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lost word parte 5

El cielo estaba despejado en Tropical Coast, con el sol brillando sobre las palmeras y el océano resplandeciendo a lo lejos. Era un escenario pacífico, pero esa paz pronto se vio interrumpida por el grupo que caminaba a través de la jungla. Orbot sostenía la cabeza de Cubot, quien seguía parloteando sin cesar, aunque con una voz claramente distorsionada.

Orbot: Pobre de Cubot... Éramos tan unidos... (suspira con tristeza).

Cubot: (con una voz distorsionada) ¡Mi chip de voz se ha vuelto a desafinar! ¡Esto es peor que la última vez!

Eggman, que caminaba a la cabeza del grupo, giró bruscamente hacia ellos con el ceño fruncido.

Eggman: ¡Deberías darle las gracias a Sonic por eso! ¡Él lo arruinó todo! ¡La Caracola Cacofónica era lo único que mantenía a raya a esos seis lunáticos!

Tails, que caminaba al lado de Sonic, observaba la pantalla de su tableta amarilla, analizándola mientras caminaban. Levantó la vista para dirigirse a Eggman.

Tails: Por lo que he podido analizar, parece ser un tipo de inhibidor de origen natural para sus poderes. Es bastante doloroso para esos seres, ¿verdad?

Eggman: (gruñendo) Y extremadamente raro, también. Los Zetis son capaces de manipular los campos magnéticos a su alrededor, y eso incluye hacer que las máquinas y otras cosas electrónicas hagan lo que ellos quieran.

Sonic, con los brazos cruzados, miró a Eggman con una mezcla de curiosidad y escepticismo.

Sonic: ¿Es por eso que Metal Sonic Comenzo a obedecer Tus órdenes?

Eggman: Exactamente. Pero algo raro sucedió antes de que los Zetis se rebelaran... Metal Sonic... (Eggman se rasca la cabeza, confundido). Se golpeó la cabeza tan fuerte que se hizo un agujero. Es como si estuviera intentando romper el control que los Zetis implantaron en él...

Sonic y Tails se miraron entre sí, ambos sorprendidos por las palabras de Eggman.

Tails: ¿Es posible que Metal Sonic estuviera intentando liberarse de ese control?

Eggman: (negando con la cabeza) No lo sé... Pero lo que sí sé es que yo controlaba la capacidad de los Zetis con la Caracola... (señala a Sonic con furia) ¡Y tú, Sonic, en tu infinita estupidez, lo arruinaste todo como siempre!

Sonic, que no podía dejar pasar la oportunidad de responder con una broma, se acercó a Eggman con una sonrisa burlona.

Sonic: Oh, vamos, Eggman. ¿Por qué no te pierdes de una vez y nos dejas a Tails y a mí encargarnos de esto?

Eggman, sin embargo, no estaba de humor para bromas.

Eggman: (caminando al lado de Sonic) Espero que los Zetis te den una paliza, erizo imbécil.

Sonic, siempre el bromista, levantó la mano en señal de burla.

Sonic: ¡Levanten la mano si creen que Eggman es un idiota con todas las letras y un burro!

Tails, que no podía resistirse a la diversión, también levantó la mano.

Tails: Bueno, no hay duda... Eggman es un idiota y burro por unanimidad.

Cubot, desde las manos de Orbot, también intentó levantar su mano.

Cubot: (con su voz distorsionada) ¡Yo también voto!

Eggman, enrojeciendo de furia, gritó mientras apretaba los puños.

Eggman: ¡Yo no voté!

Antes de que Eggman pudiera continuar su rabieta, un destello metálico apareció frente a ellos. Metal Sonic se materializó en el camino, su cuerpo reflejando la luz del sol mientras sus ojos rojos brillaban con una intensidad amenazante. Sonic y Tails gritaron su nombre al unísono.

Sonic y Tails: ¡Metal Sonic!

El robot se quedó quieto, observando a Eggman con una mirada fija. La tensión en el aire era palpable, y Eggman, por primera vez en mucho tiempo, sintió un escalofrío de miedo recorrer su espalda.

Eggman: (titubeando) ¿M-Metal Sonic?

Sin previo aviso, Metal Sonic se lanzó hacia Eggman, propinándole un golpe devastador en el estómago. Eggman cayó de rodillas, jadeando por el dolor mientras el aire se le escapaba de los pulmones. Orbot y Cubot, ambos temblando, miraron a Metal Sonic con temor.

Orbot: ¡A-Alto! ¡Espera!

Cubot: (con su voz distorsionada) ¡Nosotros no hicimos nada!

Metal Sonic, ignorándolos, dirigió su atención hacia Sonic y Tails. Sin darle tiempo a Sonic para reaccionar, el robot se movió con una velocidad increíble, esquivando el Spin Dash que Sonic había lanzado en su dirección. En un abrir y cerrar de ojos, Metal Sonic agarró a Tails por el cuello, levantándolo del suelo.

Sonic: ¡Metal Sonic! ¡Déjalo ir!

Sin mostrar piedad, Metal Sonic lanzó a Tails con brutalidad contra Sonic, enviando a ambos rodando por el suelo y dejándolos algo magullados. Sonic rápidamente se levantó, ayudando a Tails a ponerse de pie.

Sonic: (preocupado) ¿Estás bien, Tails?

Tails: (jadeando) Sí, estaré bien... Solo necesito un momento.

Desde el suelo, Eggman, todavía recuperándose del golpe, levantó la voz hacia Sonic.

Eggman: (con dificultad) ¡Sonic! Si quieres que Metal Sonic escuche razones... tendrás que derrotarlo.

Sonic, a pesar de la gravedad de la situación, no pudo evitar esbozar una sonrisa confiada.

Sonic: No hay problema. Después de todo, es un amigo al que salvar.

Con un destello de energía, Metal Sonic activó su transformación, cambiando a su forma de "caballero". Su nueva apariencia era imponente, con una armadura aún más resistente y afilada que antes. Sonic, Tails, Eggman, Orbot, y hasta la cabeza de Cubot observaron con asombro.

Tails: (boquiabierto) ¡No puede ser!

Eggman: (susurrando) Esto es... esto es imposible...

Sonic y Metal Sonic se acercaron lentamente, quedando frente a frente. Sonic, en sus pensamientos, recordó todas las batallas que había tenido contra su rival metálico. Esto le hacía recordar viejos tiempos, pero ahora, en lugar de ser enemigos, Metal Sonic era un amigo controlado por alguien más.

Sonic: (en sus pensamientos) Esto es diferente... Ahora, no es solo una pelea. Es un rescate.

Metal Sonic no esperó más y lanzó una ráfaga de golpes hacia Sonic, quien apenas pudo esquivarlos. El metal resonaba cada vez que Sonic se movía, y la velocidad de Metal Sonic era abrumadora. A cada golpe que intercambiaban, el terreno bajo sus pies se fragmentaba, enviando rocas y escombros volando en todas direcciones.

Sonic: (esquivando) ¡Vamos, Metal! ¡No tienes que hacer esto!

Sonic sintió que esas palabras resonaban en su mente, un eco distante de la verdadera esencia de Metal Sonic luchando por salir. A pesar de la ferocidad de los ataques, Sonic sabía que todavía había una oportunidad de salvarlo. Con cada movimiento, intentaba conectarse con el robot, recordándole los tiempos que habían compartido.

Sonic: (bloqueando un ataque) ¡Metal, sé que estás ahí dentro! ¡Recuerda quién eres!

Metal Sonic retrocedió brevemente, como si algo en las palabras de Sonic hubiera penetrado su control. Sin embargo, rápidamente se recuperó, su armadura reluciendo con un brillo ominoso mientras se lanzaba de nuevo al ataque.

Sonic, sintiendo el peso de la lucha, se lanzó hacia Metal Sonic con una velocidad renovada. Ambos chocaron con una fuerza tremenda, creando una onda de choque que sacudió los árboles a su alrededor. Sonic sabía que no podía seguir esquivando para siempre; necesitaba encontrar una manera de romper el control que los Zetis tenían sobre su amigo.

Tails, desde la distancia, observaba con el corazón en la garganta. Sabía que Sonic estaba en desventaja, pero también sabía que su amigo nunca se rendiría.

Tails: (murmurando) Sonic... tienes que hacerlo... tienes que salvarlo.

Sonic esquivó una embestida final de Metal Sonic, aprovechando el impulso del robot para contraatacar con un Spin Dash que lo golpeó directamente en el torso. Metal Sonic se tambaleó, sus sistemas sobrecargados por el conflicto interno y los ataques externos. Sonic, respirando con dificultad, se acercó lentamente, extendiendo una mano hacia su amigo.

Sonic: (con voz suave) Metal... puedes hacerlo... puedes liberarte.

Metal Sonic tembló, la palabra "Libertad" resonando en su mente una y otra vez. La desesperación en sus ojos brillantes se intensificó, hasta que finalmente, en un último y desesperado intento, lanzó un ataque hacia Sonic. Este lo esquivó por poco, pero cuando se giró para contraatacar, vio algo inesperado.

Metal Sonic se detuvo en seco, sus movimientos erráticos y sus luces parpadeando. La palabra "Libertad" resonaba cada vez más fuerte en su mente, como un tambor que martilleaba incesantemente. Finalmente, algo dentro de Metal Sonic pareció romperse, y en un estallido de energía, el control de los Zetis se rompió.

Metal Sonic cayó de rodillas, su cuerpo temblando mientras su sistema se reiniciaba. Sonic y Tails se acercaron con cautela, sin saber si el control había sido completamente eliminado.

Sonic: (con voz suave) Metal... ¿estás bien?

Metal Sonic levantó la cabeza, sus ojos rojos ahora brillando con una luz más suave, menos amenazante. Aunque no podía hablar en ese instante, el mensaje era claro. Había recuperado su libre albedrío.

Eggman, sorprendido y aliviado a la vez, se acercó con cautela.

Eggman: (con voz temblorosa) Metal Sonic... ¿me escuchas?

Metal Sonic asintió ligeramente, pero no se movió de su posición. Había recuperado su libertad, pero el costo había sido alto. Eggman se arrodilló junto a él, colocando una mano en su hombro metálico.

Metal Sonic: (con voz distorsionada, pero clara) Primero... libertad... (pausa y después con más fuerza) ¡Por fin me liberé!

Sonic, con una sonrisa de alivio, observó cómo su amigo robótico finalmente había roto sus cadenas.

Sonic: (sonriendo) Bien hecho, Metal. Sabía que podías hacerlo.

Eggman: (con una mezcla de alivio y preocupación) Bienvenido de vuelta, mi creación...

Sonic y Tails observaban en silencio, sabiendo que habían logrado algo más que una simple victoria. Habían rescatado a un amigo de las garras del control, devolviéndole la libertad que tanto anhelaba.

Sonic: (con una sonrisa) Parece que al final, todos ganamos.

Tails: (asintiendo) Sí, Sonic. Pero ahora tenemos un nuevo reto... Derrotar a los Zetis y asegurarnos de que esto no vuelva a suceder.

Sonic: (con determinación) No hay problema. Con Metal Sonic de nuestro lado, esos Zetis no tendrán ninguna oportunidad.

Con Metal Sonic de vuelta en su equipo, Sonic, Tails, y Eggman sabían que la batalla contra los Zetis sería difícil, pero no imposible. Juntos, podrían enfrentarse a cualquier desafío que se les presentara. La historia de la libertad de Metal Sonic no había terminado; era solo el comienzo de un nuevo capítulo, uno donde la esperanza y la determinación los guiarían hacia la victoria.

En el cálido y húmedo clima de Tropical Coast, la tensión era palpable. Metal Sonic acababa de recuperar el control de su mente después de una ardua lucha interna. Delante de él, se encontraban Sonic, Tails, Eggman, Orbot y la cabeza de Cubot, cada uno con expresiones que oscilaban entre la sorpresa y la cautela. El silencio en el grupo era pesado, como si todos estuvieran esperando el próximo movimiento de Metal Sonic.

El aire en Tropical Coast era espeso con la tensión. Después del reciente enfrentamiento con los Zetis y la traición de Metal Sonic, el grupo se encontraba en un momento de incertidumbre. Metal Sonic, habiendo recuperado su libre albedrío, permanecía en silencio, observando a los demás con sus ojos rojos ahora llenos de algo más que frialdad: conciencia.

Sonic, Tails, Eggman, Orbot y la cabeza de Cubot estaban reunidos frente a él. Tails, con su tableta en mano, fue el primero en romper el silencio, tomando la iniciativa para explicar la situación.

Tails: Metal Sonic, acabas de recuperar el control. No sé cuánto recuerdas, pero los Zetis lograron manipular tu sistema mediante el control de los campos magnéticos. Eggman intentó mantenerlos a raya con la Caracola Cacofónica, pero Sonic... bueno, Sonic se la quitó.

Metal Sonic miró a Sonic, sus ojos centelleando con una mezcla de reconocimiento y crítica. Durante unos segundos, el silencio se hizo aún más pesado hasta que Metal Sonic finalmente habló.

Metal Sonic: Eso fue muy estúpido de tu parte, Sonic.

Sonic, acostumbrado a los comentarios sarcásticos de su viejo rival, no pudo evitar soltar una pequeña sonrisa.

Sonic: Esperaba algo más que escucharte decir eso.

Metal Sonic: (respondiendo rápidamente) Tienes razón. Primero, debo agradecerte por haberme ayudado a recuperar mi libertad.

Sonic levantó una ceja, sorprendido por la gratitud de Metal Sonic. No era algo que esperaba escuchar.

Metal Sonic: Sin embargo, atacar sin pensar... eso fue realmente estúpido.

Sonic: (en sus pensamientos) Al menos me agradeció por salvarlo.

El ambiente se relajó un poco con esa pequeña interacción. Tails, aún preocupado, decidió continuar.

Tails: ¿Sabes algo de lo que están planeando los Zetis? Necesitamos cualquier información que puedas tener.

Metal Sonic negó con la cabeza, un gesto simple pero que llevaba el peso de su situación. A pesar de su nueva libertad, estaba tan en la oscuridad como ellos respecto a los planes de los Zetis.

Mientras tanto, en otro lugar de la vasta isla, Zavok estaba sumido en sus pensamientos, contemplando su próximo movimiento. A su lado, Zomom estaba sentado sobre una roca, devorando un enorme emparedado y ya listo para empezar con otro. Zazz, en cambio, miraba el suelo con una expresión oscura y pensativa, claramente frustrado por los recientes fracasos.

El silencio fue roto por una voz anciana pero llena de autoridad, que resonó en el lugar.

Maestro Zik: Veo que pasar jugosas tardes cuidando humildemente mi jardín tendrá que esperar... Tendré que ocuparme de cosas que superan el alcance de los demás.

Zavok, respetuoso pero firme, giró hacia el Maestro Zik, el miembro más anciano y sabio de los Mortíferos Seis.

Zavok: Maestro Zik, le ruego que semejante tarea no es digna de su atención. No debe tomarle importancia.

El Maestro Zik, con una sonrisa que no dejaba lugar a dudas sobre su destreza, movió su bastón con rapidez. En un solo movimiento, lanzó el bastón con precisión hacia Zazz, quien apenas tuvo tiempo de esquivarlo. El bastón pasó rozando su cabeza, lo suficientemente cerca como para hacerle sentir el viento de su paso.

Zazz: ¡Hey!

Antes de que Zazz pudiera reaccionar, el Maestro Zik cayó ágilmente sobre Zomom, quitándole su otro emparedado en un abrir y cerrar de ojos. Sin perder el ritmo, golpeó a Zazz con fuerza y, en un movimiento final, metió el emparedado en la boca de Zazz, dejándolo aturdido y cayendo de espaldas al suelo.

Zomom observó la escena sin saber qué pensar, mientras el Maestro Zik se apoyaba en su bastón, mostrando que, a pesar de su avanzada edad, seguía siendo una fuerza a tener en cuenta.

Maestro Zik: (saltando nuevamente, esta vez aterrizando a centímetros de Zavok) Me vendrá bien mover estos viejos huesos.

Con un gesto de su mano, Maestro Zik atrajo su bastón con sus poderes, haciéndolo regresar a su mano con gracia. El bastón pasó por encima de Zazz, quien aún estaba en el suelo con el emparedado de Zomom incrustado en su boca.

Maestro Zik: (dirigiéndose a la puerta) Si lo veo, traeré a esa máquina de color azul.

Zavok: (asintiendo) Metal Sonic será tuyo para que te encargues de él, Maestro Zik.

El Maestro Zik salió de la sala, dejando a los otros Zetis en un silencio reflexivo. Sabían que su maestro no tomaba esas decisiones a la ligera. Si él iba tras Metal Sonic, entonces era porque la situación lo requería. Zavok, Zomom y Zazz intercambiaron miradas; la siguiente fase de su plan requeriría toda su fuerza y astucia, y ya no había espacio para errores.

De regreso con el grupo de Sonic, la conversación continuaba mientras Eggman observaba la situación con creciente impaciencia.

Eggman: (con los brazos cruzados) No tenemos tiempo que perder. Esos Zetis no se quedarán quietos por mucho tiempo.

Sonic: Y supongo que esta vez quieres que nos encarguemos nosotros, ¿verdad, Eggman?

Eggman: (con un gruñido) Habría preferido tener la Caracola para mantener a esos lunáticos bajo control, pero supongo que tendré que confiar en ustedes... por ahora.

Orbot, que aún sostenía la cabeza de Cubot, se adelantó.

Orbot: (con tono diplomático) Bueno, al menos ahora Metal Sonic está de nuestro lado... ¿Verdad, Metal Sonic?

Metal Sonic asintió una vez más, aunque su rostro seguía siendo impenetrable. Había vuelto a ser él mismo, pero la lucha interna por liberarse del control de los Zetis había dejado huella.

Sonic: (sonriendo) ¡Entonces, es hora de patear traseros de Zetis!

Tails: (asintiendo) ¡Vamos a asegurarnos de que no puedan volver a controlar a nadie más!

El grupo se puso en marcha, dejando atrás las dudas y los temores. Ahora, con Metal Sonic libre y de su lado, tenían una oportunidad real de enfrentarse a los Zetis y detener sus planes. Pero todos sabían que la batalla que les esperaba sería una de las más difíciles que jamás habían enfrentado.

Mientras avanzaban por la jungla de Tropical Coast, Sonic no pudo evitar lanzar una última mirada hacia Metal Sonic. Sabía que, aunque su viejo rival estaba de su lado por ahora, la naturaleza impredecible de su relación siempre significaba que cualquier cosa podría pasar.

Sonic: (pensando) Esto va a ser interesante...

Metal Sonic, sin embargo, se mantenía enfocado en lo que tenía que hacer. Su única preocupación en ese momento era asegurarse de que los Zetis no pudieran volver a tomar el control de su sistema. Para él, la verdadera lucha apenas comenzaba.

El grupo siguió adelante, listos para enfrentarse a cualquier cosa que se interpusiera en su camino. Sabían que la isla guardaba muchos peligros, pero con cada paso que daban, se acercaban más a poner fin a la amenaza de los Zetis de una vez por todas.

Y así, el destino de Tropical Coast y el mundo entero se encontraba en las manos de Sonic, Tails, Eggman, y un renacido Metal Sonic, quienes juntos se disponían a librar la batalla final contra los Mortíferos Seis.

El aire cálido de Tropical Coast llenaba los pulmones de Sonic mientras él y Metal Sonic se deslizaban entre la densa vegetación de la isla. A pesar de la tensión de los últimos eventos, Sonic no podía evitar sentirse revitalizado por la sensación de la brisa salada del mar y el sonido distante de las olas rompiendo contra las rocas. Sin embargo, la paz de ese paisaje pronto se rompió cuando él y Metal Sonic, separados de Tails y Eggman en medio de la jungla, llegaron a un área más abierta. Delante de ellos, las Islas Flotantes se elevaban majestuosas en el horizonte, con sus exuberantes colinas verdes y caídas de agua que parecían desafiar las leyes de la gravedad.

Sonic sabía que este lugar no era solo una maravilla natural. Las Islas Flotantes eran famosas por sus paisajes paradisiacos, pero también por los numerosos desafíos que escondían. Con Metal Sonic a su lado, Sonic se sentía preparado para cualquier cosa. Sabía que, en este momento, cada rincón de la isla podía ocultar una trampa o un enemigo preparado para atacar.

Mientras avanzaban, la vegetación comenzó a abrirse, revelando una amplia plataforma natural que conectaba varias de las islas flotantes. Los puentes de piedra y vegetación entre las islas parecían suspendidos en el aire, formando caminos sinuosos y peligrosos. Sin embargo, algo no estaba bien. Sonic sintió una ligera vibración en el suelo, y antes de que pudiera reaccionar, una sombra apareció sobre ellos.

El Maestro Zik, el miembro más anciano y experimentado de los Mortíferos Seis, descendió desde el cielo con la gracia y agilidad de un guerrero veterano. A pesar de su apariencia frágil y su avanzada edad, su presencia emanaba una fuerza silenciosa y letal. Con su bastón en mano y una expresión que reflejaba siglos de conocimiento, Zik había venido a probar las habilidades de Sonic y su contraparte metálica.

Sonic y Metal Sonic, sin necesidad de palabras, se posicionaron para el combate. La tensión en el aire era palpable, y ambos sabían que este no sería un enfrentamiento cualquiera. Zik, con una calma inquietante, comenzó a moverse en círculos alrededor de ellos, analizando cada uno de sus movimientos. Sus ojos brillaban con una inteligencia aguda, buscando cualquier debilidad que pudiera explotar.

Con un salto ágil, Zik se lanzó al ataque. Aunque su cuerpo era pequeño y ágil, sus movimientos eran precisos y letales. Con una velocidad sorprendente, lanzó su bastón hacia Sonic, quien apenas tuvo tiempo de esquivar. El bastón golpeó el suelo con una fuerza inesperada, creando una grieta en la tierra. Sonic, sin perder tiempo, respondió con un Spin Dash, lanzándose hacia Zik a gran velocidad. Pero el anciano guerrero anticipó el movimiento y saltó hacia una de las islas flotantes, esquivando el ataque con facilidad.

Metal Sonic, observando la estrategia de Zik, decidió atacar por su cuenta. Con un destello de luz, se lanzó hacia el Maestro Zik, sus propulsores rugiendo mientras se dirigía a gran velocidad. Zik, mostrando una vez más su destreza, utilizó su bastón para desviar el ataque, empujando a Metal Sonic hacia el borde de la isla flotante. Pero Metal Sonic no era fácil de derribar. Con un rápido ajuste, estabilizó su vuelo y volvió al ataque, lanzando una serie de golpes que Zik esquivó con una destreza que no parecía propia de alguien de su edad.

La batalla se intensificó rápidamente. Zik comenzó a usar las propiedades únicas de las islas flotantes a su favor, saltando de una a otra con agilidad y utilizando su entorno para confundir a sus oponentes. Sonic y Metal Sonic se vieron obligados a seguirlo, persiguiéndolo a través de puentes estrechos y salientes peligrosos. La velocidad de Sonic le permitió mantenerse al día con los movimientos rápidos de Zik, mientras que Metal Sonic usaba sus propulsores para cerrar la distancia cada vez que Zik intentaba ganar terreno.

A medida que la batalla continuaba, Zik comenzó a mostrar más de sus habilidades. Utilizando su control sobre el entorno y su bastón, creó ilusiones que confundieron a Sonic y Metal Sonic, haciéndoles creer que estaban siendo atacados desde múltiples direcciones. Las imágenes de Zik aparecían y desaparecían, mientras el verdadero Zik se movía sigilosamente entre las sombras, lanzando ataques rápidos y precisos.

Sonic, concentrado en no caer en las ilusiones, se mantuvo en movimiento constante, utilizando su velocidad para mantenerse fuera del alcance de los ataques de Zik. Cada vez que se acercaba lo suficiente, lanzaba un ataque rápido, solo para encontrar que Zik ya había desaparecido, dejando una imagen residual en su lugar. Metal Sonic, por otro lado, intentaba usar su fuerza bruta para romper las ilusiones, golpeando con poderosas descargas de energía que sacudían las islas flotantes y enviaban rocas volando en todas direcciones.

El combate continuó a través de las islas flotantes, llevando a los tres combatientes por estrechos puentes, cavernas ocultas y salientes traicioneras. Zik demostró ser un oponente astuto y calculador, utilizando cada elemento del entorno a su favor. En un momento dado, utilizó su bastón para derribar una cascada de rocas sobre Sonic, obligándolo a esquivar rápidamente para evitar ser aplastado. Metal Sonic, viendo la oportunidad, lanzó un ataque de energía hacia Zik, pero el anciano guerrero lo desvió con su bastón, enviando la energía de vuelta hacia Metal Sonic, quien tuvo que desviar su vuelo para evitar ser golpeado.

La batalla alcanzó su punto culminante en la cima de una de las islas flotantes más grandes. Allí, la vegetación era densa, y la vista panorámica del océano y las islas circundantes ofrecía un escenario épico para el combate final. Sonic y Metal Sonic, a pesar de su esfuerzo conjunto, se encontraron cada vez más frustrados por la habilidad de Zik para anticipar sus movimientos y contrarrestar sus ataques.

Zik, por su parte, se mantuvo en calma, utilizando su experiencia para desgastar a sus oponentes. Sabía que no necesitaba derrotarlos, solo poner a prueba sus habilidades y resistencia. Cada movimiento que hacía estaba diseñado para desafiar a Sonic y Metal Sonic de manera diferente, obligándolos a adaptarse y cambiar de estrategia constantemente.

Finalmente, después de un intercambio particularmente intenso de golpes y ataques, Zik decidió que había visto lo suficiente. Con un movimiento rápido, retrocedió a una de las islas flotantes más pequeñas y elevadas, alejándose de Sonic y Metal Sonic. Desde esa posición elevada, observó a sus oponentes con una mirada que mezclaba aprobación y cautela.

Sonic y Metal Sonic, aunque agotados, se mantuvieron en guardia, esperando el próximo movimiento de Zik. Sin embargo, el Maestro Zik simplemente inclinó la cabeza en señal de respeto, reconociendo las habilidades de ambos. No necesitaba palabras para comunicar lo que había descubierto: Sonic y Metal Sonic eran oponentes formidables, capaces de enfrentarse a cualquier desafío que los Mortíferos Seis pudieran lanzarles.

Con una agilidad que desmentía su edad, Zik se alejó rápidamente, saltando de una isla flotante a otra hasta desaparecer en la distancia. Sonic y Metal Sonic, aunque tentados a perseguirlo, sabían que no valía la pena. Zik había logrado lo que quería: evaluar sus capacidades y comprender mejor a sus enemigos. Sabían que, aunque Zik se había retirado, la verdadera batalla aún estaba por llegar.

Sonic, respirando profundamente, miró a Metal Sonic, ambos compartiendo un entendimiento tácito. Sabían que la lucha contra los Zetis estaba lejos de terminar, y que necesitarían toda su fuerza y habilidades para enfrentarse a los próximos desafíos.

Con Zik fuera de escena, Sonic y Metal Sonic se dieron la vuelta, listos para reunirse con Tails y Eggman. Sabían que su enfrentamiento con los Mortíferos Seis estaba lejos de concluir, pero ahora tenían una mejor idea de lo que estaban enfrentando. El Maestro Zik había probado sus habilidades, y aunque se había retirado, la batalla había servido para fortalecer su determinación.

El sol comenzaba a descender en el horizonte, proyectando largas sombras sobre las islas flotantes mientras Sonic y Metal Sonic avanzaban. La calma que se había instalado tras la partida de Zik era solo temporal. Sabían que pronto, el resto de los Mortíferos Seis seguirían con sus propios desafíos, y que la lucha por el control de Tropical Coast estaba lejos de haber terminado.

Sonic, siempre optimista, sintió que el enfrentamiento con Zik había sido una especie de preludio. Un calentamiento antes de la verdadera batalla que estaba por venir. Mientras continuaban su camino, Sonic no pudo evitar sonreír ante la idea de lo que les esperaba. Sabía que con Metal Sonic a su lado, tendrían una oportunidad real de enfrentarse a los Zetis y salir victoriosos.

En las alturas, sobre una de las islas más alejadas, el Maestro Zik observaba a los dos erizos mientras se alejaban. Sabía que sus capacidades eran formidables, pero también que los desafíos que aún enfrentarían serían los más difíciles de sus vidas. Con una mirada de contemplación, Zik desapareció entre las sombras de la isla, listo para informar a sus compañeros sobre lo que había descubierto.

MIentras tanto Dentro de la Base Dañada de Metal Sonic

La base de Metal Sonic, una vez imponente fortaleza tecnológica, ahora mostraba signos claros de la reciente batalla con la G.U.N. Las paredes estaban marcadas por los impactos de armas pesadas, y varias secciones habían colapsado, dejando escombros y cables expuestos. Luces parpadeantes y chispas ocasionales eran testigos de la devastación sufrida.

Prower se encontraba delante de una consola central, observando los informes de daños en una pantalla holográfica. Sus ojos se movían rápidamente por las líneas de datos, tratando de evaluar la situación lo más objetivamente posible, aunque su mente estaba llena de preocupaciones.

Prower: (murmurando para sí mismo) Maldita sea... 45% de daño en la estructura de la base. (suspira) Y un 40% de bajas en nuestras fuerzas.

En la pantalla, los números y gráficos mostraban la magnitud del ataque. Un 38% de las bajas correspondían a los modelos más básicos de los droides, esos que habían sido desplegados en primera línea como carne de cañón. Pero lo que realmente preocupaba a Prower era el 2% de bajas entre los droides mejorados, aquellos que representaban una inversión considerable en términos de recursos y tecnología avanzada.

Prower: (apretando los puños) Esto no es una victoria. Es una victoria pírrica... Si vuelven a atacar, podría convertirse en una derrota total.

La tensión en su voz reflejaba la seriedad de la situación. La base estaba lejos de ser invulnerable, y cada recurso perdido significaba menos defensas para futuras incursiones.

Prower se llevó una mano a la cabeza, intentando concentrarse. Pero entonces, un pensamiento perturbador cruzó su mente, uno que no había considerado durante la batalla.

Prower: (pensando en voz alta) El batallón de G.U.N... ¿Metal Sonic habrá sido controlado por los Zetis?

El solo hecho de pensar en esa posibilidad lo hizo maldecirse a sí mismo por no haberlo considerado antes. Había estado tan enfocado en la defensa de la base y en la batalla en sí que no había prestado atención a la amenaza potencial que representaban los Zetis. ¿Qué pasaría si Metal Sonic, su líder, no llegaba a tiempo para detener el Extractor de Eggman antes de que comenzara a drenar la energía del planeta?

Prower: (golpeando la consola) ¡Idiota! ¿Cómo no pensé en eso antes?

Su mente se llenó de dudas y temores. La posibilidad de que Metal Sonic hubiera sido controlado por los Zetis era aterradora, pero lo que realmente lo preocupaba era la posibilidad de que Metal Sonic no llegara a tiempo para impedir los planes de Eggman. Si eso sucedía, todo el esfuerzo que habían puesto en defender la base sería en vano.

Prower: (en sus pensamientos) La tortura... la dejaré para después. Ahora, hay cosas más urgentes que hacer.

Con una determinación renovada, Prower se levantó y se dirigió hacia un gabinete cercano. De su interior, sacó una gabardina blanca, que colocó sobre sus hombros con un gesto decidido. Luego, de uno de los bolsillos interiores, extrajo una Esmeralda del Caos de color verde. La piedra brillaba con un resplandor etéreo, y su poder era palpable en el aire.

Prower: (mirando la Esmeralda) Esto es de lo poco que me llevé de mi universo... algo que no fue roto o destruido... algo relacionado a Shadow.

Sostuvo la Esmeralda por un momento, sintiendo su energía fluir a través de él. Sabía que necesitaría cada gota de poder que pudiera obtener para lo que estaba a punto de hacer. Con la Esmeralda en su mano, Prower se retiró del centro de comando y se dirigió rápidamente a la sección de fabricación de la base.

Mientras avanzaba por los pasillos dañados, las luces parpadeantes y los sonidos de los sistemas fallando eran un recordatorio constante de lo que estaba en juego. No tenía tiempo que perder. Sabía que debía actuar rápidamente si quería tener alguna esperanza de contrarrestar el Extractor de Eggman.

Prower: (murmurando mientras caminaba) Tengo que crear un dispositivo... algo que pueda interferir con la máquina de Eggman. Y también necesito un escudo... uno que pueda resistir el extracto de energía, aunque sea momentáneamente.

Llegó a la sala de fabricación, donde las máquinas aún zumbaban, listas para ser utilizadas. Los recursos eran limitados, pero Prower sabía que tenía que aprovechar al máximo lo que tenía. Se acercó a una consola de diseño y comenzó a introducir datos a toda velocidad. Su mente estaba en frenesí, calculando, analizando, y descartando ideas en cuestión de segundos.

Prower: (en voz alta) Necesito que este dispositivo sea capaz de interferir con los campos magnéticos que controlan el Extractor. Si puedo hacer que se desestabilice... eso nos dará tiempo.

Con la Esmeralda del Caos ahora colocada en un soporte especial, Prower comenzó a diseñar el núcleo del dispositivo. Sabía que el poder de la Esmeralda podría ser la clave para desbaratar los planes de Eggman. Sin embargo, también era consciente de que utilizar la Esmeralda implicaba riesgos. El dispositivo debía ser preciso y contener la energía, o de lo contrario, podría causar más daño que bien.

Mientras trabajaba, su mente no dejaba de pensar en las consecuencias de su situación actual. La base estaba en ruinas, sus fuerzas diezmadas, y el enemigo no solo estaba bien organizado, sino que también tenía la capacidad de manipular a uno de sus aliados más poderosos. El tiempo era un enemigo tanto como la G.U.N o los Zetis.

Prower: (resoplando) Un escudo... no tengo el tiempo ni los recursos para crear uno que pueda soportar el Extractor por completo. Pero... tal vez pueda hacer uno que dure lo suficiente.

En su mente, Prower trazó el diseño del escudo, visualizando cómo podría canalizar la energía de la Esmeralda para crear una barrera temporal que pudiera resistir el poder del Extractor. No era una solución perfecta, y sabía que estaba trabajando con tiempo prestado, pero era su única opción.

Prower: (mirando la Esmeralda) Es un riesgo, pero no tengo otra opción.

Las manos de Prower se movían con destreza mientras ensamblaba las partes del dispositivo. Las chispas volaban y los engranajes giraban mientras cada componente encajaba en su lugar. Su respiración se volvió más pesada a medida que el tiempo avanzaba, consciente de que cada segundo contaba.

Finalmente, después de lo que pareció una eternidad, el dispositivo estuvo listo. Era pequeño, compacto, pero irradiaba una energía formidable. Prower lo sostuvo frente a él, observando cómo las corrientes de energía verde de la Esmeralda fluían a través de los conductos y se canalizaban en un núcleo central.

Prower: (con una mezcla de alivio y preocupación) Esto tiene que funcionar.

Con el dispositivo en mano, Prower sabía que no podía quedarse en la base. Debía llevarlo al punto de extracción de Eggman y activarlo en el momento preciso. Sin embargo, la preocupación por Metal Sonic seguía presente en su mente. ¿Llegaría a tiempo? ¿O los Zetis ya habrían tomado el control?

Prower: (pensando) No puedo preocuparme por eso ahora... Necesito concentrarme en lo que puedo hacer.

Antes de salir de la sala de fabricación, Prower activó el sistema de intercomunicación de la base, enviando una señal de emergencia a las unidades restantes. Sabía que no podía defender la base solo, y que cualquier ayuda que pudiera recibir sería vital.

Prower: (hablando por el intercomunicador) A todas las unidades operativas: nos dirigimos al punto de extracción de Eggman. Prepárense para la evacuación y aseguren los recursos restantes. Esta podría ser nuestra última oportunidad.

Al cortar la transmisión, Prower sintió una ola de fatiga. La presión de la situación, combinada con la responsabilidad que sentía por la seguridad de sus aliados y la misión en sí, lo estaba afectando. Sin embargo, no había tiempo para descansar. La supervivencia del equipo y del planeta dependían de lo que hiciera en las próximas horas.

Prower: (susurrando para sí mismo) No fallaré... No puedo fallar.

Con esa última resolución, Prower se dirigió a la salida de la base, preparado para enfrentarse al siguiente desafío. Mientras avanzaba hacia el exterior, las puertas metálicas se cerraron detrás de él, sellando la base que ahora estaba en ruinas. Sabía que, si fallaba, no habría un lugar seguro al que regresar.

Prower: (en sus pensamientos) Metal Sonic, Yo de este universo, Sonic... espero que lleguen a tiempo. El destino de todos depende de ello.

Así, con la misión de salvar el planeta y a sus amigos de otro universo , Prower se embarcó en su camino, consciente de que cada paso lo acercaba más a la confrontación final. Sabía que, sin importar el resultado, estaba dispuesto a dar todo lo que tenía para proteger aquello en lo que creía.

Espero que les haya gustado 

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voten compartan y Hasta la proxima gente

meme final

(solo dire XD)

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