no dijo nada y aceptó su castigo, ningún pony salvo los más cercanos a él sabían que el draconequus fue responsable de la muerte del unicornio, todos los demás creían que fue controlado y obligado.

Una mentira que la princesa Celestia expandió para no crear hostilidad no deseada.

Canterlot debido a su duro golpe y ser el campo de batalla de aquella pelea, estaba completamente inhabitable.

Al Menos por un tiempo debido a que gracias al poder del draconequus, este podía reparar decenas de casas con un solo chasquido sin problema alguno.

Pero aún así estaba limitado por las heridas que tenía en su cuerpo.

El mismo doctor del unicornio lo reviso y le informo que pese a poder hacer casi de todo con sus poderes, sus órganos al ser expuestos a una carga pesada sin control alguno, sufrieron desgarros y daños extremadamente graves que si no fuera por su extraña composición, podría haber sido mortal.

Sin duda ni siquiera él sabía que hubiera sido de él si no hubieras ido al médico como se lo ordenó su querida fluttershy.

En cuanto a Tirek, fue llevado al tártaro, ningún médico quiso siquiera tratarlo en sus heridas así que simplemente fue arrojado en su prisión para siempre.

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*Tock*Tock

El sonido seco y silencioso de unos golpes débiles resonaron en los largos y amplios pasillos de aquel nuevo castillo.

Un castillo hecho en su totalidad de aquellos cristales parecidos a los que cubren al árbol de la armonía.

*Tock*Tock *

Nuevamente los golpeteos resonaron en todos los pasillos, las causantes de aquello aún guardaban silencio mientras veían la puerta esperando a que la pony en su interior respondiera.

Rainbow dash: amiguita podri-

Scootaloo: VÁYANSE!!!, NO QUIERO A NADIE AQUÍ!!!.

La pequeña Pegaso se había encerrado en aquella habitación desde hace bastante tiempo.

Scootaloo: so-sólo quiero a mi hermano *sniff * quiero que regrese...

La pegaso empezó a sollozar como cada día desde hace más de una semana.

Las ponys no pudieron hacer nada, ninguna sabía que hacer o qué decir.

Ya había pasado una semana y ella aún no salía de aquella habitación.

Con los únicos que hablaba era con Twilight y Spyke, estando ambos igual de afectados desde lo de Canterlot.

Aquella imagen, escena horrorosa del unicornio se quedó grabada en su mente como una imagen impresa en sus ojos.

Sus amigas intentaron ayudarla pero tampoco quería verlas.

Fue un golpe muy duro para una pequeña pegaso que añoro una familia y que cuando lo obtuvo.

El destino cruelmente le arrebató a su única familia.

???: aún no sale?.

La voz de aquella pony las sorprendió.

Voltearon a verla, querían ver como estaba desde hace tiempo y cuando pudieron hacerlo, era una imagen triste.

La alicornio estaba con una expresión abatida, ojeras en sus ojos rojos mostrando que había dejado de llorar hasta hace poco.

Estaba cansada, su melena desordenada y apenas parecía estar concentrada en lo que sucedía a su alrededor.

Applejack: ¿cómo te encuentras dulzura?.

Pregunto de manera calmada, sonrió tratando de animarla pero ella estaba también afectada, al igual que todas.

En especial ese día, un día muy duro para todas.

Twilight: pueden ir con Spyke por favor..., logré que comiera un poco, pero me gustaría que lo acompañen.

La alicornio pregunto en tono bajo, su voz era ronca, cansada, su voz hace tiempo que estaba dañada.

Snowy flake: iré con él, tranquila.

La pegaso puso su pata en su hombro sonriendo directamente a sus ojos mostrándole que igual que ella estaba afectada.

Rarity: te acompañaré querida, también quiero ver a Spyke.

La pegaso asintió y ambas se retiraron dejando a las demás enfrente de la puerta de la potranca.

Con suavidad la alicornio tocó la puerta antes de tomar aliento y respirar para calmarse.

Twilight: Scootaloo, puedo entrar?.

Preguntó en tono dulce, suave, con un tono de cariño en su voz, no mostraba dolor o tristeza, sino cariño y compañía.

Esperé unos segundo las respuesta de la pequeña pegaso, el silencio fue incómodo para todas, ninguna deseaba que la pegaso se negara nuevamente.

A los pocos minutos, el sonido de suaves y lentos pasos se escucharon, el seguro de la puerta hizo a todas ver la entrada.

El chirrido de la puerta abrirse hizo a las ponys retroceder un poco.

La alicornio vio a la pequeña pegaso desde atrás de la puerta, su pequeño rostro lleno de alegría y energía que vio tanto tiempo, ahora era uno apagado, sus ojos mostraban aquel vacío de alegría que antes emanaba.

Sin decir una sola palabra ella entró en silencio y cerró la puerta tras de ella.

Nuevamente el silencio en la sala hizo a las demás preocupar, ninguna sabía qué hacer, simplemente esperaban impacientes a su amiga.

La pegaso de melena de arcoiris miró impotente el suelo, apretó sus dientes antes de dar un golpe con su pata al suelo.

Rainbow dash: debimos ayudarlo...

Habló en un tono bajo, pero audible para todas, su voz era ronca, titubeante y llena de enojo.

Las lágrimas se asomaron de sus ojos pero ella no quería llorar, ya había llorado suficiente.

Applejack: no podíamos hacer nada...

Respondió en el mismo tono mirando a la pegaso que grupo por lo bajo mirando el suelo.

Pinkie pie: si no hubiera tomado a Jarvis...

La pony rosada se sujeto con su pata el lugar donde tenía aquel brazalete de metal, recordó cómo lo obtuvo, al igual que las palabras de Roy.

Era un arma para ayudarlo a proteger equestria y por su culpa no podía usarlo.

Su melena se callo un poco mientras trataba de evitar llorar.

Pinkie pie: es mi culpa..., n-no debí tomar a Jarvis.

Su voz suave y débil, empezó a volverse leves sollozos, a su costado fluttershy la abrazo con cariño, no le gustaba ver a sus amigas triste, eso la destrozó.

Fluttershy: no es tu culpa pinkie pie..., ninguna podría haber previsto esto.

Los minutos pasaron en silencio de la ponys.

La puerta se abrió, sorprendiendo a todas quienes vieron a la princesa más joven de equestria salir junto a una pequeña pegaso que mantenía su vista en el suelo.

Sus amigas se acercaron a verla pero ella ni les vio, simplemente caminó al lado de la alicornio.

Twilight: vamos...

Fue la única palabra que dijo la alicornio que continuó su camino junto a la pequeña pegaso.

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Las cosas cambiaron en Ponyville y equestria en general, los ponys al saber de la caída de aquel pequeño únicornio que sacrifico tanto por todos ellos, hicieron a los ponys migrar hacia Ponyville para Almenos poder despedirse y agradecer a aquel héroe.

Cientos de ponys, quizás miles estaban en Ponyville unicamente para mostrar respetos hacia el unicornio.

Antes de cualquier cosa, incluso de la reparación de las casas, los ponys decidieron levantar una estatua del unicornio en la plaza y otra en el lugar donde sería enterrado.

Hubo unos problemas en la decisión de dónde enterrar al unicornio debido a que todos querían enterrarlo en un lugar digno, según ellos siendo su ciudad.

Al final todo fue decidido por la princesa Twilight quien al ser la más cercana con el unicornio, decidió donde sería enterrado.

Hubo algunas quejas de diversas ciudades, en especial con el imperio de cristal que querían que fuera enterrado en su reino.

Pero la princesa Candance votó a favor de ser enterrado en ponyville a propuesta de Twilight.

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Por primera vez desde hace una semana, la princesa Twilight salía de su nuevo castillo junto a una pequeña Pegaso y su asistente dragón.

Los ponys en toda la ciudad estaban reunidos frente al castillo esperándolos debido a que ellos eran quizás los más importantes en esta situación.

Celestia: como estas Twilight?.

Preguntó con suavidad y afecto, tomando su pata para darle algo de apoyo.

La veía débil, sin energía, abatida, triste, adolorida..., pero aún así tuvo que forzar sonrisa por los dos pequeños que vivían con ella.

Twilight: estoy bien, gracias princesa.

La alicornio agradeció a su maestra su apoyo, pero continuó su camino dejándola atrás, viéndola así de derrotada.

Sus amigas la siguieron estando cerca para poder estar con ella en este día, el último día con él, su despedida.

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Caminaron en silencio hacia la plaza donde la alcaldesa estaba junto a todos los ponys que abrieron pasó a la alicornio.

Cuando cada pony se apartó de su frente, pudo verlo...

Una estatua de aquel unicornio, no una estatua como las de Canterlot o el imperio de cristal, mostrándolo en una pose de pelea con una mirada seria.

Si no..., aquí estaba, plasmado en piedra con aquella dulce sonrisa que le daba a cada pony, esa sonrisa que demostraba que no importaba lo que sucediera, él estaría ahí.

Tuvo que morder su labio inferior para no sollozar, sintió su corazón ser estrujado con fuerza, pero debía ser fuerte, no podía llorar, no frente a ellos.

Miró a los dos pequeños a su costado, el pequeño Spyke abrazaba con fuerza a la pegaso, con cariño y seguridad, retenía sus lágrimas con simple esfuerzo, pero aún así algunas escapaban.

Spyke: to-todo estará bien, yo te cuidaré ahora, lo prometo..., se lo prometí.

El dragón cerró con fuerza los ojos mientras en uno de sus ojos una lagrima caía lentamente por su mejilla.

Scootaloo: *sniff* lo extraño mucho...

La pequeña pronunció débilmente entre pequeños sollozos, aferrada fuertemente al pequeño dragón que la abrazaba con dulzura.

La iva a proteger, cueste lo que le cueste. No perdería a otro ser querido, ya no.

Debía resistir esas lágrimas, ella necesitaba mostrarles a ambos que todo estaría bien.

Los abrazo a los dos, dándoles un pequeño beso en la frente a ambos, les sonrió como podía, disfrazando su dolor para que la vieran.

Con cuidado limpio sus lágrimas con sus patas, recorrió con tranquilidad las mejillas de ambos y les sonrió.

Twilight: todo estará bien, lo prometo.

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Un grupo de guardias ponys cargaban con magia aquel pequeño ataúd.

Con cuidado y delicadeza, Caminaron por las calles de ponyville, cada casa y lugar donde alguna vez paseo el unicornio.

Lugares donde comió o entreno.

Finalmente terminaron en su antiguo hogar, aquel árbol que había sido calcinado por uno de los rayos mágicos que logró pasarla barrera de la pelea.

Entre cenizas la alicornio miro por unos segundos el pasado a través de unos recuerdos.

Vio un pequeño recuerdo de los 4 riéndose luego de descubrir la mala escritura del unicornio.

Un recuerdo agradable que la hizo sonreír y reír con dolor antes de continuar su camino.

Caminaron por la granja Sweet Apple Acres, viendo como varios campos de manzanos aún estaban enterrados debido a la tierra que se había abierto.

Algunos campos colapsaron y lo que alguna vez fue un cristal que creaba un escudo para proteger la granja, ahora sólo eran pedazos de hielo tirados en el suelo.

La pony granjera no los recogió debido a que decidió dejarlos ahí como un recuerdo de un buen amigo suyo.

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Terminaron el recorrido llegando al cementerio de la ciudad, por órdenes de la princesa celestia y los propios deseos de darle un lugar cómodo para descansar.

Se construyó un pequeño espacio con varias flores azules y naranjas dando referencia a sus ojos brillantes en magia y a su pelaje naranja.

En la entrada del cementerio, esperando la llegada de todos, el draconequus estaba de pie mirando llegar a todos los ponys.

En su cuerpo resaltan algunas vendas, en especial en su pecho donde se negó rotundamente a usar magia para curarse, quería conservar esa cicatriz, por todo lo que hizo.

Discord: es hora?.

Preguntó el draconequus mirando al ataúd que en silencio era acercado a él.

Twilight: si...

La alicornio camino hacia el ataúd ahora sujeto por el draconequus que había creado una nube para llevarlo.

Caminaron todos los ponys en silencio hacia el lugar donde ya se había cavado un agujero para el unicornio.

Los pony uno a unos dejaron flores y regalos para el unicornio mientras le daban su pésame a Twilight.

Finalmente cuando fue el turno de sus amigas, cada una dejó aquellos objetos que las ayudaron a abrir el cofre para derrotar a tirek.

Cuando cada pony dejó sus regalos, con cuidado las 4 princesas empezaron a descender el ataúd hacia el suelo.

Dejaron a la pequeña pegaso, hermanita del unicornio dejarle su collar en su cofre.

La pequeña sollozo en silencio todo el camino mientras veía como era enterrado bajo tierra.

Twilight miraba en silencio ya sin lágrimas para derramar donde estaba aquel unicornio.

Sintió que junto a ese ataúd, estaba enterrado su corazón.

Una mano tomó su hombro, vio a su costado, notando al draconequus de pie junto a ella mirando aquel agujero donde fue enterrado su amigo.

Discord: lo lamento.

Dijo el draconequus sin poder ver a la alicornio, que al igual que él, no quería verlo.

No lo culpaba, aunque sabía que debía hacerlo, quería hacerlo pero no podía..

No Sabía la razón, sabía que si no fuera por él esto jamás hubiera ocurrido, aún así, cuando quería odiarlo, gritarle, solo le venían las palabras del unicornio.

"Roy:..., ese estúpido está siendo manipulado"

Tomó aire y guardó silencio unos segundos.

Twilight: él sabía que no nos traicionaste, dijo que estabas siendo manipulado por tirek, incluso en esa situación en te consideraba un amigo, un amigo que había tomado una mala decisión.

Las palabras de la alicornio hicieron al draconequus reír un poco.

Discord(pensamiento): un amigo hasta el final, eh?..., que tonto.

Sonrió levantando la mirada, ahora viendo el cielo.

Cerró los ojos dejando que una lagrima cayera por su rostro hasta el suelo.

Una pegaso amarilla lo vio a lo lejos, sus patas se movieron solas y camino hacia el draconequus, apretaba sus garras con demasiada fuerza.

Con sumo cuidado la pegaso puso su pata junto a sus garras tomándolo con cuidado.

Discord bajó la vista, mirando a su amiga más preciada sonriéndole.

El draconequus suspiro y agradeció tenerla consigo en momentos así, con su garra acarició su melena mientras se retiraba dejando a la alicornio ahí de pie, aún mirando aquella tumba.

La noción del tiempo se perdió para ella, no sabía cuántos minutos u horas estuvo frente a aquella tumba.

Cuando vio a su alrededor, solo estaban sus amigas, su hermano, las princesas, y demás ponys cercanos al unicornio.

Shining Armor: ¿podrás con ambos?.

Preguntó su hermano mirando a la alicornio levantar con su magia a la pegaso y al dragón, colocándolos con cuidado en su lomo.

Ella no respondió, solo asintió un poco mirando a todas sus amigas.

Snowy Flake: si necesitas hablar Twilight...

Twilight: gracias pero..., quiero estar sola, gracias por preocuparse por mi.

La alicornio habló de manera cortante y suave, no quería quedarse más tiempo ahí, no podía.

Celestia: Twilig-

La princesa estaba por ir con su alumna pero una pata la detuvo, la princesa Cadance negó con la cabeza mirando a su cuñada marchar.

Cadance: ella debe de aceptar lo que ocurrió, debemos estar listas para ayudarla después de que lo haga.

Shining Armor: y cuando será eso?.

Pregunto a su esposa el unicornio hermano mayor de Twilight.

Cadance: no lose, las heridas en el cuerpo sanan, pero las del corazón llevan más tiempo.

La princesa por su cutie mark podía sentir los sentimientos de los ponys y usarlos para ver sus emociones y poder ayudarlos.

Y lo que veía en Twilight era diferente a cuando estaba ese unicornio, sin duda alguna su apego a él, era demasiado grande.

Podía sentir la tristeza en su corazón, el dolor de la pérdida.

Un agujero oscuro y vacío donde antes estaba un profundo y colorido rosa brillante lleno de cariño y amor.

Ni siquiera ella sabía si el tiempo podría curar algo así.

Hoy los ponys despidieron a un unicornio que luchó sin miedo alguno con quizás 2 de los seres más fuertes de equestria.

La victoria fue de los ponys, pero su precio fue el unicornio.

Ese día se despidieron de su amigo, de su héroe, de su hermano, padre y amor...

Ese día, fue su despedida.

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En un pueblo cubierto por varios árboles de hojas blancas brillantes.

Un pueblo de ponys se podía ver en suma tranquilidad, disfrutando de su vida en ese tranquilo lugar.

Unos árboles grandes, de hojas brillantes blancas y amarillas que brillaban por el sol en lo alto del cielo.

Pacífico y hermoso.

Los pequeños potros corrían por las calles jugando unos con otros mientras los ponys adultos se reían y sonreían de verlos jugar de manera feliz.

Entre ellos un pequeño unicornio naranja, de melena marrón y ojos negros corría junto a ellos riendo mientras era perseguido por otros potrancos.

???: Roy!.

La voz de una yegua hizo al unicornio detenerse solo para ser tirado al suelo por el Pony que lo perseguía.

Roy: oye!, no es justo, mamá me distrajo!.

Pony: ¡tu turno!, jaja.

El potro empezó a correr mientras el unicornio gritaba que no era justo.

La yegua se rio mientras veía a los potros irse esperando a que su hijo los siguiera.

Madre de Roy: puedes jugar después, ahora ve a buscarlo, la comida está lista, tu padre está alistando la mesa.

La yegua hablo mirando a su que asintió aún enojado por perder en el juego por su culpa.

Ella se rió y le dio un beso en la frente, haciendo al Pony gritar que lo avergonzaba.

El unicornio salió corriendo despidiéndose de sus amigos mientras corría a las afueras de su pueblo.

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El prado era blanco brillante, cubierto por flores doradas meciéndose al compás del viento.

En una colina el potro se detuvo caminando hacia un árbol que estaba en la cima de la colina.

Subió hasta arriba para ver al Pony sentado en el Gras blanco y brillante mirando el cielo con una sonrisa tranquila.

Lo curioso era que este pony era como él, parecían gemelos salvo por las notorias cicatrices que tenía el potro sentado en su melena.

La más resaltante era la de su rostro siendo una marca de 3 garras que cruzaba su mejilla izquierda.

Otra cosa que los diferenciaba era su complexión, era más robusto que el y solo un poco más alto.

Roy pony: mamá nos llama a comer.

Dijo el más pequeño de los dos que miró al más grande que simplemente suspiro.

Volteo a ver a su gemelo Pony o yo Pony más pequeños y sonrió antes de regresar su vista al cielo.

Roy: terminaste de jugar con los demás?.

Pregunto con suma tranquilidad mirando las nubes del cielo.

Roy pony: si, ya que cierto pony no quiere jugar conmigo.

El más joven dijo en un tono enojado mientras se recostaba en el unicornio.

El unicornio mayor se rió fuertemente mientras miraba a su yo más joven enojarse.

Roy: jeje, perdón, jugaré después de comer, si.

El unicornio más pequeño sonrió mientras se levantaba y jalaba con sus pequeñas patas al mayor.

Roy pony: vamos, entonces!.

Roy: Okey, Okey...

El unicornio se levantó de donde estaba y tomó aire unos segundo mirando nuevamente el cielo.

Roy: fue..., divertido.

Con esas palabras al aire, miró en dirección al pueblo de ponys dejando aquella colina.

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Hola a todos, nuevamente lamento lo sucedido ayer con el capítulo y el error que ocurrió al subirlo, enserio lo lamento, espero que disfruten este capítulo que subí algo tarde.

Me siento responsable por lo de ayer y muy mal por el hecho de que no pudieran ver el capítulo, enserio lo lamento.

Este capítulo es el final de esta historia, por así decirlo "el final original", pero si desean que continúe lo haré si es lo que quieren, gracias por acompañar a Roy en este aventura y...

Quizás

Podamos ver más de ella...

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Continuará...