El dolor de cabeza era insoportable. Gulf podía sentir los latidos contantes en sus sienes y eso lo hacía achicar los ojos. Tanto le dolía la cabeza que no podía concentrarse en lo que le decía su amigo Apo. Las palpitaciones aumentaban y su resaca empeoraba.

Está era una de las cosas que Gulf odiaba de beber, al día siguiente todo lo bebido sacaba factura con filosas garras. Gulf estaba tentado a levantarse del sofá púrpura y dejar a su amigo hablando solo, pero este le daría la charla de buena cortesía y le diría algo como; ¡¿Donde están tus jodidos modales?! La mayoría del tiempo Apo actuaba como una madre regañona y a veces era frustrante, ni su mamá lo regañaba tanto como su amigo lo hacía.

Y un regaño con esta resaca de los mil demonios le haría doler más la cabeza. Gulf trataba de centrarse en el atractivo rostro de su amigo y asentir sin escuchar ni un pepino, pero se estaba haciendo difícil y quería acallar el dolor pulsante que le martillaba hasta los sesos. Entrecerró los ojos cuando las palpitaciones se volvieron más intensas y sin poder resistirlo cayo en el ancho sofá de color chillón y abrazo el rustico cojín con diseños de mariposas; como si este fuera mágico y pudiera quitarle el dolor con un abrazo.

—Gulf, Gulf, Gulf ¡Joder, Gulf! Siguiera me estás prestando atención—gruño enfadado.

Apo en estos momentos se sentía ofendido. Su amigo lo estaba ignorando de una manera muy descarada ¡Era el colmo de los jodidos colmos! Y el que solo quería alguien que lo escuchará y apaciguara su malestar porque si no ahorcaria a su jefe. El pomposo de trajecito rosa.

Gulf miro a su amigo con los ojos achicados y hundió la cabeza aún más en el ancho hueco del sofá.

—En realidad no te estoy prestando la más mínima atención—admitió muy tranquilo. Como si estuviera hablando del clima.

Apo cruzo los brazos y lo miro muy herido.

—Que manera más descarada de decirmelo—suspiro y lo señaló—Yo que vengo hablarte de mis problemas en el trabajo con mi podrido y excéntrico jefe y a ti simplemente te vale un comino—Apo miraba a Gulf como si quisiera perforarlo con los ojos. Si sus ojos caobas fueran rayos láser, Gulf ya estaría pulverizado.

Gulf resopló, una discusión era lo que menos quería con este horrible dolor de cabeza que se gastaba. Se acarició la sienes y decidió hablar para explicarle a su amigo el motivo por el cual no le estaba prestando atención.

—Sabes que amo escucharte despotricar por el idiota de tu jefe, es hilarante y siempre disfruto los peculiares sobrenombres que le pones, pero horita mi querido amigo el solo mantener una conversación me cuesta demasiado. Me duele mucho la cabeza.

Apo suavizó su semblante entendiendo el motivo y se sentó en el ancho sofá al lado de su adolorido amigo y le apretó la pierna.

—Estoy cansado de esta conducta tuya—la mirada juzgadora llenaba sus grandes y hermosos ojos—Debes detenerte de una vez por todas, Gulf.

Gulf miro a su amigo y volteo los ojos. Ya Gulf lo veía venir; la charla de mantén tu culo en casa y se más mojigato. A veces Gulf no comprendía la manera de ser de su amigo, este era tan recto, estricto y serio para ser un omega. Parecía un anciano y solo tenía 24 años. La vida era tan bella y Gulf sentía que Apo la desperdiciaba un poco.

—¿Cuál conducta? No entiendo—se hizo el desentendido—Mi vida es tan maravillosa, tan espléndida, tan genial—levanto las manos y trato de sonreír, pero a los breves minutos frunció el ceño al su cabeza palpitar más fuerte—¡Joder, este dolor de cabeza me va a volver loco!—casi gritó.

—Ojala te deje loco. En serio, Gulf, esto de vivir la vida al límite; beber y tener sexo con desconocidos, no es sano para ti. Como omega debes cuidarte de muchas cosas y una de ellas es quedar preñado—le recordó.

Gulf hizo una mueca ante la palabra preñado. ¿Quién en su sano juicio decía preñado?

—Querrás decir embarazado—corrigió sonriendo apenas.

—Déjame ser, me gusta decir preñado y preñado será—gruño.

—No puedes negar que la palabra es un poco rara viniendo de un omega como tú—se burló.

—Me vale, yo digo lo que se me de la gana, así que no desvies el tema jovencito.

—Siempre exageras todo, estoy bien con mi vida como esta. Quizás es un poco desenfrenada, pero me gusta y siempre me cuido al tener sexo... Y estas olvidando un pequeño detalle; los milagrosos condones existen mamá, así que no te preocupes—trato de apaciguar a su amigo, pero en cambio Apo se veía más exasperado.

—Me preocupó y no me digas que no lo haga, porque lo hago y lo seguiré haciendo. A veces no ves lo peligroso de las cosas, Gulf y por eso me preocupo aún mas...—se quedó pensativo y después prosiguió haciendo una pregunta—¿En cada sesión sexual que has tenido recientemente has usado condones?

Gulf lo pensó y lo pensó, pero el puto dolor evaporaba los recuerdos. Siguió tratando de hacer mente y aunque le dolía pensar y solo quería tragarse el frasco de pastillas que guardaba en su cocina a ver si el dolor menguaba un poco, analizó cada noche sexual en su cabeza.

—Bueno... Hubo ocasiones que no, pero acabaron afuera—dijo con simpleza.

Apo agarró su negro cabello dramáticamente halandolo. El día de hoy seguro quedaba calvo ¡Joder! ¿Por qué, Gulf tenía que ser un idiota? ¿Por qué? Se preguntaba Apo con mortificación.

—¡Joder! ¡Joder! ¡Joder!—Apo dio vueltas en el piso de madera y Gulf miro a su amigo lleno de confusión.

Gulf al sentirse muy confundido por la actitud que había tomado de repente su viejito amigo y con el insoportable dolor volviendolo atacar, no lo soporto, se levanto y se dirigió a su cocina buscando las pastillas que guardaba en su gabinete del fondo. Cuando encontró la pastilla, sus ojos brillaron ¡Su jodida salvadora! ¡Al fin el torrente de pulsaciones se iría! Busco la leche en su refrigerador y ingirió la pastilla. Ya más tranquilo de que el dolor en cualquier momento se detendría regreso a la sala de estar y consiguió a su amigo caminando en círculos. La escena era tan divertida.

—Vas hacer un hoyo en mi piso—bromeo.

Apo detuvo la caminata y miro a Gulf, de mala manera.

—Eres un un un... ¡Tonto!—grito.

—Mi bonito y precioso Apo me rompes mi frágil corazón—dramatizo agarrando su pecho.

—Debería romper tú corazón por la mitad. Eres un tonto, Gulf—sus cejas se fruncieron y sus pies se movieron con ese característico tic de madre molesta.

—Aún no entiendo el por que me llamás tonto—Gulf estaba en estos momento tan confundido y solo miraba a su amigo en busca de una explicación—Me he cuidado y ya te dije acabaron afuera. ¿Por que estás siendo tan dramático al respecto? No lo entiendo—movió su cabeza de un lado a otro. Su negro  cabello con destellos púrpuras se balanceo en muchas direcciones por lo largo que estaba.

Apo se sentó al lado de su amigo y le apretó un hombro.

—Nuestra condición de omega es muy compleja, Gulf. Aunque esta vida se hizo para disfrutarla y ser como uno quiera ser. Eres un omega y debes cuidarte siempre.

—Sigo sin entender que hice de malo—articulo.

Apo queria agarrar el cojín con estampados de mariposas y golpear a su amigo hasta que esté entrará en razón. ¿Cómo esté no podía ver la magnitud de la situación? Suspiró y decidió explicarle calmadamente. Si se alteraba no iba a lograr nada.

—¿Sabes siguiera de los queridos espermatozoides?—pregunto y se agarró el mentón acariciándolo.

Gulf sin poderlo evitar soltó una gran carcajada que le hizo doler un poco la cabeza, aún la bendita pastilla no hacía efecto. Trato de detener su flamante y escandalosa risa, pero no podía. ¿Espermatozoides? ¡Qué jodido era todo! ¿Acaso iba a tener una charla sobre espermatozoides en estos momentos? ¡Esto sería épico! A Gulf le hubiera gustado que Up y Mild estuvieran aquí y presenciaran la charla.

—¡Gulf Alfonso Kanawut! ¡Hablo en serio!—regaño.

Gulf detuvo sus carcajadas y miro a su amigo con un puchero.

—No digas mi segundo nombre, no me gusta. No se en lo que mi madre pensaba cuando me puso Alfonso—soltó con el ceño fruncido.

—Seguramente en su cantante de jazz favorito. Que poco conoces a tu madre. La primera vez que la conocí no podía dejar de hablar de su precioso cantante de jazz—recordó y una sonrisa pequeña pinto su cara. La madre de Gulf era una mujer tan genial y refinada. Una joya.

—¡Oh por dios! ¿Cómo fui tan tonto para no darme cuenta?—exclamo perplejo.

—Para ser un omega tan rebelde, definitivamente te falta un poco de inteligencia—agrego y chasqueo los dedos.

—¿Viniste a mi casa a ofenderme o darme una charla?—pregunto con un puchero y los brazos cruzados.

Apo sonrió triunfante.

—Ambas, así por lo menos aprendes algo.

Gulf suspiro.

—Entonces... Cuéntame sobre los espermatozoides—dijo tratando de no reír. La ocurrente palabra le daba mucha gracia.

Apo decidió no regañarlo más y explicarle.

—Cuando el hombre eyacula en el semen de este se encuentran muchos espermatozoides. Todos ellos luchan por llegar a la meta final. Por eso cuando el alfa eyacula afuera estas cosas diminutas y no visibles a la vista pueden escalar por tu pierna y llegar a tu culo.

—Puss, si como no, ves muchas películas amigo mío. Si un alfa eyacula afuera no ocurre nada y dudo mucho que esos espermatozoides sean tan inteligentes para caminar por mi cuerpo—volteo los ojos. Su amigo tan inteligente que se la daba y ahora soltaba barbaridades.

¿En qué universo alterno se había despertado? Gulf había leído una vez sobre espermatozoides y muy claramente y puede citarlo muy bien "Estos mueren al tocar el aire" Así que al caer en su pierna, vientre o abdomen ya millones de esos bichitos; ¡Pum son difuntos!

—Ok, no me creas y pon en duda lo que digo, pero ha pasado y se han visto muchos casos... Como el caso de una chica omega que no tuvo relaciones sexuales con nadie pero tuvo la mala suerte de sentarse en una superficie con semen y puff embarazada. Los espermatozoides de los lobos no son como los de los humanos, son muy potentes. Por una vez en tu vida tomame en serio—pidio.

Gulf le parecía ilógico y sin base lo que decía su amigo. Para el no tenía sentido, no existían los espermatozoides super inteligentes que te escalaban la pierna ¡Qué odisea! Definitivamente Gulf estaba convencido que su amigo a veces se creaba unas películas en la cabeza o  realmente tenía una imaginación bien excéntrica. Así que para salir del paso no refutó lo dicho.

—Esta bien, esta bien, te creo, pero eso no quiere decir que este embarazado.

—Eso tu no lo sabemos. Y si te hubieras cuidado en todas yo no estaría tan preocupado.

—Que exagerado, bendición mamá.

—¡Que dios te bendiga y te haga ir por el buen camino, mijo! Te lo juro algún día quedaré calvo por tu culpa.

—Ya terminaste de despotricar contra mi. Estoy bien y no estoy embarazado—palmeó el brazo de su amigo.

—Hasta que un especialista no me lo confirme no me quedare quieto—la seriedad marcando cada poro de su cara.

—¡¿Qué?!—Gulf chillo y se levanto del sofá escandalizado.

—Voy a cuadrarte una consulta con un ginecólogo—informo.

—¡Oh santo! ¡Te has vuelto loco! ¿Estás bromeando conmigo?—Gulf apretó los hombros de su amigo y comenzó a zarandearlo—Esta bromita no me está gustando.

Apo sonrió juguetón.

—No estoy bromeando.

—¡Joder! Yo no necesito un jodido ginecólogo loco revisando mis partes íntimas, no gracias.

—Lo necesitas y hasta que no aceptes ir a la consulta  que te pienso cuadrar para la otra semana, no voy dejarte en paz y sabes lo persistente y molesto que llegó hacer cuando se me mete algo en la jodida cabeza.

Gulf bufó derrotado.

—Lo sé, eres tan molesto... Esta bien voy a ir a esa consulta y voy a demostrarte que no estoy embarazado—la seguridad iluminando sus grises ojos.

—Espero que así sea, Gulf.

Apo solo esperaba de corazón que estuviera equivocado y su amigo no estuviera embarazado.

꒰꒱˖♡

¡Hola mis amores! ¡Bellezas fuera de este mundo! ¡Mis Kardulis! ¿Cómo están? Espero de corazón que estén bien.

Hoy vengo con otra historia y se que debería golpearme por empezar nuevas historias y aún no terminar las que tengo en emisión, pero no me aguante. Aparte de todo quiero sacar las historias que tengo escritas porque sino se quedaran en el sótano y no verán la luz.

Esta historia espero la amen y se rían con ella.  Prontito traeré más capítulos.

Decidí crear una dinámica musical, así que cada vez que suba un capítulo les recomendaré tres canciones.

Mi estilo musical es mayormente canciones de kpop, inglés y algunas en español.

Recomendaciones:

1) Giveon - For tonight
2) Lauv - All 4 nothing
3) Alec benjamin - Devil doesn't bargain.

Si quieren pueden recomendarme canciones también. Amo la música.

Sin más que decir, los amito, se me cuidan y muchas gracias por el apoyo que siempre me dan.