El Maestro Zik regresó a la base oculta de los Zetis, moviéndose con la agilidad que desmentía su avanzada edad. Las puertas de la fortaleza se abrieron ante él mientras avanzaba con paso firme por los pasillos de la base, un lugar oscuro y rodeado de extrañas máquinas alimentadas por la energía robada del planeta. Al llegar a la sala principal, se encontró con Zavok, el imponente líder de los Mortíferos Seis, y Zomom, quien estaba distraído comiendo una montaña de donas.

Zik, siempre sereno y calculador, se detuvo frente a ellos. Zavok lo miró con una mezcla de respeto y curiosidad.

Zavok: (con tono grave) ¿Has regresado, maestro? ¿Qué has descubierto?

El Maestro Zik inclinó la cabeza ligeramente, su rostro mostrando una expresión de reflexión.

Zik: He puesto a prueba al erizo azul y a Metal Sonic. Ambos son más poderosos de lo que esperaba.

Zavok levantó una ceja, interesado en los resultados del combate. Sabía que Sonic era formidable, pero no esperaba que Metal Sonic se hubiera vuelto más fuerte tras haberse liberado del control de los Zetis.

Zik: (continuando) Sonic tiene un gran potencial, más del que incluso nosotros habíamos imaginado. Y Metal Sonic... de alguna manera, logró romper nuestra conexión de manipulación magnética. Eso me sorprendió.

Zavok cruzó los brazos, procesando la información. Zomom, en cambio, seguía enfocado en su comida, masticando ruidosamente. Luego, con una mano manchada de azúcar, levantó la mirada hacia Zik.

Zomom: (con la boca llena) ¿Y qué importa el erizo? Si es libre, yo haría puré a Eggman en su lugar.

Zik miró a Zomom con desaprobación, aunque no era una sorpresa ver al gigante glotón tan desinteresado en el análisis estratégico. Aun así, el anciano maestro intuía lo que Zomom realmente deseaba.

Zik: (sarcástico) Intuyo que también te gustaría comerlo, ¿no es cierto?

Zomom, sin vergüenza alguna, eructó ruidosamente antes de responder.

Zomom: (con una sonrisa satisfecha) ¡Sí, maestro! Un erizo crujiente no suena tan mal.

Zavok ignoró el intercambio, su mente ya trabajando en posibles planes para aprovechar la situación.

Zavok: Hay maneras mucho mejores de hacer sufrir a Eggman que simplemente aplastarlo, Zomom.

Zomom se detuvo un momento y levantó la vista, interesado.

Zomom: (con curiosidad) ¿Son igual de buenas?

Zavok sonrió con malicia, y una idea oscura comenzó a tomar forma en su mente.

Zavok: (con calma) ¿Qué pensarían si les dijera que podemos destruir el mundo de Eggman por completo y usar su energía para hacernos aún más poderosos?

Zik, impresionado por la audacia de su aprendiz, asintió con aprobación.

Zik: (reflexionando) Pensaría que te he enseñado bien, Zavok.

Zavok, sin desviar la mirada, señaló la computadora gigante detrás de él. Sin una palabra más, accionó una palanca con determinación. El sonido de una maquinaria masiva se activó, llenando la sala con un zumbido profundo y ominoso.

La máquina extractora de energía, una creación robada y modificada de Eggman, comenzó a encenderse. Los mecanismos internos comenzaron a girar y brillar, mientras los monitores mostraban cómo la energía de Mobius comenzaba a ser drenada lentamente. El planeta, incapaz de defenderse, empezaba a perder su vitalidad.

Zavok: (con frialdad) Será la propia creación de Eggman la que lo lleve a su final.

Mientras la máquina cobraba vida, Zavok y Zik se miraron, sus risas resonando en la sala. Ambos disfrutaban del cruel giro del destino. Era irónico que la tecnología que Eggman había construido para su propio beneficio se convirtiera en la clave de su destrucción.

Zomom, entretanto, había terminado su comida y miraba tristemente su plato vacío.

Zomom: (deprimido) Ya se me acabó la comida...

Zavok y Zik intercambiaron miradas, casi compadeciéndose del insaciable apetito de su compañero, pero la realidad era que Zomom estaba tan fuera de lugar en las discusiones estratégicas que su preocupación se desvaneció rápidamente. La prioridad era la máquina y su poder creciente.

Mientras tanto, con Knuckles y Amy...

En otro rincón de Mobius, Knuckles observaba el cielo con una expresión sombría. Algo no estaba bien. Sentía en su interior que el planeta mismo estaba cambiando, que la energía vital que lo sostenía se estaba desvaneciendo.

A su lado, Amy estaba aterrada. La sensación en el aire era indescriptible. Algo estaba ocurriendo que no podía comprender del todo, pero el miedo en su corazón era real.

Amy: (nerviosa) Knuckles, mira... algo está pasando. El aire... el cielo, todo parece... muerto.

Knuckles, apretando los puños, sintió el peso de la responsabilidad sobre sus hombros. Su instinto como guardián le decía que esto era solo el comienzo de algo mucho peor.

Knuckles: (con seriedad) Esto no es normal, Amy. Hay algo que está drenando la vida del planeta.

Sin perder más tiempo, Amy corrió hacia el comunicador y trató de contactar a Sonic y Tails. Su voz estaba llena de preocupación mientras trataba de mantener la calma.

Amy: Sonic, Tails... ¡Hay algo muy malo ocurriendo aquí!

Sonic, al otro lado de la línea, respondió rápidamente.

Sonic: ¿Qué pasa, Amy?

Metal Sonic, que estaba a su lado, permanecía en silencio, pero sus ojos brillaban intensamente. Algo en su programación le indicaba que lo que estaba ocurriendo tenía que ver con la máquina de Eggman.

Metal Sonic: (frustrado) Debí haber detenido esto antes... Pero al ser controlado por los Zetis, perdí demasiado tiempo.

Amy: (con voz temblorosa) No lo sé, Sonic, es como si... el cielo estuviera succionando la vida del mundo. Las plantas, los animales, incluso el aire... todo parece frío y muerto.

Sonic, siempre optimista, trató de tranquilizarla.

Sonic: ¡Manténganse a salvo ahí! Tails y yo averiguaremos qué está pasando e intentaremos detenerlo.

De pronto, un destello azul apareció en el cielo, iluminando el horizonte con una luz cegadora. Amy y Knuckles lo vieron desde su puesto, y ambos quedaron atónitos.

Knuckles: (confundido) ¿Qué... qué fue eso?

Sonic, al otro lado de la línea, notó la inquietud en la voz de Amy.

Sonic: ¿Amy, qué acaba de pasar?

Amy: (sorprendida) Un campo azul... apareció en el cielo de repente. No sé lo que es, pero parece estar cubriendo todo.

En ese momento, una voz desconocida, pero extrañamente familiar, resonó dentro de la cabeza de Metal Sonic. Era una voz similar a la de Tails, pero tenía una tonalidad diferente.

Prower: (en la mente de Metal Sonic) Supongo que fui yo.

Metal Sonic se detuvo de golpe, sorprendido. Miró a su alrededor, intentando encontrar la fuente de la voz, pero sabía que venía desde dentro de su sistema.

Metal Sonic: (en voz baja) ¿Prower? ¿Eres tú?

Prower: (con calma) Sí, soy yo. Ese campo que ves lo creé yo. Debe durar lo suficiente, pero no será infinito. Detengan la máquina antes de que sea demasiado tarde.

Metal Sonic, agradecido por la intervención, asintió con determinación.

Metal Sonic: (seriamente) Gracias, Prower.

Prower: (con un tono ligeramente burlón) Ambos Fuimos bastante tontos por no pensans en la posibilidad de que los zetis te tomaran de esclavo... Cuando todo esto acabe, tendremos que hablar de algo serio.

Antes de que Metal Sonic pudiera responder, Prower desapareció de su mente, dejando una sensación de urgencia en el aire.

Eggman, que había estado observando el intercambio en silencio, se cruzó de brazos, frunciendo el ceño.

Eggman: (molesto) Tenemos un problema en común, muy grande, y solo juntos podremos solucionarlo.

Sonic, con su habitual sonrisa confiada, respondió sin titubeos.

Sonic: ¿Por qué? Tails, Metal Sonic y yo podemos arreglárnoslas contra esos Zetis.

Eggman: (enfadado) ¡No! No se trata solo de los Zetis. Ellos tienen una de mis creaciones bajo su control... y la están usando para algo mucho más peligroso de lo que jamás imaginé.

Tails, siempre curioso, preguntó con interés.

Tails: ¿Y para qué fue diseñada?

Eggman, molesto por la situación, golpeó a Orbot, quien a su vez golpeó la cabeza de Cubot. Acto seguido, un holograma apareció en el aire, mostrando un diseño detallado de la máquina.

Eggman: (explicando) La máquina fue creada para extraer energía del planeta, pero es muy inestable. Si alcanza toda su potencia, no podremos detenerla. Dejará el mundo seco y muerto.

Cubot, aún con la cabeza en las manos de Orbot, detuvo el holograma con un gesto torpe.

Sonic: (sorprendido) Eso es lo que Amy estaba describiendo...

Metal Sonic, consciente del tiempo limitado, habló rápidamente.

Metal Sonic: Por lo menos, ahora tenemos un poco más de tiempo gracias a Prower.

Tails, curioso, en parte por alguien con su mismo nombre miró a Metal Sonic.

Tails: ¿Quién es ese Prower del que hablas?

Metal Sonic: (fríamente) No importa ahora. Tenemos que detener esa máquina.

Tails miró a Sonic, quien ya estaba listo para enfrentarse a la nueva amenaza.

Tails: ¿Quieres ir y destruir la máquina?

Sonic, siempre confiado, asintió con entusiasmo.

Sonic: ¡Por supuesto! ¿Qué podría salir mal?

Tails suspiró, cansado de la actitud despreocupada de Sonic.

Tails: Siempre dices lo mismo, Sonic...

Eggman, irritado, intervino con una advertencia.

Eggman: (exasperado) Si quieres causar una explosión catastrófica que lo queme todo en un radio de 200 kilómetros, adelante, destruye la máquina.

Sonic, confundido, levantó una ceja.

Sonic: ¿No tiene un interruptor de apagado?

Eggman: No, ya no. Tenemos que llegar a la máquina y reprogramarla antes de que sea demasiado tarde. Yo aportaré mi genio, ustedes su fuerza bruta... y Metal Sonic puede ayudar con ambas cosas.

Metal Sonic: (serio) Ingenio, 50/50.

Tails, sarcástico, cruzó los brazos.

Tails: Gracias por preguntar nuestras opiniones, Eggman.

Sonic rió ante el comentario de Tails.

Sonic: Esa fue buena, Tails.

Eggman: (frustrado) ¡Despierta! ¡Esto es serio! A mí también me asquea tener que trabajar con mis peores enemigos, pero estamos enfrentando el fin del mundo.

Sonic, siempre dispuesto a bromear, añadió con una sonrisa.

Sonic: Trabajar contigo ya suena como el fin del mundo, Eggman.

Metal Sonic, con indiferencia, simplemente miró a los demás.

Metal Sonic: No me molesta trabajar con ustedes dos. De hecho, será interesante.

Sonic, listo para la acción, comenzó a caminar hacia la salida.

Sonic: Cuando esto acabe, voy a pasar horas en la ducha.

El grupo, conformado por Sonic, Metal Sonic, Tails, Eggman, Orbot (quien sostenía la cabeza de Cubot), se encaminó hacia la siguiente fase de su misión. Sabían que el tiempo corría en su contra y que, si no actuaban rápido, todo Mobius podría quedar reducido a un planeta sin vida.

con Amy y Knuckles

Amy y Knuckles estaban  observando con preocupación el cielo cada vez más oscuro y el aire enrarecido. A medida que la energía vital del planeta era drenada por la máquina extractora de los Zetis, la naturaleza misma parecía estar decayendo. Knuckles, con su habitual semblante serio, apretaba los puños, preparado para cualquier amenaza. Amy, por su parte, no podía evitar sentirse asustada. Todo lo que estaba ocurriendo le resultaba aterrador, y aunque confiaba en Sonic y en sus amigos, la incertidumbre era palpable.

De repente, un sonido en la distancia llamó su atención. Una figura se movía a gran velocidad entre los árboles, apenas visible a través de la densa vegetación. En cuestión de segundos, la figura emergió del bosque y se detuvo frente a ellos. Amy y Knuckles se quedaron boquiabiertos al ver quién era.

Frente a ellos estaba Prower. Su apariencia era sorprendentemente similar a la de Tails, pero con algunas diferencias clave. Llevaba una gabardina blanca, y su porte transmitía una mezcla de determinación y seriedad que contrastaba con el Tails al que estaban acostumbrados.

Knuckles: (con una ceja levantada) ¿Qué...? ¿Eres... Tails?

Amy se quedó en silencio, observando a Prower con asombro. No podía creer lo mucho que se parecía a su amigo de dos colas. Pero había algo diferente, algo más oscuro y maduro en su mirada.

Prower: (con una sonrisa melancólica) Puedo entender su sorpresa. A pesar de venir de diferentes universos, todavía me duele volver a ver a mis amigos... aunque, bueno, no sean exactamente los mismos.

Amy se adelantó, aún tratando de procesar lo que estaba viendo. Aunque todo esto era nuevo para ella, no podía ignorar lo extraño de la situación.

Amy: (curiosa) ¿Quién eres realmente?

Prower, relajado, dio un paso hacia ellos, su expresión ahora más calmada y segura.

Prower: Ya deberían saberlo al verme. Aunque si quieren una respuesta rápida, pueden llamarme... Prower.

Antes de que pudieran reaccionar completamente, la voz de Tails resonó a través del comunicador. Desde la distancia, el verdadero Tails, que estaba con Sonic y Metal Sonic, intervino rápidamente.

Tails: (en tono práctico) Llámenlo Prower. Y aunque estamos en una situación delicada, él puede ayudar.

Knuckles y Amy intercambiaron miradas. Aunque esto era confuso, sabían que si Tails confiaba en él, ellos también podían hacerlo. Prower, por su parte, parecía dispuesto a ofrecer su asistencia.

Amy, siempre curiosa, no pudo evitar fijarse en la vestimenta de Prower. Su gabardina blanca y su atuendo formal contrastaban fuertemente con el ambiente relajado y práctico de los demás héroes de Mobius.

Amy: (sonriendo un poco) ¡Vaya! ¿De dónde sacaste ese traje? No es algo que se vea todos los días.

Prower bajó la mirada hacia su gabardina y traje, como si hasta ese momento no se hubiera percatado de lo diferente que era su atuendo.

Prower: (con una pequeña risa) ¿Tiene algo de malo?

Amy negó con la cabeza, divertida por su actitud relajada.

Amy: No es eso... Solo me parece curioso. No estamos acostumbrados a ver a alguien con un traje elegante en medio de algo grave por salvar el mundo.

Prower asintió, aún con una leve sonrisa en el rostro, pero rápidamente volvió a la seriedad del momento. Sabía que el tiempo no estaba de su lado.

Prower: (con tono firme) El escudo que creé no podrá soportar el ataque de la máquina para siempre. Lo hice para ganar tiempo, pero no es invulnerable. Solo podemos esperar y confiar en que Sonic, Tails y Metal Sonic detendrán esa máquina antes de que sea demasiado tarde.

Knuckles cruzó los brazos, todavía evaluando a Prower. Aunque confiaba en sus habilidades, su naturaleza protectora y desconfiada le impedía aceptar plenamente la presencia de este nuevo "Tails" sin más preguntas.

Knuckles: (serio) ¿Y qué pasa si fallan? ¿Qué haremos entonces?

Prower miró a Knuckles directamente a los ojos, su expresión determinada y calmada.

Prower: (con franqueza) Si fallan, tendré que idear algo más. Pero de momento, lo mejor que podemos hacer es confiar en ellos y estar preparados. Porque si llegamos a ese punto, necesitaremos todas nuestras fuerzas para detener a los Zetis.

Amy asintió, claramente preocupada, pero intentando mantener la calma. El peso de la situación era innegable, y aunque confiaba en Sonic y Tails, sabía que esta vez estaban enfrentando algo mucho más grande de lo habitual.

Amy: (con voz suave) Espero que puedan hacerlo... La idea de que el planeta entero esté en peligro me asusta.

Prower puso una mano sobre el hombro de Amy, intentando ofrecer algo de consuelo. Aunque provenía de otro universo, entendía bien lo que ella sentía.

Prower: (con una sonrisa tranquila) Lo harán, Amy. Lo harán.

Mientras hablaban, el cielo se oscurecía cada vez más, y el escudo creado por Prower brillaba tenuemente en la distancia, protegiendo lo que quedaba de la energía vital del planeta. Aunque todos sabían que estaban en una carrera contra el tiempo, no quedaba más que esperar el resultado del enfrentamiento entre Sonic, Tails, Metal Sonic y los Zetis.

Prower, Amy y Knuckles permanecieron en silencio, observando el horizonte con atención, listos para actuar si la situación empeoraba. Sabían que el destino de Mobius estaba en manos de sus amigos, pero también que su lucha aún no había terminado.

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